miércoles, 31 de julio de 2024

LA CIUDAD SON LOS PEQUEÑOS DETALLES / Darío Ruiz Gómez

 

LA CIUDAD SON LOS PEQUEÑOS DETALLES

Darío Ruiz Gómez

¿Qué es hoy un Plan de Desarrollo de  una ciudad? Cifras, veladas promesas sobre mejoramiento de la calidad de vida ciudadana? O ¿es lo que hace décadas  se critica, unas cifras abstractas en contravía de lo que constituye específicamente  la vida ciudadana?   Lo contrario a lo que propone Lyotard como economía libidinal, el principio de realidad y el deseo. Los intangibles que son el fundamento de una diversa cultura urbana.  ¿Cómo plantear  las estructuras del desarrollo social si no se tienen en cuenta las realidades de las distintas áreas urbanas? Lo que hizo Fico al recibir la ciudad fue solicitar una investigación rigurosa sobre el estado  en que la Alcaldía de Quintero había  dejado  las arcas. Y las sospechas no partieron de Fico sino de la ciudadanía que durante cuatro años sufrió en carne propia la inseguridad en las calles, el fracaso de la integración del transporte, el deterioro de escuelas, parques, la presencia de las organizaciones criminales actuando con total impunidad. Pero lo que se le olvidó a Fico y a  su equipo fue in situ dar cuenta sobre lo que este abandono de la ciudad supuso, ni una nueva vía, ni un nuevo puente, ni una sola normativa  en una malla urbana envejecida y que reventó ante el desmedido parque automotor, ante la ausencia de vías de integración urgente entre los municipios del área metropolitana. Un balance de cruces  sin terminar y causantes del colapso vial a las salidas y entradas de la ciudad especialmente hacia el Sur y hacia el Norte, ciclovías  horrendas, el abandono criminal de soluciones viales que exigen una respuesta inmediata  para que el  desplazamiento de la ciudadanía hacia sus lugares de trabajo se cumpla rigurosamente ya que los atascos, los fallos técnicos continuos en el metro, el confinamiento de barrios enteros por las bandas han convertido a Medellín en una verdadera pesadilla. El derecho a un eficaz sistema de transportes es un Derecho Humano consagrado y una respuesta al confinamiento. Pero ahí continúa sin rediseñar la glorieta donde el flujo vial se estrangula, donde entrar en su interior es jugarse la vida y de hecho este error causa muchas muertes en accidentes al año. La ciudad son las aceras para los peatones.  Pero en estos cuatro años de horror del quinterismo  las murallas de discriminación social han aumentado indecorosamente y  esta  discriminación  paradójicamente ya se da hasta en los barrios más modestas impuestas por los nuevos poderes locales. Sobre un papel se diseñaron supuestos bulevares en algunos barrios del Norte que hoy dan grima,   tal como lo da la Diez convertida en una venta de empanadas y chorizos y no en el boulevard que desde Las Palmas hasta el Aeropuerto hubiera cambiado la vida para los peatones y visitantes.  Se  recomendaba que los funcionarios municipales caminaran la ciudad  verificando personalmente esto puntos críticos cuyo fracaso urbano y estético se disimula aún a la hora de  señalar culpables  bajo lo peor: el contratismo y la ausencia de veeduría ciudadana.

¿Cuál es la educación que  reclama nuestra niñez y juventud? ¿Cuál el concepto de docente y de alumnos(as) y las espacialidades de las nuevas aulas pomposamente  presentadas como nuevas tipologías arquitectónicas? Decir “Educación” es no decir nada en manos de Fecode, como lo es decir vías públicas en una ciudad donde cada día matan una calle, donde no hay – lo repito- un solo plan de renovación urbana, donde los  vecinos no tienen ninguna representatividad. Lo que quiero  señalar es que cualquier tipo de plan de  Desarrollo urbano  para no convertirse  en un fracaso debe partir de estas comprobaciones  in situ. En estos detalles que escapan a la vista de los planificadores está la existencia de nuestra ciudad.

 

No hay comentarios: