viernes, 31 de diciembre de 2021

Final de año / Jorge Luis Borges

 



Final de año

Jorge Luis Borges

 

Ni el pormenor simbólico

de reemplazar un tres por un dos

ni esa metáfora baldía

que convoca un lapso que muere y otro que surge

ni el cumplimiento de un proceso astronómico

aturden y socavan

la altiplanicie de esta noche

y nos obligan a esperar

las doce irreparables campanadas.

La causa verdadera

es la sospecha general y borrosa

del enigma del Tiempo;

es el asombro ante el milagro

de que a despecho de infinitos azares,

de que a despecho de que somos

las gotas del río de Heráclito,

perdure algo en nosotros:

inmóvil.

 


TRESCIENTOS SESENTA Y CUATRO / Saúl Bustamante

 


TRESCIENTOS SESENTA Y CUATRO.

Saúl Bustamante

Hay que vivir a diario, así falte un remanente.

Yutsil ja'arskap confieso soy prudente.

Los días suelen ser especiales, sentirlos profundamente, el sol y la luna son iguales en los calendarios, también suelen hundirnos en el tiempo.

No rompas la tradición, dije, es idóneo conservar la mesura, refugiarse cuidadosamente   es interesante pues los astros se pronuncian de nuevo.

Que orgullo es vivir la realidad al lado humano, disfrutar de la tierra cosechar y hartarse de excelentes vinos, moverse acertadamente mediante el goce de las buenas acciones.

Queda una migaja de tiempo, advierten los gregorianos, igual los números determinan el principio y un fin.

Aproveché para conocerte, pocos le apostarían a nuestro encuentro, esperar en algún paraje de la geografía universal, me entristecí pocas veces, aprendí a moverme en ese mundillo de los sentimientos, superar esos trances es delicado.

Dibujé un poco el cuerpo de la mujer.

Era perfecto encontrar otra cuyas líneas fueran tan delicadas claro, que todas saben a lo mismo y dependen del grado de educación en el que se pudieran haber instruido.

Subí al Aconcagua, me quedaba cerca de mi país. Abajo al sur donde la tierra hace de las suyas en la Antártida argentina.

Súbitamente Borges era un gran señor

El conocimiento de todo lo bello y lo poco eterno que resta sobre la naturaleza.

Le vi caminando por el gran Buenos Aires sin sus dragones de fuego solo con su bastón traído de la India.

Esas vivencias que se consignan memorablemente.

Yo era un inocente, perdí la cuenta de tantas batallas sangrientas, tantos huérfanos, tantos cadáveres inocentes

Esa es mi gran pena. Estaba hecho trizas al saber que nada pude hacer,

Protestar era cansar mi garganta,

Señalar a los grandes forajidos que regularmente se esconden con sus despiadadas mentes

No hay perdones, esas miradas dañinas, divididas entre riquezas y poderes superfluos. Entonces era morir en sus manos, 

Era descarado, todos eran idénticos, ensayaron el ritual más doloroso, solo debían querernos. 

Es triste apenas vamos en intervalos trescientos sesenta y cuatro.


30.12.21.


martes, 28 de diciembre de 2021

APESTA EL FUTBOL COLOMBIANO / Jairo Osorio Gómez

 



APESTA EL FUTBOL COLOMBIANO / 

Jairo Osorio Gómez

El fútbol colombiano apesta. Hiede. Acuchilla. “Algo huele mal en Dinamarca”, diría otra vez Shakespeare si estuviera por aquí.

Se dispone el ciudadano a ver un partido, para desestresarse, y termina por enfermarse viendo las anomalías que ocurren reiterada y provocadoramente en el trámite del juego.

Extraño que un equipo necesite cinco goles para clasificar, y que tres competidores pierdan, y suceda. Que cada que se precisa una carambola ocurra un penalti. Lo triste es que nuestros niños crean que esas cosas ocurren por la mano de dios. Su pureza en riesgo. ¿Cómo explicarles que es el producto de un robo concertado?

En la época de gobierno de los Rodríguez Orejuela religiosamente cada domingo había un penalti a favor del club América, y siempre en el último minuto. Sus émulos de Medellín hacían lo propio, pero a punta de pistola. Hasta un árbitro murió por no dejarse comprar.

Ahora son los apostadores quienes los reemplazaron con la ayuda del VAR y los lavaperros que manejan el fútbol, empezado por el referí de campo. Ejercen la truculencia sin remordimiento. Dictan fallos en contrario a lo que todo un pueblo está viendo por la pantalla: no es penalti, pero ellos dicen que sí. Y con arbitrariedad (dizque para responder con honor al nombre de su profesión) ejercen el poder de cambiar un resultado a su amaño. Al amaño de sus patrones: la mafia de las apuestas y los caravaneros del desierto.

Todo esto no es raro si sabemos que ya un presidente de la Federación Colombiana del deporte fue juzgado y puesto preso en Estados Unidos por recibir sobornos, revender boletas y cultivar el arte del espanto, en el famoso “fifa-gate” que enlodó a Suramérica entera.

Una herramienta creada para ayudar a la transparencia del juego se convierte en burla. El VAR y su claque embaucan al espectador. Interpretan lo dictado de antemano por las exigencias de quienes pagan. Los pobres seres vestidos de negro, también tienen apetencias de nuevos ricos.

Ahora los jueces tampoco saben sumar: una amarilla más una amarilla da roja. Eso no lo supo el avispado que pitó el partido Tolima-América en el cuadrangular final (en 2021), distraído como estaba con la gratificación soñada. Dejó jugar a quien debió ir a la banca, con lo que, de paso, arregló los resultados de ese y del siguiente partido. Los cerriles del VAR tampoco vieron, hicieron mutis. Los que arbitran archivaron la entereza de la autoridad que representan en la sociedad. Trampean con descaro. Cínicos e insolentes. El árbitro (“cualidad de imparcial”) traiciona el origen de la palabra para no ser ajeno a la rareza de un sol de noche.

Las salas de junta de la Federación y las Dimayor deben expeler al tufo de las guaridas de ratas. Con sus pintas de traquetos y su lenguaje de tenderos, disponen cada semana de las emociones de millones de cándidos que se creen lo que ven. Estos ni siquiera sospechan, no son capaces de imaginar la urdimbre que tejen los sediciosos de la martingala criminal.

La coima es habitual. Nadie del entorno de la trampa se queda sin su migaja. Los periodistas, los locutores y los comentarios no dicen nada. ¿Cómo? Si cohonestan con la farsa por tradición. Inmediatas a sus palabras, ellos mismos promocionan la adicción a las apuestas, invitan al espectador ingenuo o desvalido a hacerle el vínculo con sus patrocinadores. Porque no se pueden suicidar. Ni sus majaderías los ruborizan. Corrompidos como son, viven como si nada sucediera.

El mal es general. Las interpretaciones amañadas del asistente de video, o videoarbitraje (un sistema de asistencia arbitral cuyo objetivo es evitar flagrantes errores humanos), igual sacuden a otras ligas del mundo. La peste es globalizada. Los tahúres gobiernan el mundo. Matrimonio perfecto para el timo: árbitros y embaucadores. Apadrinados por las cadenas de televisión y sus áulicos.

Qué dolor. Cuando niño nos partíamos el alma por el recreo de la pelota. Era la inocencia todavía, el divertimento, el retozo con los amiguitos del barrio y el amor por el equipo del pueblo. Algo nos representaba entonces esos colores de la camiseta de los once que cada domingo jugaban sin las artimañas de los faramalleros de ahora, tramposos, ladinos, como las directivas que los contratan, que los esclavizan.

El fútbol auténtico se fue. Hoy lo que vemos es una comparsa de abarroteros, montada cada tres días para estafar incautos, enfermos de adicción, con la ayuda del cortejo de influenciadores que dicen y muestran sin pudor son sandeces y vacuidades. Ahí tienen a James con sus retraticos insulsos y vanidosos.

Wilmar Roldán fuera una garantía para cualquier partido si, a donde se llegó, no se hubieran arrimado los otros con los amaños sucesivos. Le entregan a Roldán un tamal arreglado con el que ya no hay nada que hacer. El hombrecito simula la conclusión feliz de un PlayStation 4 para avalar el guiñol de los carteristas. Si Wilmar Roldán se corrompiera, con el VAR a la mano, esa tarde se acabaría el fútbol como juego recreativo, de familia.

La pregunta: si estas cosas ocurren en un simple deporte de distracción, qué cosas no sucederán en las elecciones políticas de un país. Con razón hay tanto muerto en las calles.

Qué asco. Después de ver un encuentro de fútbol provoca tramitar la eutanasia. Ya no queda nada inocente por ver. Todo está corrompido por las pandillas, gobernado por los brutos. El fútbol en manos de filibusteros y lavadores de dólares produce arcadas.

APESTA 

San Ángel, diciembre 2021

Tríptico del poeta descolorido que quería ser negro / Rubén Vélez

 


Tríptico del poeta descolorido que quería ser negro

 Rubén Vélez


I.                  Estriptis    

 

Te gustaba vivir empelota

Y empelota recibías las visitas.

Uno veía muchos huesos.

Tu última visita te copió,

Pero se le fue la mano.

Te empelotó por completo.

Ahora no vemos nada.

Qué visita más rata.

Debiste darle cianuro.

Siento informarte

Que tu muerte no dejó un vacío.

Te gastabas mañas de sombra

Y las sombras no dejan vacíos.

Que no estoy.

Que no al show.

Que paso de la pasarela.

Todos tus colegas como pavos reales

Y tú como monje renunciante.

Te imagino a la diestra de Buda,

Hablando mal del incienso.

No te imagino elogiando la nada.

 


 II.                Orgía

 

Se ahogó Jaime,

Y como no dejó testamento

No se sabe a quién darle

Su raído sombrero

De paja de iraca.

Era lo que más quería.

Cuando se lo ponía,

Quedaba como un espantapájaros.

Pero no se lo ponía para espantar,

Sino para que el río Cauca

Se entrara en su casa.

Y se entraba,

Y la casa más ordenada de Medellín

Se llenaba de muertos y gallinazos.

Eso, unas veces.

Otras, se llenaba de negros en cueros

Y había una orgía.

Jaime se quitaba todo,

Menos su fetiche de tierra caliente.

Los vecinos no oían nada,

Y no porque tuvieran oídos de tapia,

Sino porque carecían de oídos de poeta.

Se ahogó Jaime,

Y como no dejó testamento,

No se sabe qué hacer

Con ese resto de naufragio.

El río Cauca lo va a tener difícil

Para volver a hacerse sentir

En nuestra ordenadita Ciudad.

 


III.           Arden for men

 

Dos artes dominaba Jaime.

Ambos igual de arduos.

El de hacer versos

Y el de planchar cuellos.

El primero no ha sido necesario.

 

Un verso mal planchado

Todavía no es poesía.

Un cuello mal planchado

Se tira en toda la camisa.

Lo segundo no es una desgracia.

 

Jaime se vestía como un burócrata.

No se sometía al look que Rimbaud

Les impuso a los poetas.

No se disfrazaba de indisciplinado.

Usaba un buen desodorante.

 

Si el poeta viera estas rayas

Me mandaría a enchufar la plancha.

Todavía no son poesía,

Pero podrían serlo un día de estos.

La gente madura tiende a coger juicio.

 

Dos artes dominaba Jaime.

También el abajo firmante.

El de dejar todo medio planchado

Y el de hablar con los muertos.

El segundo exige poderes de poeta.

                                                                                Rubén Vélez, 1.10.2021

 

 

 

martes, 21 de diciembre de 2021

Destrucción total de la casa de Lola Vélez en Bello

Lola Vélez



 

,, ..

La destrucción total de la casa de Lola Vélez como la percepción más exquisita de Bello

Víctor Bustamante

No valieron los reclamos, las denuncias, la llamada a la necesidad de conservar la casa de Lola Vélez desde esferas tan disímiles como los diarios, El Tiempo y El Colombiano, así como las preguntas de algunas personas sorprendidas y molestas por las redes sociales. Tampoco valieron los textos de Reinaldo Spitaletta para que Bello no dejara de lado su riqueza cultural, pero sí se impuso la falsedad, el ludibrio, las mentiras, las trapisondas de los políticos de bajo calado cultural con su pobreza de argumentos, su inusitada manera de alargar una decisión sabia para conservar esta casa, mientras se derrumbada, mientras cada noche la destruían los menesterosos, mientras ahora la piqueta en pleno 20 de diciembre le ha dado la estocada definitiva,  lo que refleja la falta de amor y de cuidado con una ciudad que está en manos de esa cáfila de mentirosos e ineptos y sin Ilustración sobre lo que es la conservación del patrimonio municipal. Y es que Bello, si leemos el texto de Miguel Zapata Restrepo, El Virgomaestre, está en manos de una sucesiva pandilla de mediocres que hace muchísimos años la manejan y destruyen a su imagen y semejanza. Nunca ha existido en los últimos años un líder político en Bello que se pueda mencionar sin dudar de su calidad moral y ética, así como la compensación de su labor con los pagos que sacan de las administraciones cada cuatro años. Aún permanece como reflejo esa época de imbéciles de una ciudad convertida en botín familiar, el Suarato le decían, y de la que aún quedan vestigios, y lo peor, el desinterés en la ciudad misma

Desde hace muchísimos años se hablaba de la necesidad de darle presencia a la obra y vida de Lola Vélez, su familia, los herederos se quejaban de lo costoso de su mantenimiento y fue vendida su casa a un particular, mientras las sucesivas administraciones alargaban los motivos, para desinteresarse en comprarla o al menos realizar las gestiones para declararla patrimonio del municipio. Sus herederos nunca amaron la obra de Lola Vélez, es cierto, y menos los particulares y muchísimos menos las sucesivas administraciones municipales y parroquiales.  No, en el municipio no saben qué es patrimonio, y mientras la casa se deterioraba, y mientras en el Concejo municipal en reuniones ladinas no sabían qué hacer con los teatros de cine aún en pie. Así comenzaba Bello a no tener políticas claras sobre cómo afrontar el declive industrial, y así dejar que la infraestructura fabril desde la destrucción del Club Cantaclaro, Pantex y Fabricato fueran convertidas en la fantasía de sus dirigentes en concebir los centros comerciales como sinónimo de progreso.

Los políticos, sin Ilustración, y con diplomados, doctorados y especializaciones como los de estas administraciones, desde su jerarquía alta hasta los obedientes de bajo cuño, han perdido valores que creíamos seculares y de respeto con su oficio y se han adentrado en esa órbita del menosprecio y de la inversión de valores en pos del espejismo de lo nuevo, como destreza y presagio a lo que ellos llaman el futuro, que es la palabra fetiche de muchos de ellos.

Hay dos municipios que llevan casi el mismo destino Envigado y Bello. Ambos se encuentran en los extremos del valle, ambos poseen dos artistas, uno que aún se lee Fernando González en Envigado y la pintora Débora Arango cuya casa se respeta. Bello tiene un escritor nunca emblemático sino para los políticos que no fue cura por su origen, y que ultramontano, poco se lee, Marco Fidel Suárez, del cual se preserva su choza gracias a Fabricato. Cerca estaba la casa de Lola Vélez, pero es inútil pedirle cordura a las inteligencias de WhatsApp en Bello, la ciudad dormitorio, y sin identidad desde hace muchos años.  

De Bello dijo algún estólido, que es ciudad de artistas; nunca los han valorado. Allí solo los políticos veneran a un político de baja estofa, a Marco Fidel Suárez y a su madre Rosalía. Este, tiene su nombre en un hospital, en una biblioteca, en un colegio, en una institución universitaria, y como si fuera poco este éxtasis, alguna vez se propuso cambiar el nombre de Bello por el de Ciudad Suárez. Allí nunca se han dado cuenta del valor del cineasta Enoc Roldán, de Conrado Cortés, del periodista y ensayista Delimiro Moreno, de Reinaldo Spitaletta, de Luis Fernando Cuartas, de Óscar Castro, de Elkin Restrepo, de Jandey Marcel Solviyerte, de una gran poeta como es Teresa Sevillano, del pintor  Fabian Rendón que le abrió los ojos a los grabadores del país para que salieran de su “terruño” mental, de la exquisita y talentosa Flor María Bouhot, la más grande pintora del país, de Eddier Tálaga con su búsqueda de  paisajes citadinos, menos de sus músicos y de sus grupos de teatro.


Casa de Lola Vélez (Wikimedia, 2008)

Escribo con rabia y con espuma como diría Vallejo, pero el otro, el poeta. No hay derecho a que el ámbito vital de una pintora haya sido destruido, se haya dejado destruir. Desde hace tiempos se hayan callado esos personajillos de opereta que se burlan de todo y prometen de todo, hasta dejar que la casa en ruinas sea demolida, y menos, que la heredera de Lola Vélez no tuviera las agallas para apersonarse del legado de su tía  y menos a los taimados especuladores de vivienda, junto a los constructores de torres que circundan a Bello y de la cual algún día se investigará cómo una ciudad con su sello personal se convierta en una ciudad de nadie, en un barrio anodino de Medellín.

En estos tiempos de retórica política y de cinismo, detrás de quienes exhiben esos rostros, solo queda hacer un reclamo que de nada servirá desde la parte civil. Malos tiempos para el patrimonio, y más aún para la pintura; tampoco hace falta pedir que no secreten odio a quien no posee sensibilidad y menos a quien no ama a su municipio y desdeña su cultura. Este municipio, Bello, acumula muchas historias que no se cuentan, se atiborra de desaguisados que se esconden y que hacen reseña a una innegable y atávica inclinación a la falta de entereza y a la servidumbre por lo llamado moderno en pos de la destrucción de la riqueza cultural. En Bello, a sus administradores, nunca les ha interesado el municipio sino para tramitar su vientre y su vanidad. Si a alguno de los políticos se les preguntara por la calidad de la pintura de Lola Vélez y quién fue ella, sé que callarán, no saben su aporte. Eso sí al preguntar por las alianzas estratégicas entre comillas, expondrán las normas del caso. Incluso seguirán, eso sí, dejando que Bello se derrumbe sin darse cuenta como poco a poco pierde su acento de municipio independiente y se convierte en un barrio de Medellín, sin historia. De estos políticos que han arruinado a Bello desde hace décadas nada se puede esperar.

No sé si en Bello exista Secretaría de cultura o entidades serias, no de paseos de olla, cooptadas por los díscolos y mediocres funcionarios de la administración que se preocupen por el valor cultural, ya que esta casa fue convertida en lo inusitado: un parqueadero, como expresión de la idiotez y torpeza de quienes la manejan.

 

Lo que fue la casa de Lola Vélez (Fotografia de Nicolas Monsalve, dic 22 del 2021)

 

LA DESHUMANIZACIÓN DE ESPAÑA / Darío Ruiz Gómez

 


LA DESHUMANIZACIÓN DE ESPAÑA

Darío Ruiz Gómez

Pere Aragonés Presidente del Gobierno catalán comandará la protesta contra la enseñanza del español en las escuelas, colegios, universidades que se celebrará en toda Cataluña contra una resolución del Supremo  que considera que un 25% de las clases se deben dictar en español. Multitudes de histéricos xenófobos(as) desplegarán la bandera nacionalista, volverán a cortar las carreteras y lincharán a quien se atreva a desafiarlos atreviéndose a hablar en español. El cerco al español y a los millones que aún lo tienen como su lengua materna ha sido una demostración de barbarie por parte de una desaforada  horda de honorables señoras y señores de esa clase media provinciana de cabeza hueca y una incontenible arrogancia que es hoy la masa política que este  chauvinismo ha confinado  en su congelada lengua para mantenerlos en la ignorancia que supone  un aislamiento  del mundo por decreto. Un niño, uno de estos patriotas con su lengua única o su lengua impuesta a solo unos pocos kilómetros de su frontera no podrá hablar con nadie pues nadie habla el catalán. Que el etarra Otegi y un dirigente catalán fueran sorprendidos hablando en español demuestra la falacia de estos nacionalpopulismos. La inmensa mayoría de jóvenes y adultos en el País vasco se niega a hablar y escribir en una lengua étnica aislada del mundo. Serbios, Cróatas, para recurrir  a un ejemplo reciente llegaron a extremos de imperdonable violencia  al imponer a la población pluricultural de la antigua Yugoeslavia la inmersión en una única lengua, corrección de estructuras verbales que empobrecían la imaginación, sufrimiento de las gentes negándose a este bullyng inhumano, etc. ¿Cómo entonces un grupo de verdaderos fascistas como los de la Cup, un oso ignorante como Rufían pueden hablar despectivamente de la “Derecha” considerándose “portavoces de la izquierda” y considerar la masacre de los hispano parlantes en Cataluña como una “gesta patriótica”?

Un niño en una pequeña población catalana ha desafiado a estas cuadrillas de nazis y ha pedido que sus en sus clases se incluya el español; la reacción de esta masa informe ha sido inmediata, más de mil de estos pequeño burgueses provincianos rodeó la escuela para impedir que el niño pudiera recibir algunas clases en español. Y Aragonés y sus Cuadros de Choque, los abyectos de Podemos y la Izquierda esterilizada han saltado a apoyar estos linchamientos. La foto de la niña negra que solitaria se atrevió a desafiar el racismo de Kansas  y  debió ser acompañada por el Ejército para hacer cumplir el Derecho a la integración racial en las escuelas  en 1954 trae al presente la lección de que la libertad es el derecho más preciado de un ser humano contra las perversiones de este populismo ante el cual el inefable Pedro Sánchez y su Gobierno, la pequeño burguesía del PSOE  naturalmente  se han hecho los desentendidos. ¿No fue esta la deshumanización que tanto Ortega y Gasset como Canetti diagnósticaron  con aguda  visión  como el más terrible de los males que podrían acaecerle a una nación, a una sociedad que ya es declaradamente  indiferente  ante el aumento de los abusos sexuales contra los niños y el desenfrenado aumento de las redes de tratantes de mujeres? Al firmar un acuerdo de cooperación   con la Alcaldesa de Barcelona, Ada Colau  ¿Lo que  pretende el Alcalde Quintero es  qué Medellín copie este despiadado modelo político  mediante el cual se destruyó una ciudad  que llegó a ser una de las grandes capitales en la historia de Europa y es hoy  la ciudad del terror que ha expulsado a su población pensante, a sus grandes figuras mientras el insípido Borrell  y la Unión Europea se lavan las manos? Nadie imaginó que los padecimientos  que sufrió el pueblo vasco bajo el terrorismo de ETA pudieran repetirse  ahora ante un público de horteras y mentecatas que han convertido a Cataluña y a España en ese circo donde como anunció Machado la medianía política, los nuevos arribistas sociales se dedican a toda clase de piruetas. Pero el niño solitario de Canet no los dejará dormir ya que él es la palabra que no muere.            

Poemas de Sara Sofia Rendón Muñoz


 Poemas de Sara Sofia Rendón Muñoz

Eclipse

A caso… ¿No me recuerdas?

A caso… ¿Me has olvidado?

Ya no recuerdo la suavidad de tu piel,

Ya no recuerdo lo melodioso de tu voz,

¿Puedes pronunciar aun mi nombre?

 

Esto se ha vuelto tan imposible,

Pero no te preocupes,

Correré por ti,

Te buscaré cada noche y así recordaré tu rostro,

Porque hasta la luna y el sol tiene eclipses para poder amarse.

 

 

Las Estrellas Brillan Más Que Nunca

 

Últimamente las estrellas brillan más que nunca,

Tal vez estés allí escondido tras la luna

O escondido entre mis sueños y mis recuerdos,

 

No quiero olvidar tu voz,

Tus caricias, tus besos, tus labios, tus manos,

No quiero olvidar cada ángulo de tu cuerpo

Y si, así es cada día, así es cada noche,

Yo desde la tierra y tu desde el cielo,

Recordando cada fragmento de tu vida,

Deseando que me recuerdes en tu eternidad divina.

 

¿Sabes? Últimamente las estrellas brillan más que nunca,

Ahora eres una de ellas

Y estoy segura de que eres la que más hermoso brilla.

 

                                                                                             

                                                                      Mi sombra 

Siempre tan solitaria y sombría,

Tantas noches de lágrimas oscuras y penas inciertas

Buscando a otra sombra que encajara con ella tan bien como un rompecabezas.

 

Mi sombra,

Siempre tan inocente y llena de preguntas

Buscando a alguien que las pudiera responder,

Pero ella seguía sola,

Nadie podía apreciar su belleza tan oscura,

Sus sueños tan diferentes,

Y sus pensamientos abstractos.

 

Al final, algún día alguien llegará

Con una sombra tan solitaria como la mía,

Y su sombra, hará que mi sombra

Nunca más este sola.


jueves, 16 de diciembre de 2021

CONTRA EL DESTINO / Saúl Bustamante C.

 

Saúl Bustamante C.   


CONTRA EL DESTINO

 Saúl Bustamante C.

 

Despiadado me ha traído en contra de mi voluntad, eso digo del tiempo.

Laureles de gloria resguardan desde otros periodos ese flujo incesante cuando brotan a la palestra pública algunos mal pensantes liquidadores palaciego

sin otros atenuantes resbalan en vano, roen intermitentes en ese modo donde sus crónicos apuntes coinciden con el retoque de las almas paganas.

¿Adónde iremos después de esta conversación? Estoy seguro que estamos en un teatro natural donde es fácil escapar

la mente a veces regurgita temor, pasa a los remordimientos y ese deseo de ser diferente puede ser resultado de otros modelos coyunturales donde son baluartes sus propios delirios

ser diferentes, todos quieren ser diferentes, desmenuzar sus egos y hacer de blanco del infortunio.

Estoy contento en mi refugio, qué puedo esperar si hay mujeres, agua, fuego, aire, tierra.

Muchos locos influenciados por el malestar de la luna son aspirantes a orates, pero no alcanzan a sanar sus leves desacuerdos.

Qué bello es conocerlos, son mis traidores preferidos, son su majestad de algún reino, quizás Liliput, después de naufragar en tantas tormentas donde tú no puedes despertar.

Quieren devorarme, lo sé.

Maldito aquel que lo intente pues voy cargado de armas contundentes como el alfabeto, la verdad y la tinta negra.

Sé liquidarlos, no es necesario usar mi bayoneta ni mi vieja escopeta Winchester que debiera lubricar.

Estoy de acuerdo no cargo mi bayetilla, quizás la abandoné sobre algún libro.

Escarbo en intervalos medidamente, saqueos del pasado, los mejores instantes, una tregua acertada.

Recuerdo los parajes de la ternura, modestos, complacientes, lentos, fervorosos.

Le dije que yo era voraz, que los desnudos me intimidan, que alrededor flotan los perfumes,

Quien quisiera olfatear muchos aromas, quizás a Gabbana le puede interesar por cuestiones del valor agregado, pero mi nariz encuentra otros olores más consecuentes y que causan poderosos delirios,

Esa cuestión que hace que las feromonas se enciendan indecentemente

Permitan, entonces, con respeto que no puedo ir en contra del destino.

 

12.15.21.

domingo, 5 de diciembre de 2021

DELEUZE: LITERATURA Y EXPERIMENTACION / Antonio Arenas

 


DELEUZE:   LITERATURA Y  EXPERIMENTACION

Antonio Arenas

1.  La literatura es la vida.

Gilles Deleuze, consideró la literatura como algo fundamental en su pensamiento filosófico. La filosofía mantiene una relación esencial con la literatura. La literatura es la vida, la literatura es salud y no es un veneno para el espíritu y el cuerpo. “El escritor como tal no está enfermo, sino que más bien es médico, médico de sí mismo y del mundo”. El escritor cumple una labor médica, la escritura funciona como remedio para los venenos y males del hombre. La literatura es una iniciativa de salud. La escritura es un lugar de cruce entre la literatura y la filosofía. La filosofía con Deleuze logra un estatus semejante al de obra de arte, a ser pensada como una labor similar al arte.  Sacher – Masoch, Marcel Proust, Henry Miller, D.H Lawrence, Thomás Hardy, Levis Carroll, Emilio Zola, F.S Fitzgerald, Samuel Beckett, Frank Kafka, William Burroughs, etc. Fueron sus objetos de estudio y experimentación en la filo - literatura y en la multiplicidad de su filosofía. Proust y los Signos, Presentación de Sacher- Masoch, Kafka y la Literatura Menor, Lógica del Sentido, El Anti-Edipo, Mil Mesetas, Critica y Clínica etc. Estos textos constituyen su legado en el estudio de la relación filosofía y literatura. La literatura, como una de las “bellas artes”, impactó en su pensamiento y específicamente para establecer la idea fundamental de que: “pensar es crear”. El escritor establece diversas formas de pensamiento que se conectan con la vida y en la escritura solo puede haber una cosa. “Experimentación-vida”. Deleuze nos dice siempre que, la principal forma de acercamiento que se puede hacer a una novela, novela corta, relato, cuento o poesía es desde “la actitud de experimentador”, en lugar de intentar comprender o interpretar un texto. “El elemento creativo y experimentador es esencial tanto en los libros de literatura y artísticos, como los filosóficos”. El acercamiento o encuentro con ellos es aquel que acoge la misma manera con que han sido creados. “Un proceder creativo y experimentador, ya que un libro no tiene objeto ni sujeto, este hecho de materias diversas formas, de fechas, velocidades muy diferentes…Un libro es una multiplicidad”. La literatura como una composición es una experimentación. Escribir es construir, es crear, es pensar. La literatura rebosa la realidad acabada, inventa otros sentidos, otros valores. Fuera del “goce estético”, el novelista produce sensaciones y establece múltiples maneras de conocer el mundo, inventa mundos posibles. La literatura es una “creación artística”, mediante el uso de las palabras y la fijación de frases, con el uso adecuado de un nuevo lenguaje inexplorado. La literatura está en relación con la vida y es una forma de potenciar la vida. No es que la literatura piense menos que la filosofía, sino que piensa por afectos y perceptos. Escribir es un proceso de la vida, que traspasa lo vivido, lo desborda, más que estar en mundo, devenimos con el mundo.  Ahora bien, “la vida es el nombre genérico del movimiento que escapa a toda representación. Es lo que nunca termina de metamorfosearse, sin evolucionar jamás verdaderamente. En ella, los momentos más negadores del punto de vista de la representación contiene mayor vitalidad”. La literatura, como proceso puede expresar la vida, que deviene lenguaje y agita la lengua mediante una composición literaria o filosófica. Por eso la literatura es un acontecimiento. El lenguaje literario es un acontecimiento de “creación artística”. Deleuze nos indicaba: “Un gran novelista es ante todo un artista que inventa efectos desconocidos o mal conocidos y los saca a la luz como el devenir de sus personajes”. El literato esta unido a los filósofos en la resistencia contra el poder, contra todo lo que impide vivir, soñar y construir nuevos mundos, nuevas formas de ser en la tierra. La literatura constituye condiciones de posibilidad del devenir de los pueblos, de otros pueblos, de otras tierras por venir, de ser diferente de lo que es el mundo cotidiano.  Empero, “No se está en el mundo, se deviene en el mundo, se deviene contemplando, todo es visión, devenir, se deviene universo, devenir animal, vegetal, molecular, devenir cero”.

Si la filosofía nos permite pensar de otro modo, la literatura nos permite percibir y sentir de otro modo fuera de la vida real, inventar mundos posibles. Las novelas y los cuentos como creación “artística” literaria, les corresponde el uso del lenguaje y bajo la palabra oral, la escritura, la literatura y el acontecimiento está el arte de crear nuevas cosas. Los escritores marcan sobre una superficie, por eso el lenguaje escrito crea algo nuevo. El novelista, el cuentista, el poeta, transfigura el lenguaje en el que escribe y renuevan lo que nunca había sido dicho. Se crea un mundo no actual, sino posible. El mundo del escritor es un mundo posible, creíble y vivible. La literatura trata los problemas de la vida y es pensando la vida que se realiza la “creación artística”. La novela y los cuentos potencian la vida y son útiles para la vida. Para un filósofo como Deleuze, el escritor tiene como propósito mostrar el devenir de sus protagonistas, las frustraciones y derrotas, sus éxitos, los rompimientos, las grietas. Toda novela, cuento, relato, poesía, nos abre mundos posibles, encuentra líneas de fuga, abre puertas y ventanas para reformular nuestras vidas. No hay ningún iluminado, la tarea del novelista es abrir ventanas, demoler paredes para atreverse a ver el mundo de diferente manera. Todo lo que se puede escribir no debe silenciarse deberá decirse a través de la literatura. Es por eso por lo que el “acto de crear” y el “acto de pensar” son la misma cosa. La filosofía es un modo de pensar que se distingue de la literatura por crear e inventar conceptos y ejercer la crítica. La creación de conceptos o inventar conceptos se realiza en un plano de inmanencia, referido por la imagen de lo que significa pensar y crear. En filosofía se enfatiza más en la medida que el concepto alcanza o llega a posicionarse y plantearse a sí misma. La filosofía crea nuevos pensamientos de lo que significa pensar y en ese sentido no se separa de la crítica. La literatura le da forma a lo vivido, a lo venidero, escribir es un proceso de la vida, que traspasa lo vivido, lo eventual, un proceso con devenir múltiple, más que estar, devenimos. Se experimentan visiones creadoras y trasformadoras de todo. Deleuze aseveraba que: la literatura deviene en una lengua extraña que irradia sensaciones, cuya lectura nos trasforma, llevándonos más allá de los afectos y las percepciones cotidianas. La literatura es un acontecimiento de la vida al igual que la filosofía. El novelista atisba la vida en lo vivido. Los literatos son como los filósofos en este aspecto de atisbar la vida. En literatura vale el grito Deleuziano: “Experimentad no interpretéis jamás”. El escritor es un personaje que se edifica y excede a sí mismo en el modo característico que asume el proceso de la escritura, experimentando la vida en su estado puro de extrañeza, siguiendo sus instintos fundamentales, sin referirse a su conciencia, viviéndonos conscientes de las anomalías de la vida. Cada escritor nos enseña a leer la vida, por eso nos dice: “Aprendo palabras nuevas para contar una historia, una historia alterada, expandida en la repetición. Modifico mi forma de pensar, de expresarme. Intento otra sintaxis, otros tonos, otros timbres de voz; decido el acento de las palabras, hago inauditas las construcciones de las frases. Práctico hasta dominar todas las variantes fonéticas de la lengua, sus dialectos”. Toda novela cuenta una historia y en la novela le deberá pasar algo a sus personajes. Para Gilles Deleuze la experimentación reside en “una relación minuciosa con los estratos, que permiten liberar las líneas de fuga, hacer pasar los flujos conjugados, desprender intensidades continuas…En este sentido el deseo quiere más conexiones y agenciamientos”.

2.  Experimentando con Deleuze (Ensayar con el límite de posibilidades de la novela corta Bartleby, el escribiente, de Herman Melville)