EL REY SÍ ESTÁ DESNUDO
Darío Ruiz Gómez
Recordemos la fábula: cuando
el Rey comienza a desplazarse hacia el lugar
de su coronación entre las calles atestadas de gentes, seguido de una cohorte de áulicos, intrigantes, hipócritas y
demás raleas de su especie no sabe que el sastre escogido por él para vestirlo
en tan solemne día le ha jugado una mala pasada
pues lo ha convencido de que únicamente los necios no verán su esplendor. Los aduladores(as), la plebe lo vitorean frenéticamente
hasta que un niño grita que el Rey está desnudo. Es la eficacia terrible de las
mentiras oficiales establecidas mediante un golpe de autoridad como verdades
incuestionables y que por lo tanto deben ser aceptadas ciegamente
por cortesanos y jueces vendidos.
A nuestro Presidente Petro nadie lo ha visto desnudo y ningún niño se ha atrevido a
decírselo ya que siempre está rodeado de una muy apretada cohorte de aduladores
que aceptan a raja tabla todo lo
que va repitiendo por lo cual el
Presidente de forma muy astuta habla sin freno alguno sobre lo que se le venga en gana ya que sabe
que nadie va a llamarle la atención ni a objetarle cualquiera de sus simplezas
sobre la ciencia y los saberes ancestrales, o el plantear el rescate de la
Goajira asaltada por los políticos corruptos quienes se roban el presupuesto de la educación, de la
alimentación de los niños(as), de las obras
públicas y hoy reclaman como solución
prioritaria autopistas, grandes hoteles
internacionales, un gran aeropuerto con los cuales desaparecería el desierto, la cultura del desierto y se acabaría
de desfigurar la cultura wayuu en manos de un turismo depredador. Rescatar “los saberes ancestrales” imponer las “pócimas mágicas” sobre el progreso de la medicina, destruir los sagrados territorios de las comunidades
indígenas , repito, para poner en su lugar la Guardia Indígena es ya una imprudente y brutal medida para imponer no el cambio social prometido a “los desterrados de la tierra” sino la
implantación de falsos saberes ancestrales contra los logros de la Ciencia Occidental con
lo cual lo único que se concluye es que los recintos del conocimiento como las
Universidades próximamente podrían
perder su función histórica en la difusión del conocimiento. ¿De verdad
con el derribo por parte de la ciudadanía oprimida ´por el comunismo y su
régimen despótico del muro de Berlín
comenzó en el mundo la destrucción de la clase obrera? ¿Quiénes fueron sus
asesores en esta descomunal idiotez, Maltese, Arias o los últimos
sobrevivientes del Comité Central del Partido Comunista?
Cuando cayó la dictadura de Walter Ulbricht y los archivos de la Stasi (Policía Secreta) dejaron al
descubierto el seguimiento – chuzadas,
micrófonos ocultos,- de quienes en la política, la cultura llegaron a ser considerados como peligrosos para el Partido, también y tristemente, se
descubrió que destacadas figuras del
mundo intelectual habían espiado a sus
propios compañeros(as) porque estaban
convencidos de que aquella farsa de dictadura del proletariado constituía realmente una emancipación social. Films,
obras de teatro, novelas han dado testimonio sobre los sufrimientos a que
fueron sometidas las gentes en esta despiadada represión. Que no veamos que el
Presidente anda desnudo lo impiden los congresistas y senadores corruptos (as),
la justicia venal, las letrinas de la
política, la desmesurada burocracia que cierra los ojos ante la violencia en campos y ciudades, el lamentable
conformismo intelectual, una justicia de “transición” que
prácticamente exonera al asesino y niega a las víctimas. Aquí hay que
decir con mi admirado León Bloy que “Cuando quiero saber las últimas noticias,
abro el Apocalipsis”
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