viernes, 10 de febrero de 2023

COLOMBIA: POTENCIA MUNDIAL DE LA VIDA / Darío Ruiz Gómez



 COLOMBIA: POTENCIA MUNDIAL DE LA VIDA

Darío Ruiz Gómez

El Presidente Petro ha  señalado que  su gobierno convertirá a Colombia en una “potencia mundial de la vida”  lo que constituiría la más loable de las aspiraciones de un gobernante  pero cuyo cumplimiento conlleva una serie de condiciones que su misma ideología  está negando de salida, ya que Colombia en los pocos meses en que viene ocupando  la Presidencia se ha convertido  en lo contrario; en una potencia mundial pero de la muerte pues el uso de la violencia contra la población desarmada en las distintas regiones del país pero sobre todo en Departamentos como Cauca, Meta, Arauca, Antioquia, Atlántico  donde las masacres se han cuadruplicado, es muestra irrefutable  de lo contrario a ese supuesto objetivo de vivir en un país que potenciaría  la vida contra la muerte . En una fotografía aparecida en “El Colombiano”  se ve en primer plano  a tres muchachos  campesinos  –uno de ellos haciendo un gesto de arrogancia y desafío a sus captores-  custodiados por otros dos adolescentes  “Disidentes de las Farc” armados con  modernísimos fusiles. Tomada la foto, los tres adolescentes fueron fusilados de inmediato y sus cuerpos diseminados a una distancia de cinco kilómetros en las montañas de las poblaciones de Angostura y Campamento. La pregunta es inevitable: Si todo este vasto territorio del Nordeste que va hasta Valdivia y sus mares de coca, Tarazá, Cáceres, Caucasia con líderes reconocidos   ha entrado ya en el cese al fuego acordado por el Gobierno con el ELN y las Farc, que nunca abandonaron  su dominio territorial,  esto supone  que estas agrupaciones delincuenciales no continuarían  matando ni asaltando ni secuestrando ni haciendo cortes de carreteras o sea que a nombre de la Constitución  y de la “Ética” tendrían que haber renunciado a “su bárbara justicia revolucionaria”. Van sin embargo 30 infracciones graves de las “Disidencias” con asesinatos, secuestros, minas a la salida de una escuela rural, etc. No cabe aquí la disculpa de que por encontrarse en territorios remotos no “habían recibido la noticia del cese al fuego” ni que Petro vuelva a decir que éstos habían sido “mal redactados”.

En la tragedia de Yarumal  y del Nordeste  desde que  fue convertido en un corredor para el envío al exterior de droga y desde hace mucho al microtráfico,  es imposible  describir con palabras lo que supone  vivir  ante el pánico a  las ejecuciones semanales  que han tenido  un efecto traumático en sus  habitantes, un trauma - recordemos la vida bajo  cualquier forma de  gobierno totalitarista-  cuyos efectos llevan a una  parálisis de la conciencia y a silenciarse  ante lo que ocurre: la visión de los padres ante el reclutamiento de sus hijos, la irrupción en sus territorios de cuadrillas de feroces asaltantes  provenientes de otras regiones del país, la separación de las familias, la ausencia, por lo tanto, de la presencia de la civilización y  esto en el Centro mismo del país histórico, al lado de la Troncal de la Costa. ¿No es la instalación de un Tribunal de Crímenes de Guerra una premisa necesaria - antes de que llegue la JEP- para restaurar el imperio de la ley castigando a los masacradores, a los ángeles de la muerte con el fin de devolver a las familias los territorios que ellas fundaron y legitimaron en su memoria y para permitir que la libertad sea una realidad y no una frase retórica? ¿Por qué se comienza por desconocer entonces los Tratados de Ginebra?  ¡Libertad, libertad, libertad para el desplazamiento por los caminos y veredas, libertad para las familias, libertad para la niñez agredida! Esto sería confirmar que Colombia es una potencia mundial de la vida y no de la muerte.  

UN OMBLIGO A PLENO SOL / Antonio Arenas


 

UN OMBLIGO A PLENO SOL

Antonio Arenas

Hablar del ombligo es meterse en el ámbito del cuerpo, del silencio y la indeterminación. El ombligo se conecta con los músculos y la piel que los rodea, y esto es lo que determina la forma y tamaño de dicha cicatriz. Tal es el espacio propio en el cuerpo que difiere en cada mujer. Un ombligo es una morada de silencio cerca del plexo solar y sin embargo allí la vida y el deseo cobran esencial plenitud. El ombligo es producto de una inclinación circular, que carece de forma, pero es el cuerpo y la vida los que hablan. “El simbolismo dado en todos los tiempos y culturas al ombligo de signo de unión de la mujer y el hombre con un pasado y por extensión con un poder y una sabiduría que nos son transmitidos físicamente nos lleva de la mano a la figura impulsora del nacimiento”. La mirada al ombligo de una mujer seria entonces el resultado de una acción subjetiva, pero realmente no es así, quien habla es el cuerpo en un lenguaje que brota desde las entrañas de un mundo llamado mujer. Algunos dirán: “Lo que se observa depende de quién lo esté mirando”. Hablar en un sentido óptico como si en su decir se agotara la potencia de un cuerpo. Todo ombligo muere para dar paso a una nueva vida y después a un cuerpo esbelto de mujer o hombre y tan frágil como la debilidad humana. Ahora bien, fue una tarde del mes de enero del año 23 en una comunidad de apartamentos, había una piscina ovalada forrada de baldosas azules y negras en sus bordes que permitían ver el agua cristalina. El piso a su alrededor era de unas tabletas de color arenoso. Dos mujeres habían acabado de salir de la piscina. Una de ellas estaba sentada mostrando su brazo derecho tendido y es posible que tomara una foto con su cámara de su celular, tenía un rostro fresco y sobresalía su cabello largo y negro que caía a sus espaldas y su pecho, simulaba además una sonrisa juguetona, y miraba con sus grandes ojos negros el horizonte y dejaba ver en su rostro, unos labios gruesos y carnosos, no era fea y tenía sus propios atributos. La otra mujer estaba de pie, a sus espaldas como queriendo encubrir algo con el cuerpo de la mujer sentada. Tenía un pequeño “bikini” negro ajustado a su cintura y dejaba ver su ombligo y el plexo solar. Las dos mujeres llevaban vestidos de baño negro ajustados a sus cuerpos que hacían resaltar sus líneas corporales. Una era más robusta que la otra, pero sobresalía en ellas sus cabelleras y el color de su pelo, sus vestidos y la forma en que estaba la una junto a la otra, queriendo ocultar sus pies. La tarde tenía un aleteo de viento y calor y se veía un cielo limpio y sin amagues de luvia. El sol abrazaba con cierta ternura sus cuerpos. Un raro movimiento de una de las mujeres hizo que mis ojos se posaran en ellas y en especial la mujer que mostraba el ombligo y el plexo solar. Era de mediana estatura y de rostro serio, una mirada escrutadora, sus labios cerrados simulaba una sonrisa maliciosa. La imagen del ombligo que se mostraba profunda y circular, tenía una raya invisible que llegaba a su ser íntimo, no había vellos púbicos y todo encajaba con su postura corporal. El ombligo estaba sonrosado por el calor y el agua, su forma profunda insinuaba algo de erotismo y levedad. Se llama conjetura al fruto de la imaginación de todos los sentidos, llamamos piel a una piel y al contraste de la mirada que escruta y soslaya el deseo o la pasión. Toda piel sabe cuándo sí y con quien sí. Toda mujer sabe que no hay nada más halagador que se le eche una mirada descarriada de pies a cabeza. Un hombre no puede negarse a participar en ese juego. Hay ojos que le arrojan a una mujer encima toda la oscuridad de su deseo y más si es bella y su piel es tersa y suave. El cuerpo de una mujer es ondulado, se desliza subrepticiamente y con sigilo. Basta una mirada no hay necesidad de fuerzas, alcanza una mirada que ronde, controle e imagine. Es en el cuerpo de la mujer donde el alma busca su teatro. El ombligo y el plexo solar se convertirán en su centro, las llamas y la corriente sanguínea de cualquier hombre mortal fluirá en esas aguas. Hay que decir que el ombligo seduce porque está donde se piensa, siempre estará en una mujer como una aventura o un viaje a realizar. Algo parece decir. “Mírame aquí estoy”. La mirada es dolorosa porque quien observa padece la propia ausencia del otro. El cuerpo de una mujer y sobre todo el ombligo es esa obra de la que nunca se es dueño ni se está seguro, que no responde a nada sino a sí misma y solo se hace presente en el cuerpo de una mujer. “El ombligo es la herida que queda tras la rotura del cordón umbilical en el recién nacido. Suele ser una depresión en la piel”. Los hay de todos los tamaños, formas y colores, algunos dirán que es el escenario preciso para pensar en la mujer…

antonioarebe1@hotmail.com

sábado, 4 de febrero de 2023

LA CIUDAD ANTE LA IRRESPONSABILIDAD POLÍTICA / Darío Ruiz Gómez


 LA CIUDAD ANTE LA IRRESPONSABILIDAD POLÍTICA

Darío Ruiz Gómez

Al ir despertando de la larga noche de lo que supuso y seguirán suponiendo las secuelas de la pandemia del Coronavirus vamos detectando en primer lugar lo que al pensar en las ciudades nunca se había tenido en cuenta: el estado mental de cada uno de sus habitantes, niños, gente madura, ancianos ante el hecho  de lo que implica la enfermedad como castigo mediante la  cual comprobamos que lo que retóricamente llamábamos tejido social no es  sólo la existencia de calles, de físicos espacios para una determinada movilidad sino que el tejido social se refiere a esos lazos de afectos, a la presencia necesaria de la amistad, y que la seguridad no es un problema de mayor vigilancia policíaca sino de confianza hacia los otros, hacia quien se cruza con nosotros en la calle. El aislamiento ha puesto de presente la crisis en las relaciones personales demostrando que decir ciudadanos(as) no es una abstracción teórica sino la contundente constatación de que los desvalidos que duermen a la intemperie, los niños que miran la ciudad desde las cárceles establecidas por la delincuencia para delimitar a capricho “sus territorios” son seres humanos ya que se suicidan, que caen en la locura,  en su negativa a caer en la evasión que supondrían  el alcohol, la droga,  mediante las cuales  desaparece la última capacidad de resistencia personal  y se cae en manos de los nuevos traficantes de esclavos. Ya lo sabemos: la  escandalosa  ola de suicidios de niños y de adolescentes  y la deserción estudiantil no solo obedecen  a la falta de maestros(as), a las pésimas condiciones en que se encuentran  escuelas y colegios, a la desgraciada frecuencia de la corrupción en lo referente a la  alimentación sino a que cada uno de los seres llamados humanos ha  podido medir  la dimensión extravagante de su soledad. Lo que se denomina el miedo no lo es ante los agresores capaces de matar un niño porque se quedó dormido en un bus y  cruzó  unas barreras invisibles sino por  ese vacío existencial donde la muerte carece del lenitivo de la compasión, de la respuesta de lo sagrado. Lo exterior no es la invitación al intercambio social sino la presencia de  aquello que nos repele.

De este modo tenemos que pensar en las racionalidades que debe marcar el transporte como una lógica utilización del tiempo pues un colapso en la movilidad vial – y esta ciudad es un solo colapso- supone un desastre  en la vida de un ser humano. Medellín o lo que quedaba de aquella ciudad en la memoria de las gentes ya no existe porque las ciudadanas (os) que  sufren  la afrenta de un colapso  vial: nervios crispados, la imposibilidad de cumplir  una cita, el desasosiego no cuentan con el alivio del reposo. Y es este  un calculado proyecto  de desgobierno  que como en el caso de Medellín nace de algo inaudito en la historia de las ciudades: el intento de destrucción de la ciudad  a manos de un Alcalde y sus compinches que repudiados por la comunidad  están tratando de arrasarla física e institucionalmente  bajo la mirada indiferente de la Justicia encargada de velar  supuestamente  por la salud mental y física  de la ciudadanía, por su felicidad.   “Sin una ciudadanía siempre alerta ante los posibles desmanes de sus representantes – señala Agapito Maestre- no tienen sentido ninguna de las instituciones gubernamentales”. Aquí entonces lo que sobra es ese peso muerto de la política de los políticos corruptos y lo que se espera es una alcaldía nacida de esta condena contra los falsos representantes de las comunidades. 

viernes, 3 de febrero de 2023

DEMOCRATURA Y POPULISMO / Darío Ruiz Gómez

 



DEMOCRATURA Y POPULISMO

Darío Ruiz Gómez

Me llamó la atención que en el despacho de un alto funcionario(a) del Gobierno cuelgue  un retrato de Jorge Eliécer Gaitán. Fuera de las actuales  llamadas Autodefensas  Gaitanistas dependientes del Clan del Golfo el nombre de Gaitán es prácticamente desconocido por parte de la izquierda colombiana y si su nombre  volvió a aparecer  en la escena de la vida política colombiana  fue en la ocasión del secuestro y asesinato de la hermana de César Gaviria cuya primaria reacción fue atribuirle el crimen al expresidente Uribe cuando lo cometieron guerrilleros de las FARC y un antiguo  militante del movimiento Gaitanista. Gaitán quedó  para las posteriores generaciones  como la imagen más de un líder carismático propio de pueblos  subdesarrollados  que del dirigente  que  el país necesitaba  para enfrentar  el paso que debía darse  entre un país rural y un país moderno que necesitaba de una democracia moderna. A los recuerdos de mi primera adolescencia  están  adheridas las imágenes pavorosas de una violencia insana  que su asesinato  a manos del Comunismo Internacional  desató con  el más grave e insensato derrumbe de las ilusiones de vivir en una democracia, ni economía de mercado, ni tecnificación agrícola, ni urbanización del campo, ni grandes proyectos de educación. El populismo de Gaitán era más cercano  al populismo fascista de Mussolini a quien admiraba que del leninismo preconizado  e ilustrado desde entonces por el PCC  no como una propuesta de redención ante la desigualdad social sino como nuevas formas de violencia que se fueron enquistando  de tal manera en las prácticas políticas que pensar en sobrepasarlas con simples acuerdos de paz  entre bandas de asesinos  viene a ser  otra demostración más de nuestro infantilismo político sobre todo en esta etapa de un nuevo capitalismo global.  Siembra violencia y recogerás más violencia. ¿Cuántos campesinos han sido asesinados  durante este último mes por los despiadados frentes de las “Disidencias”  mientras Francia Márquez mira hacia otro lado?

 ”Cuando las ideas populistas pasan a ser autoritarias se entra en una democratura”, recuerda Rosanvallon.  Lo que  precisamente Alfonso Guerra acaba de señalar respecto al caso del gobierno de Pedro Sánchez en España, una dictadura blanda que ha ido  presentando al sedicioso, al malversador, al terrorista, al violador  como ejemplos a seguir mientras cualquier virtud ciudadana es desprestigiada y perseguida.  El Pacto histórico es lo que se llama un Partido Frankestein surgido como una  respuesta coyuntural  a base de enmascaramientos  ideológicos  y pactos de silencio para acceder al poder,  guardándose  de  condenar explícitamente el secuestro, el asesinato. Mantener la violencia,  callar la justicia, continuar sosteniendo  la guerra en las periferias  es la consigna. Herencias de guerras civiles inconclusas y sus secuelas de cainismo este nuevo populismo  predica la paz retóricamente pero la combate secretamente. Una banda de asesinos   surgida de  estas  prácticas  de crueldad  no dejará de seguir ejerciéndola  ya no bajo consignas políticas sino convertidas  en rudo bandolerismo.  El populismo como una idiotez social,carece de contenidos sociales, de una ética de la política pues  hablan no de las conquistas reales  de lo que debe ser un país liberado de la miseria y del dolor sino que ahora salen a la calle a caricaturizar  un gesto  de “protesta” que traerá más violencia y más tristeza: Y eso que apenas estamos comenzando: esperen las Asambleas Populares  en barrios y veredas, los Juicios políticos en las plazas públicas, ese momento en que la cordial ciudadana o el candoroso  educador(a) se colocarán  el uniforme de las nuevas violencias  y saldrán  a las calles a la cacería de  “fascistas” tal como está sucediendo en España.