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Pawel Kuczynski |
COLOMBIA REAL
CONFUSIONES SEMÁNTICAS
Darío Ruiz Gómez
“¿Quién sos vos?” El
señalado respondió: “Yo soy el Director del Conservatorio de Música” El bandolero
le disparó diciendo. “No más conservadores”
Esta cruel y real historia de lo que supone una confusión semántica cuando
imperan la ignorancia y el odio fanático es desconsoladora al extremo e imperó durante décadas de violencia fraticida en Colombia. La política busca racionalizar
las diferencias de ideas, civilizar el diálogo para que la convivencia social
se legitime y perdure. La confusión
semántica ha servido en la política para
que una nación entera se precipite en la barbarie a nombre de abstracciones monstruosas donde se llega a confundir el regreso al llamado mito ancestral con el poder político de los “
brujos”: se hizo en la Alemania nazi con el poder de lo mágico, lo hizo la
Triple A con el brujo López Rega, para que
la tribu y la masa anulen la noción y
presencia del individuo pensante. A
través de la consigna se impone entonces la tarea de señalar herejes, opositores que puedan cuestionar
la brutalidad establecida. Para las
ideologías totalitarias, hoy camufladas
en la manipulación de las tecnologías de la comunicación, desaparece el ciudadano y aparece el súbdito que obedece la consigna, que se doblega sin reato alguno
ante aquello que le impone la propaganda. Es aquí
donde el recurso político de la
confusión semántica se empieza a hacer a través de la manipulación del eufemismo o sea de la sustitución de la palabra
verdadera por una no ofensiva para un público de bien pensantes: ya no se dice negro sino “perteneciente
al afrodescendiente”” El demagogo revierte mediante esta triquiñuela la acusación que se le hace de ser un revolucionario que quiere si llega al
poder negar la propiedad privada, la pluralidad religiosa, su populismo y
entonces a medida que se desarrolla la confrontación ideológica y sabe con
anterioridad que va perdiendo en las encuestas, cambia de lenguaje e intempestivamente se declara “defensor acérrimo de la propiedad
privada, cristiano confeso, enemigo de la colectivización”. Chávez como Perón
fueron maestros consumados para mentir creando una confusión semántica
necesaria a sus intereses.
Decir que la
política ha conducido a la polarización de la ciudadanía es una confusión
semántica utilizada para señalar como “enemigos
de la patria” a quienes se oponen a la violencia de los violentos, a
justificar y por lo tanto perdonar los crímenes de lesa humanidad, el atropello
de los derechos de los ciudadanos a defender
el futuro de la democracia. En negar estos derechos consagrados se pone de presente el deterioro de la opinión
pública y la llamada dictadura de los
medios de comunicación, el deterioro moral de la justicia. En su “Discurso
sobre la desigualdad” dice Rousseau. “Allí donde disminuye el vigor de las leyes…no puede haber ni
seguridad ni libertad para nadie”
Precisamente porque, como lo aclara Sartorius, la ley al ser para todos no permite excepciones. Y aquí en la actualidad a nombre de los “exceptos” se está continuamente vulnerando la ley mediante el uso de la confusión semántica persiguiendo
a quienes se califica en la actividad intelectual, política de “paracos”, “guerreristas” y el peor de los estigmas “uribistas” y no
pues de opositores. P.D. Identificar a un partido democrático como el PSOE con
el populacherismo de Petro es una
vulgaridad.
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