LA FUNCIÓN DE LA
NECEDAD
Darío Ruiz Gómez
En el estrepitoso
fracaso de la gira de Petro por la Costa Caribe, lo que quedó muy en claro fue
la notoria pobreza de su lenguaje, la
ausencia de una retórica que le sirva de sustento a sus necedades ya que es
necedad aquello que carece de fundamentación política tal como lo comprueban
sus monótonas repeticiones sobre un tema
determinado ”el peligro de la derecha”, “la necesidad de castigar a los ricos”,
el llamado a un pueblo que no existe y él va convirtiendo en una
entelequia. Pero además y esto es lo grave sus asesores han olvidado que el
líder popular a que aspiran dar realidad carece
en el caso de Petro de lo fundamental, el carisma. Recordemos al respecto que con la
irrupción de la t.v. en lo referente a las campañas políticas en plazas y parques todo se ha modificado
radicalmente con la ampliación que las
distintas cámaras hacen del espacio público, con la incorporación de los
rostros de las gentes y las posibilidades que el montaje puede lograr borrar errores en la actuación del orador.
El escenario o la falsa ágora han
permitido incorporar la cobertura de un
espacio dinámico que los drones han ampliado prácticamente ad infinitum en las
posibilidades de escenificación de una
supuesta manifestación de masas aclamando a su líder. Aquí la cámara lo muestra despojado del
carisma o sea de la solidaridad con
aquellos a quienes se dirige, sus extravagantes sombreros que nada tienen que
ver con los sombreros regionales. En los regímenes nazi, fascista, castrista,
chavista, la propaganda del régimen se
basó en imágenes supuestamente icónicas impostadas en los escenarios públicos,
en los distintos medios de comunicación. De la visión de esas masas
manipuladas, vociferantes lo que sale al paso de Petro son recochas de
desempleados, de campesinos que están ahí por el almuerzo.
Si entonces no existe
el discurso, la escenografía, el histrionismo propios de los líderes populistas
como Gaitán, fácilmente se cae en la charlatanería de hablar con exceso, con indiscreción – como López
Obrador, como Maduro- y al carecer de
contenidos específicos se deriva hacia
una locuacidad y una verbosidad que el oyente no alcanza como es lógico a
comprender ya que no hay nada que comprender Si estoy en Tolú ¿cómo no hablar
de la problemática del Golfo de Morrosquillo? Con el uso abusivo de la necedad
lo que se logra es crear desconfianza y
no credibilidad, adulterando la afirmación de Wittgenstein de que es necesario “limitarse a decir lo que
solamente se puede decir” que es una
ética aceptación de los límites del lenguaje. La necedad de Gustavo
Bolívar cuando afirma defendiendo a
Petro por la metida de pata de
condenar algo tan lícito como la respuesta cívica que supone la ”Vaca” que “es más importante el
agua que los túneles” O sea que hay que regresar a las marismas, al río
desconociendo la ingeniería romana, árabe, la gran ingeniería moderna en la construcción
de acueductos, de canales o la necesidad
histórica de la carretera para salvar distancias y permitir la
inter-relación social entre las diferentes comunidades y las diferentes
economías. ¿Cómo entonces afirmar los distintos territorios, lograr el
equilibrio entre naturaleza y civilización? Una persona estúpida es el tipo de
persona más peligroso que hay” nos recuerda Carlo María Cipolla el gran
economista en su célebre análisis de lo que significa la estupidez, no
olvidando que no podemos prever el número de estúpidos que está en circulación.
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