VÌCTOR BUSTAMANTE ENTRE
MÙSICAS Y PLAYAS
RAÙL HENAO.
“(…) si eres un solitario de
la Otra Orilla Tarde o temprano las olas te arrojaran a esta Playa. ¿Què tienes
para ofrecer? ¿una conversación interesante? Deja el papagayo en casa, que aquí
andamos perdidamente enamorados de la perdición. Deja los tesoros de la vejez
en la gaveta”. * “Que hablen mal de Medellìn los malos poetas” Rubèn Vèlez.
Vìctor Bustamante, prosista y poeta multifacético, retorna a la poesía después
de una pausa o silencio de doce años, porque, de su libro inicial titulado
Mùsica a Plena Playa* su último poemario, hay continuidad, en el sentido de que
vuelve o regresa a los temas de su predilección: la Medellìn de sus amores y
desamores con sus “calles trazadas a la diabla” (Tomàs Carrasquilla), la música
popular, el rock y los tangos; los cines suburbanos y los hoteles o pensiones
baratas: refugio del amor mercenario, los bares y cafès del pasado, como La
Arteria o Faromar y aquellos que todavía perduran: El Viejo Vapor -en el Parque
del Periodista- y Billares Universo sobre la avenida la Playa… transito
obligado y cotidiano de su bohemia y nomadismo intelectual, Y es que Bustamante
resulta una versiòn, a escala colombiana, del flaneur baudeleriano, un
solitario por el estilo del “hombre de las multitudes” de Edgar Poe. Sus poetas
preferidos son los “Malditos” franceses que tienen como precursor a Francoise
Villon -poeta goliardo, asaltante y asesino en defensa propia- en cuya
biografía incurren con anterioridad varios escritores importantes del país como
Andrès Holguìn o Uriel Ospina… O ya en el plano local y nacional, los poetas
del nadaísmo antioqueño: Amilkar Osorio, Alberto Escobar Àngel, Darìo Lemos…y,
quizás, Mario Rivero, el autor de los Poemas Urbanos, que de cierta manera
inaugura la poesía coloquial y narrativa en Colombia. A pesar de que Vìctor
Bustamante, en su libro reciente de poesía, destaca la importancia de la Obra
Negra de Gonzalo Arango, nos parece en definitiva que su poesía neonadaìsta,
pesimista y nostálgica, poco o nada tiene que ver con el profeta de Andes,
seguidor del maestro Fernando González en su última, mistica etapa de vida;
porque en ella predomina, a modo de impronta, la EVASIÒN, tendencia que si bien
suele estar ligada a la LIBERACIÒN (palabra que Henry Miller, el novelista
norteamericano, preferìa a REVOLUCIÒN porque -según èl- entraña un sentido
espiritual olvidado en la época presente) el poeta antioqueño la interpreta
como la FUGA o INSPIRACIÒN que nos proporciona el arte y la literatura
hedonistas, el alcohol y las drogas, sin que en ella se avisore un horizonte
distinto al vacìo o la nàusea existencial a la que siempre se mostraron proclives
los poetas nadaistas y que, con la tendencia política contestataria, constituye
la temàtica vigente en la actualidad, a la que vuelven de manera reiterada la
generalidad de los poetas mediáticos que publican en las redes sociales. Vale,
en resumen, destacar y elogiar en la obra poética de Vìctor Bustamante, el
hecho de que su autor en ningún momento la desligue de la vivencia o
experiencia de la vida cotidiana, lo que lo emparenta, además del nadaísmo, con
varios poetas posteriores y cercanos a la Generación Desencantada… cantores de
la ciudad y enemigos del campo: “ese lugar donde los pollos se pasean crudos”
como reza la frase célebre de Max Jacob. *Mùsica. Ediciones Babel. Copimpresos.
Medellìn. 2010.
Plena Playa. Babel, Medellìn. 2022. Medellìn.
12 de marzo de 2022.
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