Este blog, en permanente construcción, hace parte de una revisión de los textos iniciáticos nadaístas con el propósito de mantener nuestra fe intacta en algunos de ellos. Podríamos decir que es una versión remasterizada, con inyecciones letales de cinismo y humor negro, de esta doctrina creada, simultáneamente, en Medellín y Cali. Mantenemos la fe intacta en la creación libre. Somos icoñoclastas por naturaleza. neonadaismo@gmail.com
domingo, 28 de enero de 2018
sábado, 27 de enero de 2018
DiverCiudad / Diego Agámez
.. ...
DiverCiudad / Diego
Agámez
Víctor Bustamante
Durante la
presentación de DiverCiudad ocurrió
algo inesperado, pero muy interesante, Néstor López presentó a Diego Agámez con
una propuesta que ha realizado, y,
que, a lo mejor, continuará haciendo y es dibujar a mano el perfil de la
ciudad. Porque dibujar a mano una de sus calles, La Oriental, pareciera un acto
obsceno, en estos tiempos de la fotografía y del vídeo inmediato, muchas veces de
afán o sin el pintorequismo de algunos fotógrafos; no, la Oriental ha sido esbozada
por Diego de una manera paciente, y, a más de eso, apasionada, a mano, lo que lleva
a la tesitura de buscarla, en sus bermas o en sus orillas que son los edificios
a lado y lado: el nuevo perfil de parte la ciudad y con la mayor fijeza traza
las líneas, los contornos, las remates de los altos pisos y las fachadas de cada
uno de ellos. Ahí Diego es un verdadero transeúnte que se ha disipado muy dispuesto a mirar los edificios, cada uno de sus
frontis, cada uno de sus detalles para que sus manos hábiles, más que lábiles,
los dibujen y así, con cada trazo, de sus manos mágicas surgen esos dibujos.
De ahí que el arquitecto, como caminante, también se convierta en observador, en detallista
y nos deslumbre con sus dibujos, con su trazado con los esbozos, lo que él ha señalado
como centro de interés. La fijeza de estos dibujos, los que hemos mirado en esta
publicación, es el contorno que ha trazado sus búsquedas, el placer secreto de captar
en la ciudad, su sucesión de edificios en diversos momentos.
Su ojo avizor capta
y define, y la mano maestra traza como si Diego buscara construir estos edificios
desde su perspectiva peculiar de recordarnos que aún, en estos tiempos de tanta
tecnología esencial y además tanta tecnología basura, la mano maestra pueda
trazar, indagar desde su perspectivas estos contornos de la ciudad tantas veces
fotografiada, tantas veces caminada, pero poquísimas veces dibujada como una manera
de buscarla, de apropiarse en un divertimento que nos hace mirar estos dibujos,
iba a decir grabados, con perplejidad, debido al entusiasmo y talento de Diego.
Además, agrego siempre ha sido un
misterio saber por qué las personas nunca la han llamado Avenida Jorge Eliecer Gaitán,
y prefieren designarla con el nombre popular, La Oriental. Detrás de La Oriental
no podemos olvidar la furiosa arremetida de quienes estaban en obligación de
mantener intacto la riqueza patrimonial de la ciudad al decidir construir una autopista
al decir de José Luis Sert un urbanista catalán, y quebrar el Centro Histórico.
Hay otro texto de Álvaro
Narváez “El Centro In-centro”, donde su autor remite a su desalojo desde San Javier
en búsqueda del centro, allá en Boston, donde encuentra una arcadia que define a partir de esa arquitectura aun intacta, otra arrasada, donde los espacios
lo llevan a buscar su creatividad, como una de las búsquedas poéticas y, aún más,
una perplejidad ante el deseo de recuperar espacios y cierta poética del centro mismo.
Gisela Posada
escruta en “La cultura nos une por el centro de Medellín”, desde la opción posible
la alianza de algunas instituciones por restituir ese lugar, ante la avalancha
de personas, ante la pauperización de su entorno, donde la cultura y sus
diversas representaciones son la resistencia para que este lugar no pierda su
capacidad de convocatoria.
En síntesis, este suplemento de DiverCiudad nos habla de la posibilidad
de no dejar que la ciudad se desintegre, y antes por el contrario persistamos en mantener su carácter.
Dian Fossy / Luisa Vergara
Dian Fossy /
Luisa Vergara
Hoy celebro la vida
de una mujer valiente, luchadora y tenaz que dio todo de si para impedir la
extinción de una noble especie: el gorila de montaña.🦍💚🌍
La estadía de #DIAN FOSSY
en Karisoke (Ruanda, África) iba más allá de un interés científico, además de
estudiar a los gorilas y registrar nueva información acerca de sus
comportamientos y hábitos (información que desmitificaría la idea errada que
sobre estos animales se tenía, al considerarlos monstruosos y violentos), se
dedicó sobre todo a impulsar y poner en práctica la conservación activa
haciendo frente a los cazadores furtivos que para la década del 60 ya habían
diezmado a 200 la población.
#DIAN FOSSY abandonó
su cómoda vida en Estados Unidos y a su familia, cambió de trabajo, dejó atrás
todo lo que conocía para internarse en las montañas de Ruanda, en ese espeso
bosque de niebla que escondía los últimos gorilas que quedaban en el planeta.
Reconoció que solo habitando con ellos podía entenderlos, que solo estando
cerca y demostrando respeto podía ganase su confianza. Cuando las miradas se
cruzaban y por un momento quedaban fijas, cuando uno de ellos tomaba su mano o
acariciaba su caballo. Esos momentos eran el inicio de un vínculo afectivo que
duraría para siempre, pero sobre todo uno que definiría el futuro, trágico para
ella pero esperanzador para los gorilas.
¿En qué momento el
hombre consideró la cabeza de un animal como un trofeo para decorar paredes, o
sus manos, las manos de un gorila como exóticos ceniceros?
¿En qué momento
empezó a ser aceptable matar gorilas adultos para robar sus crías, y luego
tener el gusto de exhibirlas en jaulas?
Hombres millonarios
de otros países, sabían que una persona que pasaba necesidades, como era común
en Ruanda, mataría lo que fuera a cambio de algo de dinero. Y en un país de
guerras civiles, hambre y pobreza lo que menos importaba era un animal. Fueron
estos hombres quienes sentaron el precedente que desafiaría la supervivencia de
los gorilas de montaña, fue su ambición y decidía la que estuvo a punto de
extinguir a toda una especie.
No imagino todo lo
que tuvo que enfrentar Dian. Un gobierno desinteresado, cazadores furtivos
regados por toda la montaña y, detrás de estos, los hombres que desde un hotel
lujoso esperaban las cabezas, manos y crías de gorilas. Las discusiones con
embajadores que le pedían retirarse debido a los constantes enfrentamientos que
protagonizaba con funcionarios del gobierno de Ruanda. La posibilidad de que no
renovarán su visa y verse obligada a dejar el centro de investigación. La
tristeza y frustración después de cada asesinato, después de encontrar
descuartizado el cuerpo de algún gorila. Porque a pesar de sus esfuerzos, su
equipo de guardabosques era pequeño a comparación de los grandes grupos de
cazadores, porque a pesar de la consciencia que intentaba sembrar, era más
fuerte la necesidad de dinero.
A pesar de que el
panorama siempre pareció sombrío, su presencia en Karisoke durante 18 años
cambió de forma definitiva el destino de los gorilas. De 200 que estuvieron a
punto de desaparecer hace 50 años, ahora hay 800, todos agrupados en varias
familias en esas remotas montañas africanas.
Tal vez fue su
asesinato lo que llamó aún más la atención sobre su trabajo en la conservación
de los gorilas, el bosque y la necesidad de habitar el territorio satisfaciendo
las necesidades de la comunidad sin sacrificar el bienestar de los animales.
Qué paradójico, que después de eventos tan trágicos como su muerte (aún sin
resolver), es que hubo una reacción, un despertar, que en este caso ayudó a
fortalecer el proceso iniciado por Dian, el cual permitió la sobrevivencia de
estos nobles, increíbles y hermosos animales.
Ella continúa con
ellos, allá en las montañas, donde siguen luchando por sobrevivir. Descansa
junto a uno de los gorilas que más quiso, con el que hizo uno de los primeros
contactos; los dos acostados en la hierba, tomados de la mano, él la sostuvo
por un largo rato, y ahí comenzó su relación, uno de los vínculos más fuertes
para Ella. "Digit", como lo nombró Dian, fue víctima de los cazadores
10 años después de su primer encuentro. Ahora descansan juntos.
Dian Fossy (enero 16
de 1932 - diciembre 26 de 1985).
La Bisagra Víctor Bustamante
La Bisagra
Víctor Bustamante
Editar una revista
no deja de ser un reto pero también una presencia, de ahí que Isabel Cristina y
Andrés, junto a Carlos Ciro hayan decidido iniciar una labor en el camino arduo
de la poesía, digo arduo, porque la poesía es el camino más difícil e indiscutido
del ejercicio de las letras. Un poeta o escribe poesía contundente y decidida o
no deja de hacer versos para su entremetimiento fugaz. Pero un poeta certero
asume esa labor como el dictamen de toda una vida y en su absoluto desvelo
escribe una poesía que se torna indeleble con los años; de ahí su presencia.
De ahí que La Bisagra, una hermosa revista, una elaborada revista de poesía, mida el pulso de ese puñado
de editores, pero aún más, que conjuguen diversos momentos de la creación poética
para entregarnos una suerte de dictamen de lo que ellos buscan para perfilar su
publicación, así como su carácter que es lo que en realidad define no solo la poesía
porque los tres escriben tino la revista misma.
La palaba bisagra
nos remite a la articulación de las puertas que permiten abrirla, pero en este caso podríamos acudir a la
una metáfora que nos indica como la bisagra es la apertura a la poesía, y como,
por medio de ella, acedemos a ese territorio peculiar al abrir la revista, un legado
poético, pero vamos referirnos ese emisario que llega y nos entrega esas palabras
escritas que son la huella de estos escritores.
Hay una presencia fuerte,
y es la poesía de Gabriela Maturo; su escritura, su percepción del mundo, es de
una madurez, de una voz tan de ella que solo se adquiere con ese deseo de exprimir
de su ser, esas palabras iluminadas que pueblan su universo personal. Lo cual
solo se alcanza con esa labor de persistencia. De ahí que hemos sido injustos con
ella al solo leer y referir a Alejandra Pizarnik o a Olga Orozco.
Carlos Bedoya,
exquisito con su poesía, refiere ese universo de palabras que arden en su
escritura. Su memoria indaga por la calles, y en las noches. Y bajo el designio
de la lluvia o en pleno verano su presencia es indiscutible en el ámbito poético de la ciudad.
Su poesía respira vida, su poesía nunca ha claudicado ante el silencio donde se
entrelaza la síntesis de su escritura con la tradición que nos define desde el
fondo de la poesía.
Junto a estos dos
grandes poetas, lo mejor de la revista, hay poemas de María Polydouri de Grecia,
y además dos poetas como Martha Carolina
Dávila y Juan Sebastián Sánchez, ambos a veces con algunos poemas llamativos,
pero que a veces dejan colar versos ingenuos. De todas maneras es un inicio por el camino poético que poco a poco
los llevará a fraguar buena poesía. Eso sí con buenas lecturas y un arrojo proverbial.
También La Bisagra combina, junto a la poesía,
la presencia de un pintor. En este caso ha sido invitado Miguel Ángel Morales
quien con su brochazos indica su furia creativa; su paleta de colores nos
llena de preguntas.
En síntesis, La Bisagra es un esfuerzo loable, que
marca una percepción del tiempo, la continuación de un diálogo permanente entre
los diversos poetas con lo que se entiende y valoramos la presencia de Andrés,
de Cristina y de Carlos.
LLEGAR A SER HUMANO / Darío Ruiz Gómez
LLEGAR
A SER HUMANO
Darío
Ruiz Gómez
En
el film de Martin McDonagh “Tres avisos”
la madre que ante el silencio de la policía local para investigar el
asesinato y violación de su hija, decide colocar tres vallas publicitarias al borde de una carretera para denunciar públicamente
esta desidia - con
una actuación prodigiosa de Frances
Mc Dormand - nos está dando la
visión de lo que implica la reacción moral de esta mujer
ante lo que considera una grave ofensa, no sólo por la circunstancia de la muerte violenta de su
hija sino por lo que realmente
constituye una ausencia de justicia. Dolor como pregunta, indignación necesaria
con extrema ironía, señalamientos,
incluso injustos, la materia misma del
duelo y el olvido. McDonagh evita todo
maniqueísmo y nos va desvelando la
verdadera personalidad de los dos
policías en sus contradicciones asumidas, por eso se los enfoca como actores secundarios, costumbres secundarias, en periferias donde lo que suceda a nadie del alto mundo oficial puede
interesar. Pero el tiempo no se ha detenido sino que se ha escandalizado ante los cuestionamientos morales
que estas vidas anónimos llegarán a asumir personalmente. ¿Tienen alma las madres de
casa, la tiene un olvidado policía
pueblerino con cáncer? La toma de
conciencia de esta madre altera definitivamente la rutinaria vida del pueblecito, desnuda sus falencias
espirituales y desencadena una áspera reflexión
sobre una sociedad. Las madres en Colombia reclaman los cadáveres de los
soldados anónimos muertos en una guerra abstracta y a nombre de inconfesables
intereses, muestran las fotos de sus
hijos con la esperanza de que alguien sepa de sus paraderos. ¿Por qué nada hemos sabido de las familias de
los soldados y policías cobardemente asesinados por mandato de los Jefes del
ELN en medio del escenificado cese de la
tregua? ¿No son estas pequeñas historia dignas de que hasta ellas baje la
cámara de nuestros altivos cineastas? Atentar contra la vida cotidiana de un pueblecito
cualquiera es atentar contra la paz. Quien
guarda silencio es el Estado que
permanece sordo ante estos reclamos, es
la justicia politizada puesta al
servicio de intereses particulares y no
para recuperar con la sentencia justa la presencia de este anónimo ciudadano
que no necesita colocar vallas a la
salida de sus carreteras polvorientas para recordarnos que nadie
ha dado respuesta alguna al
reclamo de las madres.
Ebbing,
Misuri, es un pueblo ignorado
donde la irrupción de la violencia pone en cuestionamiento a partir de la ira de esta madre, unos supuestos valores de convivencia, lo más humano que es la solidaridad. Ya que es bajo
la perspectiva de lo humano - y jamás de
la de una ideología política - , desde
donde lograríamos contar con la confianza de que no habrá desidia oficial sino la solidaridad que se logra haciendo
visible el rostro que nos pregunta. Sólo
que entre nosotros la paz planteada bajo los intereses de una abstracción política deliberadamente ha olvidado que sin
una crítica previa y radical de la violencia no se puede
pensar en que las madres que buscan a sus hijos desaparecidos o asesinados lleguen
a tener un día la respuesta que esperan,
ya que en estas circunstancias la llamada reparación no es otra cosa que una farsa, tal como lo
estamos viendo, conmovidos ante el recrudecimiento de esa gran ofensa al ser humano que es el desplazamiento forzado de
campesinos, los repetidos asesinatos de policías y soldados o sea la
“continuación de la guerra”.
martes, 23 de enero de 2018
Adiós y buena suerte a Nicanor Parra
ÚLTIMAS
INSTRUCCIONES
Nicanor Parra
Éstos
no son coqueteos imbéciles
háganme
el favor de Velarme Como Es Debido
dáse
por entendido Que en la reina
al
aire libre -detrás del garage
bajo
techo no andan los velorios
Cuidadito
CON velarme
en
el salón De honor De la universidad
o
en la Caza del Ezcritor
de
esto no cabe la menor duda
malditos
sean si me velan ahí
mucho
cuidado con velarme ahí
Ahora
bien -ahora mal- ahora
vélenme
con los siguientes objetos:
un
par de zapatos de fútbol
una
bacinica floreada
mis
gafas negras para manejar
un
ejemplar de la Sagrada Biblia
Gloria
al padre
gloria
al hijo
gloria
al e. s.
vélenme
con el Gato Dominó.
la
voluntad del muerto que se cumpla
Terminado
el velorio
quedan
en LIberTad de acciÓn
ríanse
-lloren- hagan lo que quieran
eso
sí que cuando choquen con una pizarra
guarden
un mínimo de compostura:
en
ese hueco negro vivo yo.
domingo, 21 de enero de 2018
Réquiem al cierre de La Buerta / Raúl Arturo González H
Fotografía de Raúl González
.. ..
.. ..
Ciudad mutante
En la soledad agobiante de
calles mudas
solo brota de una isla
placidez y ensueño
allí Baco con su índice
todo lo trasforma
nadie sale libre de su
encuentro
risas entre ritmos
vuelan y palabras
susurrantes se clavan
como espinas
hay jolgorio
y también aprisionan
las horas mudas
Nada salva lo aniquilado
Como en
una pantalla
la
vida rueda
por
las ventanas de este aposento
de la
noche
ahora
silenciado y
seco
ciego
ante la vida
flotan
paraísos perdidos
de
sueños inconclusos
Oscuro
vacío
¿A dónde morarán los aulladores de la soledad?
¿Y los sedientos de la inmovilidad y el silencio?
¿A dónde dirigirá Baco su dedo?
¿Dónde calmarán su sed los lobos de la noche?
¿Quién los acogerá?
¿Y lunas y soles y divas investidas de luces
incandescentes dónde anidarán?
¿Qué será de esta tormenta sin su Paraíso?
¿Cuál será el destino de las aves pasajera?
Todo se evapora
como pesadilla
sin fin
lanzados por la borrasca
mueren poetas y escritores
emigrantes de la noche
y la vida continúa
¿A dónde irás viento?
Vana soledad…
Raúl Arturo González H
9/01/2018
Réquiem al cierre de La
Buerta
6 de enero de 2018)
sábado, 20 de enero de 2018
Mecánica Celeste
Mecánica
Celeste
Víctor
Bustamante
Mecánica Celeste de Óscar González, Fabián Castaño y Óscar Palomino es
otra de las revistas literarias de Medellín. Y es una puesta en escena de otras
indagaciones. Hay unos textos cortos del siempre desconocido y algo misterioso
Robert Walser con su paso inaudito por sanatorios y su escritura diminuta. Un
rescate del gran poeta venezolano Rafael Cadenas con este aforismo lapidario: “Al
hombre de hoy solo se le puede hablar desde el desengaño”.
Además
la portada está dedicada al dibujante Javier Berrio que con su tinta china y su
talento ha creado un mundo muy peculiar, ya que desde los frascos de esa tinta
con su magia convierte, o mejor saca, excava del líquido milenario sus creaciones inauditas como si una suerte de neo Arcimboldo
de la tecnología sacudiera las bases del dibujo para traer su mundo peculiar
que, entre piezas mecánicas, entre escalas sin fin, entre cotas de guerrero, con
armaduras llenas de misterio deja percibir unos ojos que son los del dibujante que nos espían
mientras miramos su precisión y su búsqueda, lejos del oasis de los paisajes de
primera mano.
En
este rescate de lecturas hay unos relatos de Sergio González, que no solo sorprende
por la minuciosidad de su mirar el mundo, sino de sus pinturas. Unas reflexiones
del escritor chino Gao Xingjian sitúan la misión del escritor como persona que debe
escribir solo para exponer su verdad lejos de lo mediático. También la revista
le hace un reconocimiento a un escritor fuera de todo circuito comercial en la Medellín
de turistas no solo de la poesía, de la escritura, de los premios literarios que
nunca consagran nunca a un gran escritor, sino la fantasía de algunos plumíferos
de turno. Hablo de Darío Restrepo que ha abierto una fisura en la literatura
nuestra para hablar y herir espacios de los cuales no se habla, me refiero a lo
erótico.
En
síntesis Mecánica Celeste entrega una presencia de lecturas recobradas, y, sobre
todo, la presencia de sus creadores: Oscar Gonzalez, Fabián Castaño y Óscar
Palomino.
...
Manifiesto
...
Manifiesto
Existe sin duda en el espíritu una especie de mecánica
celeste, de la cual no es preciso avergonzarse, sino por el contrario obtener
el partido más glorioso, como hace el médico con la mecánica del cuerpo.
Charles Baudelaire
Con y por medio de lo que
hemos llamado Mecánica Celeste, nos
proponemos una intervención y una mediación desde el arte, involucrando todas
las artes en esta estructura; intervención en la realidad, mediación con lo
irreal; intervención en lo racional, mediación desde lo irracional o lo
instintivo. Buscamos el sueño que no se hace realidad. Tendemos hacia lo
insólito porque consideramos que lo nuevo está todavía por ser extraído de la
naturaleza y de la realidad, de nosotros mismos. Tensionamos los contrarios
para descubrir lo nuevo. Tenemos sensaciones tormentosas y otras turbulencias
indeterminables que son las que vaciaremos en la Mecánica Celeste. Concebimos la duda como elemento de provocación
sobre las certezas incontrovertibles. Cada vez hacemos del ruido nuestro
contradictor. Totalizamos el conocimiento desde lo nómada, somos nómadas del
conocimiento. Nuestro movimiento es de hélices. Nuestro instinto estético es
relacional, ecléctico o no lo es. No es necesario concretarlo. Nos movemos
tendenciosa e intencionalmente hacia la construcción de lo que llamamos
Construcción de Masa Tentacular de Sentido (CMTS), desde la observación
obsesiva de los incidentes. Todo tiene una causa, y todo lo hacemos hacia y
desde la causalidad. Y la mixtura o nexo de lo uno y lo otro, lleva hacia una
estética inexorable, indeleble, a los sentidos.
Es así. No tenemos destino, lo fabricamos. Y lo nuevo es en la medida en
que lo es para cada uno de nosotros como resultado de su irritación e ironía.
Oxidamos la realidad hacia una nueva realidad de las tensiones irreductibles. Y
hacemos inmersión en el símbolo como elemento que resuelve en su transparencia
luminosa y crítica, la invención. Todo cabe aquí desde el arte. Buscamos tener
hélices de heliconias. No es más ni menos de lo que se ha hecho ni lo que
haremos, no lo medimos, sino que lo hacemos.
Buscamos en el exceso, la medida y así haremos esta intervención y
mediación que hemos llamado y nos ha llamado: Mecánica Celeste.
martes, 16 de enero de 2018
El Centro de Medellín, corazón de ciudad / Luisa Vergara
El Centro de Medellín,
corazón de ciudad
Luisa Vergara
No se trata de ignorar la
complejidad de muchas de las situaciones que hacen del Centro un lugar
conflictivo resultado del abandono estatal que ha vivido durante décadas. Lo
conocemos, o al menos soy muy consciente de esto. Si una Administración que ha
permito a los comerciantes devorar los edificios de carácter patrimonial, que
ha puesto el desarrollo vial por encima del ambiental y de una verdadera
infraestructura para el disfrute del peatón y de quienes nos movilizamos en
bicicleta. Una Administración que no ha sabido plantear una solución a largo
plazo para organizar el comercio informal que invade los andenes y calles
peatonales. Lo sabemos, es imposible ignorar esta situación, que lastimosamente
configura el paisaje más evidente del Centro. Y justo por esto, es que nos
negamos a abandonarlo, a dejar de visitarlo y vivirlo, nos negamos a ignorar el
valor de muchos lugares, desde calles emblemáticas, parques, bares, teatros,
restaurantes, salas de exposición, que solo tienen sentido si las habitamos y creemos
en el ideal que cada uno de esos lugares tiene para seguir presente y desde sus
programas y proyectos rehabilitar el Centro.
Claro que la
Administración tiene una gran deuda con este, el corazón de la ciudad, y no
podemos desconocer que se ha vuelto la mirada hacia el Centro, y que por fin se
está haciendo una gran inversión para transformar algunas de las zonas más
alteradas por el mismo abandono. No pretendo ahora defenderla, pero creo en
muchas de las personas que hacen parte de los proyectos urbanísticos que se
ejecutan actualmente, y sus intenciones si son las de devolverle al Centro, la
vitalidad y amabilidad que por mucho tiempo no había tenido. Claro que siempre
hay un poco de desconfianza respecto a estos proyectos, pero al menos, y
después de muchos años, siento que para la Administración el Centro volvió a
existir, aunque claro que ya es tarde para muchos lugares de importancia
histórica que casi desaparecieron.
Mientras tanto podemos
hacerle veeduría a estos proyectos, podemos denunciar las irregularidades de
las que tengamos conocimiento. Con el tema de patrimonio arquitectónico. Solo
basta con visitar la curaduría que a través de ese famoso y despiadado letrero
amarillo colgado en la fachada de algún edificio informa el tipo de intervención
que sobre este se ejecutará, y de esta forma revisar si dicha intervención
cumple con lo que dicta la normativa. Así sucedió, por ejemplo, con el Edificio
Víctor de la Oficina de arquitectura H.M Rodríguez e hijos en Boyacá entre
Bolívar y Carabobo, donde gracias a dos ciudadanos, amantes del Centro que solo
haciendo esta gestión lograron que se suspendiera dicha intervención ya que
dejaron en evidencia la falta del visto bueno del Ministerio de Cultura, el
cumplimiento de la resolución 2236 del 2008, sobre las zonas de influencia de
los polígonos culturales en este caso el de la Veracruz.
De la misma forma sucede
con la casa de Pastor Restrepo en el Parque de Bolívar, donde la construcción
de unos locales comerciales en el sitio original del patio de la casa, llamó la
atención de varias personas que, consultando sobre este caso, se dieron cuenta
que tal intervención no contaba con licencia de construcción, y ahora ya se han
puesto varias demandas esperando que así se haga respetar su condición de bien
de interés cultural, con declaratoria desde 1991.
Podemos seguir hablando
de lo mal que está el Centro, pero así nada cambiará. Volvamos a reivindicar el
valor de muchos lugares, personajes y edificios a través de la escritura,
descubriendo la historia que da sentido a la conservación de estos. Ya muchos
escritores de la ciudad lo hacen, vamos a leerlos y a conocer más de nuestra
historia. Si queremos pasar a un plano más práctico frente a violaciones de
normativas, pues tenemos las herramientas jurídicas para denunciarlas, y si
tanto amamos el Centro y la ciudad, pues también tenemos la movilización, los
encuentros sociales, políticos y festivos en la calle o en un parque; ese acto
poderoso de unión para demostrar nuestra firme intención de hacer respetar y
seguir disfrutando el Centro.
Y yo sí creo, puede que
de una forma muy romántica, que a pesar de todos sus avatares, el Centro es
agradable y provoca andarlo. Para muchos, ese caótico lugar, es donde mejor se
expresa la intención de volver a sentir la calle. Allí he visto el mejor cine,
las mejores obras de teatro, donde he podido disfrutar increíbles conciertos.
Allá está el murito, el parque o el andén donde me parcho con mis amigas, allá
están los bares que me han dado la mejor música. Allá están mis edificios
favoritos, con su arquitectura gloriosa de tiempos pasados. Allá he conocido
las historias más tristes y divertidas, los rostros más humildes y luchadores.
El Centro me ha mostrado lo mejor y lo peor de las personas, es la dosis de
realidad que me ha despertado para hacerme sentir más sensible frente a la
ciudad, para hacerme entender que desde cualquier ámbito podemos hacer algo
para que el Centro viva.
domingo, 14 de enero de 2018
Punto seguido / Víctor Bustamante
Punto seguido
Víctor Bustamante
Cada que sale una revista de literatura expresa en sí misma una aventura literaria, ya que ella, su viaje, empieza desde la selección de sus colaboradores, hasta la manera en que la revista viaja de mano en mano o se marcha por correo a países distantes en búsqueda de sus lectores. Una revista irradia la poesía de su momento, una revista es un mensaje que un grupo de personas envía al azar, y también al río del tiempo que le da, otorga su valor; ser parte de una gran tradición de escritores, poetas, ensayistas, donde se inscriben y buscan su lugar también sus autores. Por esa razón una revista posee un gran significado, es la portadora de esos mensajes, de esas reflexiones que cuando la miramos, ya sea en su momento o muchísimo más tarde, dan la idea del grado de amor por la escritura, por la poesía, y además de la cercanía entre un quehacer literario, que es la llama viva de una expresión creadora y la necesidad de expresarse.
De ahí que lo primero que ocurre cuando se tiene en las manos a Punto Seguido es esa particularidad que la hace apreciable, su diseño. Y es que los collages de ambas portadas, de Amirah Gazel y John Sosa, nos disponen a mirarlos un rato, un buen rato, a pensarlos, debido a que un collage trae la disolución de algo anterior para dominar un todo en el presente en que otro autor haya recogido esos materiales y les dé su forma, su peculiaridad. O sea, este diseño, que luego se notará en el interior de la revista nos asume, así como su diseñadora, Adriana Lopera Sierra, entrega su creatividad. De ahí que en esa síntesis de diseño, collages y sobre todo la palabra, la poesía y el ensayo, se encuentran en toda su dimensión lejos de la caducidad de lo mismo, porque entre la tipografía y los diversos tipos de letras la palabra está aún más presente. Ya sabemos que la tipografía fue elaborada para representar un tipo de letras que expresa el habla.
Hay una cara presencia en el texto sobre José Manuel Freidel escrito por Omar Castillo, lo infiero por la necesidad de que la memoria del teatrero no se pierda, así Omar nos da además con un bello poema la cercanía con el autor de teatro fatalmente asesinado.
John Sosa embrujado por León de Greiff y también por su certeza poética nos entrega un puñado de poemas musicalizados, “Láudanos de ukelele”, siempre he esperado un libro de poemas de John. Leo en desorden, encuentro un poema de Víctor Raúl Jaramillo, “El eco de las piedras”, donde el erotismo y la naturaleza, la magia y el destello indican la vitalidad de su autor. Carlos Bedoya realiza una anotación sobre Bob Dylan, con la traducción de un poema debida a Carlos Ortega, pero releo mejor sus propios poemas donde Thelonius entrega su presencia, y un tango lacera la noche. Así es la revista Punto Seguido, un encuentro entre amigos, no solo en la calle bordeando una copa de licor, sino un diálogo permanente cn sus creaciones. Por supuesto que Óscar González también entrega su nota creativa, “Por qué no fuiste a.. “, eso sí con cierta acedia que a veces lo define en su lejanía. Isabel Cristina Bustamante continúa ese dialogo con sus poemas, “Nómada en la cicatrices”, donde un verso, La boca solo sabe a saliva, me sorprende por la significación en su alejamiento o es una provocación. No faltan unos párrafos de Luis Fernando Cuartas sobre su libro, En la calle no calle, donde el poeta narra sus vivencias en sus caminadas por Aranjuez.
Pero también hay diversos textos sobre Silvia Plath, poemas del grupo Opium de Argentina, que nos recuerdan como una buena lectura de Punto Seguido nos mantiene alerta.
sábado, 13 de enero de 2018
LOS MALDITOS /de Víctor Bustamante / Carlos Alfonso Rodríguez
Fotografía de Raúl González
LOS MALDITOS de Víctor
Bustamante
Carlos Alfonso Rodríguez
Repitiendo el título del
antiquísimo libro de Paul Verlaine, en donde antóloga a sus amigos poetas.
Víctor Bustamante publica Los malditos,
una crónica generacional, un testimonio de varios personajes de la ciudad de Medellín,
algunos afortunados y otros desafortunados.
Un documento en donde el
autor muestra un humor corrosivo, desternillante y descachalandrado. Es en
verdad una sucesión de personajes, pero es evidente que destacan unos más que
otros. Por ejemplo, es notoria la presencia de un librero que ha trabajado por
varias décadas dentro de la universidad; pero que por extrañas circunstancias,
denuncias, manejos turbios e insolencias es expulsado de ese recinto
universitario para reubicarse en las afueras de la ciudad universitaria. Y
finalmente instalarse en un local formal frente a la Universidad de Antioquia.
El viejo librero hizo
amistad con estudiantes y profesores universitarios, algunos de los cuales se
le asociaron en varias aventuras comerciales o emprendimientos, uno de ellos
terminó como socio, mecenas y compañero de tertulias.
Con la presencia del
librero, el cronista de su época y su tiempo, elabora un relato vivo de un
personaje de la cultura popular latinoamericana, en franco estado de extinción:
El vendedor de libros de viejo. Pero el personaje en mención aparece en acción
a los treinta años, quiere decir que nada de lo anterior es contado ni narrado.
El viejo librero de Los malditos de Bustamante, sabe meter
sus barbas y pelos como gestor cultural, mecenas de autores marginales, editor
de revistas poéticas, patrocinador de festivales y publicista de los mismos
autores en un programa de radio llamado Defensa de la palabra, en donde el tono
irreverente, desenfadado e informal del director, genera que los colaboradores
se permitieran ataques, mofas y desplantes hacia algunos invitados, quienes a
su vez después del programa le lanzaban amenazas, lisuras y amedrentamientos.(A
propósito, del programa de radio que se canceló hace varios años, no se aclara
cada uno de los motivos reales por lo cual fue levantado de la emisora de la
Universidad de Antioquia, luego de ese hecho El hamaquero cayó en una depresión
de la que hasta el sol de hoy no se ha repuesto).
El viejo librero que es
un seductor profesional de adolescentes extraviadas, a quienes le tiende la
idea que se encuentra realizando algunos proyectos culturales, que en verdad
son grandes pretextos para tener cerca a las adolescentes: contemplarlas,
mirarlas y amarlas en silencio; porque en realidad es un calentador a tiempo
completo y un termo crónico.
El personaje bukowskiano
es un *mitómano profesional al que le fascinan los chismes, chascarrillos y
mentiras. El viejo librero es un pésimo lector, camina día y noche con una
lupa; es más bien un comerciante de libros baratos, compra libros incluso
robados y tiene buen trato con los gamines de ese pauperizado sector de la
ciudad que le proveen libros, pero que le roban maletines, cámaras fotográficas
y filmadoras a sus clientes. No conserva ninguna de las publicaciones que los propios autores afectuosamente se lo
obsequian, con el pretexto que tiene que vender todo lo que le llega. Sin
embargo conserva, muchas ideas del siglo pasado y le fascina los escritores conservadores.
Durante el primer capítulo
un poeta surrealista se apodera de la historia mientras vive en el barrio El
Picacho, en donde se producen aquelarres, orgías y pendejadas; en el segundo
capítulo la presencia de un místico amigo del librero se posesiona del espacio
y la atmósfera con fantasmas, espantos y posesos que dialogan en una finca de
Copacabana; en el dilatado tercer capítulo el viejo librero le cuenta la vida y
milagros de los poetas, cantautores, narradores y actrices que frecuentan la
pequeña librería en el centro de la ciudad. El cuarto capítulo (también
extenso) cuenta y narra el trasegar de algunos personajes estrambóticos del
programa de radio que pasan a tener diálogo con el librero y el autor de la
ampulosa narración en interminables charlas de café.
A ratos la obra recuerda
la famosa novela de Mario Vargas Llosa, La Tía Julia y el escribidor, en donde
un narrador de radionovelas enloquece contando historias; el viejo librero y
director de un programa de radio, no enloquece, pero cae enfermo, e incluso es
emasculado, como Pichula Cuéllar, personaje de Los cachorros, que pierde el
pipí. Al final el viejo librero no muere, pero queda muy triste cuando el
cuadro que le ha realizado una de las grandes promesas artísticas de la ciudad,
lo retrata de pies a cabeza; pero el taller en donde ejecuta sus grandes obras
maestras se incendia, el incendio empezó con el retrato del viejo librero.
¿Por qué Víctor
Bustamante, se ha inspirado en un librero, camarada, socio y amigo? El viejo
librero, es un personaje de su generación. Por lo cual el libro también es un
homenaje al propio autor, a sus contemporáneos, conocidos, amigos, y enemigos;
que son testigos de cómo la vida se va como el agua entre las manos, cómo
transcurre el tiempo sin pena ni gloria sobre una generación de jóvenes que el
otoño se le ha venido encima de la noche a la mañana sin clemencia.
Los personajes
desafortunados se van acumulando y el autor y el Hamaquero siguen siendo
amigos, socios, contertulios. Por esos recuerdos, años y momentos que juntos
han padecido o vivido. La ciudad de Medellín se mueve a través de ellos desde
sus barrios más pauperizados como El Picacho, hasta el abandonado y gris Prado
Centro, Copacabana, las oscuras calles del viejo Medellín y la librería Este
lugar de la noche, en donde todavía se pueden encontrar libros de Tomasín
Bigotes, El Principito, La María y Cuentos morales para niños formales.
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*Mitómano es un adjetivo
que refiere a lo perteneciente o relativo a la mitomanía. La mitomanía, por su
parte, es un trastorno psicológico que consiste en mentir de manera compulsiva
y patológica. El mitómano falsea la realidad para hacerla más soportable e
incluso puede tener una imagen distorsionada de sí mismo, generalmente con
delirio de grandeza (lo que produce una gran distancia con la imagen real).
SIN DECIR NADA / Darío Ruiz Gómez
SIN
DECIR NADA
Darío
Ruiz Gómez
No
es un imbécil quien adecua sus palabras
a su inteligencia, recuerda Simone de
Beauvoir, por eso un mal crónico en
nuestra política es el intento de despistar al público recurriendo a la ampulosidad verbal tratando
de demostrar inteligencia cuando en realidad se está
encubriendo un notorio déficit mental. Al
preguntarle sobre el programa económico de su gobierno el entonces Presidente Valencia respondió: “La vida es una copa para
todos llena” Era la agonía del llamado “veintejulierismo” y la entrada en escena de otras verborreas como las de la extrema izquierda que desde hace
sesenta años – nada menos - trata de
disimular su precariedad intelectual
recurriendo al más desgastado cliché : “combatir el imperialismo
norteamericano” sin que hayan propuesto algo concreto sobre nuestra
realidad. Hoy, como lo constatamos cada día, la llamada fábrica de mentiras ha corrompido de tal manera el lenguaje de la
comunicación que la ciudadanía consciente desconfía de los
periódicos, boicotea los noticieros
de t.v. El sofisma igualitarista para el cual “todo es cultura” y que por lo tanto, sin haber estudiado, cualquiera es
“culto” ha conducido a la banalización de la cultura y de la democracia. Señalaba un columnista español el caso de
Jordi Pujol Soler acusado de blanqueo de capitales, fraude fiscal, etc quien orondamente acaba de publicar un texto “Sobre la honradez” siguiendo la práctica tan extendida del mentiroso compulsivo tan en boga en la vida política a
través del lugar común: “Combatiré la corrupción” para
desacreditar la verdad con la complicidad con que se borran
los delitos personales
a conveniencia y se elude la verdadera dimensión de los problemas
nacionales. Como ya ha señalado la opinión
pública el llamado programa de la alianza Fajardo-López no es una demostración de conocimiento de nuestra problemática, ni una propuesta de lo
que debe ser la nueva izquierda para
edificar una democracia participativa sino un patético
saludo a la verdad posmoderna, eludiendo la responsabilidad de
adentrarse crítica y científicamente en
el desolado país en que nos abandona Santos. ¿No es necesario explicitar de parte de
Claudia López y de Fajardo su defensa
del movimiento gay, -entre otras cosas porque hay gay de
derechas, pobres y ricos - como verdadera
afirmación del respeto a la pluralidad? Ser decente no es una definición que a
priori se pueda arrogar alguien para sí,
lo que Jesús llamó “sepulcros blanqueados” sino una respuesta ética en cada situación o sea condenando explícitamente el contratismo, los sobrecostos en las obras públicas, respetando las veedurías ciudadanas, la autonomía de la justicia, atacando las alianzas entre criminalidad y
finanzas, en momentos en que la
crisis económica nos ahoga
y aumenta la miseria y se empobrece la clase media.
A
César Gaviria agradecemos su grandeza de alma al salir del clóset y mostrarnos públicamente
su marido pero ¿No es necesario legitimar en el lenguaje del
ideario liberal el derecho inalienable a esta pluralidad sexual
mostrando su vigencia como derecho consagrado para cualquier ciudadano y no sólo para unos cuantos supuestos “elegidos
sociales”? ¿No es necesario explicitar la condena a la violencia contra las mujeres
anónimas, la inaudita crueldad contra los niños? ¿Qué democracia podría nacer
sin el rescate del campesino, del artesano, del minero, sin la urgente
discusión de la cuestión territorial? La tarea para permitir una sociedad más incluyente y para
rescatar la dimensión ética de la política no puede
darse como un show Pop tal como se está dando en el cual a su antojo los políticos termina por
transformarse en clowns de la farsa mediática.
P.D. El país no puede
perder la oportunidad de tener con Iván Duque el Presidente esperado..
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