lunes, 26 de junio de 2023

Ciegos en el Bosque Dorado / Emma Francesca Mascherini Gómez

 

Emma Francesca Masherini Gómez

Ciegos en el Bosque Dorado

Emma Francesca Mascherini Gómez

 

Me tenía sujeta por el cuello, elevada en el aire por fuera del balcón. Sus ojos profundos de color morado se burlaban de mí y sus palabras sonaron precisas:

—Puedes salvar tu vida, tal y como la tenías, o morir habiendo cumplido un último deseo.

  Entonces, deseé que todos en la humanidad fueran ciegos.

***

Después de pasar 16 años en el gran colegio Threeford, rodeada de amigos geniales y habiendo vivido historias increíbles en un ambiente majestuoso y bello, debía volver a mi hogar. ¡Era el momento! No lo podía creer. Por primera vez pasaría tiempo con mis papás, por primera vez conocería mi en-torno real. Sabía que iba a extrañar a mis compañeros, pero así funcionaba: el día de la graduación, todos volvíamos a nuestras casas, a la división del bosque en la que estaba nuestra propia gente.

***

Me subí al tren y mil mariposas volaron por mi estómago. Sabía que al llegar tendría que encontrar mi lugar en una sociedad a la que aún no conocía. No quería sentirme abrumada, sino feliz. Sin embargo, las emociones tienen el vicio de mezclarse inclementes en el corazón, y yo tenía un poquito de todas.

Respiré profundo y disfruté del viaje. Vale aclarar que habría sido imposible no disfrutarlo. Atravesamos el bosque y parecía que los árboles gigantes nos abrían camino haciéndonos una venia. Era increíble el escenario. Había tantas flores, que el viento movía por el espacio los pétalos coloridos que ya habían caído, y el sol los atravesaba dándoles un tono brillante.

Cuando al fin llegamos a mi división, mis ojos se encharcaron en lágrimas. Sentí por un segundo que el mundo estero estaba a mis pies.

Era un lugar hermoso y acogedor. Todo parecía sacado de un cuento y la tranquilidad reinaba en el ambiente.

Algunas personas iban y venían por los pavimentados caminos y, cuando las encontraba de frente, todas sonreían, pero ninguna hablaba.

—¿Qué es lo que traen en el cuello? —le pregunté al guía encargado de llevarme hasta la puerta de mi casa.

—¿Te refieres al collar brillante? Es la piedra con la que se identifican como personas que prefieren permanecer en silencio.

—¿Pueden hablar y…?

—Correcto. No les gusta. Mira, esa de allá en la esquina, la de la puerta roja, es tu residencia.

***

Cuando entré a la sala los vi. Mi mamá con su cabello negro y ojos cafés, tan hondos que parecía atravesarme, y mi papá, rubio y fuerte, muy al estilo de un leñador irlandés.

Sin hablarme, me saludaron con un abrazo, me mostraron mi habitación y me entregaron un libro que explicaba cuáles serían mis tareas diarias. Al hojearlo rápidamente vi actividades como sembrar en el jardín, limpiar la azotea y pensar, al menos durante una hora al día, qué labor querría seguir más adelante.

***

Cuatro estaciones pasaron y aprendí a amar a mis papás. Hacía mis deberes en el día y me divertía junto a ellos en la noche. Me sentía completa y útil, sin embargo, no había escuchado sus voces más de seis veces en todo este tiempo. Era raro y, aun así, logré disfrutar de todo corazón la profundidad del silencio y, con este, el conocimiento de mi propia alma tomó rumbo.

De todos modos, la verdad es que extrañaba aquellas charlas eternas con mis compañeros del colegio, esas canciones intensas cantadas desde el alma en alguna fiesta y, sobre todo, el hecho de poder cantarlas sin que los demás me miraran como si estuviera cometiendo un error.

Definitivamente esto era mucho para mí. Por más que intentaba, no lograba ver mi vida en un lugar en el que jamás podría sentirme cómoda comunicándome. Era hora de buscar un camino que sí me hiciera feliz. Así que, en una fría mañana, empaqué mis cosas en una pequeña maleta rosada de cuero y salí por la puerta trasera de la casa caminó al bosque.

***

Mientras caminaba, prácticamente sin rumbo, no podía evitar preguntarme por qué nadie salía de las divisiones simplemente a disfrutar de este paisaje grandioso que le pertenecía al Bosque Dorado.

Justo cuando iba a oscurecer, me topé de frente con un caballito de madera del tamaño de una casa. Una de las cosas más increíbles que habría podido imaginar, sin duda.

Como si tuviera cinco años, lancé mi maleta y corrí a su lomo. Por supuesto, no pude impulsarlo, pero por un instante cerré los ojos y me imaginé cabalgando a cielo abierto.

Bajé de un salto y, al entrar en esta división, me encontré con numerosos juguetes más, cada uno más increíble que el anterior. Había muchas personas que jugaban y se reían, pero no fue sino hasta que me quité el collar que representaba el silencio que me respondieron. Apenas lo hice, me explicaron que pensaban que no pertenecía a su espacio y que por eso no se habían dirigido a mí. Me regalaron entonces un gran sombrero colorido que los identificaba y, desde ese momento, no paramos de jugar y probar comidas divertidas, sin reglas ni verduras, por mucho, mucho tiempo.

Lo disfruté, es verdad, pero en una noche estrellada pensé en el amor, en ese amor romántico que soñaba cuando leía mis libros clásicos, en esos días de colegio. La verdad era que siempre había deseado enamorarme, y en esta división en la que todos habían decidido no tomarse nada en serio, ni avanzar en sus vidas, no iba a ser posible. De modo que, al día siguiente, empaqué mis cosas y me fui.

***

Después de caminar horas por mi amado bosque, encontré una gran escalera, de esas que dan miedo de transitar por su nivel de elevación y poca estabilidad.

Al llegar arriba, vi que toda la división estaba construida sobre las copas de los árboles. Como ya me estaba acostumbrado a las prácticas de los adultos, me quité el sombrero perteneciente a la división anterior y entonces, de inmediato una chica muy amable se acercó a mí y puso sobre mis hombros unas alas doradas que ató con un listón plateado. En cuanto me acomodé con ellas y logré parar de admirarlas, pues eran lindísimas, me invitaron a recorrer sus instalaciones, todas elevadas en el aire.

Compartí con ellos un buen tiempo. Amaba especialmente que, desde lo alto, lograba ver el resto de las divisiones y podía imaginar a mis papás en nuestra casa y a mis antiguos profesores en el colegio. También teníamos fiestas muy interesantes. Pero yo no era un ángel, ni tampoco un hada, y extrañaba poner mis pies en la tierra. Deseaba tocar el césped con mis dedos y nadar libre en los lagos. De modo que, una tarde de intenso viento, decidí marcharme y seguir buscando mi futuro.

***

Al bajar, corrí hasta la fuente de agua más cercana y nadé por horas. Gocé del bosque y, entre diversión y espacios casi alucinantes de los agraciados, encontré la siguiente división.

Entré despacio, preguntándome qué encontraría y entonces noté algo muy particular: en un espacio equilibrado y elegante, como una villa antigua, había muchísimas personas que lucían como algunos de mis compañeros de la institución: tenían todos tres piernas.

Ya con mis alas retiradas, esperé alguna invitación a seguir o alguna bienvenida, pero nadie vino. Todos se veían ocupados divirtiéndonos con juegos de agilidad y corriendo de aquí para allá en actividades que parecían importantes.

Esperé y esperé, pero nadie me habló, así que decidí preguntarle a un chico alto de cabello largo si podía o no pasar.

—Si crees que luces más guapa porque solo tienes dos piernas, ten presente que a nosotros no nos sobra nada, a ti te falta —Y sin siquiera sonrojarse me señaló el camino de vuelta al bosque.

***

Gracias a la sensación de frustración que experimenté por semejante acto de grosería, atravesé el camino sin mirarlo y llegué a la próxima división.

Al verla, mis ojos se transportaron a algo que daba idea al palacio de los reyes. Era un lugar fantástico, lleno de los objetos más impresionantes y llamativos.

De pronto, una chica muy dulce, que llevaba un largo vestido amarillo, me entregó una varita mágica y me hizo pasar.

Con un cierto orgullo, que venía del pequeño triunfo de no haber sido rechazada en esta oportunidad, entré.

Era un lugar soñado, lleno de personas amables. Me explica-ron cómo usar la varita para hacer aparecer objetos valiosos y, justo cuando todos me rodeaban expectantes, esperando que realizara mi primer acto de magia, el mundo de las mara-villas se terminó, pues no logré realizar ni el más mínimo prodigio.

La noche caía y, en un acto de bondad, me permitieron habitar la última casita de la villa. Desde ese segundo perdieron cualquier interés de relacionarse conmigo.

***



Pasé muchos días encerrada en ese lugar. Me sentía triste por no lograr pertenecer a ninguna división.

Era una cálida mañana, así que decidí salir al lago que quedaba cerca de mi nuevo hogar. Me senté en el suelo y no pude evitarlo, las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro. Llena de impotencia, saqué el collar del silencio que guardaba en mi bolsillo y lo lancé con fuerza, deseando que se destruyera. “Desearía no tener que elegir entre las divisiones y así no sentirme como una extraña en cada mundo que las compone”, dije con rabia en voz alta, mirando hacia el suelo para soltar todo mi llanto y, apenas subí la cabeza, tuve un profundo susto que casi me hace ir de espaldas. Frente a mí, como si hubiera salido de la nada, estaba un anciano de cabello blanco y ojos azules, quien de inmediato hizo aparecer una silla y cómodamente se sentó.

—También es mi deseo —afirmó mientras yo todavía lo miraba con asombro—. He desperdiciado esta magia por años, usándola en vanas riquezas, cuando en realidad solo quisiera haberla compartido con mi hija —continuó y su mirada se perdió por un segundo.

Sus palabras me conmovieron, pues podía honestamente leerse el dolor en su voz. Yo lo entendía. También me sentía lejos de mis raíces.

 —¿Qué ocurrió con su hija? —me animé a preguntar.

—Mi Bianca… Dijo un día que ella prefería el silencio y jamás quiso volver a hablarme. Yo solo quería construir un mejor mundo para ella, ¿sabes?

—Cuánto lo siento —atiné a decir, retirando el cabello de mi cara. Entonces vi una chispa en su mirada y de inmediato él comenzó a hablar.

—Ya no me quedan fuerzas, pero si pudiera, iría a ver a la malvada bruja del este y la haría cambiar el rumbo de este bosque. Me pesa el haber sido tan cobarde y no hacerlo cuando era fuerte y joven.

Una lágrima rodó por sus mejillas.

***

Esa noche no dormí nada. La voz del anciano retumbaba en mi mente. Mi espíritu cansado quería rendirse, pero mi alma fuerte sabía qué hacer.

Salí con el sol rumbo al castillo de la bruja. Lo encontré con facilidad, pues era enorme y su abundante mármol grisáceo parecía ciertamente un lugar encantado, no precisamente por las hadas buenas.

En la entrada pedí verla, pero los guardias se burlaron de mí. Entonces yo me burlé de ellos y, usando las lecciones de es-calar que había aprendido en la división de los árboles, me trepé por el balcón de la parte de atrás, justamente el que daba a la habitación de la bruja despiadada. Al moverme un poco hacia adentro, la descubrí sentada mirando atenta un gran espejo. En este se reflejaban todas las divisiones del bosque y del cielo que cubría a cada una de ellas se escapaba un humo turbio que se juntaba en medio del bosque y finalmente aterrizaba en un salón enorme, en el que era puesto en pequeños frascos.

Pocos minutos después de observar todo aquello, una doncella del servicio entró y le dio a la bruja una copa llena de aquel humo. Sin pensarlo, la malvada mujer sonrió con ironía y la ingirió. Al hacerlo, casi al instante, una de las canas que escondía su cabello negro desapareció convirtiéndose en un hi-lo de tono azabache brillante.

***

Una profunda ira me invadió. Entendí que una gran fuerza del mal estaba dominando a las divisiones a las que tanto había querido pertenecer y me sentí terriblemente engañada.

No sé cómo fui tan valiente, pero, pensando en mí y en cada una de las personas que habitaban en el Bosque Dorado, tomé impulso y enfurecida corrí hacia la bruja, intentando empujarla hacia el balcón para causar su caída.

Por supuesto, no logré moverla ni un centímetro y solo provoqué una fría carcajada.

—¿Cuál es tu problema, ilusa niña? —me dijo despacio.

—Usted se alimenta del humo de las divisiones —grité casi a modo de desahogo.

—Oh. Debes saber que yo no creé las divisiones. Vete a casa, mientras todavía puedas.

—No las creaste, pero las usas. Te beneficias cruelmente de la oscuridad que generan —le dije apuntándola con mi dedo, casi olvidando sus poderes.

—¡Pero claro, idiota! Me mantienen viva. Agradezco cada acto de individualismo de la humanidad y, solo por eso, óyeme bien, solo por eso, les permito vivir.

Quise vomitar ante su indiferencia. Me negaba a creer tanta maldad.

— ¿Acaso no ves que, al estar separados, se pierden de lo mejor de los demás?’ —dije ya sin mirarla, perdida en la emoción triste de la realidad que acababa de conocer.

 —Pues eso es problema de ellos, no mío —soltó indiferente.

—¿Pero acaso no ves que tienes el poder de cambiarlo? —

escupí atacada de rabia.

Su risa llenó todo el cuarto y el eco lastimó mis oídos.

—Y me habría muerto hace muchos años de haberlo hecho. Yo no los obligo, pero ¡cuánto disfruto de su ignorancia selectiva!

—afirmó en tono burlón.

Una gran punzada de dolor tocó mi pecho. Entendí que nunca las cosas volverían a ser como eran cuando estaba en el colegio Threeford, en donde todos disfrutábamos juntos de la v-da, sin importar nada más. Me dolió el corazón. Sin pensarlo, y rogando por un milagro que permitiera que todo cambiara, agarré un candelabro que estaba a mi izquierda, y corrí contra la bruja, intentando golpear su cabeza. Ella, en medio de una tercera carcajada, me haló frente a ella con su magia y me elevó por el aire tomándome por el cuello.

—A mí me rechazaron por ser diferente y ahora vivo de eso. No seas tan ingenua de creer que haría algo por ellos. Siento compasión de tu ilusión porque algún día quise lo mismo, sin embargo, no puedo dejarte vivir, pues intentaste matarme, dos veces —me explicó mientras me tenía colgada.

Solo podía ver el rojo de sus labios. Mi dolor me mantenía viva.

—De todos modos, si lo hiciera, seguirías siendo solo un alma en pena, pues es una realidad: jamás encajarías en ninguna parte.

Cuando alcancé a pensar que iba a soltarme, continuó:

—Puedes salvar tu vida, tal y como la tenías, o morir habiendo cumplido un último deseo.

Una lágrima calló por mi mejilla. Recordé a mis papás, a mis amigos, y me dolió profundamente entender que, si elegía morir ganando un último deseo, jamás volvería a verlos. Sin embargo, al segundo me torturó la idea de la vida que me esperaría si me quedaba en un reino en el que no existía la posibilidad de amar verdaderamente.

Respiré profundo y grité:

—Deseo devolver el tiempo y que todas las personas nazcan ciegas.

Un humo oscuro inundó el espacio y todo desapareció.

***

Tenía cinco años y estaba sentada en un divertido columpio. Un niño alegre, que tenía tres piernas, me empujaba. A nuestro lado, una niña de risos rojos leía en silencio y, de cuando en cuando nos miraba sonriente. Al frente, sobre un gran árbol, estaba un niño lanzando manzanas que, desde abajo, recibían dos gemelos para luego llenarlas del chocolate derretido que tenían en una olla.

Reí feliz al reconocer este entorno y entonces, le pregunté a una hermosa hada de piel brillante que se acercó a mi columpio:

—¿Cómo somos tan afortunados de pertenecer a este bosque?

—Ah, pero no siempre fue así, Allí. Antes nos perdíamos de la hermosa fantasía de disfrutar de este reino juntos, pues nuestras almas estaban ciegas. Una valiente jovencita dio su vida para que esto cambiara. Ella creía que, al perder los ojos, los humanos no podrían ver las diferencias externas que poseían. Sin embargo, su acto de amor reversó el hechizo de la bruja que la amenazaba y su deseo no borró la vista de ningún habitante del bosque. Eliminó, en cambio, la ceguera del alma que cada uno poseía. Esa ceguera que les impedía disfrutar de lo opuesto y no les dejaba ver la esencia de los otros. Al ocurrir esto, nadie volvió a ver con desdén las diferencias. Al contrario, comenzaron a aprovecharlas como características únicas.

 Así se creó este maravilloso reino del bosque, en donde tenemos equilibrio, diversión, alturas panorámicas y claro, magia Cada parte suma algo nuevo y así bailamos todos juntos.

Cuando terminó de hablar, vi a mis jóvenes papás aparecer tras el jardín. Corrí hacia ellos y juntos caminamos hacia el teatro de la plaza.





SOBRE LA DELINCUENCIA POLÍTICA / Darío Ruiz Gómez

 SOBRE  LA DELINCUENCIA POLÍTICA

Darío Ruiz Gómez

En la Ley Orgánica de los Partidos Políticos de España, artículo 93,  se recuerda clara y explícitamente  que no deben :”Incluir regularmente en sus órganos directivos o en sus listas electorales  a condenados por delito de terrorismo que no hayan rechazado públicamente las formas y los medios terroristas” En Colombia por el contrario y  desde  el supuesto  Acuerdo de Paz y ahora con Petro bajo la  llamada   Paz total lo que ha quedado  en claro es que   quienes  heroicamente  tratan de ejercer su condición de ciudadanos(as)  en  un Estado que  implícitamente tiene el deber  de brindarles  seguridad; hoy,  en las regiones mantenidas bajo el dominio de bandas de criminales  a la ciudadanía étnica, al colono pobre, se los  continúa sometiendo a nuevas formas de esclavitud, confinándolos  y carnetizándolos, es decir desconociendo sus  Derechos Humanos y lo más ofensivo frente a estas comunidades desvalidas, que la condición de ser terroristas  sea exaltada como una premisa  casi que necesaria para ser reconocidos como una nueva casta política  creando  la pantomima de “nuevos Partidos” como los Comunes conformada por reconocidos delincuentes que en ningún momento han rechazado el terrorismo. O lo más  abominable  convirtiendo  de inmediato a los más depravados  delincuentes  en  “Gestores de Paz” para prolongar indefinidamente su condena. Y para que el concepto de Crimen Político entre en una ambigüedad jurídica con la suspensión de la ley. Es por eso que destacados  pensadores actuales estén haciendo decisivas consideraciones sobre el significado de los Partidos Políticos ante la importancia que ha alcanzado la reacción autónoma de la ciudadanía ante estas groseras tergiversaciones de la Ley y ante el desusado  terrorismo que impunemente  continúa imperando  sin que los dirigentes de estos Partidos se pronuncien al respecto y nuestra Justicia guarde silencio.  Recientemente  una  dirigente liberal ofensivamente  exigía seguridad  al Gobierno  para que los  candidatos(as) pudieran moverse  por las distintas regiones en sus campañas  de proselitismo,  olvidando  que  lo primero que se debe  exigir al Gobierno  es la liberación inmediata de los territorios sometidos por  el terrorismo.

El crítico Juan Mendoza en Revista Eñe Clarín a propósito de lo que estos Partidos fantasmas representan como obstáculo para la Paz y el derecho de la ciudadanía a vivir sin temor recuerda. “El objetivo de los Partidos no es la consumación de ningún programa, la promulgación de ninguna ley. El objetivo del Partido es el Partido. El objetivo del movimiento es la instalación de la élite de la Organización en los máximos estamentos del Estado” Habría pues que comenzar por democratizar  los Partidos desde su misma base, airearlos éticamente  impidiendo que la corrupción o sea la delincuencia se termine imponiendo como una costumbre aceptada. El obstáculo para la Paz en Colombia son estas organizaciones dominadas por Caciques y clientelistas y no por dirigentes que crean Democracia. Cuando veo a César Gaviria, el clásico pide puestos,  demudado, con su voz cascada, cambiando de opinión respecto a Petro cada media hora me invade  un inevitable sentimiento de indignación teniendo en cuenta lo que el Liberalismo  colombiano – no dejaré de repetirlo- ha representado a través de nuestra historia en su lucha por la libertad y la justicia social, por una opinión pública libre de coacciones  ante  lo que este pintoresco personaje representa hoy  al igual que  estas parodias  de Partidos políticos  que se crean no para defender  un Estado de Derecho  sino como una maquinaria  electoral con sus fieras peleas intestinas de personajillos y personajillas. Porque  tal  como lo vemos hoy quien está  fundamentando la verdadera protesta ante la tiranía es la misma ciudadanía ante el fracaso o la traición  de estos líderes de papel.

LA CRISIS DEL POPULISMO / Darío Ruiz Gómez

 LA CRISIS DEL POPULISMO

Darío Ruiz Gómez

La presencia del Presidente Petro en las marchas de apoyo a sus políticas  convocada por algunas Centrales Obreras, por Fecode, por el Sena ha supuesto el presunto  regreso a las calles de una política  presidencial  enfocada a la recuperación de “las grandes masas del pueblo”  y que por su más que manipulada concurrencia   y la torpeza total en el manejo de la imagen y de la escenificación de los actos  me deprimió porque yo siempre espero que lo peor no sea tan peor. En Latinoamérica Castro tuvo asesores de imagen de extraordinario conocimiento en el manejo de la imagen del líder y de los logos propios de un Régimen que “cambiaría Todo a favor del pueblo”. Notables artistas gráficos, escenógrafos  del espacio público  le dieron significado visual a los nuevos espacios de encuentro para dar paso –como lo hizo Hitler- a un nuevo concepto del desfile político ya no la marcha espontánea sino la presencia de escuadrones donde campesinos y obreros, estudiantes, activistas  eran uniformados para ser sometidos al llamado de la revolución lográndose el objetivo de convertir al pueblo en una  masa sumisa. ¿Cómo en una democracia donde se educa para la libertad individual que nos da el conocimiento se permite la aberración de que el Sena ponga a marchar a profesores y alumnos, empleados amenazándolos de despido de no asistir a la convocatoria del Presidente Petro? Lo de Fecode es hacer ya explícito que maestros y maestras de todo el país sometidos a su dictadura marcharán de ahora en adelante y abiertamente en defensa de los dogmas de “salvación nacional”, esto sí, el Fascismo en marcha.  Pero ante esta casi ingenuo planteamiento  de marcha popular lo que llama la atención es por parte del Presidente su insistencia en una retórica populista desfasada ya que conceptos como pueblo o masa, como reconquistar las calles es algo que la realidad, lo repito,  se ha encargado de desacreditar  en el ejercicio público de la política de gobierno. El sonido falló una y otra vez y el trabajo de las cámaras no existió dando al evento un aire de lastimoso anacronismo con una tarima ocupada por personajes de guiñol pueblerino,  un Ministro de Salud de bata blanca. Y hay un elemento que en el orador populista es fundamental y del cual palpablemente carece  Petro,  el carisma del verdadero  líder  ya que  en una sociedad democrática dominada por la imagen visual, por el dominio de lo digital, la presencia de los Mesías  esperados por sus pueblos oprimidos para ser rescatados de la ignominia de la esclavitud  naturalmente  ya no se pueden dar  y la racionalidad de la democracia exige un nuevo tipo de liderazgo, otro discurso tal como lo he venido repitiendo. ¿Dónde están, vuelvo a repetir, sus asesores?

¿No fue esta torpeza  la que llevó a Castillo a creer que  aún era  un Mesías llegado de las alturas del Machu Pichu  y a intentar dar un golpe de Estado ante las cámaras de t.v.? ¿Qué representa hoy Evo Morales un  vulgar terrorista en medio de la honda crisis social que lleva a que sus “masas populares” se le enfrenten hoy? Como lo señalé desde un principio la crisis desatada por las grabaciones de Benedetti ponen de presente lo que detrás de telones se esconde bajo los desalmados juegos de personajillos  ambiciosos. Sofismas de distracción frente a un país abandonado a la inseguridad, al atropello de los grupos al margen de la ley y cuyo objetivo es el de no permitir que se hagan unas elecciones libres.

DESFILE DE MÁSCARAS / Darío Ruiz Gómez

 DESFILE DE MÁSCARAS

Darío Ruiz Gómez

Cuando con el  descuartizamiento de los cuatro niños indígenas por parte de las Disidencias de  las FARC  nuestra sociedad decente  descubrió espantada  que estos Comandos  sádicamente  se han venido ejercitando en su afición  preferida  y la cifra alcanzada de víctimas  bastaría para que la Corte Penal Internacional, ante la incapacidad de nuestra llamada Justicia para hacerlo, los condene  severamente.  Llama  en este caso la atención,  la  sorpresiva  protesta de algunos Arzobispos,  de algunos oportunistas congresistas, de algún despistado académico y por supuesto de ese periodismo que no dice nada como si apenas  se hubieran enterado  de estas  fechorías. El Twiter del Presidente anunciando el final del acuerdo de Cese al Fuego con estas Disidencias  camufladas  en las selvas  de donde desplazaron a la familia de los cuatro niños que hoy  se buscan centímetro a centímetro,  está redactado con el gago lenguaje de un twiter y no con el compromiso moral de la voz de quien representa a todo el pueblo colombiano  en su anhelo de Paz.  Hace unos meses en un enfrentamiento entre el Frente Carolina Ramírez con sus socios los llamados  Comandos de la Frontera conformado por antiguos paramilitares estos últimos mataron a 18 mercenarios del Carolina Ramírez y el espectáculo de horror que vimos cuando esos cuerpos desnudos fueron arrojados a una fosa común nos recordó – como entonces señalé- a los Campos nazis, a los  Gulags soviéticos, a los campos de exterminio del Mono Jojoy  y puso al descubierto  una vez más que la lucha entre estas bandas no es por el rescate de las etnias, de los campesinos sino por ser apoderarse  de las grandes rutas del narcotráfico. Si un Juez de la República no es capaz de distinguir a un narcotraficante  de un luchador por los derechos de los oprimidos significa que la justicia ha sido derrotada  y que la paz es un negocio La señora de pelo blanco postizo que dice  que el descuartizamiento de los niños ante su comunidad es un problema político que debe ser resuelto de inmediato interesada y condenablemente lanza el sofisma de que descuartizar a unos niños es “un problema político”  y no una escándalo moral porque quienes lo hicieron son “políticos” y no tenebrosos asesinos.

 Relativismo  moral para el cual la  Ley universal no existe o debe doblegarse  en este caso ante la justicia “revolucionaria” de Mordisco  lo  que ha permitido incluso como es fácil de comprobar  que la simpatía hacia estos delincuentes convertidos a capricho de nuestras incalculables  bajezas  éticas, de nuestras  inconfesadas  traiciones a la humanidad, se convierta en una burda disculpa que continúa  favoreciendo la impunidad. Bajo esta errónea simpatía hacia el delincuente, como recuerda Roger Roger Shattuck, al autor confeso de  un delito grave  no se le debe  culpabilizar  ya que éste “debe ser comprendido” teniendo en cuenta –aquí viene el inmoral sofisma-  “la situación de pobreza económica en que nació”, bla, bla, bla. ¿ Cuando las Disidencias y el ELN llevan tiempo reclutando niños, matando niños , cuándo Marlón descuartizó a ocho adolescentes afrodescendientes  porqué –lo  he venido reiterando- ninguno de nuestros  Arzobispo de la Iglesia de Puebla condenó  a tiempo esta salvajada, ningún congresista o académico afrosdescendientes?  Si estas cuadrillas de malhechores llevan  meses matando y reclutando niños   desde un anterior Cese al Fuego,  quiere decir que de estas demostraciones  de inaudita insania  nadie se había  percatado? Los repudiables comunicados en que groseramente admiten sus crímenes es una demostración de que cada vez  la Ley de la selva  es más fuertes mientras las máscaras oculten a los  verdaderos  Señpres  de la guerra.   

sábado, 3 de junio de 2023

DOS CONCEPTOS DE JUSTICIA / Darío Ruiz Gómez


DOS CONCEPTOS DE JUSTICIA

Darío Ruiz Gómez

Se ha presentado  en España un incidente cuya repercusión en el marco de las próximas elecciones  va a ser decisiva  ya que retrotajo al presente  a la ETA y al  terrorismo, asesinatos de ciudadanos, sometimiento de la población. Crímenes  y delitos de lesa humanidad sobre los cuales tanto la Justicia española como la francesa se pronunciaron en su momento  y enérgicamente  sobre los  criminales  de ETA con juicios  públicos  sobre estos miserables dirigentes(as) y sus asesinatos selectivos, atentados con bombas que mataron niños(as) mujeres, ancianos, y el asedio continuo  contra la población. “Patria”  la magnífica novela de Fernando Aramburo llevada a la T.V con éxito describió acertadamente  el alcance emocional  en cada habitante  de lo que supuso esta  inventada  “Guerra de Liberación”  para camuflar   objetivos  subterráneos como el blanqueo de dinero, el narcotráfico, el cobro por los secuestros. Las llamadas cárceles del pueblo –copiadas de inmediato  por las FARC y el ELN- eran unos huecos profundos cavados en la tierra donde escondían a los secuestrados muchos de los cuales fueron encontrados  muertos  de pánico  en aquella  claustrofobia tal como   también sucedió infinitamente en Colombia en numerosos casos de secuestro. ETA cayó finalmente  doblegada  por la democracia y  por una Justicia que  explícitamente  en la Constitución había cualificado la condena del Terrorismo  y del terrorista como un delito mayor. La imposición violenta del euskera que hasta entonces sólo hablaba una minoría frente al español que era la lengua del 90% de la población vasca ha llevado a increíbles casos de crueldad  mental contra profesores, científicos, escritores que se han negado a  adoptarla en la universidad como “lengua única”, esta violencia continúa pues ETA se disimuló en  Bildu un grupo  radical que continúa imponiendo su totalitarismo a una sociedad débil moralmente. Lo importante es que Los Tribunales  de Justicia de España  condenaron  con el rigor  debido a los Dirigentes  de la ETA  y a la filosofía del terrorismo.  El lanzamiento de las listas de Bildu para las próximas elecciones  sacudió a la opinión pública, desato la ira de las Víctimas ya que los 44 candidatos  - un total de 450 años de condena- habían sido miembros activos de esta Organización  y siete de ellos habían sido inculpados y condenados  por delitos de sangre.

La reacción de la opinión pública y de los Partidos Democráticos ha sido unánime contra este despropósito y ahora Otegi su máxima figura declara que los siete condenados por delitos de sangre  no estarán en las listas y en el caso de ser nombrados renunciarán a este nombramiento., algo poco creíble en esta coyuntura electoral. ¿Qué sociedad civilizada no ha combatido y combate el terrorismo para defender el pluralismo ante los oprobios  del fundamentalismo? La Justicia española sometió a ETA y condenó a sus asesinos a largas condenas de cárcel y continúa combatiendo a esta organización totalitaria tal como ahora lo hace rechazando  la pretensión de que estos asesinos tengan representatividad política. Curiosamente en un olvidado país llamado Colombia con las debidas  Cortes y Tribunales de Justicia, el proceso se ha hecho al contrario: Considerar al terrorista como un simple combatiente y a las FARC como un cuerpo armado en igualdad de condiciones que el Ejército y la Policía colombiano,  era algo inconcebible  de creer y sin embargo se hizo por parte de una Justicia sin rostro  que destruyó de golpe y porrazo el Estado de Derecho, ignoró el sufrimiento de las Víctimas y otorgó  dieciseis curules en el Congreso  a asesinos (as) de crímenes de Lesa Humanidad   que jamás se retractaron de sus bajezas, ni han devuelto las tierras  y siguen asesinando inocentes, marcando territorios bajo la equívoca mirada de un más equívoco Comisionado de Paz. Lo que sigue bajo esta humillación a  la Justicia ya está en marcha: la desmembración del territorio nacional. 

GUERRA DE ESPÍAS: LOS TOPOS EN ACCIÓN / Darío Ruiz Gómez

 


GUERRA DE ESPÍAS: LOS TOPOS EN ACCIÓN

Darío Ruiz Gómez

Petro ha terminado por hacer trizas  los ripios  de retórica seudomarxista, revolucionaria que le quedaba al populismo que él representa. “Acumulación de capitales…”  “ Acelerar las contradicciones de la burguesía” que de inmediato me recordó cientos de monografías, de trabajos de grado, de conferencias  con base a esa fraseología  donde era evidente el intento de académicos y militantes de posar como científicos del materialismo histórico sin haberse leído un texto de Marx o de Engels o contar con una verdadera hermenéutica de pensadores marxistas tan abstrusos como Althusser. Pero amparados  detrás  de estas fraseologías  ejercieron una infatigable intolerancia contra quiénes no se  plegaron  a esta estulticia  ideológica. “En tu  texto –me argumentaba uno de estos ideólogos- no está claramente expuesta la lucha de clases. Muy subjetivo, Darío” Inolvidables momentos que hoy recuerdo como fechas precisas del inicio de la destrucción del conocimiento  como un continuo preguntarse desde el  cual nace la filosofía  y con la suplantación de la ciencia por esquemas ridículos  como la de sustituir la biología  por  el género, la poesía por un cartel “revolucionario”, la naturaleza por “el medio ambiente” Cuando la vocación de conocer que es perplejidad  se sustituye por las  “ideas generales” que carecen de sustento en la realidad de la vida, de la geografía, de los sentimientos;  se desemboca entonces en estos clichés  totalitarios  que convierten  a sus ejecutores en remedos  políticos, profesorales, y, repito convierten la vida política en una farsa. Si como se anticipó  al comienzo de la guerra de Rusia contra Ucrania  ésta sería una guerra de narrativas donde las falsedades, el recurso tecnológico de las plataformas para desfigurar  desde la distancia la verdad de los hechos, sería  el triunfo de quien lograra aplastar al otro mediante estas estrategias. Hoy en Colombia y a través de los distintos medios de comunicación podemos constatar que este enfrentamiento entre la narrativa del ciudadano raso que sufre las consecuencias de esta cruenta lucha de territorialidades contra la narrativa del Gobierno en su empeño de manipular  la verdad,  se ha encontrado  con su punto más álgido cuando  sus asesores  al  tratar   de convertir  a Petro en un líder político mundial en lugar de un lenguaje democrático le han dado los restos de estos ripios.

Esta grandilocuencia hueca ya ha sido desacreditada históricamente por personajes como Evo Morales, López Obrador, Pablo Iglesias: “Esta Institución la OEA  fue fundada por liberales demócratas todos hombres por lo cual estamos en una Institución patriarcal”  dijo Petro. Porque  solamente puede hablarse de lenguaje  transparente  cuando se es demócrata y se respetan las opiniones contrarias, cuando como sabiamente  lo recuerda  Cervantes  se parte del “No confundamos” Esta apresurada  Cumbre  entre distintos representantes de lo mismo estaba  invadida por  los Topos –espías que vigilan a los espías, mercenarios que venden y compran información o eliminan contrarios- , sólo que en este caso no contaron  con un elemento  que en narrativa se llama “factor desencadenante”  que  vino  a ser Guaidó  para que un experseguido por la Interpol como nuestro Canciller  mostrara su vulgar totalitarismo.  El fracaso del  supuesto debate sobre la democracia en Venezuela comenzó cuando Maduro – al estilo  ELN-  estableciendo condiciones imposibles de cumplir  les demostró que el trabajo político por la libertad en Venezuela sólo dependerá de los mismos venezolanos y los demócratas del mundo. Hablar entonces de establecer condiciones para unas elecciones libres es una falacia sabiendo de antemano que estas exigencias nunca las cumplirán Maduro ni sus malhechores. La “lora” que  dio el  Gobierno  es también la “lora” que a nivel internacional ha dado toda nuestra clase política.  Lo demás es lo de costumbre, desinformación, desinformación. Alabada sea la resistencia del  poeta Rafael Cadena, una voz en libertad.

 

 

EL FINAL DEL COMIENZO ES EL COMIENZO DEL FINAL / Darío Ruiz Gómez


EL FINAL DEL COMIENZO ES EL COMIENZO DEL FINAL

Darío Ruiz Gómez

¿Por qué las gentes no se han entregado a la desesperación si la canasta familiar se ha reducido a dos o tres productos y los precios del transporte público son elevados y no digamos las extravagantes  cuentas de los servicios de agua, del inmoderado aumento mensual del precio de la gasolina? Todo se ha vuelto imposible para la inmensa mayoría de la población asolada por la criminalidad, carreteras cortadas?  Mientras la lucha contra la inflación es lo fundamental en todos los países para el Minhacienda  pareciera que este grave problema que está afectando de manera directa la economía de pequeñas y grandes empresas se “resuelve” por decreto presidencial con el eufemismo de  que “los precios están bajando”. Su rostro de estupefacción disimulada  está lejos  de reconocer que su concepción de la economía fracasó desde el primer momento. Que precisamente  dos compañías aéreas de bajo costo se declararan  a la vez  en quiebra y con una impúdica  actitud de irrespeto a los usuarios hayan abandonado a estos  en lejanos aeropuertos  dejando al azar su regreso, da cuenta de un preparado plan de desestimulo a la nueva clase media  y al concepto democrático del derecho a desplazarse a cualquier lugar. Pero por otra parte demuestra que la justicia se hace la boba ante un delito cualificado plenamente.  El eufemismo como recurso político indica siempre la presencia en aumento de una dictadura al tergiversar los datos económicos, al disfrazar la realidad social, al dar por hecho lo que no está hecho. Al desempleado(a) se le califica  hoy  en España  como: “Fijo discontinuo”  mientras se reclama que el Empresario “ayude a bajar la inflación”

Utilizar  la  política  como la  “ continuación  de  la guerra por  otros medios” -  o sea no sólo a través de la lucha armada-  degradando y desacreditando  la concepción de la Política  tal como lo estamos viendo   al auspiciar  el salto a escena de  protagonistas de comprobada insuficiencia mental, de desconocedores  de las problemáticas reales de la nación y de las ciudades,  incorporando en Concejos, Asambleas, o en el Senado y el Congreso a una multitud de jóvenes superfluos, de miserables oportunistas  electoreros disfrazados de alguna etnia, de desechos de la izquierda, de los remanentes del viejo Partido Comunista  con el fin de obtener  “mayorías absolutas”  frente a una oposición  carente  de responsabilidades  ética  y que bochornosamente comenzó  por  adaptarse  al Partido de Gobierno.  “Lo social  sin inteligencia, nos recordó Jean Baudrillard, es el socialismo”  Y este es, vuelvo a recordar,  el populismo que ya tenemos en marcha, la instauración del  mediocre como revancha contra la vigilancia fiscalizadora  de la inteligencia, la estupidez contra el magisterio de la sabiduría,  la guachafita y la ordinariez,  la vida pública convertida en desfiles de comparsas oficiales con consignas oficiales,  la desinformación descarada. Mientras el silencio de las minorías progresistas  que   durante años se jactaron  de ser oposición es grotesco hoy  la resistencia se hace y  crece  desde las bases de aquel protagonista que precisamente  el izquierdismo de cafetería  tantas veces invocó  para finalmente  abandonar, el pueblo. La clase política  desacreditada no  constituye  entonces ni el comienzo ni el final de la misión de recuperar al país al cual se  intenta someter bajo otras formas de violencia. Permítanme que una vez más recurra a una frase luminosa de Walter Benjamin: “Gracias a quienes carecen de esperanza nos es concedida la esperanza”