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Juan Guillermo Rúa
Víctor Bustamante
Solo una vez conversé con Juan Guillermo Rúa. Fue en Versalles, su torrente de palabras no daba pie a iniciar una conversación porque en ese momento andaba muy creativo; era el proceso de escritura de una de sus obras de teatro y por esa razón estaba tan locuaz: mencionaba el lugar en que se debería ubicar las fichas de ajedrez, el vestuario, así como los lugares donde la iría a presentar. Refería sobre su posible viaje a Cuba, de su trasegar como teatrero, sus planes y otros posibles viajes. Siempre así son algunos teatreros: muy metidos en su teatro, en sus creaciones; son parte de ellos mismos. Sobre todo Juan Guillermo, que cuando el teatro buscaba salas, él, escogió la calle para presentarse.
Muchas veces lo veía por Junín o en el Parque de Bolívar dispuesto a presentarse; casi siempre lo vi terciando un cuatro.
Y no era para menos, se trataba de un actor pasional y de un irreverente y de un soñador.
Luego lo vi caminado, ya ciego, de la mano de alguno de sus lazarillos, pero siempre mantenía ese perdurable ánimo por la creación.
Estas palabras apenas bastan para recordarlo, para que su presencia no sea polvo y olvido en el país de las miserias y de las ruindades generacionales.
Juan Guillermo es una de las caras ausencias contemporáneas, al lado de León Zuleta, de José Manuel Freidel, Sergio González y de Juan Guillermo López.
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JUAN GUILLERMO RUA
John Harold Dávila G.
La calle es el escenario para un juglar verdadero, los desprevenidos que observamos al pasar al artista decidimos aprender o no. El valor de un artista está en la verdad que arroba su editorial. Valiente como las puestas en escena de Juan Guillermo. Valientes sus cantos que de realidades venían cargados, susurrando compromisos para superar una pobreza generalizada que aún persiste en nuestras memorias de país. Populares los barrios, populares los artistas. Valientes los humildes sin voz.
Juan Guillermo Rúa cantor popular de las calles del centro y el barrio. De universidades y colegios, siempre compartiendo su visión particular de un mundo que no lo consolidó en el tiempo en que vivía. Hoy su ausencia se siente, no veo los artistas en estos tiempos de compromisos como él, humilde y solidario capaz de transmitir sentimientos de esperanza.
Grande entre pequeños bufones de corte oficial que hoy en día gozan el poder sin cuestionarse. No tenemos nada contra las relaciones de poder, pues el artista lo es y lo debe, pero no decir y más, cuando al frente está el que gobierna con errores, seguirle ciegamente, si es un faltante que no permite ser artista de verdad.
Recuerdo a Juan Guillermo recogiendo sus corotos y vestuarios después de cualquier función, a su pequeño compañero Edgar ayudando y con el brillo en los ojos que se los apagó la ausencia del hermano brillante.
Yo también cuando niño fui testigo de un ser maravilloso que pasaba con su melodiosa voz haciendo teatro callejero y canciones poderosas con su cuatro, ya en la decadencia de sus células pasando factura al atrevido cuestionador de los gobiernos, sin más pretensión que se le escuchase, sin rencores, ni odios. Ese era el reflejo del corazón de un hombre capaz y verdadero desde el arte. Siempre sonriendo.
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Dos poemas
de
Juan Guillermo Rúa
Por tu ausencia
POR ESO ESTOY TAN TRISTE
Tan desconcertado y silencioso
porque para recordarte
me hace falta el aliento
y tengo que recurrir a tu sonrisa
de una fotografía en el periódico
a la hora sin nombre
a la cita mensual de los Domingos
al papel estampado de recuerdos
de sudores y lágrimas
Porque para recordarte necesito
recurrir al segundo
a la letra callada,
a la tinta,
al boletín.
al tiempo
en que te vi llegar pesadamente
con tu cuerpo vestido de corteza
para darnos tu nombre
tu voz y tu alimento
en bellos pedazos de esperanza.
Por tu ausencia
Por eso estoy así:
tan ráfaga
tan estallido
tan estrella.
al saber que tu muerte fue tan simple
tan simple y tan temprana
que nos dejó vacíos para siempre
porque para olvidarte
me resisto a creer
que estás muerto.
A que estés tan lejano y distante de nosotros
de esta vida sin limites porque para nombrarte
me hace falta ser luz
ser pensamiento
ser necesidad compartida
porque para decirte tantas cosas
no existen las palabras precisas
capaz de aglutinarte,
con tu pedazo de pueblo
que es tu sueño
.
Porque tu fuiste tierra
fuiste mañana y noche
al mismo tiempo.
Porque tu fuiste todo
y le diste de lleno a lo imposible.
y si algún día existe algo
que pueda aglutinarte,
abarcarte;
Será algo inasequible a mis manos
Algo tan grande y tan extenso
como la misma viuda que dejaste
por un trozo de arena,
por una bocanada de humo,
por un puñado de hombre
de nuestra estalactita libertad.
Mañana si podré nombrarte
Cuantas veces lo deseen mis pulmones
A gritos,
a golpes,
a susurros.
sin temor a maltratar tu nombre.
Solo ese día, si
podré nombrarte
Cuantas veces lo deseen mis oídos
y ese silencio tuyo
tan profundo y extenso que es tu muerte,
podrá regocijarnos compañero
Sin temor a que nos vuelvas trizas
Porque ya será otro sol, otra bandera
que elimine esta marcha que nos une
en la continua lengua que dejaste.
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Primero de mayo
Apagaste ocho veces en Chicago
mas no millones sobre los continentes.
El árbol de almendro fue podado;
mas no arrancado, todavía florece.
Hoy te lo dicen sin recelo
Millones de obreros el mundo entero,
VIVA EL PRIMERO DE MAYO
lo corean a tono.
los que en marcha uniforme y compacta,
avanzan a la Placa entre la bruma.
Día en que las invernarias golondrinas
vuelan desalentadas a los cielos.
para escuchar mejor la voz de las tribunas.
que por siempre ha sido regocijo obrero,
Hoy permanece inundada,
saturada por la muchedumbre.
Estandartes y banderas rojas
hurgan el horizonte bondadoso,
que permanece ocioso
ante el paso laborioso
de los Trabajadores de Colombia.
En este día sobre el mundo entero,
el yunque dejó de laborar,
o el obrero dejó de martillar
y sólo se escucha por todos los rincones,
El himno de los trabajadores.
¡VIVA LA INTERNACIONAL !
Cartas a Tell
Juan Guillermo Rúa
Agosto 13.
Tell, te quiero tanto que no sé qué sería de mí sin tu consuelo. Cuando me encuentro solo, despoblado de besos, miro por la ventana de tus ojos morenos y te veo allí, sentada, en el fondo del mundo con tus brazos abiertos para cobijar mi vuelo de juglar; hoy me llenan tus ojos hasta el borde de mí. No dejes que se apague en ti esa luz que produce mi calma.
¿Sabes por qué te quiero, Tell querida? Porque detrás de ti existe aquel yo que desconozco.
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Enero 30
“Tell, quieren aprisionar mi libertad. Han colocado barrera a mis poemas y a mis mejores versos. Hoy lo constaté cuando leí la prensa. Supe que los tiempos se entristecen para todos aquellos que han querido mirar más allá del simple firmamento. Tengo miedo, Tell. Presiento que algo terrible sucederá a mis versos. Quién sabe qué cárcel o qué porvenir les espera”.
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Septiembre 20
“Hoy estoy tan solo como aquel álamo erguido en lo profundo de la noche. Esto no te ha de extrañar, seguramente, ya que es una constante mía. No comprendo por qué los hombres van a la guerra, cuando vanas son las esperanzas de volver. ¿Tu sabes, amor, qué significa esto? Tal vez hoy me siento así: Y como todo buen soldado me levanto todos los días, sabiendo que al final de la batalla volveré destrozado, sin encontrar siquiera tu consuelo, ese constante enigma que me ayuda a vivir. Es triste, es triste, Tell, estos momentos en los que en realidad me siento solo”.
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Septiembre 23
Tell, leves presencias inundan mis espacios, respiran el mismo aire que yo, recorren los pasillos. ¿Serán seres que se debaten en celo en las macabras sombras? Oigo su alarido en los balcones, y su respiración acorralada vagar inquieta sobre los tapetes. Parece que se amaran o se desamaran nuevamente. ¿Serán los deseos de algo que no existió? Padecen, sus cuerpos se deshacen al día, pero siguen allí expectantes de mis movimientos. Yo los siento, los vigilo de cerca, sus formas fugitivas no logran comprender mi desazón. Tell, siento lástima de ellos, de mis fantasmas amarrados a ese pasado que los golpea siempre. Tell, son los remordimientos, pero recuerda que nuestros sufrimientos jamás lograrán vaciar sus nidos en nuestros corazones.
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Marzo 1
Tell, a veces pienso que le miento a todos los que quiero. No sé si realmente estoy alegre, o simplemente es la ansiedad una tristeza reprimida. Me reconocen en la calle, vociferan mi nombre. Por donde yo camino, manos se abrazan a las mías (no encuentro sitio dónde estar solo). Aman mi ser, y yo allí solo, despoblado de besos, continúo desnudo en la penumbra: mudo, ciego, mirándome a los ojos sin poder reconocer siquiera al frente mío, ese hombre que está tras el espejo.
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Diciembre 31
Hoy el sol brilla como de costumbre. Nada ha faltado en la soleada vida de mi mundo. El perchero vacío conserva todavía intacto el abrigo de piel, el paraguas granate y aquel bello pocillo en el que bebíamos siempre un tinto antes de acostarnos. Las rosas y el clavel buscan en mis manos la suavidad de ella; la tina del baño calienta igual que siempre. Todo lo que rodea ha permanecido indiferente ante su ausencia. Ahora sólo me resta seguir mi infatigable camino de hombre taciturno, esperando que el viento no cubra con polvo mi sagrado lugar.
Amigo mío: hemos perdido y ganado las mejores batallas. Hemos sido erigidos como héroes del tiempo, sin causas ni títulos. Y es como si Tell sólo hubiese existido en mi imaginación. Porque “lo perfecto no dura” y Tell se había convertido para mí, para muchos de nosotros, en ese fantasma, en esa opción humana, en esa única posibilidad de vida. Tell ahora no está.
Sólo va envejeciendo conmigo este manuscrito de cartas nunca enviadas, esta recopilación de datos ficticios donde el existir se confunde con lo real-fantástico del mundo.
Transitamos sin tener conocimiento alguno en qué instante del filme o de la obra dramática caerá el telón inesperadamente. Llegarán otros años cargados de días, horas y segundos.
Llegarán la primavera y la nostalgia. Llegarán la tristeza y la alegría. Todo llegará y pasará fugazmente como un rayo de sol por el ojo de una aguja oxidada. Pero, Tell jamás pasará de mí.
Siempre habrá de albergar mi sagrado recinto. Jamás se podrá desvanecer de mi memoria, porque sólo las cosas dulces y bellas de la vida conservo sin reparo de mi agobiado corazón de humanidad.
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NOTA BENE: Esta presencia de Juan Guillermo Rúa había sido publicada el sábado 13 de noviembre de 2010. Después de una batalla legal hemos recuperado todos los archivos del neonadaísmo (2007-2010) que iremos publicando. V.B,
Publicado por victorbustamante en 17:42
3 comentarios:
aNTONIO dijo...
...TAMBIEN POSEEMOS UN FUEGO, ANTE LA MUERTE.
ME TOCA ESTA PRESENCIA, Y TOCA A LOS HABITANTES DE LA POESIA : LOS POETAS.
14 de noviembre de 2010 05:07
Ovidio Rúa Figueroa dijo...
Gracias Víctor.
Informativo del Andén de los Sueños.
Víctor:
Muchas gracias por la publicación de los textos de Juan Guillermo; de mi parte me siento responsable de no divulgar - como lo amerita la calidad de sus escritos- el trabajo de Juangui. Por fortuna todavía queda tiempo para hacerlo.
Te estoy enviando -por si no te llega- el informativo semanal del Andén de los Sueños, de Chile.
Un abrazo,
Ovidio Rúa Figueroa
14 de noviembre de 2010 15:39
Caliche dijo...
Presencia sentida y valiente la de Juan Guillermo.
Gracias Victor por compartirnos.
14 de noviembre de 2010 16:08
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13 comentarios:
Gracias Victor siempre olvidamos a los guerreros como Juna Guillermo.
Hombre, Victor muy bien que no dejes olvidar a quienes han sido parte de la ciudad.
Vlioso documento, valiosa presencia para que no pensemos que el teatro y la poesia apenas comenzo la semana pasada
Estos son los intelctuales que alen la pena en la ciduad de las mentiras.
rúa era un ímpetu de ventarrón
la obra de rúa se hizo en la rúa
alegre
con él hacíamos la revolución
en las calles
contagiando alegría creación poética y canto popular
en sintonía con la ola revolucha
de los setentas
en sintonía con el canto americano
y americanista en su dimensión histórica mítica y poítica
es el tiempo en que john sosa declamaba a césar vallejo
a neruda a benedetti
con chucho pasos
todos activos en las peñas folclóricas con la música
andina los charangos eran
una revelación bajo el cielo medellinita y joda con lo uno
y con lo otro
porque amabamos tanto la revolución
que de tanto amor se nos fue la paloma y quedamos en el vacío
de una posmodernidad chueca
llena de vampiritos
como la nestlé
o el grupo prisa
o general motors
o rcn y caracol
rúa era un soñador
bello soñador
como todos nosotros
como todos los
tonticos que somos
los mismos bobitos
arrurrurrú arrurrurrú
somos los babosos
engendros del FMI
la CIA el DAS
mamá papá opus dei
domine chato mundi
¿dónde están los verdaderos incendiarios del espíritu
los cómplices suicidas
que se hacen matar
por el gran sueño de todo el paraíso
y no un pedazo de pan?
necesito una legión
de libertarios
en las ásperas riberas
del infierno
con los que pueda conversar
unas cuantas palabras
de conspiración
de subversión
para proteger la vida
el amor
siempre
Carlos Altamirano (2008) señala al intelectual como Juan Guillermo Rua, como una
“Figura característica de la modernidad” que se halla “conectado al mismo tiempo, por intermedio de una tradición y de una genealogía, con quienes en las sociedades premodernas encarnaban el poder cultural o desafiaban la definición oficial de la realidad en nombre de una verdad más profunda. Sacerdotes y profetas son antepasados más o menos lejanos del intelectual”.
yA LE DIO A vICTOR POR HABLAR DE SUS AMIGOS MUERTOS. dEBE DE ESTAR SUMIDO EN LA LLORADERA MAS TENBAZ
Que pesar de Sosita recitando a Benedetiy a Neruda con raozn nunca esrivio nada que valga la pena
Ya comezanron las clases en el taller de Raul Henao. Le recomendamos a Victor que asista a ellos para que aprenda a escribir buena poesia.
Época tan chimba en que no salíamos de comer en los sindicatos en huelga bajo las carpas y John Sosa animando las bases y con esa mezcla del Indio Romulo, ese man del taita. Y Sosa llore y llore con Benedetti. Neruda, Eduardo Galeano. Después se volvió surrealista por influencias del maestro Raúl Henao y pare de contar. No sabe que es el surrealismo, piensa que es mezclar sancocho con arepa y morcilla.
Nunca ha sido autentico. En cambio Juan Guillermo Rua, dejó atrás a todos estos loquillos.
Ji ji ji ji ji
Juangui:
el gran poeta del tiempo
no te conocí en carne, pero si en esencia...
tu obra sigue viva!!!!!!
..La justicia nunca llega ni medio siglo después
..¿Juan Guillermo Rua estaba destinado a ser un rompedor pero murió a temprana edad.
..............
Its not my first time to visit thiѕ ωeb site, i аm visіting this sіte dailly and obtаin nice dаtа from heгe everyday.
Feеl fгee to visit my blog post: newps.dyndns.org
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