Este blog, en permanente construcción, hace parte de una revisión de los textos iniciáticos nadaístas con el propósito de mantener nuestra fe intacta en algunos de ellos. Podríamos decir que es una versión remasterizada, con inyecciones letales de cinismo y humor negro, de esta doctrina creada, simultáneamente, en Medellín y Cali. Mantenemos la fe intacta en la creación libre. Somos icoñoclastas por naturaleza. neonadaismo@gmail.com
miércoles, 31 de octubre de 2012
AMILCAR OSORIO
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AMILCAR OSORIO
STANZA
parece que ante fue un garaje a donde vinieran
los carros a dormitar, parece que antes fue una
floristería de flores venenosas y dispersas. Parece
que antes también fue una botica de cosméticos
o algo por el estilo.
pero, en realidad, fue la morada de algunos pétalos,
de palabras inciertas, regalos y amores indecisos
todos.
parece que ahora es algo así como un recuerdo,
como algo que se alquila o se venera.
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CUERPO CELESTE
Con aplicación reverente
va fundando besos
por todo mi cuerpo:
aquí uno frio y rápido
como un Aldebarán apagado,
aquí uno más ardiente, Betelgeuse,
aquí un mordisco, aquí una luna,
aquí otro y otro aquí, asteroides,
aquí las Pléyades, y en el pecho
la vagante supernova,
una binaria azul en las caderas,
uno de cráteres abiertos en la boca,
cúmulos estelares en la frente,
hasta convertirme en la equivocada
constelación de la Medusa
fija en el firmamento de esta noche.
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DEL LADO DE LOS SUEÑOS
esta noche, la noche ha pasado su buen rato
recorriendo las avenidas desoladas,
visitando el purulento río
que parte la ciudad como su tajo de podre:
incógnita e indiscreta ha subido
las turbias escaleras que conducen
a hoteles y residencias donde los pederastas
hacen el amor con los muchachos;
impúdica y con aire despreocupado
se ha ido por callejones de cuchillos,
por crudas luces que caen a las calles
como empujadas desde las cantinas
y los lupanares de gritos recedidos.
Esta noche, en tanto, yo me he ido yendo solo
por las encrucijadas del lado de los sueños,
alejado de los sobresaltos, por un mundo
muelle y quieto, cercano e impalpable,
por unos estanques de luz sin precedentes,
por unos giros desconocidos y vagos,
para caer, de súbito, al amanecer,
entre sus brazos de aurora boreal.
martes, 30 de octubre de 2012
Raúl Henao con Neruda en el corazoncito
Raúl Henao con
Neruda en el corazoncito
Víctor Bustamante
Hasta última hora esperamos que el poeta Raúl Henao, desistiera de ser
el oferente en un exabrupto, referirse a Las alturas de Machu Picchu, uno de los
libros más blandos de Neruda, lejos del asedio stalinista o del castrisma
profuso o aun más de las lágrimas de amor de sus poemas. Aun no sabemos cual es
el sex-appeal que nuestro admirado y susceptible Raúl le ve a Neruda; él que siempre
caminó por otras aguas poéticas de más exigencia, nunca turbias como las de su
manager actual.
De Raúl siempre admiramos su independencia en un país donde la
montonera política se apodera del trabajo serio de una persona, siempre lo
vimos lejano de las bravuconadas y de la academia que aun duerme el sueño
turbio de algo que es difícil de encontrar: un poeta verdadero y de fuste
como él. Ante esos bastiones y murallas culturales siempre perduró la actitud
valiosa de Raúl.
Incluso muchos de sus amigos, le cerraron el camino, sobre todo
aquellos que se preciaban de ser sus compañeros de ruta. De tal manera el
maestro del surrealismo se fue quedando solo, debido a su ser iconoclasta, más
reconocido en el extranjero, por algo muy específico: su independencia. De tal
manera Raúl nunca perteneció al Nadaismo, a lo mejor porque había mucha
existencia, escándalos y una manera procaz de ver la vida, pero tampoco se
enseñoreó en el grupo académico de Aquarimántima. Raúl quiso caminar solo. Las
ideologías y sus sectarismos pasaron por la extrañeza, nunca le interesó ese
tema político sino algo más vital: la poesía, y sobre todo el surrealismo.
Entonces es en este momento en que recordamos a Breton y su osadía, su
temple intelectual del que alguna vez avizoramos que Raúl Henao iría a heredar,
pero parece que solo heredó el juego vistoso de las imágenes y los sacramentos
creativos surrealistas, la médula parece que Raúl muy ocupado en fabricar su
ego, no la leyó, o lo peor no la recuerda o no la entendió. Es simple, el
compromiso con la poesía.
Uno siempre quiere parecerse o superar a su maestro y establecer un
rumbo. No sabemos si Henao recuerda este momento histórico en que Breton fue humillado
por las discusiones políticas entre ese coctel explosivo: política y poesía,
donde a los surrealistas se les tildaba de personas que eran poetas porque no
querían trabajar.
Este pasaje de Rui Costa Pimenta nos revela esas arduas discusiones
políticas y poéticas:
“La crisis en las relaciones con el PCF se hace sentir desde el primer
momento. Breton es sometido a un verdadero inquisitorio por los dirigentes
partidarios, los que quieren impugnar el surrealismo como "teoría
contrarrevolucionaria". En cuanto el poeta procura pacientemente explicar
los fundamentos del movimiento, queda patente que los stalinistas están lejos
de tener algún interés real en una discusión honesta sobre el tema. Breton es
rápidamente colocado en situaciones difíciles dentro del partido, siendo
designado a una célula de los trabajadores del gas, donde su acción está
cercenada de manera vejatoria. Ingresado en enero, en mayo ya no participa más
de las reuniones de célula”.
“Los aparatchiks literarios del PCF, hipócritamente, abrirían una
gritería contra la "falta de ética" de Andre Breton, intentando
impedir la participación de los surrealistas en el evento. Solamente un
acontecimiento trágico, el suicidio de René Crevel, en la víspera del congreso,
intimidó a los stalinistas y permitió que Paul Eluard leyese al final del
encuentro y en condiciones muy precarias, un discurso escrito por Breton donde
se condenaba el pacto Stalin-Laval y la política stalinista para la cultura y
el arte.
“Estos dramáticos acontecimientos sellan la ruptura definitiva de los
surrealistas con los stalinistas en todos los terrenos. Después del Congreso el
grupo publicará un manifiesto, redactado por Breton, que condenará abiertamente
el cercenamiento del congreso, y también, del mismo modo, el retroceso político
y moral de la URSS. El texto será publicado bajo el título Del tiempo en que
los surrealistas tenían razón, firmado por veinticinco personas“.
lunes, 29 de octubre de 2012
Neruda en el corazón...de Castro (2)
Guillermo
Cabrera infante
Víctor
Bustamante
Hay un libro
de Guillermo Cabrera Infante, Mea Cuba,
donde desnuda toda la política, interior y exterior, de Fidel Castro. Aquel que
se presentó inicialmente como un político bondadoso, y luego, cuando prescindió
sistemáticamente de sus amigos terminó en el poder como si fuera un mesías bíblico
que no es más que el rostro oculto del tirano. Un caso sucio es la eliminación
del líder popular Camilo Cienfuegos,
para citar a uno de los comandantes triunfadores, y que apenas ahora se ha
develado ese asesinato por sus mismos compañeros. Algo aprendió Castro
de Stalin, su verdadero maestro político a quien ha sobrepasado en duración
ante la mirada expectante de sus acólitos en Latinoamérica. Incluso ya es
record Guinnes no solo por los años que lleva en el poder, sino también por el número
de ciudadanos refugiados en otros países, por haber destruido la economía y por
ser el país del partido único.
Castro ha utilizado
a los escritores para que le hagan propaganda sobre, su entre comillas vanguardia
política, sólo para permanecer en el poder sin importarle la critica. Lo apoyó Julio
Cortázar como un verdadero viejo verde de la política, el oportunista y cínico
García Márquez que fueron sus defensores, a pesar de las noticias de que en Cuba
algo no marchaba bien. Sí se opuso Vargas Llosa cuando descubrió el camino
taimado del dictadorzuelo y sus políticas desalmadas.
Una larga
lista de escritores han tenido que marcharse de la isla, entre ellos el gran Cabrera
Infante, Carlos Franqui disidente refugiado en Italia o en Puerto Rico, Virgilio
Piñera humillado y ofendido por las autoridades cubanas, Lezama Lima negado,
lleno de miedo por ser católico y homosexual, Reinaldo Arenas, solo para citar algunos casos.
Durante muchos
años Casa de las Américas. Al mando del comisario político Fernández Retamar, pretendió
reivindicar con sus reconocimientos la labor intelectual en el continente mientras
por debajo, en la propia Cuba, era imposible ser un escritor libre. Una larga
lista de ellos perdura en la historia de la isla. Y si los volvemos a mencionar
es porque la política cultural de Cuba, así como sus adeptos en el resto del
mundo, utilizan toda cantidad de vejámenes contra la población y contra sus escritores
más valiosos.
Ser crítico
de la dinastía de los Castro, con su democracia representativa, entre comillas
representativa, equivale a ser denominado como gusano, esquirol, enemigo del pueblo,
pro-imperialista; pura parrafada donde se esconden los taumaturgos que son incapaces
de criticar a los Castro y sus trescientos políticos que han
convertido la isla, antes próspera, en uno de los países más obres del mundo.
Particularmente
aquí en Medellín, hay una secta de castristas y nerudianos de solapa. Uno de ellos, un alcalde ingenuo y
suspendido que dijo en una reunión sobre la fallida celebración de los cincuenta
años de la Revolución cubana, que llevaba a Cuba en el corazón. Claro que nunca
se refirió a los crímenes del comandante Castro.
Guillermo Cabrera
Infante, es el escritor más representativo de Cuba en toda su historia, vivió
en el exilio y tuvo el valor de enfrentarse y desnudar con sus ensayos la verdadera
realidad cubana. Cuando él, mismo como director de Lunes de Revolución
sospechó hacia
donde marchaba su país.
Particularmente
en Colombia, las noticias sobre Cabrera Infante eran pocas, incluso en el Magazine
de El Espectador que posaba de ser
liberal, cuando llegó el poeta, nunca se mencionó para nada a Cabrera Infante, pero
sí a muchos escritores menores. Esto mismo se repitió en muchos medios donde la
izquierda, otra vez democrática, lo silenció, así como silenciaron a cualquiera
que se atreviera a criticar las malas políticas cubanas.
Pero los
dirigentes de la isla a través de la oficial Uneac, luego premiaron a muchos
intelectuales colombianos quienes callaron ante las tropelías de estos
dirigentes contra su mismo pueblo. La lista es larga: Jotamario, Roca, William
Ospina y Fernando Rendón. Es una vergüenza poseer un reconocimiento de una tiranía
a través de sus agencias culturales. ¿Irán
a referirse a una caza de brujas como el mismo refrito de siempre? ¿O llegará el comandante y mandará a parar?
Todos los regímenes
totalitarios de izquierda y de derecha, desde Somoza hasta Pinochet, desde
Trujillo hasta Castro, desde Stalin hasta Franco no merecen ninguna alabanza
por ningún escritor sino su repudio.
Nunca sería
capaz de elogiar a un poeta que le haya cantado a ninguno de los dictadores
criminales, ya sea de derecha o de izquierda. Pero en Medellín existen algunos
turiferarios que nunca han sido capaces de desligarse de las dictaduras. Antes,
por el contrario, han olvidado a los escritores derrotados por el poder político
y su voz que aun suena valiosa, honesta y perenne como la de Guillermo Cabrera
Infante.
sábado, 27 de octubre de 2012
Neruda en el corazon... de Castro
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Reinaldo Arenas
Víctor
Bustamante
Por supuesto que no podemos olvidar
los deslices de Pablo Neruda con Batista y Castro, a quienes iguala en elogios.
Y como los lideres ambientalistas del el
Movimiento Poético Mundial pensaban que no recordábamos al Neruda tránsfuga, pues
aquí se lo recordamos. Mientras el poeta chileno iba de congreso en congreso y escribía
una poesía política de genuflexión a los dictadores y seguía con su apología del
mal, en la isla el dictador con su mano férrea dirigía con su revólver a la
cultura obligando que muchos de sus escritores de mas peso tuvieran que irse
por una sola razón: disentir de su s discursos y de sus mentiras.
A los lideres poéticos entre
comillas, coleccionistas de medallas, aun no comprendemos, como se les pasaron
por sus narices las iniquidades de Stalin, y los elogios de Neruda. [o mismo
que las iniquidades de Castro y los elogios de Neruda. ¿Olvido?, ¿Mala memoria? ¿Desfachatez?
Reinaldo Arenas nació dentro del
proceso de la revolución en marcha, pero fue capaz de detectar la falta de
libertad en Cuba, nos habló de los ampos e concentración que allí fusionaron para
reclutar a los homosexuales. Y además fue uno de los marielitos que tuvieron
que irse de Cuba por ser considerados apestados.
Ha escrito un par de obras maestras
Antes que anochezca y El color del verano donde es notorio el espionaje de sus propios
amigos ante las autoridades cubanas para obtener prebendas.
Arenas fustigó a la Revolución
por sus prisiones políticas, por la falta de derechos humanos, por ls prisiones y los campos de concentración para homosexuales.
En Cuba una gran parte la población
está exilada, hay prisioneros políticos y un dictador con su realeza de trescientas personas, que hace
cincuenta años se apoderó de la isla y aquí en Medellín nadie sabía nada.
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The Parade Ends
" Paseos por las calles que revientan,
pues las cañerías ya no dan más
por entre edificios que hay que esquivar,
pues se nos vienen encima,
por entre hoscos rostros que nos escrutan y sentencian,
por entre establecimientos cerrados,
mercados cerrados,
cines cerrados,
parques cerrados,
cafeterías cerradas.
Exhibiendo a veces carteles (justificaciones) ya polvorientos,
CERRADO POR REFORMAS,
CERRADO POR REPARACIÓN.
¿Qué tipo de reparación?
¿Cuándo termina dicha reparación, dicha reforma?
¿Cuándo, por lo menos,
empezará?
Cerrado...cerrado...cerrado...
todo cerrado...
Llego, abro los innumerables candados, subo corriendo la improvisada escalera.
Ahí está, ella, aguardándome.
La descubro, retiro la lona y contemplo sus polvorientas y frías dimensiones.
Le quito el polvo y vuelvo a pasarle la mano.
Con pequeñas palmadas limpio su lomo, su base, sus costados.
Me siento, desesperado, feliz, a su lado, frente a ella,
paso las manos por su teclado, y, rápidamente, todo se pone en marcha.
El ta ta, el tintineo, la música comienza, poco a poco, ya más rápido
ahora, a toda velocidad.
Paredes, árboles, calles,
catedrales, rostros y playas,
celdas, mini celdas,
grandes celdas,
noche estrellada, pies
desnudos, pinares, nubes,
centenares, miles,
un millón de cotorras
taburetes y una enredadera.
Todo acude, todo llega, todos vienen.
Los muros se ensanchan, el techo desaparece y, naturalmente, flotas,
flotas, flotas arrancado, arrastrado,
elevado,
llevado, transportado, eternizado,
salvado, en aras, y,
por esa minúscula y constante cadencia,
por esa música,
por ese ta ta incesante. "
Mi amante el mar (fragmento)
" Sólo el afán de un náufrago podría
remontar este infierno que aborrezco.
Crece mi furia y ante mi furia crezco
y solo junto al mar espero el día. "
Sonetos desde el Infierno
Todo lo que pudo ser, aunque haya sido,
jamás ha sido como fue soñado.
El dios de la miseria se ha encargado
de darle a la realidad otro sentido.
Otro sentido, nunca presentido,
cubre hasta el deseo realizado;
de modo que el placer aun disfrutado
jamás podrá igualar al inventado.
Cuando tu sueño se haya realizado
(difícil, muy difícil cometido)
no habrá la sensación de haber triunfado,
más bien queda en el cerebro fatigado
la oscura intuición de haber vivido
bajo perenne estafa sometido.
(La Habana, 1972)
Última luna
Por qué esta sensación de ir a buscarte
hacia donde por mucho que vuele
no he de hallarte.
Qué terror sin tiempo ahora me impele
a por sobre tanto terror siempre evocarte.
No ha de encontrar sosiego nuestra pena
(que hallarlo sería comenzar otra condena)
y por lo mismo jamás cesaré de contemplarte.
Luna, una vez más aquí estoy detenido
en la encrucijada de múltiples espantos.
El pasado es todo lo perdido
y si del presente me levanto
es para ver que estoy herido
(y de muerte)
porque ya el futuro lo he vivido.
Ésa, indiscutiblemente, ésa es la suerte
que por venir del infierno arrostro.
Extraña amante,
sólo me queda contemplar tu rostro
(que es el mío)
porque tú y yo somos un río
que recorre un páramo incesante,
circular e infinito:
un solo grito.
Tú y yo estamos condenados
Tú y yo estamos condenados
por la ira de un señor que no da el rostro
para danzar sobre un paraje calcinado
o a escondernos en el culo de algún monstruo.
Tú y yo siempre prisioneros
de aquella maldición desconocida.
Sin vivr, luchando por la vida.
Sin cabeza, poniéndonos sombrero.
Vagabundos sin tiempo y sin espacio,
una noche incesante nos envuelve,
nos enreda los pies, nos entorpece.
Caminamos soñando un gran palacio
y el sol su imagen rota nos devuelve
transformada en prisión que nos guarece.
Autoepitafio de Reinaldo Arenas
Mal poeta enamorado de la luna,
no tuvo más fortuna que el espanto;
y fue suficiente pues como no era un santo
sabía que la vida es riesgo o abstinencia,
que toda gran ambición es gran demencia
y que el más sordido horror tiene su encanto.
Vivió para vivir que es ver la muerte
como algo cotidiano a la que apostamos
un cuerpo espléndido o toda nuestra suerte.
Supo que lo mejor es aquello que dejamos
-precisamente porque nos marchamos-.
Todo lo cotidiano resulta aborrecible,
sólo hay un lugar para vivir, el imposible.
Conoció la prisión, el ostracismo,
el exilio, las múltiples ofensas
típicas de la vileza humana;
pero siempre lo escoltí cierto estoicismo
que le ayudó a caminar por cuerdas tensas
o a disfrutar del esplendor de la mañana.
Y cuando ya se bamboleaba surgía una ventana
por la cual se lanzaba al infinito.
No quiso ceremonia, discurso, duelo o grito,
ni un túmulo de arena donde reposase el esqueleto
(ni después de muerto quiso vivir quieto).
Ordenó que sus cenizas fueran lanzadas al mar
donde habrán de fluir constantemente.
No ha perdido la costumbre de soñar:
espera que en sus aguas se zambulla algún adolescente.
De modo que Cervantes era manco
De modo que Cervantes era manco;
sordo, Beethoven; Villon, ladrón;
Góngora de tan loco andaba en zanco.
¿Y Proust? Desde luego, maricón.
Negrero, sí, fue Don Nicolás Tanco,
y Virginia se suprimió de un zambullón,
Lautrémont murió aterido en algún banco.
Ay de mí, también Shakespeare era maricón.
También Leonardo y Federico García,
Whitman, Miguel Ángel y Petronio,
Gide, Genet y Visconti, las fatales.
Ésta es, señores, la breve biografía
(¡vaya, olvidé mencionar a san Antonio!)
de quienes son del arte sólidos puntuales.
Tú y yo estamos condenados
Tú y yo estamos condenados
por la ira de un señor que no da el rostro
a danzar sobre un paraje calcinado
o a escondernos en el culo de algún monstruo.
Tú y yo siempre prisioneros
de aquella maldición desconocida.
Sin vivir, luchando por la vida.
Sin cabeza, poniéndonos sombrero.
Vagabundos sin tiempo y sin espacio,
una noche incesante nos envuelve,
nos enreda los pies, nos entorpece.
Caminamos soñando un gran palacio
y el sol su imagen rota nos devuelve
transformada en prisión que nos guarece
Epigrama
A la columnista; digo, calumnista, de un periódico
hispano en el estado de la Florida
Sus escritos, señora Nurka o Nurko,
más que en español están en turco.
¿El tema? Siempre el mismo: nada, nada.
¡Y al pie su horrible foto engalanada!
En eso de decir nada es usted terca
(como en lo de esparcir el venenito),
es la misma terquedad conque la puerca
año tras año nos ofrece algún puerquito.
No se puede precisar cuál es el surco
que calienta su semilla envenenada
o si cobra aquí o al lado de la cerca.
Y en esto francamente me bifurco:
¿Pues cómo puede el señor de la mesada
pagar cual río lo que es sólo una alberca?
(Nueva York, octubre de 1984)
Introducción del símbolo de la fe
Sé que más allá de la muerte
está la muerte,
sé que más acá de la vida
está la estafa.
Sé que no existe el consuelo
que no existe
la anhelada tierra de mis sueños
ni la desgarrada visión de nuestros héroes.
Pero te seguimos buscando, patria,
en las traiciones del recién llegado
y en las mentiras del primer cronista.
Sé que no existe el refugio del abrazo
y que Dios es un estruendo de hojalata.
Pero
te seguimos buscando, patria,
en las amenazas del nuevo impostor
y en las palmas que revientan buldoceadas.
Sé que no existe la visión
del que siempre perece entre las llamas
que no existe la tierra presentida
Pero
te seguimos buscando, tierra
en el roer incesante de las aguas,
en el reventar de mangos y mameyes,
en el tecleteo de las estaciones
y en la confusión de todos los gritos.
Sé que no existe la zona del descanso
que faltan alimentos para el sueño,
que no hay puertas en medio del espanto.
Pero
te seguimos, buscando, puerta,
en las costas usurpadas de metralla,
en la caligrafía de los delincuentes,
y en el insustancial delirio de una conga.
Sé que hay un torrente de ofensas aún guardadas
y arsenales de armas estratégicas,
que hay palabras malditas, que hay prisiones
y que en ningún sitio está el árbol que no existe.
Pero
te seguimos buscando, árbol,
en las madrugadas de colas para el pan
y en las noches de cola para el sueño.
Te seguimos buscando, sueño,
en las contradicciones de la historia
en los silbidos de las perseguidoras
y en las paredes atestadas de blasfemias.
Sé que no hallaremos tiempo
que no hay tiempo ya para gritar,
que nos falla la memoria,
que olvidamos el poema, que, aturdidos,
acudimos a la última llamada
(el agua, la cola del cigarro).
Pero
te seguimos buscando, tiempo,
en nuestro obligatorio concurrir a mítines,
funerales y triunfos oficiales,
y en las interminables jornadas en el campo.
Te seguimos buscando, palabra,
Por sobre la charla de las cacatúas
y el que vendió su voz por un paseo,
por sobre el cobarde que reconoce el llanto
pero tiene familias…y horas de recreo.
Te seguimos trabajando, poema,
Por sobre la histeria de las multitudes
y tras la consigna de los altavoces,
más allá del ficticio esplendor y las promesas:
Qué es ridículo invocar la dicha
que no existe “la tierra tan deseada”
que no hallarán calma nuestras furias.
Todo eso lo sé.
Pero te seguimos buscando, dicha,
en la memoria de un gran latigazo
y tras el escozor de la última patada.
Te seguimos buscando, calma,
en el infinito gravitar de nuestras furias
en el sitio donde confluyen nuestros huesos
en los mosquitos que comparten nuestros cuerpos
en el acoso por sueños y aceras en el aullido del mar
en el sabor que perdieron los helados
en el olor del galán de noche
en las ideas convertidas en interjecciones ahogadas
en las noches de abstinencia
en la lujuria elemental
en el hambre de ayer que hoy hambrientos condenamos
en la pasada humillación que hoy humillados denunciamos.
en la censura de ayer que hoy amordazados señalamos
en el día que estalla
en los épicos suicidios
en el timo colectivo
en el chantaje internacional
en el pueril aplauso de las multitudes
en el reventar de cuerpos contra el muro
en las mañanas ametralladas
en la perenne infamia
en el impublicable ademán de los adolescentes
en nuestra voracidad impostergable
en el insolente estruendo de la primavera
en la ausencia de Dios
en la soledad perpetua
y en el desesperado rodar hacia la muerte
te seguimos buscando
te seguimos
te seguimos.
REINALDO ARENAS (Cuba, 1943 – 1990)
p
viernes, 26 de octubre de 2012
Neruda en el corazón...de Stalin (4)
Alexander Solzhenitsyn
Cuando leí el Archipiélago
gulag de Alexander Solzhenitsyn, nunca creí que la bajeza humana hubiera
ocurrido en un país donde, en apariencia, se construía una nueva esperanza. Ahí
comenzó el derrumbe sobre las ideologías y una reflexión sobre el totalitarismo.
Por esa razón no pensé que nunca un gran poeta fuera capaz de
entregar loas a un personaje siniestro. Los criminales no tienen ningún derecho
a asesinar en nombre de un mundo mejor.
La poesía es la encargada de recordarlo, no de ocultar lo que
hay que señalar. Hay una responsabilidad ética, para poder decir: yo sé esto y no
puedo callarlo.
jueves, 25 de octubre de 2012
Neruda en el corazón de-... Stalin (3)
Isaac Babel
Y NADIE NI LOS POETAS DEL MOVIMIENTO POÉTICO MUNDIAL Y NI NERUDA NI SUS FANS DE MEDELLÍN LO SABÍAN.
Errores del estalinismo
La tragedia de Isaac Babel
Lisandro Otero
Ningún escritor soviético sufrió tan intensamente las
contradicciones entre el poder político y los desajustes de la utopía en marcha
como Isaac Babel. "Caballería roja", su libro fundamental, salió
publicado en 1925, tras su experiencia en el Primer Regimiento de cosacos del
general Semyon Budyonny, al cual se incorporó en 1920. Pero su experiencia
literaria se había iniciado en 1916, cuando comenzó a colaborar en la revista
literaria "Letopis", que dirigía Gorky, quien fue su mentor inicial y
protector político, desde entonces.
Babel aprendió a escribir de manera sucinta, condensando sus
experiencias en cápsulas muy bien balanceadas. Cada uno de sus cuentos era
reescrito una y otra vez. Algunos los llegó a rehacer hasta un centenar de
veces. Se apasionaba con lo que hacía. Confesaba que cuando no podía
perfeccionar una oración le entraban palpitaciones cardiacas. Un pasaje de
quinientas, o mil, palabras podía llevarle hasta un mes para concluirlo.
Escribir era para él tan angustioso como escalar una afilada escarpa, le
confesó a Paustosky, ganando cada metro con una trabajosa ascensión.
Babel le dijo a su colega y amigo, que no tenía imaginación,
era incapaz de inventar nada; necesitaba autenticidad, tenía que nutrirse con
incidentes reales que luego iba transformando. Presenciaba situaciones extremas
de la conducta humana y las recogía fielmente para luego convertirlas en
literatura. Su olfato especial consistía en saber seleccionar adecuadamente sus
muestras de vida.
Desde el primer instante, tras la Revolución, Babel colaboró
como propagandista para ROSTA, la agencia de noticias del Estado, que luego se
convirtió en TASS, y para el periódico del Ejército Rojo. Fue colaborador de la
Cheka y amigo personal del sanguinario Yagoda. A Mandelstam, que le reprochaba
esta actitud, le dijo que deseaba estar cerca del "olor de la
muerte".
En 1928 Budyonny le acusó de haber mentido sobre los cosacos
del Primer Regimiento. "Distorsiones de un autor erotomaníaco", fue
una de las imputaciones, "visión pequeño burguesa"... desvaríos de un
judío demente", se le inculpó. Nunca estuvo en combate, según Budyonny,
siempre se mantuvo en la retaguardia. Una vez más la defensa de Gorky logró
extender un manto de inmunidad, pero a partir de entonces Babel entró en un
silencio casi total del cual emergió, transitoriamente, en 1934, al celebrarse
el Primer Congreso de Escritores Soviéticos, donde pronunció una loa a Stalin
en una de las sesiones..
Le pidió a Antonina que le avisara a su amigo, André
Malraux, de lo que ocurría. Una de las acusaciones fue de espiar para la
inteligencia francesa, para la cual había sido reclutado por Malraux. Ahora se
sabe que le ocuparon quince manuscritos y dieciocho libretas de notas que se
han perdido para siempre, entre ellos una novela terminada, "Kolya
Topuz", y un libro de narraciones, listo para ser publicado: "Nuevos
cuentos".
Rebelión
miércoles, 24 de octubre de 2012
Neruda en el corazón... de Stalin (2)
Osip
Mandlestam
Neruda
en el corazón... de Stalin (2)
A la
memoria de los poetas asesinados
Desde
la eternidad, quienes homenajean a Pablo Neruda poeta adicto a dictadores y genocidas,
sabrán que la historia no es un basurero sino el letal señalamiento con su dedo
sangriento a quienes prohíjan este tipo de eventos.
Allí
en primera fila estarán sentados con su palabra derrotada y con la vileza de los asesinados,
Osip Mandlestam, Isaak Babel, y los cuarenta millones de soviéticos muertos en
la era nefasta de Stalin.
Y
NADIE NI LOS POETAS DEL MOVIMIENTO POÉTICO MUNDIAL Y NI NERUDA NI SUS FANS DE
MEDELLÍN LO SABÍAN.
Quien
celebra a un poeta, como Neruda, que le escribió poemas a genocidas, no tiene espíritu
libre y está cohesionado por el odio al espíritu crítico y de libertad.
Lamentamos
que poetas de nuestra generación se embarquen en este tipo de celebraciones que
envilecen la actitud y actividad poética., ya que uno celebra poetas nobles.
Qué
vergüenza que esto ocurra en Medellín.
..
Estado
Mayor del Neonadaismo
En
réquiem permanente como homenaje a los poetas
y
a sus pueblos masacrados por el
fascismo de izquierda.
...
...
...
Epigrama
contra Stalin
Osip Mandlestam
Vivimos
sin sentir el país a nuestros pies,
nuestras
palabras no se escuchan a diez pasos.
La
más breve de las pláticas
gravita,
quejosa, al montañés del Kremlin.
Sus
dedos gruesos como gusanos, grasientos,
y
sus palabras como pesados martillos, certeras.
Sus
bigotes de cucaracha parecen reír
y
relumbran las cañas de sus botas.
Entre
una chusma de caciques de cuello extrafino
él
juega con los favores de estas cuasipersonas.
Uno
silba, otro maúlla, aquel gime, el otro llora;
sólo
él campea tonante y los tutea.
Como
herraduras forja un decreto tras otro:
A
uno al bajo vientre, al otro en la frente, al tercero en
[la
ceja, al cuarto en el ojo.
Toda
ejecución es para él un festejo
que
alegra su amplio pecho de oseta.
- Trad. por José Manuel Prieto
.......
....
....
Noviembre
de 1933
Sobre
un poema de Osip Mandelstam
Por
José Manuel Prieto
A
Osip Mandelstam le costó la vida un epigrama contra Stalin. José Manuel Prieto
reconstruye ese terrible capítulo del totalitarismo al presentar esta
traducción, comentada verso por verso, de la célebre sátira.
I
En
1996 el historiador Jean Meyer, que por aquel entonces daba los toques finales
a su libro Rusia y sus imperios, me pidió que le tradujera del ruso un poema
del poeta Osip Mandelstam (Varsovia, 1891-campo transitorio de Vtoraya Rechka,
cerca de Vladivostok, 1938). La perestroika estaba todavía cerca y yo había
recién publicado una traducción del Réquiem de Anna Ajmátova, uno de los más
importantes poemas políticos del siglo XX. El poema que Jean Meyer quería
incluir en su libro era el muy conocido “Epigrama contra Stalin”, que empieza
con el verso: “Vivimos sin sentir el país a nuestros pies”. Como cualquiera que
hubiera vivido en Rusia en aquellos años de fines de los ochenta y principios
de los noventa yo conocía muy bien el poema y en más de una ocasión lo había
recitado en voz alta, admirado por sus indudables cualidades formales, en
particular el verso inicial: My zhibiom pod saboyu nie zhuya strani, palabras
de una fuerza casi mágica. Del poema no existía ninguna versión en castellano y
la versión en francés que aparecía en el recién publicado libro de Vitali
Shentalinski, De los archivos literarios de la KGB, era tan pobre comparada con
el bellísimo original ruso que de inmediato comencé a traducir una variante más
satisfactoria en el margen de la página. En mi traducción improvisada busqué
captar el encanto del poema y a la vez conservar la severa gravedad de sus
versos. Trabajé varios días en una versión que Jean Meyer terminó incluyendo en
su hoy día muy celebrado libro y que luego clavé sobre mi escritorio. El poema
le había costado la vida a Mandelstam y escribirlo había sido un acto de
increíble valentía, de arrojo, o más bien de integridad artística. Por años no
he dejado de pensar en él, de leer todo lo referente a su creación y más que
nada a la reacción terrible de su destinatario. Tan sólo una cosa no me dejaba
en paz: a pesar de que lo había traducido con el mayor esmero y paciencia, no
había quedado del todo satisfecho con el resultado. El poema no terminaba de
cuajar en español, parecía una copia muy pálida del original tan bello y
potente, como cincelado en ruso. Esto es porque a diferencia de la obra de un
poeta como Joseph Brodsky, a quien también he traducido in extenso, la poesía
de Osip Mandelstam es de una concentración asombrosa, poco discursiva. De ahí
que me sea virtualmente imposible traducir de manera satisfactoria todas las
sonoridades, la riqueza de muchas imágenes que no logran caer o encajar
totalmente en la lengua de llegada, el castellano en este caso. En la operación
se pierde el aura de significados y alusiones que rodea cada palabra en la
versión original, absolutamente transparente para el lector en lengua rusa.
Como si de todo un árbol sólo lográramos transplantar las ramas más gruesas y
todo su follaje, verde y cambiante, quedara en el territorio de la otra lengua.
Estaba
el hecho, además, de que el poema es rimado, como casi toda la poesía rusa,
pero escogí verterlo en verso libre escarmentado por los fallidos intentos de
tantos traductores que, con más buena voluntad que pericia y con una idea a mi
modo de ver equivocada sobre cómo traducir poesía rimada, elaboran versiones
que difícilmente funcionan en castellano. En cualquier caso, terminé publicando
aquella versión y recibí muchos elogios. Pasaron los años, más de diez y no
había vuelto a leer mi versión del epigrama hasta fecha reciente, con vistas a
incluirlo en una Antología personal de la poesía rusa que estoy preparando.
Tras una atenta relectura no creí posible cambiar ninguna de las soluciones que
en su momento hallé para su traducción pero sí consideré pertinente añadirle
unos comentarios que buscan transmitir al lector ese halo de significado del
que hablo más arriba. He creído además importante y hasta necesario aportar una
relación detallada de las circunstancias históricas que rodearon su creación,
algo totalmente necesario dadas la personalidad de su creador, la naturaleza
del poema en cuestión y las terribles consecuencias que terminó acarreándole.
Una
última cosa antes de pasar al poema y a los comentarios: como ya dije, en Rusia
se le conoce como el “Epigrama contra Stalin”, un nombre que algunos consideran
desacertado porque supone una disminución de su importancia. Según algunos,
este nombre se trató de una maniobra de los amigos de Mandelstam (entre otros,
Boris Pasternak) para equipararlo a esas pequeñas piezas de ocasión que buscan
zaherir, satirizar, y que hallaron su máximo exponente en Marcial, el poeta
latino del primer siglo después de Cristo.
Descrito
por un crítico como las dieciséis líneas de una sentencia de muerte, es quizá
el más importante poema político del siglo XX, escrito por uno de sus más
grandes poetas y contra el que fue, bien podría afirmarse, el más cruel de sus
tiranos.
...
(Letras Libres)
viernes, 19 de octubre de 2012
Neruda en el corazón... de Stalin
Neruda
en el corazón... de Stalin
Víctor
Bustamante
Hay
un libro de Neruda, “Veinte poemas de amor y una canción desesperada“, que fue,
y es, uno de los libros más leídos; este libro agarra con esa perversidad del
amor adolescente que se muere si una mujer te deja. Sobrecoge, y cada que se
lee encuentra uno momentos definitivos y algo esenciales, Neruda todo lo que
tocaba lo convertía en poesía, así lo han definido muchos de sus amigos.
Después hay un intento de leer otros de sus libros “La barcarola“, “El hondero
entusiasta“ y “Residencia en la tierra“ pero ya no existe ese fervor, se hace
melosa su manera de escribir. Y no podemos quedarnos en la adolescencia
poética: muchas imágenes bellas y poco trasfondo, pocas ideas. De tal manera es necesario abrir otras
puertas, otros abismos. Claro que me refiero a las indagaciones personales no a
los poetas de la comodidad y los bizcochitos del éxito.
A
esa afición por su poesía se le añade otro libro de memorias: “Confieso que he
vivido“, donde el poeta habla fragmentariamente de su vida, esbozo de una
autobiografía promocional donde él cuenta lo que le interesa: su egolatría.
Allí los personajes, con quienes conversa y visita, son de relevancia a nivel internacional. Entonces
ocurre algo, busco su estadía en Colombia con uno de los que se llaman, entre
comillas, grandes amigos, Ciro Mendía, no lo menciona, a pesar de que Ciro
añade, en una crónica, que Neruda vivió en su finca de Caldas unos dos o más
meses, y se bañaba desnudo en la piscina, y que además allí escribió su
diatriba a Laureano Gómez. Pero a Neruda parece que le diera amnesia, no lo
menciona para nada, entonces, poco a poco, uno cae en cuenta que la intención
de éste es auto fabricar su imagen junto a personas importantes del mundo y
sobre todo con poder. Desde ahí ese libro adquiere ese tono falso que se va a
cristalizar en otro libro de memorias publicado de una manera póstuma: “Para
nacer he nacido“.
He
mencionado fabricar su imagen, y ahí descansa toda la dimensión del propio
Neruda: dedicar parte de su vida para aparecer como una persona intachable, un
líder de los pobres del mundo, un emblema para los desposeídos. Pero esta es
una de sus fachadas, ya que hay muchos Nerudas que poco a poco fueron
apareciendo. El primero que me llamó la atención fue el gran Gombrowicz, quien
alguna vez lo observó en un hotel lujoso, con todos los fastos del poder, lo
cual hacía tabla rasa de sus verdaderos motivos ideológicos que le servían solo
como mascarón de proa. Entonces Neruda fue cayendo en esa serie de
intelectuales definidos como publicistas del comunismo del cual era uno de sus
líderes a nivel mundial, y así junto a sus memorias observamos que Neruda solo
le interesa Neruda y la publicidad para su acervo político-intelectual.
También
están las fotos, que ya son historia, Neruda con gorra y ruana caminando por la
pista del Estadio Nacional de Chile de la mano de Allende. Ese estadio que se
convertiría en prisión para los militantes de izquierda y donde los militares
tantas personas ajusticiaron, incluso al gran Víctor Jara, luego están las
dolorosas fotos del saqueo a Isla Negra, casa del poeta, y la sorprendente
manera de una dictadura masacrar a su pueblo.
Pero
el trasfondo apareció poco a poco, y la figura de Neruda comenzó a derrumbarse.
Para algunos, de un escritor, solo interesa su obra lo demás es parte de la
cotidianidad, algo que se puede olvidar. No, no creo que un crítico justifique
esto, en un poeta. En un escritor prima la comunión entre vida y obra. Un poeta
que escribió unos versos tan sugestivos, unos poemas tan fuertes e intachables
llenos de toda la derrota y de la melancolía del amor no podía apartarse de esa
imagen. Neruda sí lo hizo, y esos versos escritos con tanta desazón y
lágrimas crean esa dualidad; es algo
oscuro del poeta que lo dejan en ruinas en cuanto a su concepto y ética personal:
Uno no se explica como escribió “Canto a Stalingrado” y la “Oda a Stalin”. No fue un acto valiente, no fue capaz de
tener cordura. Ya que Stalin, si se mira el espejo negro de la historia posee
el mismo carácter de Hitler, fueron un par de genocidas de sus propios pueblos
y sedientos del imperio del mal.
El
nunca ingenuo Neruda dice, en su “Oda a Stalin”:
“Y
allí velamos juntos, un poeta,
un
pescador y el mar
al
Capitán lejano que al entrar en la muerte
dejó
a todos los pueblos, como herencia, su vida.”
Por
supuesto olvidó, como el Padrecito Stalin había sido el culpable de asesinar
millones de rusos. Nada menos que Neruda lo que realiza es una apología a la
maldad. Lo que parecen olvidar quienes lo homenajean.
Pero
la historia de los que se alardean de ser emblemas de los desposeídos del
mundo, nunca podrá tapar esas ejecuciones sucias. Es inexplicable como Neruda
le escribió esos textos a Stalin donde lo eleva a la calidad de dios en el empíreo del
comunismo, pero también es cierto que hay frases de algunos militantes que lo
justifican: era necesario esa insidia e insania para cambiar el rumbo de la
historia. Esas palabras aun se suelen escuchar por ahí para santificar a esa
miríada de asesinos. De esa manera la historia nunca los absolverá.
También
los biógrafos de Neruda le han fabricado otra imagen para que su poesía
prevalezca sobre sus pilatunas políticas, le han escondido al público las
verdaderas hazañas del poeta para alabar
otros dictadores. Veamos:
“Neruda
representó como diplomático en Asia al gobierno dictatorial del conservador
Carlos Ibáñez entre 1927 y 1931, para después servir en Argentina y España a
Arturo Alessandri, otro líder populista muy lejano ideológicamente de él. Años
después expresó su apoyo a Mao Tse Tung, y aun brindó con éste y con su
silencio ante los crímenes en China“. (1)
Pero
cuando se lee “Confieso que he vivido”, es el idilio total, un poeta
disfrutando del mar Pacífico, rodeado por el paisaje de las regiones remotas
del mundo, claro que Neruda nunca iría a contar de qué manera fue a parar allí
como diplomático.
Alabó
a Batista de una manera grosera, para después hacer lo mismo con Castro. A
quien alabó con su libro “Canción de
gesta”, siempre Neruda estaba dispuesto a sacrificar su poesía para atesorar
dictadores, de ahí al elogio del mal hay otro paso. Neruda siempre lo dio sin
tapujos, no en bien de la humanidad sino en bien personal. Cuando el caso
vergonzoso de Castro hacia el poeta Heberto Padilla y “su autocritica”, y la
actitud de Neruda es de una grosería lamentable.
Ya
sabemos porque Nicolás Guillen no soportaba a Neruda, por traidor, aunque
Neruda decía que este envidiaba su poesía. Guillen songo sorongo sabía de estos
artículos de alabanza de Neruda a Batista.
“El
texto publicado el 27 de noviembre de 1944 en el diario oficial comunista El
Siglo con el título 'Saludo a Batista. Palabras de Pablo Neruda en la
Universidad de Chile'. Neruda afirma:
"Otra hora ha llegado al mundo, la hora del pueblo, la hora de los hombres
del pueblo, la hora en que Batista se confunde con los héroes populares de
nuestra época, Yeremenko, Shukov, Cherniakovsky y Malinovsky, que hoy golpea y
deshace las puertas de Alemania, los guerrilleros de España y de China, Tito y
la Pasionaria. A Batista, en esta hora que también, por desgracia, se ha
caracterizado por incubar traidores y cobardes, lo ponemos en el marco de los
americanos totales".
Y
sigue: "Batista, como hombre del pueblo, ha comprendido mejor que muchos
demagogos el papel de los intelectuales, y honra a toda América (…) Los
chilenos damos hoy la mano a Fulgencio Batista… Saludamos en él al continuador
y restaurador de una democracia hermana". Y así todo, hasta definir a Batista como libertador, uno
de los grandes "que han ayudado a que su fulgor nos ilumine en el camino de
la libertad y de la grandeza de América". (2)
Ahí
está el Neruda dominado por ese concepto, ser un intelectual que se balancea
como un péndulo para mantenerse erguido en su pasión política. Luego, como he
comentado, sin ruborizarse sería castrista.
Ahora
muchos vates con bate que nunca combaten sino que son poetas de escritorio con todo el peso que da, no su ingenuidad
sino su perversidad, escamotean las
hazañas nerudianas, para elogiar lo que ellos llaman lo “telúrico americano”,
pura fantasía. No creo que le celebren las lágrimas de “Los veinte poemas de
amor y una canción desperrada” por que son poemas para adolescentes, y ellos,
de ninguna manera se le acercan en su dinámica poética. No sé si le celebran
esos poemas sucios, despreciables como
la “Oda a Stalin“o “Canto a Stalingrado“ o “Nuevo canto de amor a
Stalingrado“ o “Canción de gesta“
dedicada al dictador más sangriento y
duradero en toda la historia de Latinoamérica.
“En
el Boletín de Sesiones del Senado de Chile se recogen los discursos parlamentarios
de Neruda en 1945. En uno de ellos, Lenin es el “gran genio de este siglo”.
Otro discurso, del 5 de junio de 1946, en un homenaje al líder soviético
Mikhail Ivanovich Kalinin, dice fue “hombre de vida noble”, “gran constructor
del porvenir”, que personificó un hijo del pueblo, un gran capitán de la causa
popular, un gran estadista, el gran patriota de una noble nación y un gran
bolchevique. “Su recuerdo –concluye Neruda– permanecerá como un ejemplo de
acción, de abnegación, de pureza y de lucha para todos los defensores del
pueblo, en todos los países de la tierra”.
Pero
todo esto que afirma Neruda cabría preguntárselo a los más de cuarenta millones
de muertos por la dictadura estalinista, a los del Gulag, o a las decenas de
miles de prisioneros polacos masacrados a sangre fría el 5 de marzo de 1940 en
el bosque de Katyn, cerca de Smolensk, tras la orden expresa de ejecución
firmada por ese héroe de Neruda –Kalinin– y su otro tirano favorito –Stalin–“.
(3)
También Pablo Neruda mentó la madre por ser
"cómplices franquistas", a los
españoles que no lucharon en el bando republicano, incluidos poetas tan
honrados como Dámaso Alonso o Gerardo Diego.
Ahí
están pintados esos llamados intelectuales vacíos de reflexión y rebelión, como
Neruda quien vivió y ambicionó todo el poderío de la nomenklatura en diferentes
periodos políticos sin ninguna enmendadura de su parte.
No
sé el Movimiento Poético Mundial a cual de los rostros del poeta celebra,
porque la obra de un escritor es una sola, indiscutible y noble, donde los
instantes luminosos nos sorprenden y donde su parte sucia nos deja en ascuas y
en mitad de la carretera y desdice del escritor.
A
Borges nunca le dieron el Nobel por ensalzar a Pinochet, a Neruda se lo dieron
a pesar de alabar a alguien comparable a Hitler, Stalin, esa bestia negra,
genocida, de la historia que coayudó como Castro, también alabado por Neruda, a
destruir el legado de Marx.
Y
sigue Neruda para la posteridad de cantarle al mal:
Stalinianos.
Llevamos este nombre con orgullo.
Stalinianos.
Es esta la jerarquía de nuestro tiempo.
En
sus últimos años la paloma
La
Paz, la errante rosa perseguida, se detuvo en sus hombros
y
Stalin, el gigante, la levantó a la altura de su frente.
Así
vieron la paz pueblos distantes.
...
.
Bibliografía:
1, 2 y 3 Acereda, Alberto. Textos escondidos
de Pablo Neruda
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