sábado, 27 de agosto de 2022

Rómulo Naranjo / Mauricio Naranjo


 Rómulo Naranjo

Mauricio Naranjo

Mi padre, conservador por herencia, pero libre pensador por vocación, en su enorme biblioteca (propia de alguien que fue profesor de literatura toda su vida), tenía libros de Sartre, de Nietzsche, de los nadaístas (Gonzalo Arango fue su amigo).   Y yo tenía un ojo avizor para detectarlos.  Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé, Porfirio Barba Jacob, Jorge Gaitán Durán, Aurelio Arturo, León de Greiff.  Él salía a trabajar temprano hasta por la noche, y yo veía los títulos, seleccionaba los que más me llamaban la atención: "Reflejos en un ojo dorado", "La vida está en otra parte", "Prosas para leer en la silla eléctrica", "La náusea", "El ocaso de los dioses"...  Y los leía con avidez.   Era mi adolescencia y mi consigna fundamental era contra el autoritarismo y el abuso de poder.  Otra, sobre la falta de sentido que tiene todo, la vida, la realidad.  E intentaba encontrar alguna respuesta en esas lecturas.   Así descubrí no sólo la lectura sino la escritura, como medios para amplificar los misterios de la existencia.   También tenía libros de San Juan de la Cruz y de Santa Teresa de Jesús, de San Agustín, biografías de Jesús.   Así que era normal que al lado de "Las moradas" estuviera "Ecce Homo", en un eclecticismo que hablaba muy bien de su pluralismo, de su complejidad.   Algún día se dió cuenta que me había obstinado con Nietzsche, y me recomendó, quizás porque tenía 14 o 15 años, postergar un poco su lectura.  Tenía un disco con la voz de Gonzalo Arango, que yo escuchaba hasta el cansancio.  Me identificaba tanto con sus manifiestos, con sus prosas, con sus poemas, con su voz suave, cadente, lenta.  La biblioteca de mi padre fue lo mejor de mi juventud.  Ah, olvidaba contar que descubrí también su bar secreto, bajo el escritorio, y que mientras tomaba un trago de ron mi mente daba vueltas en torno a pasajes de poemas, aforismos y narraciones que me han formado a imagen y semejanza de Rómulo, mi amado padre.

Algunos inéditos del próximo libro: “PERSISTENCIAS” / Raúl Mejía

  


  

Algunos inéditos del próximo libro: “PERSISTENCIAS”

Raúl Mejía

 

2

Es impactante cuando te topas con vastas importancias;

resulta que, al margen de bichos, te rodean sublimes seres

o, mejor, entes encumbrados en lo mejor de la especie,

allí, mira: vate, ensayista, casanova, demiurgo y más.

 

El potentado profesor doctorado e incluso entrevistador,

deja a la deriva cuidadosa selección de mediocres poemas.

"Alea Jacta Est", resuenas eco latino y algún sacerdote,

también múltiple, anuncia vasta ola de extremaunciones.

 

¡Ah olvidadiza poetisa! No la sonsa de veintisiete añitos,

¿qué ocurre con la revista? Gorda de la vista haces te,

hipérbaton como tomarles fotos a baldíos con chimenea,

ya en planos vendidos con anhelo ferviente de plusvalía.

 

¡Pero que valiosos son los billonarios influenciadores!

"Debiste hacer aquel cursillo de psicología", me irrito,

donde caben mierdas y Coelhos habrá espacio extra:

deleitantes millones para tatuarte cual imbécil otoñal.

 

"¡Ay, si quedara algo tras las dudas, te ayudaría!", río,

a robusta y pedigüeña versificadora le faltan unos pesos.

"Como poeta internacional me urgen heces hinduistas", dice,

asfixiantes versitos suyos urgen exótico color azafrán.

 

El culto teólogo no lee lo que inculto ateo le responde,

"los doctos aportamos dopaminas sabiondas", dictamina.

Entre tanto y ante devastada vitrina áspera de cenizas,

lejanos libros recuestan sus nostalgias adormecidas.

 

Fascinantes paisajes con indecisas nubes, corto azul.

Exégesis tras el abrazo de políticos: siniestras semánticas.

Toma fotos, amplifica tu hoja de vida, graba videos, escupe:

existe excesiva importancia alrededor de tus "hermanos" …

 

 

5

 

De madrugada, con deseos de café,

se asusta minúsculo bicho,

no esperaba repentina luz, mi presencia lo intimida:

por esta vez dejo que huya mientras tomo cálida cafeína.

 

Falta poco para las cuatro de la madrugada …

 

Aquel santo de cuerpo incorrupto yace serenamente atento,

tal vez seamos nosotros sus pesadillas:

tan excesiva fe nos condena al auxilio de trivialidades.

Escasa iluminación en torres cercanas,

atrabiliario vecino prolonga escabroso gusto musical;

por ello, se abaten fantasmas somnolientos.

 

Cuadernos, viejas agendas desnudan ansiosas grafías,

léxico en exceso, repeticiones, tosca erudición:

sin afanes nocturnos, la cama recupera muelles tránsitos.

 

Con lentitud de luna retirándose, surge el estío,

atreverse a días sin lluvia es ahora proeza,

ha de ser fascinante percibir solsticios de verano

en parajes que aguardan con recelo de penumbras.

 

Antes de volver a dormitar, una vez abracé a la mascota,

he que tropiezo con vasta lectura que el hijo realiza:

"It", fatigosa novela de más de mil páginas …

Manierista sensación borgiana me asalta:

¿justifica esforzarse de tal manera? No lo sé,

el lenguaje es, todavía, generoso prostíbulo sin restricciones.

 

¡Diablos, mensajes de voz, llamadas por cobrar y sin café!

 

 

18

 

Sin conjeturas metafísicas, por supuesto,

se balancean hojas del compostaje de anterior mascota,

mañana fresca o espantosa según quien cargue o contemple.

Pese a inveteradas rutinas: café, depresión, hablar a solas,

tardo y de hecho tardaré eones

en hacerme a disciplina de hábitos:

¡años aplazándola!, dispersa como la fraternidad.

Debería potenciar el día a día con asuntos como caminar,

ejercitar somnolientos apéndices, leer la fruición cotidiana;

escribir, oh sí, malgastar tinta, papel en aras de lo escaso.

¿Dieta? ¡Urgente oxigeno! Este perfil anda abrumado de esferas;

buscar el olvido de nostalgias, atizar al bufón versolibrista,

retomar accidentadas tácticas de seducción, parir insultos

y, con todo el ánimo disponible, cederle hastíos a los demás.

 

Debería …

 

Sin embargo, una vez has cancelado a displicentes,

aprecias contrasentidos, pactos escatológicos por políticos,

dejan de allegarse efluvios y la ironía es oro celeste.

La disciplina es un elegante excremento,

sustraído de rectos selectos. ¡Ay tus hemorroides!

 

60

 

Como en exigente película de Stanley Kubrick,

la lluvia repite escenas hasta la perfección.

Cubierto de lanas, apertrechado de defensas,

he salido con la mascota sobre húmedas aceras,

“a las palomas no les gusta mojarse”, le digo,

sujetos portan con férrea voluntad sus paraguas.

 

Y mira, cualquier día el novedoso “Maestro”,

acepta divulgar personal visión de ética lectora;

empero, después, qué éxtasis tras hueras alabanzas.

“Todos, al igual que él, ensayamos nuestro mejor rol”, pienso,

mientras la lluvia deshace vórtices de nubes a lo lejos.

 

Agosto pluvioso, ¡quién lo creyera! Este tiempo …

Intrusa brisa dispersa hálitos del cálido café,

a solas, entre paredes, mendigo palabras sin pena alguna.

Comienzan a revolotear aves, amantes se despiden

e ingentes poetas lanzan excrementos al agua.

 

65

 

Sucia, descalza …, la chica arroja basura al interior de enorme caja,

femenina displicencia al vernos peor que deshechos.

“Se parece tanto a …”, pienso, miope como paraíso de ineptos.

Sobre resquicios de lo perdido palpas todavía esa desnudez,

tardaste en elegir tu danza: ya muchos cansados de girar.

Quizás aquella mujer, escuetamente vestida pero energética,

apenas sí remonte sus propios resquicios o abismos:

el arribo al hastío pasa por intrincadas ceremonias.

 

Tras vespertina siesta vi ligero movimiento en el paisaje,

“ese verde no lucía así ni sabía de esos recodos”, me dije,

retomando deberes de náufrago ante mareas impuestas.

Suelo llevar algunas monedas o transitado billete

en aras de aliviar hipócrita urgencia de fraternidad;

sin embargo, contundente desprecio de la joven trashumante,

apabullaron auxilio y deshonestidad dentro de mí como el recuerdo.

 

Tardas, vida.

 

Tardas, azul.

 

Tardan sosiegos.

 

 

Librería Pigmalión / Antonio Arenas

  Librería Pigmalión

Antonio Arenas

Para: Augusto, viejo librero querido del pasaje la Bastilla

 


La leyenda nos habla de Augusto, un viejo un poco sabio que permanentemente era consultado por estudiantes, filósofos o aspirantes a ser pensadores en la Ciudad. Venían a él, cuando tenían un problema, una inquietud, una duda, una disputa teórica que resolver y adquirir un libro ya usado o antiguo. Los estudiantes eran seguidores de: Carlos Marx, Sigmund Freud, Federico Nietzsche, Gilles Deleuze, Emil Cioran, Michel Foucault, y unos cuantos indagaban por la literatura Universal. Ahora bien, La creencia popular señala que: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo". Pero aquí en la librería Pigmalión, parece que todo es una antípoda. Augusto, después de escuchar a aquellos estudiantes que se le acercaban, Iba a su anaquel de libros, mejor a su casilla personal y tomaba unos libros, siempre los mismos, los abría y los ojeaba, como buscando allí la mejor respuesta. Unas veces después de unos minutos, una hora, terminaba cerrando los libros y satisfecho regresaba donde los estudiantes, aportando siempre la respuesta que profesaba más adecuada y erudita a la pregunta que le habían hecho y el libro que necesitaban los estudiantes comprar…Pero los estudiantes no siempre compraban libros. Tenían más ganas de dialogar sobre tal o cual tema o autor conocido e inexplorado para ellos. Los estudiantes le pedían al viejo Augusto, de vez en cuando que se les permitiera examinar también esos libros, pero el viejo siempre se los negaba, argumentando que no estaban preparados para esto. Un día mientras el viejo dormía, los estudiantes se filtraron a escondidas en su local y biblioteca, robaron los libros y se los llevaron a la casa de uno de los estudiantes para leerlos. Una vez reunidos todos los estudiantes a la luz de una lámpara blanca que iluminaba toda la sala de la casa, abrieron los libros y descubrieron con gran asombro que todas las páginas de los libros estaban en blanco. Estaba claro que el viejo se les había adelantado y para darles una enseñanza, había remplazado los libros por otros. Avergonzados los estudiantes fueron al día siguiente a devolverle los libros con las hojas en blanco y le dijeron al viejo, que habían aprendido la lección y que los podía devolver a su lugar de origen. El anaquel de los libros para la venta. Augusto, riendo les dijo: esos son los verdaderos libros. Los estudiantes no lo entendían. ¿Pero si las páginas de los libros están en blanco? ¿Por qué los consultas? ¿Qué es lo que dicen esos libros? ¿No contienen una sola idea, ningún concepto, ni un conocimiento claro, ni siquiera hay letras en ellos? El viejo los miró y sonriendo les dijo: La verdad y la sabiduría de esos libros no están en lo que dicen, sino en lo que insinúan. El tiempo los forjará a pensar.  Compren libros y lean…

antonioarebe1@hotmail.com

 

FUTURO ESTÁ AQUÍ, VEAMOSLO

Darío Ruiz Gómez

Después de la reunión entre Petro –ya Presidente- y el expresidente Uribe, Petro declaró que había estado frente a un adversario al cual había combatido durante veinte años. En mi caso pensé que había sido un tiempo perdido ya que ese tiempo lo debería haber invertido en devolver la tierra a los pobres, en hacer barrios de vivienda obrera, en enfrentar los desplazamientos campesinos, combatir el narcotráfico. Crear un ogro, un bárbaro, que brota de las tinieblas s para llevarse a los niños, a los líderes sociales, a los estudiantes revoltosos es una treta política a la cual  muchas organizaciones políticas han recurrido desde siempre para crear el odio  hacia una un contrario  que se quiere destruir haciendo  recaer sobre él todas las culpas,  convirtiéndolo en la figura visible del enemigo a eliminar. Con un equipo de verdaderos especialistas en plataformas  de difamación, de alteración de resultados electorales,  irrumpió  en los medios de comunicación, esa cantidad inmisericorde de fake news, desinformaciones, acusaciones   contra la “burguesía liberalconservadora” “paraca” ; sin que nadie  en esa  alaracosa “oposición” llegara  a imaginar que todo este gran embuste se vendría al suelo  al ganar las elecciones  y pasar de ser una oposición que acusaba al gobierno Duque de ”asesinatos colectivos”, violaciones a los derechos humanos,  a verse  hoy  en la tarea perentoria de comenzar a construir  los contenidos doctrinarios  que habían venido reclamando  sobre  lo inclusivo,  la igualdad  de géneros, el perdón social. ¿Qué se hicieron las cabezas pensantes de la oposición? ¿Cómo borrar la miserable  ordinariez  de esos agitadores, congresistas cuya iracundia verbal se limitó al: ”Gordo Maricón” “Oink Oink”refiriéndose a Duque.  Después de aquella demostración de  obscenidad  ¿Serán capaces de ahora  en adelante y ya en el poder de siquiera  redactar correctamente un informe de diez páginas sobre la pobreza? Estoy constatando lo que está sucediendo en el lenguaje político específicamente l  tal como lo corroboró el discurso oficial del Sr Presidente, y el cual se redujo a una enumeración  de  propuestas archiconocidas, incapaz  de acreditar con argumentos de peso sus propuestas sobre un país plural, un extraño híbrido entre  un informe a los camaradas  bolivarianos  y una declaración de principios populistas  ante la prensa internacional.

 El fracaso político de Podemos en España está relacionado directamente con su incapacidad de generar un nuevo discurso sobre la inequidad, la desigualdad.  ¿Hablaron las regiones, los municipios a quienes olímpicamente no quiso recibir? ¿Dónde estaban los sindicatos, los estudiantes, el verdadero pueblo, la clase laboral? ¿La basura retórica “revolucionaria” de que han hecho gala sus catedráticos, sus líderes universitarios, sus congresistas y senadores nos lleva necesariamente a preguntarnos sobre lo que han estado haciendo durante tantos años dedicados a la pataleta?   ¿Han escrito informes necesarios sobre la deplorable situación de nuestra educación?  ¿Dónde está el pensamiento político de un Ernesto Lacau criollo- que avale este nuevo populismo? O sólo se han limitado, tal como parece, al cómodo e inmoral ejercicio de denigrar, y masacrar cada semana a sus enemigos, ¿a ese chivo expiatorio que seguirá siendo el expresidente Uribe? Hacerse sordos y ciegos ante ese espectáculo del populacho ebrio de poder queriéndose tomar el Capitolio sería en su caso otro acto más de cobardía intelectual que nos llevará a lo peor contando con la complicidad, repito, de estas élites de izquierda. Recuerden ese viento oscuro que suele anunciar la muerte de la democracia.

PREMODERNIDAD Y MODERNIDAD Darío / Ruiz Gómez

 PREMODERNIDAD Y MODERNIDAD

Darío Ruiz Gómez

El Presidente electo ha insistido en que su tarea consiste en pasar del país premoderno al país moderno. Y el propósito parece más que respetable solamente que exige al respecto mucha claridad para no perecer enredado en la maraña de clichés desgastados en que este propósito político se ha venido caricaturizando. El mapa electoral hace un llamado de atención pues el país que votó por Petro es curiosamente el país premoderno, el de los grandes territorios cuya población permanece dominada por estructuras económicas y sociales que desconocen el impacto del progreso y sobre todo del reconocimiento del individuo como ciudadano(a). Al lograr que la Iglesia católica reconociera que los indígenas tenían alma como lo hizo el Padre de las Casas fue reconocer que cada indígena es un individuo, un ser que piensa.  Somos católicos y universales y sobre todo contamos con el libre albedrío que reconoce nuestra libertad de decidir.  A las sociedades que permanecieron al margen de las estructuras capitalistas las llamó Marx formas de producción precapitalista. El país que votó por Petro es el país que en las grandes llanuras, en las selvas, en las altas montañas vive aún bajo narrativas   ancestrales. Regiones y culturas agredidas no por “feroces” colonialistas españoles sino por las guerrillas, el narcotráfico que han destruido sin contemplación algunas sus territorios sagrados, sus culturas. El país moderno se inicia en Colombia con  la aparición de la República y  en Antioquia cuando en el siglo XIX se industrializa la producción del café, la explotación de las minas y se establece un notable comercio hacia y desde Jamaica, Londres, París, Nueva York, la modernidad nace con el concepto de una Democracia liberal robustecida por  el juego de los Partidos, la incorporación de las regiones, de las etnias tal como se logró en 1939. Modelos de producción capitalistas. Recordemos que el populismo supone un modelo de regresismo a lo premoderno tal como lo ilustra el deplorable caso de Argentina y lo vive hoy el Chile moderno ante la agresión de la inventada guerrilla Mapuche, la negación de un modelo de producción agraria con la tecnología moderna para regresar a la agricultura del llamado pan coger.

 ¿Deben las comunidades ancestrales conservar el derecho a aceptar los retos que suponen las conquistas del progreso industrial, tecnológico  creando  nuevos empleos que es lo que están haciendo los grandes empresarios, o, seguir  impidiendo que las nuevas generaciones se integren a una sociedad moderna? Es aquí donde el populismo comienza su tarea de falsificación de los valores de las culturas ancestrales atomizándolas en un multiculturalismo que les sirva para sus fines políticos pero dejándolas abandonadas en una aculturación vertiginosa ya que después de ser sacados de sus  territorios sagrados – el ELN es especialista hoy en estos desafueros- para convertirlos en invasores de haciendas, fincas o sea en terroristas  lo que verán de sus territorios “cuando llegue la paz total”  serán las ruinas de los laboratorios de coca, la farsa de la justicia “ancestral”. Y aquí viene otro malsano ingrediente: el igualitarismo por lo bajo y no bajo el rasero de la igualdad de oportunidades para todos. ¿Cómo dar paso entonces a una sociedad del disenso y de la diversidad? El CRIC es un ofensivo anacronismo, un campo de concentración disfrazado de “derechos indígenas”, lo es el nombramiento para hablar en la Sociedad de las Naciones del Mundo, de una supuesta arhuaca que solamente habla arhuaco  y lo es de  un terrorista reconocido como Giovanni Lule experto en invasiones  violentas  de haciendas y fincas “de los blancos”. Demagogia oportunista ya que  este es por excelencia un país mestizo  y una cultura mestiza. Porque como recuerda Kant el verdadero progreso consiste en liberarse de la superchería y la ignorancia y en aceptar los retos de la Razón civilizadora.

sábado, 20 de agosto de 2022

¿BETSABÉ ESPINAL, LA LIDER OBRERA DESCONOCIDA? Antonio Arenas Berrío

 


¿BETSABÉ ESPINAL, LA LIDER OBRERA DESCONOCIDA?

(A PROPÓSITO DE LA NOVELA CORTA, BETSABÉ Y BETSABÉ, DE REINALDO SPITALETTA)

 

“La florecita rebelde”

Antonio Arenas Berrío

En el año 1920, una mujer trabajadora de 23 años desafía a un empresario antiqueño y a tres de sus capataces en una Fábrica de tejidos en la ciudad de Bello. Betsabé Espinal, trata de luchar contra un sistema deshumanizador y materialista de la sociedad de su tiempo, donde el dinero, el control, y la sumisión religiosa son lo más importante. Betsabé, es una trabajadora víctima en una fábrica de tejidos y se niega a adaptarse a los vejámenes establecidos por el propietario y sus capataces. Una mujer con resistencia activa que elevará su triunfo ante las demás obreras. Ella es también único modelo de “mujer rebelde” que logra ser reconocida como líder. Una luchadora sagaz, acompañada de otras mujeres víctimas de la ignominia. Una obrera descalza, que habla y lee un pliego de peticiones e incita a una huelga a las demás obreras. Se pedía abolir el régimen represivo que imponía multas, persecuciones, las normas arbitrarias, abuso sexual, y promiscuidad de algunos empleados, no más jornadas de trabajo inhumanas de seis a seis de la tarde, poder trabajar con zapatos y tomar protección contra los tres caciques de la Fábrica: Jesús Monsalve, Teódulo Velásquez, Manuel de J Velásquez. Y se decía que el dueño de la Fábrica, Emilio Restrepo Callejas, consentía todo esto a sabiendas que se verificaba a diario en los salones de la Fábrica de tejidos. El triunfo del comportamiento de Betsabé Espinal, frente a su patrón y los encargados significaba el éxito de cuatrocientas mujeres que trabajaban con los pies descalzos en una Fábrica de tejidos en Bello, caracterizada por sus niveles de explotación y en especial hacia las mujeres jóvenes venidas del campo o huérfanas. El centro del asunto reside en que Betsabé Espinal, toma responsabilidades de dirigente sindical donde no hay ni siquiera un sindicato. Una huelga de señoritas, que dura más de veintiún días y paraliza toda la producción textil y se burla de los hombres trabajadores que no querían ir a la huelga. La rareza, está en que, siempre hemos creído que son los hombres los que van a la huelga o a un paro en las Fábricas. La novela corta de Reinaldo Spitaletta, fulgura la explotación de las mujeres, la denuncia contra el patrón, sus tres capataces y las condiciones laborales en la Fábrica de tejidos de Bello. Al empresario déspota y sus encargados se les reprocha su comportamiento, y a la religión católica, la inmunda caridad y compasión cristiana que aliena y envilece a las mujeres trabajadoras. Reinaldo Spitaletta, en su ficción corta, no cesa de desplegar su radical oposición a la fraternidad con relación a la misericordia cristiana y el desinterés del dueño o patrón por las condiciones de vida de las mujeres en la Fábrica de tejidos de Bello. La novela, es una discusión sobre la “liberación de la mujer”, su condición social, la infamia de tener que ir a trabajar descalzas, las sanciones y la persecución sexual de los capataces. Betsabé Espinal, es la predecesora de la lucha de las mujeres por sus derechos en nuestro país. Estamos a cien años de un suceso y una huelga poco conocida en Colombia, y sobre todo una huelga que paralizó la primera Fábrica de tejidos de Bello, la impulsaron las mujeres y la sacaron triunfante más de cuatrocientas mujeres obreras descalzas, en tiempos en que el rol de las mujeres no era ir a huelgas y promover protestas, ni mítines. Ahora bien: “La historia dice que entre 1919 y 1920 hubo en Colombia 33 paros de trabajadores que buscaban mejorar sus condiciones laborales. Pero eran paros desorganizados, más cercanos a la asonada y el motín, porque para entonces el sindicalismo apenas se estaba formando. Los paros más sonados fueron los de los artesanos en Bogotá, los mineros de Segovia, los ferroviarios del Magdalena. Y los sastres y zapateros de Medellín, Caldas, Manizales y Bucaramanga, o sea, todas protagonizadas por hombres, porque era inconcebible un paro de mujeres, el paro de las obreras de Bello fue el primero que se identificó con el rótulo de huelga, y, al igual que los paros precedentes, éste fue espontáneo, surgido de la desesperación de las obreras por el maltrato y la explotación, rayana con la esclavitud, a la que eran sometidas. Y la lideró una tal Betsabé Espinal, hasta ese momento una anónima obrera de 24(23) años a quienes sus compañeras respetaban por su talante decidido, don de mando y recio carácter”. Era una época de iniciación industrial y el nacimiento en nuestro país de la gran industria manufacturera, que empleaba, niños, mujeres, y tomaba la mano de obra barata sin contemplaciones. Reinaldo Spitaletta, ilusionado y angustiado por la idea de escribir una novela corta, nos presenta un nuevo relato de Betsabé Espinal. La pionera de las luchas de las mujeres en Colombia. una doncella rebelde. Una Juana de Arco criolla. Una altiva dirigente salida de la nada con los pies descalzos. Una nadie. La obrera rebelde de la bella época. Una cejona pispa. Una negrita avispada. Una altiva cabecilla obrera, que se enfrentó al empresario explotador y opresor de las humildes mujeres llegadas del campo.

Empero, desde el comienzo de la novela corta, Betsabé y Betsabé, el narrador-autor expresará las dificultades presentadas para conocer la vida del personaje femenino y el poco material para redactar una biografía completa y satisfactoria de ella como mujer redentora. Hay datos en la vida de Betsabé que no se conocen y no se dejan someter a la literatura y están solo en las crónicas de los diarios de esa época, Es difícil contar su vida y entender su temperamento, una fotografía, relatos de compañeras de trabajo y los artículos de prensa del momento en que se realizó la Huelga. La fotografía de Melitón Rodriguez que muestra la belleza de la dama, su aspecto, son la suficiente prueba de lo irreflexivo, su singularidad y su comportamiento después de que es despedida de la Fábrica y muere trágicamente electrocutada. El narrador-autor, no renuncia a contar la historia completa de la vida de Betsabé Espinal. Se escoge la novela corta y el relato del espiritismo para hacer una ficción de una obrera rebelde, frente a no lo usual en el lenguaje tradicional. Reinaldo Spittaleta, elige dos personajes con el mismo nombre, sacrifica la crónica, para representar algo así como la ficción corta de una heroína rebelde, con una causa social justa y otra mujer bruja y adivinadora. Una especie de médium, que le permite contar la historia de una humilde líder obrera, que retó los poderes de un potentado industrial. Betsabé Espinal, es en ese entonces la señal, el símbolo, la pasión, la esperanza, para clamar decencia y terminar con las desagradables situaciones de trabajo a las que vivían sometidas las mujeres en la fábrica de tejidos de Bello. Una voz e inspiración en la lucha obrera que tiene vida y connotación pública. Una voz que arrojará palabras sobre palabras en un pliego de peticiones. Subida en un taburete de madera, clamó con intrepidez y coraje, su razón, sus persuasiones de mujer y su señal para reclamar dignidad y acabar con los malos tratos hacia las mujeres trabajadoras. Betsabé, en la ficción y en la huelga se nos presenta como una mujer intrépida y una precursora luchadora social, una redentora femenina. Protestar, hablar a gritos y no callarse. Betsabé y las mujeres, son el indicio del decir no a la explotación deplorable de las mujeres obreras. Antes que ella no hubo nadie, La fama y la vanidad no la indujeron, la impulsaron, la pasión, la esperanza y la ofensa, los bajos salarios de las mujeres obreras descalzas en una Fabrica de tejidos que violaba todos sus derechos. El liderazgo de Betsabé Espinal pudo haber sido breve, pero fue trascendental en la vida de cuatrocientas mujeres y cien hombres, que se fueron a una huelga en una Fábrica de tejidos. Un escritor en su silencio podría gritar no soy nadie, soy Betsabé, la guía rebelde. Ahora bien, el relato de Betsabé y Betsabé, del escritor Reinaldo Spitaletta, contiene, en su carátula una fotografía fugaz de su memorable personaje, está dividida en tres partes, la primera del 1 al 12, la segunda del 1 al 9 y la tercera  del 1 al 4 y cierra la novela corta dos cuentos huelguísticos, muy significativos : “Los pies de Betsabé” y “La cabalgata del Curioso Impertinente”, no va más allá de 174 páginas y un color verde claro y editada en el mes de abril del 2022, por la Universidad Pontificia Bolivariana. El narrador-autor nos da a entender que el centro de la ficción es Betsabé Espinal, una figura insólita en su rebeldía y rara y extraña dentro del sindicalismo colombiano, una huelga de señoritas, sin asociación, que de pronto desapareció de la Fábrica, dejó de ser llamativa para los periódicos, ya no era noticia, se esfumó del todo y murió de una extraña manera. No se ha podido saber que pasó después de la huelga hasta su muerte. El espiritismo, juega aquí como enlace para un final de la novela. Un espíritu insistente del que no se supo nada después del triunfo en la huelga. “Tanto que su huelga, la primera en ese género en Colombia, fue cubierta por todos los periódicos y mirada con afecto y sorpresa por todos los sectores sociales, incluidas las damas de caridad y otras beatas de camándula y novenarios. La huelga de las señoritas de Bello, en 1920, convirtió en líder, en prototipo y en historia obrera a Betsabé Espinal, que cosa inesperada…” Que nunca hayamos visto sobre la faz de la tierra, una figura de mujer luchadora sobre la cual no se puede afirmar nada que no sea, inspiración, rebeldía y tenacidad, es algo extraño y curioso en la literatura colombiana. Un lector puede preguntarse al terminar de leer la novela: ¿Qué sabemos de Betsabé? ¿Cuál es el tema de esta novela corta? ¿Qué ha pasado con su vida? ¿Fracasó la clase obrera? Tal vez no exista en la novela corta ningún personaje femenino tan misterioso como éste, tan inabordable y penetrable, tan desconocido y a medida que trascurre la novela corta y los dos cuentos, el personaje femenino se va ahondando.

En el relato, hay un narrador en primera persona y un narrador – autor que intenta cambiar su destino funesto, su muerte impensable. Por eso en la ficción, vemos una situación y un ambiente que se sobrepone a otra realidad. Ver la simple vida de Betsabé nos lleva al corazón de repudio a la dominación, el sometimiento y la lucha de las mujeres de los pies descalzos. La otra Betsabé, de la novela nació cuando murió la líder obrera Betsabé Espinal, y lo especial residía en que se comunicaba con los espíritus del más allá y adivinaba la suerte y leía el futuro. Sea como sea, Betsabé Espinal. La líder obrera, en realidad murió cuando manipulaba cables eléctricos en las afueras de su casa, en el barrio Guanteros de Medellín, el 16 de noviembre de 1932. La novela Betsabé y Betsabé, es la representación de un devenir mujer revolucionario en pleno corazón del Departamento de Antioquia y el ocultamiento de la lucha de clases y la complicidad de la iglesia, la empresa y el Estado. Gracias a las tejedoras las mujeres pudieron calzarse para ir a laborar con justicia y equidad y lograron un salario casi similar al de los hombres. La novela cuenta así el insólito acontecimiento, una huelga de mujeres niñas, adolescentes y jóvenes tejedoras en una Fábrica de Bello y tratando de incluir las reivindicaciones de los tres ochos en el mundo laboral. En síntesis, Maria Betsabé Espinal fue una líder obrera (1896-1932), que protagonizó una huelga de mujeres entre el 11 de febrero y el 9 de marzo, hoy a más de cien años tenemos su legado de lucha. Vale la pena leer esta novela corta, sus dos cuentos huelguísticos, del escritor Reinaldo Spitaletta y pensar y reflexionar a fondo sobre nuestras mujeres líderes sociales y sindicales que mueren día a día asesinadas, en este país rezandero, hipócrita y pudibundo. 

EL DERECHO A LA CRÍTICA / Darío Ruiz Gómez

 


EL DERECHO A LA CRÍTICA

Darío Ruiz Gómez

Recordaba yo que para el totalitarismo comunista no existen contrarios a sus ideas sino enemigos  a eliminar. En Colombia es una historia secreta la de quienes  llegados a considerar como enemigos por parte de PCC,  han sido silenciosamente  eliminados en las calles de las ciudades, en el campo, crímenes que la ferocidad de la guerra ha disimulado y que la JEP debería haber tenido en cuenta. Debatir con el PCC, una Organización  ideológicamente congelada en el tiempo, en lo que llamaríamos un  debate de ideas,  ha supuesto, paradójicamente,  a lo largo de estas décadas, no el ejercicio de una necesaria crítica  sino  por parte de su Policía Secreta  el silenciamiento  ipso facto de un escritor, de un pensador que queriendo  discutir  su leninismo  ha sido  condenado a una muerte simbólica ya que  no se le vuelve a nombrar, no se le vuelve a incluir en una antología, y en cualquier momento pueden arrojar sobre él la más espantosa difamación.  Su odio obsesivo hacia la obra de un pensador de influencia universal como Gómez Dávila ilustra en Colombia a lo que puede llegar este leninismo de burócratas “revolucionarios”  que se han negado a admitir que el comunismo soviético fracasó.  Es en esos cuadros donde  aflora  el rencor hacia la inteligencian,  reacción de Sandra Ramírez  viuda de Tiro Fijo quien nunca leyó un libro  en su vida,  contra Salud Hernández  por calificar de cuota del Partido Comunista en el Gabinete de Gobierno de Petro a Patricia Ariza, Ministra de Cultura. Característica  reacción de una  exguerrillera   estalinista contra el derecho de la inteligencia a actuar y a discrepar  críticamente en libertad. Conozco a Ariza desde el año 1966 en el Teatro La Candelaria cuando  Santiago  García deslumbraba por sus grandes montajes de obras universales como “Galileo Galilei” de Bertolt  Brech. De un momento a otro y a causa de que el Partido Comunista de Cuba había intervenido  la cultura imponiendo los dogmáticos modelos del llamado “realismo socialista” de la Unión Soviética, a  Santiago García como a Enrique Buenaventura se les prohibió el montaje de obras “extranjeras”  imponiéndoles  esos lamentables  pastiches que fueron  los llamados “montajes  colectivos” donde desaparecido  específicamente  el teatro  también desapareció por desgracia el talento de estos dos maestros .

La más radical Comisaria leninista de esta imposición fue Patricia Ariza posteriormente acompañada de Arturo Alape   a quiénes  hicieron frente grandes contradictores como Ricardo Camacho y el Teatro Libre e infinidad de distintos grupos que fueron confinados a la clandestinidad por representar “obras burguesas”. Quiero advertir que el enfrentamiento con esta estética del Partido Comunista y la defensa de la libertad de las expresiones  distintas expresiones artísticas  se llevó a cabo desde los años sesenta en Europa, Estados Unidos, defensa de la libertad creativa, defensa del pluralismo  estético y político, rechazo a quienes quieren sojuzgar estas libertades para imponer a la fuerza sus modelos totalitaristas. ¿Cómo y desde cuándo pudo Patricia Ariza trabajar por la cultura colombiana si lo que sigue buscando  el Partido de Iván Cepeda, Jaime Caycedo,  Clara López, etc  ha sido  destruir la cultura como patrimonio de las comunidades  y  sustituirla  por caricaturas indigenistas, proletarios de papier maché, música de “protesta”? Patricia Ariza es representante del Partido Comunista estalinista y culturalmente defiende estas falsificaciones culturales, un dañino multiculturalismo  que desconoce  el trabajo de cientos de investigadores culturales, casas de la cultura, música y ballets contemporáneos o sea la Colombia soberbiamente   plural . Es aquí donde tienen las comunidades, el creador solitario,   el derecho a reclamar su diferencia frente a la Minga de Feliciano Valencia, las falsificaciones de lo afrodescendiente  y afirmar  la presencia, además,  de nuevas generaciones que han creado otras músicas, un escenario de la cultura del diálogo   y no de una supuesta paz políticamente manipulada. P. D. Escuchamos a Gallo o Losada  y al  Comisariado de las Farc describir  en tres sesiones de t.v como asesinaban niñas, adolescentes, cómo desplazaban poblaciones enteras. Ahora el  Macrocaso 10 descubre que  todos los  crimen innamnistiables  fueron  cometidos por ellos y quedan a la espera de sus condenas. Iván Cepeda pone a Gallo o Losada delincuente confeso de crímenes de lesa humanidad a contestarle al expresidente Duque. Malevolencia, ruindad moral,  las nuevas “ virtudes” de los nuevos tiempos.