miércoles, 26 de junio de 2024

El punto de acceso turístico estadounidense donde muere un turista cada semana / Jesús Mesa

 

 

Turista clase x by Robert Porto

 El punto de acceso turístico estadounidense donde muere un turista cada semana

Jesús Mesa

En uno de los hoteles de lujo que bordean el elegante barrio de El Poblado de Medellín, Colombia, un ciudadano estadounidense de 25 años fue encontrado muerto el jueves pasado. Matthew Watson Croulet se había subido a un taxi temprano en la mañana, desorientado, sin recordar nada más que el nombre de su hotel. Según informes policiales, el personal del hotel notó que Croulet parecía drogado y enfermo. Su cuerpo fue descubierto en su habitación a las 9:30 a.m.

Croulet es el turista número 29 que muere en circunstancias violentas o misteriosas en Medellín en lo que va del año: un promedio de más de uno por semana. Si el ritmo continúa, la ciudad cerrará el año con 61 muertes de turistas.

Por la noche, trabajadoras sexuales toman sus puestos en la ciudad colombiana de Medellín, donde el auge del turismo ha provocado un aumento... El lugar de nacimiento del narcotraficante Pablo Escobar, Medellín alguna vez fue conocida como una de las ciudades más peligrosas del mundo. Pero después de años de trabajar en su reputación, Medellín se ha convertido desde entonces en uno de los destinos turísticos de verano más populares del mundo. El año pasado, la revista Time Out la nombró la ciudad "más cool" del mundo. Pero el aumento del turismo ha traído consigo un aumento paralelo de las actividades delictivas dirigidas a esos visitantes. El 31 de mayo, otro ciudadano estadounidense fue encontrado muerto en un hotel del distrito turístico de Laureles. Jaime Eduardo Cisneros, de 54 años, fue encontrado acostado en una cama semidesnudo, envuelto en una sábana, sin signos de violencia. Las autoridades dijeron que entró a su habitación con una mujer temprano en la mañana, pero solo ella salió. Estas muertes recientes han llamado la atención internacional sobre los riesgos asociados con viajar a Medellín. La Embajada de Estados Unidos en Bogotá, capital de Colombia, emitió una advertencia en enero sobre los peligros que plantean los delincuentes que utilizan aplicaciones de citas para atraer, drogar y robar a turistas, con casos notables de estadounidenses que fueron asaltados después de "emparejar" en aplicaciones como Tinder, Bumble y Grindr.

Muchas de las muertes están relacionadas con la escopolamina, un medicamento utilizado para tratar las náuseas y los vómitos provocados por el mareo. Conocida como "aliento del diablo", la escopolamina ha sido durante mucho tiempo la favorita de los delincuentes, utilizada para incapacitar a sus víctimas en robos y delitos sexuales. Autoridades colombianas dicen que visitar Medellín es seguro. Atribuyen la violencia a turistas que buscan drogas, narcocultura y prostitución.

"Las situaciones en las que se ven afectados negativamente estos turistas extranjeros casi siempre están relacionadas con las drogas o la prostitución", dijo Carlos Calle, jefe del Observatorio de Turismo de la Fiscalía de Medellín, en una entrevista con el diario español El País.

Un puesto en el mercado que vende diversos souvenirs y mercancías relacionadas con Pablo Escobar en Medellín. Los artículos incluyen camisetas con la imagen de Escobar, gorras, imanes, tazas, vasos de chupito y pulseras.

Algunos turistas han sido atrapados en redes de tráfico sexual que involucran a menores. Un caso sonado involucró a Timothy Alan Livingston, un ciudadano estadounidense de 36 años encontrado por la policía en un hotel de El Poblado con dos niñas, de 12 y 13 años. Según la ley colombiana, el consentimiento sexual para menores de 16 años sólo existe si la persona que busca relaciones sexuales no sea mayor que el menor de tres años. A pesar de su edad, Livingston fue liberado poco después de su arresto y regresó a Florida. Un juez colombiano emitió una orden de arresto contra él en abril, pero sigue prófugo en Estados Unidos.

En respuesta a este caso, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, emitió una prohibición de seis meses de prostitución en zonas turísticas para combatir la explotación infantil. "Quiero que Medellín sea un ejemplo en la lucha contra la explotación sexual infantil", dijo.

Durante los últimos tres meses, la ciudad se ha cubierto de carteles que intentan prevenir el abuso sexual de menores. "Ni lo intentes, es un delito", dicen.

Durante casi 20 años, Medellín ha estado trabajando activamente para deshacerse de su notorio pasado narco. En 2019, el alcalde Gutiérrez ordenó la demolición del infame Edificio Mónaco, donde Escobar vivió y operó. La Casa Museo Escobar, un museo dirigido por el hermano de Escobar, Roberto "El Osito" Escobar, también fue cerrada. Desde la muerte de Escobar en 1993, Medellín se ha centrado en la renovación urbana, programas sociales y la promoción de avances culturales y tecnológicos, obteniendo reconocimiento internacional por su transformación. Restaurantes de lujo y hoteles cristalinos se alinean ahora en muchas de las calles que solían estar bajo el control del Cartel de Medellín de Escobar. A pesar de eso, la ciudad todavía alberga muchas bandas criminales que se sienten atraídas por el creciente número de turistas atraídos por la ciudad y sus restantes actividades ilícitas.

Parece que Medellín es el destino para morirse.

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 Traducido de NEWSWEEK

 

lunes, 24 de junio de 2024

LAS AZULES TAN LEJANAS de Luis Orlando Valencia / Antonio Arenas Berrío

 

Luis Orlando Valencia

LAS (MONTAÑAS) AZULES TAN LEJANAS O EL DESASOSIEGO

(A propósito de la nueva novela “Las azules lejanas” del escritor Luis Orlando Valencia)

Para: Martha

“Las azules aguas del mar…”

Antonio Arenas Berrío

antonioarebe1@hotmail.com

Esta novela de Luis Orlando Valencia no tiene más de doscientas veinte páginas, dividida en cinco partes y cincuenta y tres capítulos. Organizada para que todo lector se deje atrapar por la historia que se cuenta sobre la peste(pandemia) que sufrieron las personas en el mundo y en especial en nuestro territorio colombiano. Esta escrita en prosa y con la inserción de algunos visos poéticos y procedente de hechos reales, quimeras, sueños, diarios, música, literatura y otras cosas. Narrada en primera persona, un yo. Un narrador que forma parte en la historia   y se dirige a un hermano muerto. La novela tiene como tema la peste (la pandemia), el encierro, el miedo, la libertad y la posibilidad de expresarse sobre la vida y la escritura. El deseo de la escritura se da a través de unos diarios que se van corrigiendo en el desenlace de la historia. La ficción se cruza con la música, la literatura y el paisaje.  Hay una voz que, nos dice: “Con música, papel, bolígrafo y libros intentaba hacer soportable el encierro”. Asimismo, un escritor en su viaje puede expresar: El hecho de escribir es algo asombroso, contar aquí es un hecho natural, un hecho vivido. Se aprecia que, en la novela hay una profunda reflexión sobre la vida, la subsistencia, la libertad, el encierro, el miedo, el espacio, el trascurrir del tiempo, el valor de la lectura, la literatura y la música. Federico, se dirige a un niño muerto: Federiquillo, Feder, Fico, Federiquito. “Difunto hermano mío y tu voz salía de un laberinto”. El “Lugar donde tu habitas desde que tenías dos años”. En la ficción hay un encuentro con la familia de Federico, la hija, sus amigos y en especial con su novia Elvira. La prosa narra un inexplicable desasosiego. La zozobra de los personajes Federico y Elvira; un sufrimiento ante el “pequeño enemigo” que es mortal en el cuerpo humano. El virus penetra a todas las personas en un mundo globalizado, de tecnología, comunicación y ciencia.

Tanta tecnología, ciencia, información, armas y un diminuto enemigo nos mataba a todos. “En tres meses el Z91 se había llevado mas de veinte mil vidas en el mundo. Las grandes potencias económicas estaban doblegadas ante el enemigo invisible. Las bolsas de valores cayeron en picada y miles de ciudades se convirtieron en cárceles. Millones de empresas y negocios en todos los países estaban paralizados hasta nueva orden. En mis años de vida nunca fui testigo de una crisis así, extendida por todo el planeta entero, con tan nocivas consecuencias”. La novela “Las azules tan lejanas” relata una historia de opacidades, supervivencia, miedo y los avatares de la peste moderna. Federico, Elvira, su familia, se enfrentaron a la peste, sufrieron las secuelas de la muerte, vivieron el desastre de sus gobernantes, ineptos, torpes y represores de las personas y la multitud. utilizaron el encierro y la represión como forma de poder, aun la gente se muriera de hambre, de falta atención en salud y escasez de medicamentos y camas para ser atendidos en los hospitales. ¿Pero por qué Elvira, ha de contraer el virus y estar en peligro de muerte? ¿Por qué se cuenta la historia a un hermano muerto? ¿Qué relación hay entre el miedo, el encierro, libertad y la muerte? En la ficción existe un retroceso temporal y a la vez un presente lleno de incertidumbre y muerte. Una contracción del espacio y el tiempo. Una aceptación masiva del encierro. “La humanidad permanecía encerrada en sus casas”. En la novela, el paisaje, el cielo se torna gris y a veces se contemplan las montañas verdes y azules, pero lo que está en juego es: “la salud de los hombres y las mujeres en toda la tierra”. Una voz nos indica: “me lo he pasado de muerte, pero he disfrutado y sufrido cada minuto de la vida”. Al leer la novela se pueden observar las estrategias y las técnicas corpóreas para enfrentar al enemigo y la lucha por la vida. Para Federico, Elvira y su familia, sus amigos, no solo les bastó el encierro, se inventaron otras cosas para potenciar la vida. Acontecimientos como la música porque: “la música me envuelve, floto en sus aguas cristalinas, es un río que fluye sereno entre los sauces …” El amor por Elvira, la hija, la lectura de novelas y poesía: “una vida de lector”, la escritura de los diarios: “Redes de lenguaje, imágenes, recuerdos, cadenas de pensamientos pasan por mi mente y yo los atrapo - o intento hacerlo- con la palabra escrita”.

La alimentación, el cuidado diario, la contemplación de la naturaleza, los paseos, el campo fueron los modos para defender y luchar por la vida. Federico es un personaje común y corriente que se convierte en un guerrero en defensa de la vida que enfrenta al “pequeño enemigo” y su peste desbastadora que va dejando en su camino miles de muertos, terror y miedo.  “El miedo global ante la peste llevo a la mayor parte de los gobiernos nacionales a tomar medidas que mostraron como la salud y la vida eran mas importantes que los dólares. Entonces por momentos brilló la ilusión de que hombres y mujeres habían comprendido algo esencial para construir un mundo mejor. No tardaron en olvidar la lección y el mundo y sus gentes siguieron igual, movidos por ambiciones que, segundo, amenazaban la vida.”  “Las azules tan lejanas”, he ahí, una novela que, se refiere a la fragilidad humana, frente a un virus que se expande como un feroz enemigo, oculto y peligroso y que mata a las personas sin compasión, no hay color, sexo, edad, ni clase social. La fragilidad humana se ve quebrantada, se lee como la peste va matando las personas en las grandes y pequeñas ciudades, en sus barrios, las calles, las casas, emergiendo un miedo individual y colectivo. “Cuando la tragedia de padecimos trajo otra vez a mi conciencia la fragilidad de los hombres y mujeres, cascaras de naranja al vaivén del mar, afloraron mis lágrimas.” No valieron los datos de los científicos, la tecnología, el encierro, todo era muerte y desasosiego. La novela “Las azules tan lejanas”, trata de la peste, de las preocupaciones de sus personajes y a lo largo de la historia se va prefigurando el sufrimiento y el desasosiego. ¿Qué circunstancias produjeron un virus tan díscolo? Un asesino sin piedad no valía que las personas fueran valientes, cautas, inflexibles, modestas, preocupadas, amables y se defendieran. Una guerra sin defensas y casi sin darnos cuenta vamos descubriendo la peste, su ferocidad y su macabra asociación con la muerte. Meditamos y expresamos que todos tuvimos que sufrir el encierro, enclaustrarnos en las casas, con la puerta cerrada. Todo lo que podemos es imaginar que, si alguien salía de su casa o apartamento, quedaba en peligro de muerte. El (Z91), estaba en todas partes, no se le podía ver, hablar, ni respondía, se pegaba como una partícula al cuerpo buscando el fin. Enterado o desterrado seguía su camino en busca de otros cuerpos.

No pertenecida a ningún lugar y pertenecía a todos. Era un enemigo mortal. “Coincidían los científicos en que el encierro en casa era la única manera, en ese momento, de evitar que el Z91 nos invadiera de forma acelerada, llevando al colapso los servicios de salud del mundo. Si colapsaban los servicios de salud en Colombia todos corríamos altos riesgos. No encontraríamos médicos en los hospitales disponibles para atendernos en caso de un accidente o de otra enfermedad grave que nos afectara.” Los sentimientos eran de dolor, nada de placer, no nos embargaba la alegría. Seres afligidos por el miedo, y el terror. Ahora bien, toda ficción cuenta una historia y en la historia debe pasar algo. ¿Qué pasó en la novela “Las azules tan lejanas”? Federico y Elvira deberán afrontar la peste, ir a la guerra contra un enemigo microscópico, luchar para sobrevivir, Elvira resultará al final de la ficción contagiada, en peligro de muerte. Se salva y en una tragedia amorosa, la pareja lograra seguir adelante con sus vidas. “Mi Elvira, la de la mirada única, mi novia, mi amante, mi fémina, era ahora también la que me ofrecía la balsa de bambú par que yo no me ahogara en alta mar. Nos subimos en esa balsa, con la tormenta a la vista, a inventar de nuevo el tiempo. El tiempo mío, el de ella, el de los dos.” En el libro hay una síntesis de la historia “Cuando Federico se graduó de la universidad ya sabía que estaba equivocado de profesión. Sin embargo, la ejerció en un hospital hasta que tuvo el valor de salir de esa cárcel para ir dando tumbos por la vida. Trascurrido un tiempo, montó una taberna para ganarse el pan de cada día y allí permaneció varios años. Pero llegó la guerra y tuvo que cerrar su negocio de manera indefinida. No era una guerra convencional como las tantas que había encendido la estúpida humanidad. Eran los comienzos del siglo veintiuno y los hombres y mujeres del planeta se vieron enfrentados a ejércitos de diminutos soldados que trajeron la peste mortal. Para proteger sus vidas, los terrícolas tuvieron que encerrarse por mucho tiempo en sus casas. Pero el encierro no impidió que muchos millones de personas perdieran la vida en es confrontación irregular. La tragedia global recibió el nombre de pandemia, Pero Federico, contándole la historia a su hermano muerto, se refirió a ella como la guerra. Esta novela narra cómo Federico y su novia Elvira se enfrentaron a la guerra y padecieron sus terribles consecuencias” Este extenso texto lo condesa casi todo, la peste, (la pandemia), el encierro, el enemigo, la vida, la historia, las consecuencias, el desasosiego.  Ahora bien, la novela “Las azules tan lejanas”, presenta un viaje al corazón de la pandemia (peste, virus, (Z91), descubre con precisión el largo proceso de los contagios del virus, las medidas de seguridad, el encierro, la pérdida de la libertad y la muerte. El viaje del virus por los cuerpos de los humanos, las miserias, el miedo a la muerte y el camino de algunas almas atormentadas por esta enfermedad infecciosa. La ficción explora a través de os personajes, Federico y su novia Elvira, el contagio, el enemigo verdadero, su mutación del virus en la geografía del mundo y el peligro físico y mental del virus letal en el planeta tierra. Mejor en el planeta azul. Hay un calvario en las personas, las ciudades, los pueblos, un desasosiego y la eficacia de la muerte.  En “Las azules tan lejanas” se percibe la idea de que hay que tener un profundo conocimiento del peligro, de la vida, de la enfermedad y del estar sano. Amar la vida, los lugares, el paisaje, la música, la literatura y en especial la escritura. Luis Orlando Valencia, como escritor, considera la literatura como algo esencial en su pensamiento. Se puede decir que la vida mantiene una relación fundamental con la literatura. La escritura acá es la vida. La lectura, la música y las caminadas y el respirar el aire fresco, son formas de salud, no son un veneno para el espíritu y el cuerpo. La escritura, es un cruce y un remedio contra el miedo a la muerte. El escritor establece diversas formas de subsistencia. Experiencias de vida por medio de la escritura. Escribir es construir algo. Es crear, es pensar. La ficción, rebosa la realidad terminada, inventa otros sentidos de vida, otras formas de pensar la vida. La literatura como proceso habla de la vida, acontece en lenguaje y agita la lengua, mediante una composición en prosa o en una poesía. El novelista se unió a los médicos en la resistencia contra el poder de la muerte y la enfermedad, contra todo lo que impide vivir, de erigir nuevas formas de lucha contra el enemigo en la tierra. Cada novelista enseña a leer la vida. Se excede y se edifica a sí mismo en la forma característica que asume la escritura, persiguiendo sus instintos, se refiere así a la conciencia de la vida y el peligro de la muerte.

Uno de los logros del escritor Luis Orlando Valencia, es la deliberación que hace de la escritura y la vida. Con él podemos decir que el acto de crear y de vivir son la misma cosa. La tragedia global nos marcó a todos. Hoy podemos pensar y gritar en un canto por la vida. En la novela abundan las destrezas para estar vivo. Al leer la ficción se tiene la sensación de que el encierro y el miedo, la cercanía con la muerte fueron acontecimientos que nos pasaron a todos los humanos. ¿Es la ficción una guía práctica para la vida? ¿Cuáles fueron las técnicas corporales y la reflexión que permitieron la subsistencia? Creo que la intención inicial de esta novela es contar un hecho histórico, la pandemia, también llamada por Luis Orlando Valencia, la peste, el enemigo, la guerra contra un enemigo invisible. Una reclusión generalizada, un abuso del poder, un alma atormentada, un espíritu que deseaba vivir, la soledad, el amor, el espacio el tiempo. Acá el viaje de querer vivir y no morir es llevado a la práctica, no solo por Federico y Elvira, sino por todos los que vivimos la pandemia (el coronavirus). Cada sujeto vivió un viaje sobre sí mismo. Fuimos espíritus centrifugas. Centrípetas para soportar el dolor y el miedo, el encierro. Igualmente, tenemos un narrador- protagonista que escribe diarios y cuenta su propia historia de la peste y la lucha contra el enemigo oculto. El narrador en primera persona -yo- adopta un punto de vista subjetivo que lo hace identificar con el protagonista de la historia Federico, quizás esto no le impide ver de forma imparcial la vida de los otros personajes de la novela. También valdría la pena recrear el punto de vista de un personaje femenino, Elvira. En la novela el acto de escribir se convierte en algo fantástico, contar un hecho real para convertirlo en un acto ficcional. En la ficción hay límites entre el espacio (la buhardilla, Miramar, la ciudad, las calles el pueblo). Una meditación sobre el encierro, la libertad, los sueños, todo esto trasciende en la escritura por eso se indica al final. “Las montañas azules tan lejanas siempre esperando mi regreso”. El aire, el campo, el paisaje, las montañas, los libros, la escritura, la música son grandes líneas de fuga…

 Vale la pena leer esta novela: “Las azules tan lejanas”, como un acto de libertad y valentía frente a la muerte y una meditación subyacente sobre la escritura.




 





SALVEN NUESTRAS ALMAS / Darío Ruiz Gómez

 

SALVEN NUESTRAS ALMAS

Darío Ruiz Gómez

Hay en primer lugar que recordar al primer barco que antes de hundirse lanzó el famoso mensaje pidiendo auxilio: SOS.  Una versión dice que su significado fue “Envien ayuda”  y el segundo Save Our Souls. Creo que cuando quien pide ayuda se da cuenta de que no la tendrá a punto de hundirse o de ser asesinado por el enemigo lo que suplica a Dios es que salve su alma. Muchas películas  y novelas han retomado estas situaciones límites  mostrando la grandeza humana de quienes son inmolados y  poniendo al descubierto la indiferencia o la cobardía de quienes bajo esas distintas circunstancias fueron incapaces de  responder a su  responsabilidad de salvar vidas humanas: “Ataque” un gran film de Robert Aldrich  nos ilustra sobre estas situaciones cuando en Diciembre de 1944 en pleno desarrollo de la 11 G.M. en Europa una unidad de Infantería del Ejército de los EE UU avanza en Francia y mantiene enfrentamientos bélicos con los alemanes que parecen retroceder pero contraatacan continuamente. Un oficial intenta ganar con sus hombres una colina pero en ese intento y bajo el fuego alemán es abandonado por su Capitán –o sea no recibe la ayuda necesaria dictada por la estrategia militar-  muriendo varios de sus soldados. Por pura cobardía el Capitán encerrado en su oficina permite esta desgracia y entonces el oficial lastimado por la pérdida de sus hombres jura matarlo. Esa obra maestra que es “Pacto de gloria” de 1956 de Kubrick hace igualmente un retrato de la distinción entre la tropa anónima y la llamada oficialidad tropera que muere, se pudre  o es abandonada en las trincheras mientras la alta oficialidad militar francesa se  mantiene en fiestas y en inútiles mesas de conversaciones. ¿Por qué quedaron abandonados a su suerte los cuatro soldados que finalmente fueron abatidos por los sanguinarios mercenarios de las Disidencias de las Farc?  “A cortar cabezas”. Que uno de estos soldados acorralados  propusiera que se llamara a una conocida periodista para que la Comandancia del Ejército los sacara de esa ratonera nos muestra  que  ella era en  esos momentos críticos la única posibilidad de que su Comandancia enviara refuerzos. Decir otra cosa es mera perversidad al uso de los degradadores de esta guerra donde nuestros muchachos y muchachos mueren y seguirán muriendo en cumplimiento  de  una tarea cuyos objetivos y contenidos no son muy claros y cuyo enemigo se transforma en su aspecto militar a cada momento gracias a la ambigüedad semántica auspiciada por los distintos medios de comunicación:¿Son guerrilleros que pelean por una causa política o es la presencia de mercenarios dotados de un armamento de última generación y puestos al servicio del Narcotráfico internacional? ¿Por qué si no la lucha por el Plateado?

¿No es curioso queridos ciudadanos y ciudadanos que estas guerras disfrazadas de fundamentalismo ideológico nunca hayan contado con  la respectiva documentación visual o es que  Colombia es el único país del mundo donde están prohibidos(as) los corresponsales de guerra y todo haya quedado en manos de los desinformadores, de los fabricantes de noticias falsas? Esta vez el mundo pudo ver  en directo la manera en que cuatro muchachos colombianos fueron sacrificados al abandonarlos decretando su muerte. Y esta vez el mundo ha sido testigo directo de lo que son  estos degradados mercenarios al servicio del narcotráfico al patearlos, escupirlos, orinar sus cadáveres: la queja de una joven columnista  “progre” de que “aún hay partes de nuestro cuerpo que continúan colonizadas” ha sido cumplida así como la expresada por uno de nuestros intelectuales leninistas: “La  mayor tragedia en la historia de América Latina  fue la llegada de Colón” o sea la llegada  de la civilización que es necesario desmontar mediante una “violencia deconstructora”. Las máscaras han caído y todos confiamos en la firmeza del General Federico Alberto Mejía.      

ACERCA DEL CRIMEN POLÏTICO / Darío Ruiz Gómez

 

ACERCA DEL CRIMEN POLÏTICO

Darío Ruiz Gómez

“El rostro verdadero del canalla no se ve hasta que lo usa” exclama un personaje de “Otelo. La  lacerante actualidad   de Shakespeare radica  en la maestría  con que  logra  descubrir  detrás de cada presunto rey o  gran negociante o  embaucador  su  verdadera identidad  de canalla  que  había ocultado recurriendo a sus poderes,  ya que  este poder  concede  siempre  una jerarquía  detrás de la cual se disimula  lo que con grandiosidad Shakespeare  pone al descubierto: la ambición de poder anula la conciencia moral, los celos desmedidos, la envidia desatada  que pueden  conducir a la locura  y  a la  justificación  del crimen político . La modernidad de Shakespeare  radica en el descubrimiento del  sujeto  en lucha contra las pasiones oscuras que  lo conducirán  a la desgracia en la medida en que sus crímenes serán juzgados  no solo por los jueces  sino  por su propia conciencia. Es  la aclaración  de que lo trágico no sólo se da en el poderoso sino igualmente  en el muchacho  que mata a su madre, en el amigo que por ambición política es capaz de apuñalar a quien fue su fiel compañero(a) de ideas. En un cuento de Borges que tanto he citado  un paisano apuñala a  otro  quien antes de morir  repite  el histórico reclamo: “¿Tú también  hijo mío?”  Con Bruto veinte  conspiradores  dieron una puñalada cada uno al cuerpo de Julio César.  “Tu quoque,  fili mi”

La eliminación física de un adversario político  es tan antigua  como la historia de la humanidad. Pero en nuestra época  la  traición a lo fraterno  responde en estos momentos  a algo escandaloso, “ya no me limito a eliminar al otro pues  lo que  busco  es eliminar  a la humanidad”. Y el crimen político está adquiriendo en Colombia una intensidad que más que preocuparnos  solamente,  debe llamarnos a enfrentarlo  de inmediato.  Desestabilizar  una sociedad en sus valores  tal como lo hizo el peronismo y lo sigue haciendo Maduro, tal como se hace hoy en México responde, vuelvo a recordarles,  a la  estrategia  de degradar a una sociedad para humillarla  borrando  la frontera entre la política y  la violencia de este nuevo terrorismo. La falsificación del lenguaje permite que en la comunicación  la suspicacia se imponga sobre la confianza, que los eufemismos sean el recurso para dejar sin peso moral el crimen político haciéndolo ver como algo, es decir, borrando su connotación moral. Y esto es lo que las normas para las conversaciones de Paz  han  ocultado.  La llamada revolución bolchevique  fue precedida  de la proliferación de  bandas  criminales dedicados a la matanza en desafueros  que nunca  llegaron a ser registrados en su verdadera dimensión por los periódicos ni tenidos en cuenta por la dirigencia  de Occidente.  La desconsiderada cifra de líderes sociales asesinados en sus casas, en sus oficinas, en la calle por el ELN, por las Disidencias y el Clan del Golfo, la escalada de desplazamientos de campesinos  es una demostración  de que el crimen político tiene que  ser de nuevo enfocado por la justicia colombiana.  El silenciamiento  sobre los confinamientos  y crímenes de etnias en el Chocó –  Sin ir tan lejos Canciller éste es un claro ejemplo de genocidio-  no ha sido roto y los cómplices continúan ocultando sus rostros. P.D “Hamás”  se apoderó  con violencia de la franja de Gaza, cerró la Universidad e impuso su fanatismo. El  gobierno de Petro al romper relaciones con la Otán nos dejó por fuera de las sociedades  democráticas  de Occidente y  nos  alineó  en el círculo del terrorismo de Nicaragua, Cuba, Venezuela, Irán, “Hamás”  y el fundamentalismo islámico.  Hoy al romper relaciones con Israel legitima la presencia  militar  de Irán y de Hamás en Venezuela y en Colombia.

 

LAS GRANDES MANIFESTACIONES CIUDADANAS / Darío Ruiz Gómez

LAS GRANDES MANIFESTACIONES  CIUDADANAS

Darío Ruiz Gómez

Nuestros llamados politólogos  bogotanos  quienes parecen recortados por la misma tijera ante  la evidencia de las grandes manifestaciones contra Petro  y su gobierno, puestas de presente en las grandes ciudades pero también en municipios sometidos a la violencia del ELN, el GAOR y El Clan del Golfo una vez más se limitaron a dar cifras inventadas  “la Derecha avanza  en un 23%  mientras la Izquierda retrocede pero en unos meses la Izquierda volverá a recuperar…” Mostrando así no solo su desconocimiento del país  sino el hecho de que aplicar esos conceptos  que ya en el mundo han pasado a convertirse en clichés al uso, a una sociedad  como la colombiana  carece de cualquier sentido. Definir es desconocer las dinámicas internas, las contradicciones que la política conlleva en su seno, ese imperceptible paso que se da entre el fascismo, el hitlerismo y el leninismo, entre una idea de cambio social y el bandolerismo.  Además, como lo he repetido, el hecho  de que quien define a otra persona políticamente se está definiendo a sí mismo y  lo que es peor cayendo en la intolerancia ante quien no piensa como ellos  o ellas. Los comentarios o “análisis” que han hecho sobre estas imponentes  manifestaciones cívicas  pone de presente además, repito, su desconocimiento lamentable de las realidades que diferencian por ejemplo a quienes en los Llanos se enfrentaron a las represalias de los narcotraficantes disfrazados de guerrilleros, de quienes en Medellín hemos vivido la corrupción del quinterismo,  o las poblaciones que aún continúan confinadas por el ELN en el Chocó, la tragedia del Cauca que esas cifras ocultan: la visión de la política como chisme es muy diferente al juicio moral sobre estas afrentas a la humanidad entera.  Aferrados a un concepto muerto de la política creyendo que aún los diferentes grupos políticos representados en el Congreso y el Senado constituyen la representatividad del pueblo colombiano, esta representatividad es lo primero que es necesario cuestionar después de estas grandes manifestaciones por parte de una ciudadanía que no es militante de ninguna agrupación política y que espontáneamente salió a las calles a “condenar   el mal gobierno”

Pequeños  comerciantes,  la nueva clase media que va surgiendo al paso de la inevitable urbanización del campo, vecinos de barrio, señoras y jóvenes de Comités  Cívicos de Municipios y Corregimientos, la clase media tradicional urbana, los nuevos empresarios, las  amas de casa, las mujeres cabeza de familia, las mujeres profesionales independientes  que son en conjunto quienes han padecido la traición de la clase política y los oprobios de la corrupción de los gobernantes actuales. Ettiene Balibar el gran pensador francés ha escrito al respecto del ciudadano y de  la ciudadanía luminosos ensayos recordando al ciudadano como un actor fundamental de la Democracia y de las reivindicaciones  de igualdad y libertad, como un modo de democratizar  sin eludir las antinomias, la dinámica de inclusión, exclusión que continúan “produciendo asimetrías dramáticas, aperturas y clausuras” Por lo tanto ni el niño ni la niña ni la mujer ni el hombre pueden ser cosificados como  cifras de un censo electoral y clasificados como de “derecha” o de “Izquierda”como si no pensaran o lograran hacer presente continuamente  sus experiencias de la violencia, como si no representaran el gran logro de la modernidad:  la existencia del individuo, de la persona  que  define su futuro con los otros. Rousseau lo   explicaba: el reconocimiento del ciudadano  es lo único que legitima la vida política y le concede vigencia a ésta  en la vida de las distintas comunidades superando las dañinas fracturas étnicas –negro, blanco, amarillo, verde que son las peores cárceles- , por ejemplo o el  el electorerismo que degrada la representatividad de una sociedad plural. La vía para una verdadera democracia está en marcha.  Es esta dinámica ciudadana que protesta la que dictará el nombre de los nuevos líderes y lideresas.

 

Nuestros llamados politólogos  bogotanos  quienes parecen recortados por la misma tijera ante  la evidencia de las grandes manifestaciones contra Petro  y su gobierno, puestas de presente en las grandes ciudades pero también en municipios sometidos a la violencia del ELN, el GAOR y El Clan del Golfo una vez más se limitaron a dar cifras inventadas  “la Derecha avanza  en un 23%  mientras la Izquierda retrocede pero en unos meses la Izquierda volverá a recuperar…” Mostrando así no solo su desconocimiento del país  sino el hecho de que aplicar esos conceptos  que ya en el mundo han pasado a convertirse en clichés al uso, a una sociedad  como la colombiana  carece de cualquier sentido. Definir es desconocer las dinámicas internas, las contradicciones que la política conlleva en su seno, ese imperceptible paso que se da entre el fascismo, el hitlerismo y el leninismo, entre una idea de cambio social y el bandolerismo.  Además, como lo he repetido, el hecho  de que quien define a otra persona políticamente se está definiendo a sí mismo y  lo que es peor cayendo en la intolerancia ante quien no piensa como ellos  o ellas. Los comentarios o “análisis” que han hecho sobre estas imponentes  manifestaciones cívicas  pone de presente además, repito, su desconocimiento lamentable de las realidades que diferencian por ejemplo a quienes en los Llanos se enfrentaron a las represalias de los narcotraficantes disfrazados de guerrilleros, de quienes en Medellín hemos vivido la corrupción del quinterismo,  o las poblaciones que aún continúan confinadas por el ELN en el Chocó, la tragedia del Cauca que esas cifras ocultan: la visión de la política como chisme es muy diferente al juicio moral sobre estas afrentas a la humanidad entera.  Aferrados a un concepto muerto de la política creyendo que aún los diferentes grupos políticos representados en el Congreso y el Senado constituyen la representatividad del pueblo colombiano, esta representatividad es lo primero que es necesario cuestionar después de estas grandes manifestaciones por parte de una ciudadanía que no es militante de ninguna agrupación política y que espontáneamente salió a las calles a “condenar   el mal gobierno”

Pequeños  comerciantes,  la nueva clase media que va surgiendo al paso de la inevitable urbanización del campo, vecinos de barrio, señoras y jóvenes de Comités  Cívicos de Municipios y Corregimientos, la clase media tradicional urbana, los nuevos empresarios, las  amas de casa, las mujeres cabeza de familia, las mujeres profesionales independientes  que son en conjunto quienes han padecido la traición de la clase política y los oprobios de la corrupción de los gobernantes actuales. Ettiene Balibar el gran pensador francés ha escrito al respecto del ciudadano y de  la ciudadanía luminosos ensayos recordando al ciudadano como un actor fundamental de la Democracia y de las reivindicaciones  de igualdad y libertad, como un modo de democratizar  sin eludir las antinomias, la dinámica de inclusión, exclusión que continúan “produciendo asimetrías dramáticas, aperturas y clausuras” Por lo tanto ni el niño ni la niña ni la mujer ni el hombre pueden ser cosificados como  cifras de un censo electoral y clasificados como de “derecha” o de “Izquierda”como si no pensaran o lograran hacer presente continuamente  sus experiencias de la violencia, como si no representaran el gran logro de la modernidad:  la existencia del individuo, de la persona  que  define su futuro con los otros. Rousseau lo   explicaba: el reconocimiento del ciudadano  es lo único que legitima la vida política y le concede vigencia a ésta  en la vida de las distintas comunidades superando las dañinas fracturas étnicas –negro, blanco, amarillo, verde que son las peores cárceles- , por ejemplo o el  el electorerismo que degrada la representatividad de una sociedad plural. La vía para una verdadera democracia está en marcha.  Es esta dinámica ciudadana que protesta la que dictará el nombre de los nuevos líderes y lideresas.

 

LA CIUDAD FEA / Darío Ruiz Gómez

 LA CIUDAD FEA

Darío Ruiz Gómez

De no ser por quienes  diariamente certifican el axioma de que la ciudad no existe sino para quien la recorre Medellín no existiría hoy tal como llegamos  a comprobarlo en  la más  inclemente de las épocas de la violencia urbana,  sino fuera por quienes  cada día se inventan nuevos recorridos. La aparición de las  Fronteras Invisibles supuso la atomización del espacio público  y el confinamiento de sectores barriales. El concepto de barrio se esfumó como estructura fundamental de la definición de ciudad.  Vino entonces un choque callado entre los antiguos habitantes-fundadores y los grupos de desplazados ya que no se planteó por parte de la Oficina de Planeación y del Área Metropolitana  unos planes de integración de territorios que permitiera  mediante  nuevas vías el intercambio social sin el cual no podríamos  hablar de que existe una ciudad, de que se planteará una ciudad equilibrada capaz de la recuperación del espacio público, de integrar las arquitecturas y los espacios simbólicos de la antigua trama urbana fragmentada por los violentos. La palmaria ignorancia de los nuevos funcionarios  condujo a la  problemática  que hoy vive Medellín y que debe  estar en primer plano de los objetivos a cumplir por parte de la Alcaldía:  la llamada “Otra ciudad”  construida  por sus habitantes a través de diferentes   formas de ocupación espontánea o  sea la legitimación del tugurio, la afirmación de la no ciudad  frente a la abandonada ciudad tradicional.  Lo que a simple vista llamamos una ciudad  “en obra” que se ha legitimado a sí misma ajena  a las teorías de los urbanistas que no existen y de cualquier proyecto  de racionalidad que tampoco ha existido porque igualmente los urbanistas de oficina universitaria o comercial han carecido de un conocimiento cercano de lo que estos inéditos  procesos de construcción de ciudad han supuesto.

Cumplir contratos de “análisis” sobre la pobreza de una Comuna, sobre la construcción  de vivienda en espacios sometidos al despotismo  de un criminal constituyen  lo que hace más de diez años se debatió en Congresos, en debates locales que  forrarse de dinero haciendo diagnósticos de ocasión es algo completamente diferente a adentrarse en conceptos como los nuevos vecinazgos, las nuevas formas de apropiación del comercio barrial, de los impuestos de seguridad que hoy llamamos  extorsión   devenidos en estructuras de dominio a las cuales es necesario detectar  si se quiere rescatar la libertad de los vecinos. Y en este mismo sentido tenemos que referirnos a lo que significan hoy las redes de comunicación. ¿Qué sería desde estas perspectivas el plantear una idea o un proyecto de ciudad? ¿Cuál sería la metodología para un Plan de Desarrrollo o de Ordenamiento Territorial que desconozca lo que hoy son las redes en estos territorios  que el urbanismo convencional  desconoce,  que desconoce la gobernanza de los grupos políticos, esta presencia de las muchedumbres, esta innúmera visualización de las calles, estas nomenclaturas como señales secretas de grupos sociales  que necesitan defenderse  en invasiones  donde nunca llegara la ley? Aquí se ha cumplido a cabalidad la globalización de lo local y la localización de lo global y por lo tanto ante su complejidad fracasa el sociologismo, la antropología de los marxólogos  silvestres incapacitados para percibir siquiera estos intangibles de lo que es la nueva cultura urbana.  Y sin un solo plan de renovación urbana, de  tener en cuenta aquello que la gran Jane Jacobs llama Graseroots –antiguos vecindarios- , asociaciones espontáneas y materiales a las cuales es necesario proteger y asimilar  a las áreas de grandes edificaciones ningún proyecto es legitimo. Que no nos vayan entonces a salir con cualquier bobada ya que es desde estas lecturas desde donde puede hablarse de una ciudad para los ciudadanos. 

NO VUELVAS A DECIR LA VERDAD / Darío Ruiz Gómez

NO VUELVAS  A DECIR LA VERDAD

Darío Ruiz Gómez

La Iglesia autoriza en ciertos casos particulares decir mentiras piadosas.  ¿Qué qué se buscaría  en los tiempos actuales  dominados por lo político  con exigir que se diga la verdad? En Colombia  asumir  la verdad nos convertiría en locos ante  tanta crueldad como la que nos rodea  y sobre todo ante la miserable  ausencia  de la justicia para castigar  debidamente  al culpable(a) Ahora que recordamos a Kafka sabemos por él que las instituciones   encargadas de repartir  injusticia tienen como tarea demostrarle a las cándidas almas de los seres humanos que decir la verdad puede llevar al castigo de la ley y a la venganza de los jueces.  Cada día los grandes  corruptos  eluden la sanción  de la ley y los violentos son dueños de ésta, así con total impunidad. Por esto ningún ser humano  en cualquier relato de Kafka tiene nombre ni apellido ni ninguna niña o niño ha  sido bautizado.  La infame retahíla de que es necesario rescatar la memoria colectiva  es realmente una agresión al dolor de  seres  que despojados  de sus nombres  desaparecen hoy convertidos en cifras por los distintos medios de comunicación. El  Clickbait   de  los noticieros y diarios - recordaba hace un tiempo- que convierte la inmediatez y el impacto en los principales valores de una noticia, ha hecho que la recuperación, la contrastación o el más elemental control brillen, como recuerda Javier Benejés, por su ausencia. Con razón el titular de una noticia en las páginas de cultura de un periódico español  declara que “el fin del pensamiento crítico está anunciado” como si pensar críticamente fuera un producto  de supermercado y no el análisis  de los hechos, la profundización en los grandes temas de lo humano.  Y ¿qué hacer cuando los medios de comunicación  mediante la utilización de la mentira  disfrazada de verdad cono los Fake News o la llamada Verdad Postmoderna se han encargado de que el pensamiento crítico desaparezca y  tengamos dócilmente  que  aceptar lo que diga una justicia  mediatizada por el poder?

Pero la gente recuerda y piensa cuando ha escuchado a los verdugos públicamente narrar sus asesinatos y nada ha sucedido o cuando la Comisión de la Verdad en un texto impreso nos reconoce que 22.00 muchachos fueron reclutados o que 32.000 personas fueron secuestradas, etc, etc pero los jueces  de la justicia restaurativa optaron  por el silencio. ¿Qué es para el Derecho el ignominioso delito del secuestro o el reclutamiento de niños  que aún hoy  a  los siete años como en el reciente informe de la ONU prefieren suicidarse a seguir sufriendo ignominias  por parte de los facinerosos de Iván Mordisco? ¿Cuántos  niños  cuyos nombres  nos  serán desconocidos para siempre se suicidaron en una decisión de dignidad para demostrarle a los verdugos que sus crímenes serán castigados un día por la verdadera justicia?  Lo importante ¿A qué jueces, catedráticos, poetas de la izquierda brilli brilli, militantes de rostro  amargados, monjas rebeldes, sindicalistas, les ha conmovido esta demostración de crueldad contra la infancia? La Justicia ante los cuerpos de los  niño que murieron  sin nombre, sin Dios; ¿ No  ha debido detener las conversaciones  y a partir de estos hechos reconsiderar la falacia de que mientras se está  hablando  de Paz con los verdugos éstos  en lugar de ser debidamente sancionados continúen sentados  en “una mesa de conversaciones”? Pero decir la verdad en tiempos donde  han colocado al asesino a la altura de los jueces de la República es imposible. “Legislar la memoria –Albiac  dixit- es dictar el olvido”

ANACRONÍA Y ANACRONISMO / Darío Ruiz Gómez

 

ANACRONÍA Y ANACRONISMO

Darío Ruiz Gómez

En Colombia  la llamada “intelligentzia”  se desgañita  definiendo lo que  se supone que es modernidad para vetar naturalmente lo que ellos mismos dictaminan que no es modernidad. Modernidad es para esta intelligentzia  Tirofijo,  feudal es Uribe. La confusión aumenta cuando estos teóricos agregan un concepto más equívoco aún, el del progreso. En el arte aclara Agnes Heller no puede haber progreso porque el arte no supone un capital acumulativo tal como sucede con  la economía o sea el artista más “vanguardista” inventado por el marketing no puede ser más importante que  el desconocido artista de los bisontes de las cuevas de Altamira   o los murales de Chirabequete.  Lo colectivo es moderno para ellos mientras lo individual está pasado de moda. La guerrilla aparecida en el siglo XX pretendió convertirse en la vanguardia de la revolución de los pueblos oprimidos  contradiciendo a Marx  cuando tal como  lo vemos hoy con claridad la guerrilla comunista es simple y llanamente un criminal anacronismo. La utilización de la guerra de guerrillas es tan antigua como la humanidad. Durante la Guerra Civil en España fue un fracaso y no lo fue combatiendo a los nazis en Italia o Yugoeslavia. Hacia los años 70 la guerrilla latinoamericana consideró que su forma de lucha  constituía  un anacronismo y  por lo tanto a otras formas de lucha debería recurrirse. En Colombia  se hicieron los de la oreja mocha y entraron en la industria del secuestro y en el narcotráfico y ahora en la disputa por los metales más caros.  convirtiéndose en el más  monstruoso de los anacronismos.

Si uno observa los cambios en los planteamientos que se producen entre la primera  guerrilla y una Empresa  criminal  como las Disidencia y el ELN se da cuenta de que, al igual que una guerrilla “Posmoderna” –  ya tienen un Grupo de Creadores de Imagen  graduados a su servicio, de fabricantes de verdades posmodernas  -  esta  impostura de guerrilla  es  dueña  de incalculables riquezas  y ya no es la hoz y el martillo su emblema sino las camionetas  de alta gama. Se publican  fotos del coltán que las Disidencias están explotando al parecer en una lucha abierta  como todas las suyas contra los tradicionales propietarios de las únicas minas de Coltán que hay en Latinoamérica, el ELN. ¿Dónde está depositado, no dejo de preguntarme, este desproporcionado capital acumulado? ¿Qué se hace con las alucinantes  ganancias  que da la explotación de 150 minas de oro? La ignominiosa desfachatez del guerrillero Otty Patiño disfrazado de Comisionado de Paz al otorgarles “el derecho” a apoderarse del Huila, del Tolima del  Quindio es la demostración de que lo más peligroso para dar declaraciones  públicas es un gran resaca  ya  que al hacerlo en estas condiciones físicas  – afortunadamente para la verdad- nos ha mostrado quién es y  para quien trabaja  realmente.  En un régimen populista vuelvo a recordarlo se da mendrugos a las gentes, se destruyen las instituciones, la familia, la amistad,  - virtudes de quien resiste desde la retaguardia--  y aparentemente se destruye el capitalismo cuando lo que realmente  se encubre es un  capitalismo de Estado, la aparición de una oligarquía conformada por  advenedizos  convertidos en grandes dirigentes políticos amnistiados. Lo que queda en claro por lo tanto es que a este enfrentamiento de intereses económicos  no se le puede seguir reconociendo como “un conflicto político” Política y simulacro, eso sí y miles y miles de muertos y de víctimas que de salida han sido silenciadas.