domingo, 17 de octubre de 2021

DE REGRESO A GEORG TRAKL / Raúl Mejía

 


DE REGRESO A GEORG TRAKL

Raúl Mejía 

1

Hace treinta años le escribí una carta a ex compañero de universidad. Entre párrafos, mencionaba el deseo de aprender alemán y con ello leer en su idioma al poeta Georg Trakl. Bien, al igual que con tantas cosas, empresas y anhelos, el asunto no pasó de trivialidad emotiva. A lo largo de tres décadas, eventos variopintos les han ocurrido al emisor y receptor de aquella epístola.

Tal frustración se ha visto medianamente compensada con el acceso a lo que Internet ha ido acumulando en lo referente al autor austríaco; es más, si no velasen de por medio avaricias e inexplicables morriñas, debería tener desde hace lustros versión de su obra completa, amén de miradas hacia su poética, desde el ensayo de Hugo Mujica, hasta reciente novela que reconstruye aquel capítulo visceral del incesto entre hermanos. ¡Pereza devastadora!

Recuerdo haber tenido el trabajo que realizó Martin Heidegger, el mismo que suele citarse recurrentemente, no sin críticas con respecto a sesgos, en especial al complejo misticismo cristiano del vate suicida. Basta anotar su nombre y “Google” provee páginas en castellano, inglés, alemán … Hay de dónde escoger en cuanto a traducciones: van desde un caballero que comete el atentado de presentarnos poemas rimados, asunto muy ridículo, pese a que en el original sí se presenten rimas. De hecho, lo sabemos, traducir es supremamente arduo, pero forzar versiones entre idiomas tan diferentes entre sí como el español y el germano, no pasa de burda maniobra acomodaticia. Se hallan cinco, seis versiones de su obra, por supuesto similares; empero, algunas se estancan al hacerlas tipo diccionario, literales, secas.

 

2

En estos años … Sé, al menos, de un autor peruano que visitó la casa paterna de Trakl, ahora museo. Sensible descripción de una vivencia que ha de ser poderosa para quienes festejamos poemas del autor de “Grodek”. También que Celan joven visitó aquel lugar  o, mínimo, inmediaciones. Especulo que un enamorado Mujica ha debido ir allí, quizás en más de una ocasión. Ya mencioné reciente novela, cuyo título (si mal no estoy) es “HIERE NEGRA ESPINA”, en alusión a intenso verso de Trakl hacia Gretl; podría añadirse acotación sobre película europea de hace pocos años: “TABÚ”. ¡Ha ido en aumento lo concerniente al iluminado, nostálgico de bosques! Debería ser más específico con estos datos, anexar citas o puntualizar detalles. A ver, ocioso en extremo, reacciono de manera cínica pues, no quiero avalar perezas ajenas. Ahí, allí en Internet se encuentran extensiones a lo expresado. Diversos portales españoles, chilenos y mexicanos han hecho magníficos aportes en cuanto a exégesis de la complejidad “Trakliana”. Cada voz que se aproxime a él enriquece ópticas, añade asombros y colabora con el descubrimiento de un ser totalizado por la poesía.

Ya lo he dicho incontables veces: uno de los lugares que me encantaría conocer (antes o después de …) sería esa casa museo. Permanecer, sondear cuanto intersticio fuese habilitado al emocionado turista. Ignoro sí lo logre, es fortuito el tiempo y es probable que se me prohíba. Por ahora, fotos, datos biográficos y sus poemas prevalecen como acicates de un fervor que raya en el fanatismo. Trakl escribió versos poderosamente inquietantes, sobrehumanos. No el primero, no el último ni el único de los grandes Poetas; sin embargo, el dramatismo de su vida le concede, vale, macabro privilegio.

 

 3


Georg Trakl - Canción del solitario

 

A Karl Borromaus Heinrich

 

“Pleno de armonías es el vuelo de las aves. Los verdes bosques.

se han reunido al atardecer en cabañas silenciosas;

las praderas cristalinas del ciervo.

Lo oscuro atenúa el murmullo del arroyo, las húmedas sombras

y las flores del estío, que suenan bellas al viento.

Ya anochece sobre la frente del hombre pensativo.

Y alumbra una lamparilla, lo bueno, en su corazón,

y la paz de la cena; porque benditos son pan y vino

por las manos de Dios, y te contempla desde ojos nocturnos

silencioso el hermano, que pueda descansar del peregrinaje espinoso.

Oh, vivir en el azul animado de la noche.

Amoroso abraza también el silencio en el cuarto las sombras de los antepasados,

los tormentos purpúreos, queja de una magna estirpe,

que piadosamente se extingue ahora en el nieto solitario.

Porque siempre más resplandeciente despierta de los negros minutos de la locura

el paciente en el umbral de piedra;

y lo abrazan poderosamente la frescura azul y el luminoso fin del otoño,

la casa silenciosa y las leyendas del bosque,

medida y norma y las sendas lunares de los solitarios”.

 

Gesang des Abgeschiedenen

 

Voll Harmonien ist der Flug der Vögel. Es haben die grünen Wälder

Am Abend sich zu stilleren Hütten versammelt;

Die kristallenen Weiden des Rehs.

Dunkles besänftigt das Plätschern des Bachs, die feuchten Schatten

Und die Blumen des Sommers, die schön im Winde läuten.

Schon dämmert die Stirne dem sinnenden Menschen.

Und es leuchtet ein Lämpchen, das Gute, in seinem Herzen

Und der Frieden des Mahls; denn geheiligt ist Brot und Wein

Von Gottes Händen, und es schaut aus nächtigen Augen

Stille dich der Bruder an, daß er ruhe von dorniger Wanderschaft.

O das Wohnen in der beseelten Bläue der Nacht.

Liebend auch umfängt das Schweigen im Zimmer die Schatten der Alten,

Die purpurnen Martern, Klage eines großen Geschlechts,

Das fromm nun hingeht im einsamen Enkel.

Denn strahlender immer erwacht aus schwarzen Minuten des Wahnsinns

Der Duldende an versteinerter Schwelle

Und es umfangt ihn gewaltig die kühle Bläue und die leuchtende Neige des Herbstes,

Das stille Haus und die Sagen des Waldes,

Maß und Gesetz und die mondenen Pfade der Abgeschiedenen.

 

Traducción de: Rodolfo Modern

 

Pudo ser otro poema, varios son los que ejercen fascinación. ¿Por qué este en particular? No se trata de “competir” con la extensa mirada del filósofo alemán: “Del camino al habla”. Observé varias versiones, tal vez exista alguna, digamos, “mejor”, pero es limpia esta traducción y al desconocer el idioma original, hay que apoyarse en lo existente vertido al castellano. NO tengo idea (y NO quiero averiguarlo) si en alemán el adjetivo, tan propio de la sintaxis de Trakl, se ubique antes del sustantivo, como ocurre con el inglés, lenguajes relativamente afines. Supongo que sí, lo cual pudiera crear ambigüedad semántica al traerlo a nuestro idioma: existen sutilezas al ubicarlo antes o después. He percibido excesivo orgullo en traductores primerizos al ofrecer versiones de escritores italianos o portugueses. Obvio que hay trabajo, pero las afinidades con el castellano son muy notorias.

Rememoro modelos de análisis, algunos con énfasis recargadamente gramatical: número de versos, sílabas, ubicación de frases compuestas, tiempos verbales, preeminencia de signos lingüísticos … ¡Absurdo!, pero viable, nunca faltarán secuaces de la filología. También acudo a remembranza según la cual presenté examen en aras de hacerme a un empleo. Gran parte de la prueba giraba alrededor de un poema de León de Greiff: allende truculencias semánticas, entrar a “dilucidar” lo que quiso decir el poeta en tal o cual verso, es poco menos que tonto, salvo que sean tierna fabulilla o poemita de poetiso en orgasmo.

Elementos gravitantes en el citado poema: aves, bosques, cabañas, atardecer, ciervo, sombra, silencio, noche, nieto, solitario, etc. En Trakl son frecuentes estos sustantivos (y otros más), conducen indeclinablemente hacia atmósferas quietas, en tensa calma. Proveen descripciones íntimas, en donde lo sereno y siniestro convergen hacia simbiosis muy particulares. ¿Hombre de campo, nocturno o crepuscular Trakl? De seguro, pero no desde la rutina del labriego, sino desde la sensibilidad del sujeto que identifica belleza y deterioro al interior de paisajes, instantes y lo expresa, sumido en intensas hiperestesias líricas.

Sea cual sea el acercamiento a la obra del nacido en Salzburgo, es “leit motiv” referirse al singular uso de colores. Honestamente desconozco si existe un caso semejante. Obvio es que la utilización del adjetivo suele ser apuesta, por lo general perdida. Maestros como Machado, Borges e incluso García Márquez no lo desdeñan, logrando memorables calificativos. Trakl persiste obsesivamente al incluir colores (casi siempre en función adjetivadora) como el azul, púrpura, plateado, negro, rojo … En “Canción del Solitario” aparece dos veces la palabra “azul”, la primera como sujeto ideal -si se quiere- con el participo pasado del verbo animar. Luego, sin duda haciendo referencia al acervo de serenidad de dicho color, lo añade de manera especial al concepto frescura.

Así como astrólogos y taoristas -farsantes ominosos- creen interpretar símbolos o señales, existe sospechosa dialéctica con respecto a los colores, sean primarios, secundarios. Aquí mismo, en este tórrido-violento territorio colombiano, miles de idiotas (a derecha e izquierda) han hecho “re paros” al significado del amarillo, rojo, azul. Gurús de modas, maquillajes e insulsas parafernalias dictan directrices al maquinarlos entre ropas o tinturas sobre la piel. ¿No fue  Neruda a quien le preguntaron por qué había escrito que a los hospitales los deberían pintar de azul?. No faltan …

El uso sistemático de colores o alusiones a ellos en la obra de Trakl conduce a ardua explicación o, sencillamente, podría inferirse que vivía exultante obsesión o lúdica permanente hacia esos matices. De este texto, en otras instancias (cuando era docente), habría solicitado pocas cosas: ilustración, palabras básicas y mirada analítica (a modo de exploración) ante versos sugerentes. En intrincados mamotretos, escritos o por escribir, en donde prevalecen dinámicas universitarias atiborradas de citas, epígrafes, con respetable pero agraz erudición, tendrían cabida análisis vastos. Propongo este verso: {…} “porque benditos son pan y vino por las manos de Dios” {…} Es alusión inmediata a la última cena, ¿o no? ¿Tendría más resonancia la mirada cristiana o, por qué no, Judía, Musulmana, Budista? Pan, vino, Dios son conceptos universales, ¿se los acredita una sola religión? Es aquí en donde, si no me equivoco, que aquel filósofo se detiene, escribe , especula. Lo harían, con gusto, teólogos enfervorizados y, enmarañados en pastiches escabrosos, psicólogos (sin descartar a truculentos philosophos) agregarían sus mezquinas opiniones. Ah de aquel lejano profesor de licenciatura, quien del poema “Futuro” escribió casi una Biblia, ¿qué tanto se explayaría con este verso? Poco respeto profusas capacidades de “doctores”, pues NO todos queremos ser como Octavio Paz o candidato a magíster.

Este poema es hermoso, no el único en el breve corpus de textos de Trakl. De él destaco:

“lo oscuro atenúa el murmullo del arroyo”

“ya anochece sobre la frente del hombre pensativo”

“amoroso abraza también el silencio en el cuarto las sombras de los antepasados”.

De cada uno  pudieran extenderse cuartillas o hermético silencio. Ha de existir inusual ósmosis que provoque en el Hombre sensaciones de arrobo, complicidad o desborde al leer, escuchar o ver alguna creación intelectual y/o artística. Sinergias entran en acción, complicidades estéticas. El primer verso genera insólito ámbito de sosiego, debido a lo oscuro que, en este caso apuntaría a la noche, suma de penumbras o lo que no vive: extrapolar se vuelve aventura peligrosa. Inquietud: ¿qué tanto habitó o permeó en Trakl para revelarnos tan magnífica sensación cromática y sonora?

En el segundo verso, vaya manera de personalizar el verbo anochecer. Es sublime la imagen que crea, allende la oscuridad que acarrea dicha acción, apuntala hacia un urgido momento de paz, mas no sobre cualquier hombre, sino en el “pensativo”. Esta última palabra, peyorativa o descriptiva del sujeto nada común, ensancha -allí- su significado al extremo. Segunda inquietud: ¿por qué sobre el hombre pensativo? ¡Feroz ironía! El tercer verso culmina -de hecho todo el poema pareciera SIEMPRE concluir al ritmo de densa construcción- en un espacio temporal ideal. Con inquietante lenguaje, al borde de umbrales se llega hasta “las sombras de los antepasados? Tercera inquietud: ¿ nos habla de inevitable convite de fantasmas, concreción de irreductibles nostalgias? Georg finaliza seguro sus textos; empero, provoca inseguridad o insatisfacción en el lector, ya que persiste la idea de que nos quiso decir muchísimo más, que tenuemente apertura puertas en donde frágiles luces, estertores o verdades yacen a la espera de ser vistos o jamás comprendidos.

Taladrante pregunta: ¿cómo demonios un ser tan joven logró adentrarse tan abismalmente en la psiquis, en lo esencial de lo visible e intangible? Algunos, por supuesto, lo hicieron e incluso a más temprana edad -pienso en Rimbaud, Lautréamont-, pero no de tal talante, no con la desgarradura ulcerosa de Trakl. Muchos de los que hemos perpetrado versos, en porcentaje próximo al cien por ciento, entre los veinticinco a veintisiete años, apenas si redactamos retórica de pacotilla, balbuceos manieristas, basura por no decir menos. ¿Escasean los iluminados? Honestamente no sé si sea envidiable el que este poeta haya vivido semejantes experiencias: escasos soportarían horadantes estigmas.

Parco, hostil con respecto a las citas, acérrimo enemigo de egocéntricas demostraciones de cultura, sin importar que sean exigidas desde la academia, no podría pasar por alto la siguiente, tomada de ese otro fantástico poeta Paul Celan:

 “Porque el poema no es intemporal. Plantea, ciertamente, una exigencia de infinito, busca abrirse paso a través del tiempo —a través, no por encima de él.

El poema, dado que efectivamente es una forma de aparición de la lengua, y por tanto de esencia dialógica, puede ser una botella al mar, abandonada a la creencia —no siempre muy esperanzada, por cierto— de que algún día y en alguna parte, pueda ser recogida en una playa, en la playa del corazón tal vez. Los poemas, en este sentido, también están en camino: se dirigen a algo.

¿Hacia qué? Hacia algo abierto, vacante, hacia un tú invocable tal vez, hacia una realidad invocable.”


 

COLOFÓN

 

La física aún no explica fenómenos paranormales o sortilegios cuánticos. En teoría es probable regresar al pasado, ir al futuro. Pero son resoluciones a largo plazo o inalcanzables. De poder o haberse dado, ¿qué le diríamos, ¿cómo actuaríamos con el Trakl vivo, aquel mediocre estudiante, huraño, vicioso? Difícil conjeturarlo. Pocos fueron sus amigos, su actividad “social” estuvo enmarcada desde lo distante, lo anormal si así vale decirlo.

Fernando Charry Lara al escribir sobre Aurelio Arturo y en particular destacando la aparición del precioso poema “MORADA AL SUR”, agrega un detalle personal, bellamente honesto al confesar que, tras leer esos versos, revivió o se reorientó en él amor, apreciación por el fenómeno del poema. Expreso lo mismo, admito extrema admiración por la obra del vate destrozado anímicamente por la primera guerra mundial, pues sus poemas concitan a un esfuerzo extra humano al transitar vericuetos de la poesía.

 

 

 

 

3 comentarios:

Sara dijo...

Muy especial de tu parte este artiuclo maravilloso. Hablas Aleman?. donde te unico?
muy ameno y descubro otro poeta. Trakl..Eres poeta?

Sarra,corrijo dijo...

Corrección. Muy especial de tu parte este artículo maravilloso. Hablas Alemán?. donde te ubico?
Muy amena la lectura y descubro otro poeta. Trakl..Eres poeta?

alberto restrepo dijo...

Hola. No, no hablo alemán: ¡ojalá! Soy muy perezoso. En Facebook como Raúl Mejía (se observa una foto en blanco y negro, de persona al parecer mirando lo que hay detrás de una puerta ubicada en el campo) Y si, pudiera decir que soy poeta, he publicado unos seis libros con poemas que, bueno, conocen mi mami, esposa y quizá la mascota.