domingo, 29 de mayo de 2022

DISTOPÍAS COLOMBIANAS / Raúl Alberto Mejía

 


DISTOPÍAS COLOMBIANAS

Raúl Alberto Mejía

 

Probablemente no exista género o subgénero (tema o subtema, da igual) en la literatura, tarot o acciones de Wall Street más frecuente que el de las distopías y los ahora muy comunes regresos de seres que viajaron o son del futuro, asunto sospechoso al no aprovechar resultados de loterías, ¡serían billonarios! En fin, que en Colombia -país perfecto para las utopías (sobre todo perpetradas por políticos, poetas), las distopías podrían y de hecho ya pueden hacerse a un vasto espacio de lectores, imitadores, ventas de planes exequiales, entre otros. Con observar alarmantes cifras de furibundos adeptos a este o cualquier candidato, se comprueba que distopías a la colombiana son tan comunes como los cien (o más) recitales y poemarios cotidianos. Empero, es justo darles cabida a algunos testimonios en aras de aseverar o futurizar eventos a corto, mediano y largo plazo en nuestro país de vándalos felicitados, disidencias, estridencias, vates petroficofajardiados e insulsos cual crema anti viruela del mico que venden en el hueco. Leamos (que todavía es válido) este testimonio distópico de Cástulo Enoc Lucumí, quien dijo haber viajado al treinta de mayo del 2022:

 

1

 

Damas y caballeros, yo, Cástulo Enoc Lucumí, mayor de edad, reciclador en ratos de ocio y poeta de tiempo completo del Tracto escatológico (soy el # 302, quise ser el #301, pero un mamerto desconocido se apropió de ese número privilegiado), pude viajar al futuro cercano, al lunes de la siguiente semana, descubriendo la pasmosa realidad que a todos nos espera: ¡perdió Petro, ni siquiera pasó a la segunda vuelta! ¡Dios de los obreros, primeras filas, demiurgos del aguacate, perdimos! Nuestro retórico líder no ha dormido, menos desayunado o salido a aceptar tan contradictoria derrota. No nos consuela saber que ni Fico, el tonto de Fajardo o el viejito de las hipotecas tampoco avanzaron: allá ellos con sus envidias programáticas. ¡Oh, qué catástrofe! Contrariando toda expectativa, pasaron el cristiano y un señor godo que nadie conoce. ¿Por qué, por qué? Vaya regocijo el de los diarios El Colombiano, El Nuevo Siglo, amén de centenares de iglesias cristianas, aumentando atronadoramente el volumen de sus hórridas canciones religiosas. Aquella multinacional ENLACE, de las famosas “maratónicas”, anda con cobertura extrema de lo sucedido: vendrán sus apóstoles, profetas, pastores a re educar a no pocos ateos y católicos de “pacotilla”, según expresión que repiten al unísono con terribles himnos. ¡Putas de país!, ¿qué pasó con las encuestas? “Pura mierda”, pienso tardíamente. Al parecer y según lo refieren periodistas, la abstención se aproximó al 95%; especulan que, como los primeros cuatro se sentían ganadores, la mayoría de sus adeptos NO votaron por física pereza. Se observan en avenidas de Bogotá, Medellín, Cali (etc.), comandos laureanistas entre predominantes banderas azules, a los camaleónicos Uribe y Pastrana jurar que siempre “apoyaron a ese señor que nadie conoce”. Es un caos emocional, cierto fallido Senador ha dicho que se irá para Vietnam (o Venezuela) llevándose malos versos y festival a sembrar café. Los vates del Tracto Escatológico, en pocos momentos, realizarán un colectivo “Harakiri” con machetes, serán 301 suicidas (yo no, que la gastritis tiene otra solución), la fórmula vicepresidencial del cuasi seguro presidente, una raizal afrodescendiente perfectamente rencorosa, anuncia que estudiará una maestría en maternidad de gallinas culecas en Alemania. ¡Vaya desbandada! Petro, a eso de las doce del día escribió en Twitter: “Colombia, país de maricas. Colombianos: ya no los quiero, montón de malparidos”.

¡Oh tristeza, oh decepción! El país será gobernado por un cristiano o godo quienes, a fin de cuentas, vienen siendo lo mismo. Anuncian fuerte ENLACE de paradigmas, estrategias, infiriéndose que el uno podría ser fórmula vicepresidencial del otro. Para las seis de la tarde se vivirá el (oportuno) suicidio masivo de vates. Luego y, por último, supe que andaban en imprenta Biblias actualizadas, también de la imposición del psicótico Azul como único color permitido.

 

 

 

EL DERECHO A LA PATALETA / Darío Ruiz Gómez

 


EL DERECHO A LA PATALETA

Darío Ruiz Gómez

Niño o niña que se respete cree tener el llamado derecho a la pataleta cuando sus padres no les compran un helado o cuando intentan no ir al colegio. ¿Qué viene después de una pataleta?  Robert Hughes en un libro que no he dejado de citar por su permanente actualidad, “Trifulcas norteamericanas” dice que en Norteamérica los intentos revolucionarios no han pasado de ser simples trifulcas ya que una vez pasada las quemas de contenedores, la destrucción de edificios, las “defensas de la libertad sexual”, rápidamente la aguas vuelven melancólicamente a sus cauces y nada ha pasado. Porque las verdaderas revoluciones sociales se han venido sucediendo como silenciosas conquistas de grupos oprimidos: la callada revolución de las madres cabeza de familia, de las comunidades campesinas o étnicas que se han resistido a las depravaciones impuestas por las ideologías supuestamente “liberadoras”, de quienes han sido leales a sus principios religiosos y de quienes gracias a su callada tarea de cumplir con los deberes están impidiendo que se destruya a la sociedad. “Hijo, claro que tienes el derecho a la pataleta, pero llénala de sentido al saber contra quién o qué te estás revelando ya que, si no te quedas en eso, en una boba pataleta”, me recordaba un maestro español dándome una lección que nunca he olvidado.

La reacción del exalcalde Quintero y de su pandilla de colaboradores (as) fue la de una desorbitada y caprichosa pataleta. ¿Por qué esta pataleta de burócratas adolescentes provenientes de modestas familias de barrio, de clase media?  Recordemos lo que se llama el “peterpanismo” dentro de las manifestaciones políticas característico de las izquierdas burocratizadas, retóricas exigencias de una justicia social que no saben justificar, pataletas donde se pone de presente el deseo de evitar las responsabilidades que implican crecer, volverse adulto, pensar.  No es lo mismo les ha recordado Jordi García Solel, estar en la oposición que ejercer responsabilidades de gobierno. Viejos jugando a niños barbados como Benedetti, Roy Barrera, Wilson Arias, el gordo Alarcón y ahora el reblandecido Enrique Santos Calderón.   Y aquí nos aterriza para colmo de males Zapatero, niño desequilibrado   que al destruir la economía española hizo que más de diez millones de españoles tuvieran que lanzarse a la diáspora, el personajillo a quien Chávez le regaló una mina de oro y cuyo embajador Morodó  está denunciado por lucrarse del robo de PDVSA. En todo caso lo que ha quedado en claro es que lo que se ha encontrado en la Alcaldía de Medellín no es a un equipo de profesionales capacitados para hacer frente a los problemas viales, de vivienda, salud, planeación, bajo una idea de ciudad, sino a un crispado grupo de adolescentes formados férreamente bajo una ideología populistas con la asesoría de expertos  extranjeros. El fanatismo recuerda Lenin como “la edad infantil de la izquierda”     

Contaron  Quintero y los infiltrados por Petro, con todo el tiempo necesario y con los mejores abogados, con las estrategias de desinformación de Chamorro, para fundamentar  la acusación de los supuestos robos que su odiado Grupo Empresarial Antioqueño le hizo a Hidroituango.  ¿Por qué no llevó hasta sus últimas consecuencias esta denuncia tal como lo exige la ley?  La patota de adolescentes del Gabinete Municipal insulta diariamente al Alcalde encargado y sorpresivamente nos da a conocer la terna para el nuevo Alcalde sin pensar que tres muchachas sin formación alguna no pueden pasar a dirigir  una  ciudad que le pertenece a los ciudadanos (as) que hace rato la están reclamando. La pataleta está bien pero no es suficiente.

sábado, 21 de mayo de 2022

A LETTER TO VLADIMIR PUTIN./ Raúl Mejía

 


A LETTER TO VLADIMIR PUTIN.

 (Una carta para V. Putin)

Raúl Mejía

¡Tovarisch, camarada Vladimir Putin!, el ala poética del Pacto Histórico (NO confundir con EL TRACTO ESCATOLÓGICO, abominación obtusa de demente sin permiso), le envía el más cordial de los saludos, ad portas de lograr una histórica victoria -quizás antes de la tuya, oh antifascista de la mano derecha lista para la bala o golpe de judo-. Te instamos a que, con tus afilados misiles, hackers revolucionarios y suministro gaseoso ("si toca gasear, ni modo"), le des un vital impulso a quienes apoyamos desde el Sena o la Cena ("si yo fuera diputado”, hombre Cantinflas, perdón Vladimir), en aras de arrasar en primera vuelta.


Entonces y sin darle muchas largas, paso a transcribirte en castellano, lamentando que mis achinados traductores de Vietnam sean poco doctos en ruso, quienes somos. Bien, en lista que anexaré al final, contará con sublimes poetas y, si no le molesta, agregaré selección de algunos perpetrando poemas. Advierto: hice necesaria limpieza (Stalin y tú lo saben), debido a sonsonetes, retóricas baratas, clichés de la mayoría, entre ellos anacrónicos vates pre-castristas y poetisas rumiando como vacas indecisas. Lamentablemente (es algo que resolveré cuando sea embajador en la retomada Kiev), NO todos votaron por mí, pero sí lo harán por el des-cabellado líder, ya en ciernes dictador, bueno, presidente. Para una mejor comprensión de dicha lista, subrayé, destaqué a los que son sociólogos, philosophos, repetitivos participantes del festival primaveral, docentes universitarios (con bachilleres) aficionados a ser jurados de concursos poéticos: he allí a uno que mucho "dice", el camaradita Carlitos Andrés quien, pronto, dictará charla en mi sede prometeica. Me encantaría evitarte nombres de arribistas profesores oficiales, exceptuando a ultra sabios del Moir, abatidos de rosáceas, tatuajes rojos y quienes, debido a papadas por doquier, conservan y elevan la efigie del camarada Mao. Empero, así apoyen a nuestro candidato, esos cientos de miles son perfectos vagos, al menos los de mi ciudad Medellín que, perfilado Vladimir, pasará a llamarse "PUTINGRADO", una vez dominemos.

Ante avances del enemigo, displicencias de ciertos liróforos medianamente famosos, caso Pedrito, hermanita, el afrijolado-erótico Raulito, amén de desterrados de mi festival, queremos que tu ministro de turismo regional nos envíe planos de vuestros afamados "Gulags": ¡necesitamos varios en Colombia!, y no necesariamente en climas fríos -que los hay- sino en asolados baldíos políticos, caso Otraparte, Cuturú y toda la frontera con la amada Venezuela. Para el caso podría comunicarse con mi sub director, advirtiéndote de un deseo ominoso suyo: desea mejorar su estirpe con apetecible rusa, sin importar que sea de las estepas. Sucede que, más allá de que sea narigón y arrugado, no podríamos hacernos responsables de semejante abominación.

Así como el Ché, antes, durante y después de su función como ministro de economía cubano, cuya única labor fue la de firmar billetes, en sensata ocasión manifestó: " Ché: hubo que fusilar si o si" (sic.), no es nuestra intención (aunque estamos en tierra de hipócritas positivos) el asesinato selectivo; en cambio, proponemos conducir a NO pocos opositores: poetas alternativos, prosistas, domiciliarios por atreverse a discernir, secuestrados ruidosamente por el reguetón, a disciplinantes Gulags, donde tendrán que leer, oír día y noche nuestros versos traducidos al vietnamita, arahuaco, senegalés (entre tantos más), sumándole poemitas en prosa de la modelito/poetisa, tomados de su primer libro (todavía en oferta: pague otro, LLÉVESE este) y del segundo, todavía peor, hincándose ante sus fotos con lucrativo maquillaje; entre cortos descansos se les instará a copiar textos obligados a los participantes del lucrativo festival, atiborrados de citas. También deberán, "Oui Madame”, que desglosar los ensayos feministas de la colombo-gala Berthé Oxy Estriada (NO sus poemas, nos condenarían como criminales de guerra), etc. Ojalá tu ministro se ponga en contacto con nosotros de inmediato o luego del triunfal 29-V-2022.

Posdatas:

Estamos considerando -sensatamente- que a la ancestral Chicha o al constante aguardiente regional sean, sino cambiados, si complementados con tu delicioso Vodka. Incluso yo, sedentario cual roble escocés, estaría dispuesto a cambiar mi inseparable Whiskey por aquel alcohol fermentado de papas rusas.

Puesto que con tu colega chino ya son dueños de Venezuela, Nicaragua y Cuba, al sumarse Colombia, se podría idealizar un atractivo rectángulo de patrias luminosas, líricas, plenas de discursos, recursos, cursos, abusos.

¡Por favor!, cositas que te queden, granadas, garrotes y máscaras, se las podrías enviar al futuro ministro de cultura, el camarada Bolívar. También, sea, tácticas de piromanía para la muy útil y electa senadora Zuleta.



¡Hasta la victoria!



Atentamente:

Memo Rendón “Premio Nobel Alternativo” y un montón de patos más.

Medellín, mayo 11 de 2022.

LA AGONIA DEL TIEMPO / Antonio Arenas

 


LA AGONIA DEL TIEMPO

Antonio Arenas

 

“Un libro (de poemas) es una especie de espejo: sí un mono se mira en él, no descubre una imagen de un apóstol”

 Lichtemberg

 

Pasan tardas y lentas las hojas del libro “Horas sin Tiempo y el silencio media entre el lector y el texto. Se acota en el comienzo palabras sueltas que dicen “algo”, mejor hablan de “cosas” y ese atisbo de las cosas, revela la fragilidad del ser en el tiempo. El arte poético comienza allí donde el lector agotará el verso. Las figuras o imágenes objetivadas se enfrentan a la existencia y el hábitat; a ese diario existir; hay pues, una voz monótona, una escritura frágil, una especie de agonía y soledad vivida. En el trascurrir de las páginas hay una péndola deleznable e imaginaria que marca el tic tac de las palabras. El lenguaje contrasta el alejamiento del tiempo, se recorre el entorno, la casa, las noches de vigilia, se es un sonámbulo en el campo y en el bullicio de la urbe. Se expía la vivencia para perderse en el juego azaroso de la naturaleza y la frase. La poesía de Raúl González es una interdicción de la vida que se va en el espacio y el tiempo; experiencias vividas en el caos, la bohemia y la soledad. Todo lo dicho, escrito, es captado en el ojeo de la comprensión de la naturaleza y el ambiente de la casa o la ciudad que lo desvela. Se enfatiza en la palabra suelta, escueta, rasgada y soplada. Todo, todo cree verse en la imagen que se plasma. Los poemas configuran la contradicción de la vida vana y errante, el retozo azaroso de la vejez y la presencia efímera de la muerte. “Horas sin Tiempo”, es uno juego de los diarios escritos, diarios de campo, diarios de noche, diarios de ciudad, diarios de viajes. Hermenéutica presuntuosa de la naturaleza. Soledad y vida que reposan en el tiempo inmóvil. Vida que franqueó, figuras y representaciones del conspicuo existir en medio de la naturaleza y en los ciclos del tiempo. Raúl González dirá en uno de sus poemas “La movilidad y el silencio impregnan infinitas horas”. Períodos de abatimiento, cansancio de la senectud, parpadeos frente a las hojas, el pétalo, la hojarasca y los frutos de los árboles. El poema es el espantar del tiempo ido. Mirar ojoso, ojoso agujero desolado del espacio. En definitiva, el libro está escrito en cuatro tiempos (diarios) todo para que quede en la memoria. Lapso que consume ese ocio maldito del día y la noche. Los poemas son un viaje, un peregrinar de la existencia, mezcla de naturaleza – vida - experiencia. Algunos versos son la bravata del duermevela. Las elegías dan la imagen y la idea de un hombre que agota la subsistencia. El texto y la escritura son un Kairos falaz, estático. Es el vuelo de la naturaleza ante los ojos del hombre, con una sencillez e ingenuidad pasmosa. Para un lector habitual los cuatro diarios se leen como un artificio, un pasear un dar vuelta, un tomar el aire en la noche. Un deambular circular, para explicarse un hombre así mismo el mundo y la vida. “Horas sin Tiempo”, es un libro ocioso y la abnegación de la palabra fragmentada en el lapso. Palabra soplada, sacrificio de la vida que se vio pasar. Ojeo y silabeo, río agitado por el tiempo que todo lo consume. En el libro hay un poeta náufrago de la naturaleza.

 

El poeta Raúl González pudo haber dicho:

 

Soy yo abierto a la naturaleza y el tiempo.

Yo que duermo entre la naturaleza y el silencio.

Un tic tac en el tiempo.

Yo soy una metamorfosis de la naturaleza y el tiempo.

 

Antonioarebe1@hotmail.com

 

ENTREGAR O SALVAR LA DEMOCRACIA / Darío Ruiz Gómez

 


ENTREGAR O SALVAR LA DEMOCRACIA

Darío Ruiz Gómez

Las turbas desafiantes de seguidores de la Alianza Nacional Popular (Ana­po) estaban seguras de su triunfo electoral en 1970 y exigían con violencia la entrega inmediata de esos resultados esperando así conquistar el poder. El presidente Lleras Restrepo decretó el toque de queda en todo el país y al día siguiente declaró como ganador de las elecciones a la Presidencia de Co­lombia al Dr Misael Pastrana Borrero. Punto. Como reacción al hecho de lo que los dirigentes de la Anapo consideraron como un robo a las “masas po­pulares” nació el movimiento guerrillero M19 una guerrilla de la derecha populista que en principio iba a combatir a las FARC, pero también al “em­presariado burgués”. No voy a volver a describir las peripecias de este grupo ni sus formas de violencia ya que después de la firma de la Paz con el gobierno de Virgilio Barco   la mayoría de sus jefes y militantes se acogió a las normas establecidas por la democracia bajo cuyos beneficios han enveje­cido, o, han muerto. El caso de Petro es diferente ya que su adoptada nueva imagen de revolucionario bajo la égida de Chavez y ahora Maduro, es, co­mo lo está comprobando cualquier cronista político, declaradamente anti­democrática. Un ejemplo: historiadores como el emérito Richard Piper han desmontado la falsa leyenda acerca de la llamada revolución de Octubre -“marchas heroicas”, “asaltos de los oprimidos”- al demostrar que Lenin, Stalin, los sóviets se rebelaron en realidad contra Kerensky, un Presidente títere, mediante un golpe sangriento a partir del cual se desataría la mayor demostración de terror y violencia que haya padecido la humanidad. En la historia de las Ciencias Políticas Kerensky ha pasado a convertirse en el prototipo de la figura de esos políticos   títeres utilizados por el comunismo para luego dar paso  a las dictaduras del terror. ¿No fue esto lo que aconte­ció en Cuba, en Nicaragua, en Venezuela donde ingenuamente se entregó el poder a los totalitaristas bajo el estúpido argumento de que “ustedes han ganado las elecciones”? Tuvo razón Carlos Lleras Restrepo en defender la democracia y no entregarla a los desafueros de la plebe ¿Cuántas mesas de votación habían sido quemadas, ¿cuántos votos comprados, ¿cuántos campe­sinos desplazados?  La democracia recuerda Borges no es un problema  de estadística  sino una conquista de la civilización lograda a través de la no­ción de Demos o sea de un espacio público  donde todos participan en igualdad  de condiciones  y no se impone el dogma de unas minorías que pretenden  convencernos de que ellos son “la voz de los que no tienen voz” Me refiero a la cobardía de algunos  políticos e intelectuales  a la cual aluden Ortega, Hayek, Tony Judt, Revol, Ovejero, Enrique Krauze,  que a la hora de  salir a defender la democracia  amenazada por  lobos vestidos con piel de cordero  se hacen los despistados tal como sucede hoy en Colombia donde los avances y conquistas de la democracia son cada vez más limitados en tanto crece la fragmentación social en manos de un agresivo multicultura­lismo.

“Lo triste es un indecente con poder. Esto es lo que tenemos que evitar” nos recuerda el gran Emilio Lledó.  En el vacío de valores que caracteriza hoy a todas las llamadas juventudes en Colombia la debilidad de caer en el tota­litarismo es más que manifiesta cuando a la política que parte de los hechos se la sustituye por el simulacro populista, cuando al amor por la libertad se lo sustituye por un emocionalismo redentorista, cuando a la crisis real se la sustituye por el sofocamiento de las conciencias y de las responsabilidades personales. ¿Qué hacer ante los huesos del mamut de los Partidos tradicio­nales y con su burocracia ciega y muda para sacarlos de la indolencia y lle­varlos a defender nuestras conquistas democráticas? No podemos entregar nuestras últimas libertades a quiénes procederán de inmediato a liquidar­las.

.

ESPÍAS E INFILTRADOS / Darío Ruiz Gómez

 


ESPÍAS E INFILTRADOS

Darío Ruiz Gómez

Como dejándose caer sin ruido alguno y a raíz de las declaraciones del can­didato Petro de que no irá de campaña a los Departamentos del llamado Eje Cafetero ya que una supuesta banda delincuencial llamada “La Cordillera” estaría lista a atentar contra su vida nos hemos enterado del desproporcio­nado cuerpo de seguridad con que cuenta. Los expertos mundiales en cam­pañas presidenciales y los (as) grandes analistas de lo que supone hoy el re­curso a las plataformas digitales para dar órdenes a los grupos alzados en armas, la manipulación diabólica de las redes nos describe lo que el efecto shock de unas declaraciones como las de Petro logran como un efecto des­estabilizador en la opinión pública. La respuesta del Presidente Duque y de los Comandantes del Ejército y la Policía ha demostrado que ningún candi­dato cuenta con tanta protección como Petro y se coló además una informa­ción que no puede pasar desapercibida: la presencia en los cuerpos de segu­ridad de Petro de agentes deinteligencia extranjeros. ¿venezolanos envia­dos por Maduro tal como lo sabe cualquiera?  Y aquí viene el estupor, espa­ñoles enviados presuntamente por el gobierno de Sánchez como regalo a los camaradas bolivarianos.  La presencia de un cuerpo armado de inteligencia extranjero implica una  abierta   ingerencia  en nuestra soberanía nacional, “ la deliberada intervención de un Estado en los asuntos internos de otro Es­tado”   ya que  estos comandos  estarían no solo para proteger  físicamente a Petro sino, por pura lógica,  en un plan de espionaje  a sus adversarios polí­ticos,  infiltrándolos como en el cado de la campaña de Federico Gutiérrez pero igualmente  obteniendo directamente  información sobre las poblacio­nes, las economías, los movimientos internos de las otras campañas. La en­crucijada que hoy vive Sánchez al descubrirse que los cabecillas(os) del in­dependentismo   catalán habían sido espiados por el CNI (Cuerpo Nacional de Inteligencia) desde los días en que esta dirigencia incendió   Cataluña ilustra el alcance de este problema.  El ataque fue dirigido por el software de una empresa israelí Pegasus que “presta sus servicios a los gobiernos que luchan contra el terrorismo”

¿Qué celular o móvil como lo llaman en España puede escapar a ser interve­nido por un virus, a que una organización en las sombras lo hackee y le robe datos económicos, documentos profesionales? Claro a los tres días Sánchez ha salido a decir en una apresurada rueda de prensa que tanto su celular como el de Margarita Robles Ministra de Defensa habían sido intervenidos saqueándole a él informaciones Top Secreto de Estado que había acumulado en su móvil. ¿Descuido de los Cuerpos de Seguridad del Estado?  Hoy la Directora del CIN la filósofa Paz Esteban López ha revelado que efectiva­mente estos(as) sediciosos(as) habían sido espiados con el respaldo de una orden judicial.  ¿Debe un gobierno protegerse de sus emboscados enemigos sabiendo que éstos lo vigilan y lo traicionan? La llamada Ciberseguridad se puede convertir entonces en spyware en manos de grupos o de personas pa­ra las cuales la seguridad y soberanía de la ciudadanía no cuenta para nada y lo que buscan es la desestabilización de un país. No podemos por lo tanto seguir ingenuamente pensando que esos cuerpos de seguridad enviados por Sánchez y Podemos para supuestamente, proteger a Petro solamente esté compuesto por corpulentos agentes de ETA o karatecas de Vallecas   ya que lo que se ha venido desplegando desde las plataformas rusas en Venezuela es un intenso trabajo de hackeo de los celulares de los Ministros, de los Par­tido políticos opuestos al proyecto bolivariano, de Empresarios y de enemi­gos.  Valle del Software, Big Data ¿No hemos estado escuchando esas pala­brejas durante los dos últimos años en Medellín? Ataques de desinforma­ción, de difamación de personas o empresas a través de las redes sociales, de Twitter, de Yahoo. ¿Aceptó esta “colaboración” la Canciller?  ¿Fue un acuer­do de Presidencia a Presidencia? Ojo nadie está libre de estar siendo escu­chado. ¿Por qué una desconocida como Francia Márquez obtuvo 81.000 vo­tos en los barrios de Medellín?  P. D. “El sujeto ideal –ha dicho Hannah Arendt, para un gobierno totalitario no es el nazi convencido ni el comunista convencido, sino el individuo(a) para quien la distinción entre hechos y fic­ción, entre lo verdadero y lo falso ha dejado de existir”

martes, 17 de mayo de 2022

Poema / Luz Ester Castañeda

 


Poema

Luz Ester Castañeda


Es indescriptible como todos la sienten,

todos las sienten de una forma diferente,

algunos son tan afortunados de tenerla completamente,

tienen su alma y su cuerpo,

otros se conforman con migajas de su querer.

 

Es imposible negar su belleza superficial,

se nota que cada pincelada le toma demasiado tiempo,

pero aun así es admirable el tiempo que se toma para sí misma.

Su alma, solo tres personas le han visto,

su inocencia, dolor, y más que nada amor,

qué privilegio sería estar dentro de ese círculo.

 

Entre tantos deseos que tengo con ella,

uno de ellos sería ser "el"

ella siente impotencia frente a lo que siente por este hombre,

y es emocionante cuando describe las cosas que ella aclama de él, aunque desde mi punto de vista sea diferente el sentir,

ella desea amarlo,

pero las circunstancias no se adaptan a su anhelo,

podría decir que el también siente lo mismo,

simplemente se niega a recibir

lo que ella le quisiese dar,

no sé qué pasará por su mente,

pero el caso es que daría todo por ser "el"

y sentir todo el amor que abarca en ella...

 

 

Poema / Sara González


Poema

Sara González

Estás tú, ahí, frente al espejo,

desnudando tu alma,

lentamente desabrochas tus miedos,

uno a uno cae a tus pies,

y ese rencor que anuda tu garganta,

se resiste.


Mi pupila desde lejos recorre,

cada recuerdo de tus amantes, tatuado en tu piel.

Y así te amo, vulnerable e indefenso,

sin máscara y armadura, puro, limpio y diáfano.


En un segundo eterno, toco tú alma.

Qué hago con este corazón que desgarrado quiere desprenderse

Y abandonar este cuerpo quebrado,

Qué hago con este corazón

Mustio y marchito como esas margaritas deshojadas y tristes que me observan desde la ventana.

Qué hago con este corazón que pesa más que la misma muerte, que no quiere dejar de latir aun cuando le suplico que guarde silencio.

Qué hago con este corazón que se niega a dejar de sentir,

que se niega a morir,

que late contra mi voluntad,

que se rebela a su destino, que me recuerda

que, aunque no lo quiera estoy viva.

 

 

LAS ETNIAS Y EL ARTE / Darío Ruiz Gómez

 



LAS ETNIAS Y EL ARTE

Darío Ruiz Gómez

Supongamos que voy por la calle y me encuentro con un afrodescendiente me detengo y le entrego un saxofón y éste de inmediato empieza a tocar una obra de los grandes músicos del jazz. Sin haber recibido clases de música, sin conocer las atonalidades del jazz. No es lo mismo la diáfana espiritualidad de John Coltrane que la compleja estructura musical a través de la cual Miles Davies logra elevar su condición de paria  a las alturas de la mejor tradición de la música occidental. Hugues  Panassié el importante crítico de jazz advierte que el blanco(a) que aspire a convertirse en músico de jazz debe previamente “hacerse negro” para alejarse de la rígida academia y estar preparado para entrar “en situación” y lograr sumergirse en lo inesperado, timbres y tonalidades que sólo viven en las ocultas memorias del desconocido instinto. Hoy el populismo  y su ofensivo igualitarismo pretende  convencernos de que cualquiera  sin necesidad de estudios, de maestros, puede convertirse  en músico(a) con tal de que a la letra le incorpore protestas contra “las masacres de la policía y el ejército” contra “el capitalismo que destruye el medio ambiente” Imagínense a los Directivos de Fecode convertidos de súbito en virtuosos del violín o del bajo gracias al poder de la ignorancia. En “Cold War”  la película de Paulikowski hay un momento que ilustra lo que trato de aclarar  cuando los dos antropólogos  que van recogiendo en remotas comarcas y sociedades campesinas  de Polonia el legado de una tradición oral  deben enfrentar al  Jerarca del Partido Comunista  que les dice que a estas danzas y canciones es necesario agregarles las fotografías de Stalin  e introducir versos de amor al déspota y ahí comienza a desfigurarse  el folclor, a sustituirse las verdaderas canciones populares por engendros de supuestas “canciones revolucionarias” : acuérdense en Cuba de la prohibición de los grandes compositores negros, de Celia Cruz y la Sonora Matancera y de la imposición de ese horror que fue la “Nueva Trova” o de esa fábrica de la canción social que se montó en Argentina y que dejó sordas a muchas generaciones. Hoy el Colombia esta llamada batalla cultural sigue imponiéndose por parte de nuestros(as) populistas y bajo el antirracismo imponiendo nuevas formas de censura, de maccarthysmo de izquierda, tal como se está haciendo contra la “herencia blanca”.

Teresita Gómez es una gran pianista, hace  muchas décadas  yo mismo la vi asomarse a  un  abismo  en que al parecer  se  había anulado su vocación  de pianista –  situación existencial que tanto conozco -  pero también fui testigo de verla salir adelante  recuperando las exigencias que esta disciplina impone de modo riguroso para seguir respondiendo a los intangibles que reclama la obra de los grandes maestros de la música, Beethoven, Mozart, Schubert, etc,  o sea el legado de la gran música occidental que le devolvió la fe en sus capacidades  para convertirse tal como lo hizo  en una gran intérprete, una mujer que honra la música respondiendo a su talento. Y para quien está tocando un instrumento como para quien está danzando o está tallando o escribiendo, lo importante es esa disciplina que desde una estética le permite sobrepasar cualquier condición de sexo o de clase social, de color de la piel. La grotesca canción que Francia Márquez le cantó a Teresita  “para denunciar las matanzas que nos hacen” es la expresión de esta nueva escalada de barbarie populista que pretende sustituir la cultura por una propaganda totalitaria  tratando de  demostrar  que  el talento individual debe plegarse ante el colectivismo de las “etnias” y que Teresita Gómez la admirable intérprete universal del piano debe renunciar a Beethoven, a Schuman, a Mozart, a Verdi,  a Luis A. Calvo, etc, para disfrazarse de barequera del Cauca. P. D. ¿Protestó Francia Márquez por el reciente asesinato del joven indígena defensor del medio ambiente? Si en verdad fuera una líder defensora del medio ambiente hubiera condenado desde sus trece añitos la catástrofe ambiental que las Farc, el ELN y los distintos Carteles continúan haciendo en el Cauca desde la siembra de coca hasta la minería ilegal y el envenenamiento de las aguas.

 

miércoles, 4 de mayo de 2022

La Estola púrpura de Rubén López Rodrigué por Antonio Arenas

 


LA BUSCA DE UN RECUERDO

(A propósito del libro “La Estola púrpura”, del escritor Rubén López Rodrigué)


Antonio Arenas


Desde las horas de mi infancia,

Yo nunca fui como los otros;

No vi jamás como los otros vieron,

No adoré ni odié como todos.

En la fuente común, yo nunca

Bebí mis penas ni mis gozos,

Y soñé siempre sueños míos,

Y cuanto amé, lo amé yo solo.

E. A. Poe

 

 Una imagen o un pensamiento

reprimido puede abrirse paso

en la conciencia a condición de que se niegue.

Freud. “La negación”

La imitación impone modelos;

La influencia da pautas.

Nicolás Gómez Dávila

 

  “La Estola purpura” es un compendio de textos, voces y recuerdos enigmáticos, donde las narraciones se conectan con los deseos más profundos de su autor. Nos permiten imaginar un mundo aldeano y lo trascendental consiste en viajar por un lugar llamado “la Felicia”. El pueblo y los personajes se funden en un solo elemento, son el centro y las claves de los relatos. Este libro de ficciones nos enseña cómo los hechos son una vía privilegiada para acceder al recuerdo. Conocer el pasado y compenetrarse con una vida provinciana, deleitarse y fenecer en el olvido. Se anhela profundizar en la existencia de los habitantes de la Felicia. Ofrezcamos algunos ejemplos: El general Adán Morales y su hijo se levantan contra el gobierno en la guerra de los Mil Días; tienen una relación fundante con el pueblo. Rosarito Morales, hermana del general, flaca, pequeña, mezquina y consumida por su conciencia interior, muere varias veces, burlándose de todos. Es una alegoría de las muertes del pueblo. El padre Juan Ramón Cazares, funcionario del gobierno y legítima autoridad moral. Apóstol de Dios, hombre anómalo y poseído por el demonio. Moralizador desterrado por cuatro insólitos años. La descripción de la Felicia, su calle Real, el parque, el demonio, la sombra y el conjuro de cara al demonio del Padre Ángel Custodio. La señora Rosa la Gabarosa, de figura torva, mujer pequeña y escuálida; quien construyó un pesebre de caramelo, en el cual las figuras cobraban vida de un momento a otro y con una devoción a Dios y un apetito voraz por el dinero. Es nieta del viejo Asepio, el pobre millonario. El viejo Asepio, de estampa andrajosa, mendigo, pobre y millonario, un limosnero, un miserable, un rufián y de antiguo oficio albañil. Don Ernesto Morales, anciano, hijo de Adán Morales, viaja a una cita con el tiempo y el recuerdo. La Abuela (Celestina), mujer tiesa y seca, consejera de parejas, alcahueta de estudiantes, especie de encubridora provinciana, en cuya casa se hace y se deshace, se ligan novios. Elvira y Rita, las profesoras, de lengua soez la primera, solterona, muere virgen y es engañada por su hermana y su novio. Nelson Morales, esposo de Rita, un borracho empedernido que no logra ser distinto, muere antes de cualquier cambio. El alcalde, Andrés Morales, quien trata de salvaguardar al pueblo de la plaga de las langostas. El gordo Mirus, la calle de los huevos. El loco Libar, el bobo Alipio, con sus defectos y el enigma de su asesinato. El gringo Gerald Kramer, sus engaños y la mata de tabaco agradecida, un remedo del cultivo de marihuana. Tulito el Curioso quien desaparece sin dejar rastro. La calle de los Gallinazos, los asesinatos. Silvio Montes y sus recuerdos de la violencia que llega a ensombrecer el pueblo (esta violencia no es en el pueblo sino en Chinchiná, de ahí que Silvio Montes huye hacia La Felicia para salvar su vida). Un matrimonio por ventaja, los delirios de Barbarita y sus imaginarios con un gringo. El pueblo es el gran personaje donde ocurre la segunda plaga, el comején, que lo devora todo. “En el pueblo se comenta que el comején apareció a partir de la erupción del volcán nevado del Ruiz. Usted tal vez recuerda que las cenizas llegaron hasta la Felicia, taparon las casas y trajeron una palomilla blanca que se convirtió en una plaga”. Asistimos a la creación, la vida y la destrucción de un pueblo y la saga familiar de los Morales. Un mundo que pasa. Las narraciones dicen cosas que no pueden decirse de otro modo. Lo ficticio proviene de la liberación de un recuerdo imperecedero. Crear o recrear un poblado, la monotonía de lo que pasó y las vivencias de sus habitantes. El pueblo y sus personajes son un superlativo de unidad y coherencia. Un espacio de sensatez de la sustancia narrativa. ¿Dónde está lo real de la Felicia?, ¿adónde lo Imaginario? Para ilustrar indiquemos que: William Faulkner creo Yoknapatawpha, Onetti, Santa María, Rulfo Comala, García Márquez Macondo y Manuel Mejía Vallejo Balandú. Rubén López Rodrigué sueña con convertir a Santa Rosa de Cabal en la representada Felicia. La aldea, es la imagen de un pensamiento que trata de abrirse. Negando a Santa Rosa de Cabal se afirma la Felicia. Ahora bien, en los dieciocho cuentos que componen “La Estola Púrpura”, hay una imaginación generosa y desprendida del recuerdo adolescente, las palabras se calculan y se aferran a lo que sea con el afán de narrar, siempre narrar. Rodrigué dice: “la Felicia siguió siendo considerada una aldea a pesar de reunir las condiciones para ser nombrada Distrito”. Esto suena y repica muy Macondiano. En todo el texto no hay una descripción precisa del poblado. Sabemos que la Felicia, estaba cerca de un río, sufría los efectos del volcán del Ruiz, tenía una calle Real y la calle de la Huevería, la calle Los Algarrobos, la calle del Madroño. Las casas estaban hechas de madera en su integridad y se las engulló el comején. Hay una odisea familiar que va desde el general al alcalde. Hay putas, faltan los policías, sólo unas saloneras. Las putas y la autoridad complementan el mosaico de las gentes del pueblo. Rubén López Rodrigué, es un escritor influenciado por las leyes del relato Macondiano En su fuero interno están los puntos de vista de ciertos aspectos de enaltecimiento del realismo mágico que dan forma a los relatos. Observemos: “Los insectos se posaban en las ventanas, en las paredes, en las vigas de los techos, en el tablero, en los pupitres, en las cabezas de los escolares y paraban las antenas cuando la maestra Judith Castrillón dictaba clases”. No basta con escribir lisa y llanamente reproduciendo un estilo y los temas que de un momento a otro han conmovido a un escritor; los temas deberán asombrar a un nuevo lector. Tramas como la muerte, la embriaguez, el crimen, la disipación, la posesión, los prodigios, la aniquilación, la guerra, la pobreza, la senectud, los aprietos íntimos, la riqueza, un pueblo y sus habitantes, aparecen arremolinados en los relatos captando un contexto ficticio. Rubén, inspirado en los relatos de Gabo, intenta encontrar las sombras y la verdadera creación literaria. No obstante, en todo escritor hay un primer libro difícil donde se redunda a otro escritor y si las influencias son demasiado fuertes se imita su estilo, la técnica y sus trucos. Se le admira, se le reverencia, esperando encontrar la combinación perfecta para escribir bien. Pero llega el momento en el cual se deberá oír “la propia voz”. Una voz insuperable, disímil, cifrada, recogida, distinta que defienda al escritor. El escritor dirá soy “yo”, no necesito de nadie. Se precisa el oficio de escritor para lograr una grandiosidad propia en cada ficción. Todo estilo incluiría la tensión y no el ambiente en el cual los mecanismos abstraídos y explícitos, concuerden con la claridad del tema. Gabriel García Márquez dice: “El pueblo flotaba en el calor”. Sería inadmisible expresarlo de otra manera, ese es su estilo.

Los expertos en literatura señalan que: “El estilo es el hombre”. La frase tendríamos que interpretarla al revés: “El hombre es el estilo”. Se preexiste escritor cuando se posee un estilo. Nuestro Nobel colombiano (Gabo) atestigua que: “La literatura es un tablero de ajedrez que uno le explica al lector, desde el comienzo, cómo va a mover las fichas. Una vez empieza el juego, lo fundamental es cómo se cuenta y los temas que contenga. En eso radica el encanto de narrar. No basta con sostener una historia, un cuento llevado hasta sus últimas consecuencias saca a relucir la profundidad de los temas. Gracias al encanto de narrar”. Si hay un hombre que ha buscado un estilo para narrar, ese es, Rubén López Rodrigué. Aunque paradójicamente en sus inicios deambuló por los caminos del psicoanálisis y sus primeros libros así lo manifiestan. Esperemos que en su novela inédita no soplen los vientos del realismo mágico y estemos fuera de Macondo. Rodrigué nace como cuentista en el año de 1993 con su primer relato: “Las Muertes de Rosarito”, publicado en el suplemento dominical de El Colombiano. “La Cita” será otro de sus cuentos y en él se detecta la pretensión del narrador de evocar los recuerdos de la infancia. Veamos: “Ni siquiera puedo ir en busca del tiempo perdido ya que nunca se recupera; el tiempo es implacable, no espera a nadie, en el fondo es todo lo que tenemos, el tesoro más valioso. La vida se compone de estaciones y ninguna es para siempre”. López Rodrigué se aleja de la subjetividad y lo intimista del mensaje del tiempo para detenerse en la objetividad del recuerdo. La ficción aquí es una creación que brota de los recuerdos, de la escucha activa de sus progenitores y de sus amigos, de expresar literariamente sus deseos y del sentimiento de haber encontrado un pasado perdido. Hay que pensar realmente si el recuerdo de la infancia dejó una impronta indiscutible en el escritor y su forma de narrar, en las descripciones de los personajes y del poblado. La Felicia está allí quieta, inmóvil, donde la naturaleza y las supersticiones arrojan la ancha sombra del acontecer cotidiano. La vida tiene más de una cara, la invariabilidad pueblerina es el espíritu y el espectro de los relatos. El pueblo se convierte en un personaje espectral, postrado por las plagas. En la Felicia no hay destino, ni esperanza, ni una dicha realizada. Todo acaece y la monotonía es parte de la misma realidad. El demonio es el aburrimiento, el tedio, la borrachera, la fábula familiar que se hunde en una ilusión. Cuando más abstracto es un pueblo, mejor convergen sus habitantes. La angustia y la sordidez son parte de la raíz de su existencia.

Leer hoy “La Estola púrpura” es entrar en los avatares de la insistencia y la penuria. El goce del recuerdo y la búsqueda de una memoria de la infancia que alguna vez fue negada.

 

 

antonioarebe1@hotmail.com

 

 

 

domingo, 1 de mayo de 2022

LUIS FERNANDO GARCÉS: LA MEMORIA MUSICAL DE MEDELLÍN / Carlos Alfonso Rodríguez



LUIS FERNANDO GARCÉS:

LA MEMORIA MUSICAL DE MEDELLÍN

Carlos Alfonso Rodríguez

LA ESTRELLA DEL CANTANTE

Luis Fernando Garcés, nació el 14 de junio de 1947 a las 11.15 minutos de la noche, era sábado y en el pueblo de La Estrella había fiesta, eran tiempos en que este municipio estaba separado del centro de Medellín, ahora forma parte del área metropolitana. Siendo apenas un mozalbete perteneció al coro del colegio Salesiano El Sufragio y luego pasó a formar parte del coro de la principal parroquia del barrio Boston hasta que empieza a cantar en la emisora La Voz del Triunfo.

Mientras converso con Luis Fernando Garcés, en una cafetería del Club Unión, en el Centro de Medellín bajo el tibio sopor de un atardecer, me recuerda con profunda nostalgia que la parroquia de La Estrella se llama Nuestra Señora de Chiquinquirá.

Cuando canta en un escenario se siente como un pez en el agua, como un caballo en la pradera, como un águila en el cielo; porque es un comunicador innato que se desenvuelve con la más absoluta libertad. Se podría decir que el diálogo, la tertulia y la conversación es su hábitat natural. Cuenta que “La época de la violencia” un día lo trajo de La Estrella al Centro de Medellín con su madre Estela Villa de Garcés, y su hermano Javier Garcés Villa (1944-2015), quienes se asentaron en el barrio Boston, en donde siempre ha permanecido hasta la fecha de hoy participando de la vida cultural, creativa y artística de la ciudad de manera permanente. Uno de los primeros dramas que le tocó vivir en carne propia se suscita cuando se produce la prematura muerte de su padre que ocurre cuando él tenía solo dos años de edad y su progenitor contaba entonces con treinta años, Rafael Garcés, era vendedor de autos (1919-1949). Desde entonces el pequeño niño y artista decidió echar para adelante con el arte de cantar, labor en que tuvo el apoyo incondicional de su amada madre Estela Villa.

En 1966 del siglo pasado participó en un promocionado concurso denominado “14 impactos juveniles” se trataba de un gran evento de repercusión nacional, que se organizó para que los ídolos de la juventud no sean extranjeros sino colombianos, en donde aparecen: Harold, Juan Nicolás Estela, Los Yetis, Tommy Arraut y Luis Fernando Garcés, que fueron promocionados por el productor Alberto Gómez cuya grabación se hizo en Discos Fuentes. Desde esa primera producción colectiva destacó Luis Fernando Garcés de manera rutilante e inicia una exitosa carrera que lo posesiona como uno de los cantantes más sobresalientes de la nueva ola colombiana y del rock nacional.

En el mes de marzo de 1966 se graba “Despierta Lorenzo” que es una de las canciones que compuso el famoso cantautor Eduardo Franco, vocalista de “Los Iracundos”, inspirado en la conocida tira cómica de los años 60 “Lorenzo y Periquita”.

“Despierta Lorenzo” fue una de sus primeras grabaciones del cantautor uruguayo, esa sencilla canción lo consagra como uno de los jóvenes intérpretes de la ciudad de Medellín y Colombia. Luego grabó “Satisfaction” de la legendaria banda The Rolling Stones, que lo vincula de manera directa con el movimiento del rock and roll colombiano, en el que es un verdadero pionero. Después graba “Tú la vas a perder” de Lennon y McCartney, “Me equivoqué” de los Ángeles Negros, de España, “Submarino amarillo”, “El juicio universal” y “Rock and Roll Boomerang” entre otros tantos temas. Por aquellos días tenía la vitalidad de los veinte años y una meteórica carrera que le exigía realizar giras por todo el eje cafetero junto a estos nuevos intérpretes y músicos con quienes viajaba a: Pereira, Manizales, Ibagué, Cali, Bogotá, Barranquilla y Cartagena.

 


LUIS FERNANDO GARCÉS/ LOS YETIS/ EL NADAISMO

“Mi primer juguete” hit de Los Yetis, es una composición del poeta nadaista Elmo Valencia, que en 1967 llega a las manos del grupo Los Yetis y que posibilita extender más un repertorio propio. De esta manera, se unen estos dos fenómenos musicales: el rock colombiano y la poesía transgresora de los nadaistas encabezados por Gonzalo Arango que con proclamas y manifiestos había alborotado la marranera en Cali, Medellín y Bogotá. Se cuenta que la primera versión de “Mi primer juguete” la hace de manera artesanal el poeta Jota Mario Arbeláez cuando tal parece que quiso incursionar como cantante de la Nueva Ola. Cali, perdió un cantante, pero ganó un poeta. “Mi primer juguete” de Elmo Valencia con los arreglos de Los Yetis, se graba en el Volumen 2 del grupo y se convierte en un clásico.      Posteriormente el grupo graba “Llegaron los peluqueros” letra de Gonzalo Arango que es interpretado por los Yetis, historia que nace a partir de una orden emitida por el alcalde de Medellín, que en esa época le mandó la policía a Los Yetis para que se cortaran el pelo de manera obligatoria. Uno de los personajes que se solidariza de inmediato con el grupo, es el poeta, narrador y periodista Gonzalo Arango Arias, que escribió una crónica a favor del grupo.

“Por esos días estaba de moda autorizar a los policías el abuso de autoridad de motilar a la fuerza a los melenudos en los calabozos, acusados de atentar contra el orden social y las venerables “virtudes de la raza”. Los agentes del orden al dar “el parte” de captura en la inspección decían simplemente: “es go-go”. Ser go-go en Medellín era un alias de delincuente, un antisocial.

 Mis amigos nadaístas me habían pedido que lanzara un manifiesto nacional protestando por tamaña iniquidad de que eran víctimas nuestros compañeros de la nueva ola, hecho que constituía a todas luces un flagrante delito de abuso de autoridad, pues era tanto como meter a la cárcel a los calvos por el “delito” de ser calvos. La justicia por falta de grandes causas que defender, estaba pendiente de un pelo, o de un kilo de pelo, da lo mismo. La cosa era indignante”.  


Los Yetis y Luis Fernando Garcés

Desde entonces se selló una tácita alianza entre El Nadaísmo y Los Yetis. “El profeta” Gonzalo Arango, no llegó a escribir un manifiesto sobre el tema; pero escribió aquella letra de “Llegaron los peluqueros”. Sin embargo, se podría decir que todo esto era una cosecha que se había iniciado desde el primer manifiesto nadaísta en 1958 y el influjo que tuvo en los jóvenes en los colegios y universidades, junto a la desbocada vida de sus aurorales gestores. Esto es lo que escribe “El Profeta” en la contra carátula del LP Los Yetis Volumen 2: 

Los Yetis por Gonzalo Arango. Cromos, N°2601. Bogotá, agosto 28 de 1967.pp. 62-65

LOS YETIS EL DOLOR DE NUESTRA GENERACIÓN

“De un tiempo para acá, la nueva generación estaba en crisis de valores y de palabras, esperando un signo, un presagio salvador, ídolos que encarnaran la rebelión y la esperanza.

Nadie sabía qué hacer con su alma ni con sus sueños y terminaron por acoger una rebeldía sin causa, consagrándose a una orgía de pasiones desenfrenadas que lindaban con el delito y el terror. Era el fruto prohibido engendrado por la frustración y el hastío de la vida contemporánea.

Pero la juventud encarna el frenesí, el espíritu de la aventura y siempre tiene la razón, aunque no la tenga. Para reclamar sus derechos frente a la vieja generación, encontrará una oposición vehemente y el poder autoritario de los viejos que se escandalizan con sus ademanes desafiantes, sus irreverencias contra los cultos y mitos tradicionales.

 Definitivamente eran los esperados. Un puesto de honor en la vanguardia de esta revolución musical, ocupan por derecho propio Los Yetis de Medellín, un conjunto privilegiado por la variedad e inspiración creadora de sus cantantes, intérpretes y compositores como Juan Nicolás Estela, Iván Darío López, Juan “Juancho” López, Norman Smith y Hernán Pabón, artistas de lujo para una generación que ya los consagró en el altar de la nueva ola. Los Yetis artistas exclusivos de Discos Fuentes lanzan su segundo volumen con canciones y ritmos delirantes, un éxito más en su ascendente carrera de astronautas de la música a Go-Go.

La guitarra de Los Yetis tiene la palabra para convocarnos a la alegría de vivir, a la danza, al olvido de esta época agitada por convulsiones y presagios siniestros.

En su arte radiante de vitalidad y frenesí, daremos un nuevo paso en la conquista de la fraternidad, la libertad y la esperanza de un mundo mejor.

Luis Fernando Garcés, que había hecho giras con Los Yetis, que había grabado varias de sus interpretaciones con el mismo grupo, que realizó festivales y conciertos con ellos, que eran amigos, hermanos y socios de generación desde los años 60; cierto es que no era fundador del grupo originalmente, pero Luis Fernando Garcés, era un admirador, seguidor y divulgador del grupo fundado por Nicolás, Iván Darío y “Juancho” López, con el tiempo y los años se integró a “Los Yetis”, primero como baterista; luego como vocalista e intérprete, labor en la que continúa hasta la fecha de hoy.

Luis Fernando Garcés, es una leyenda de la música popular, contemporánea, un referente indiscutible para las nuevas generaciones musicales y un intérprete excepcional. Cuando se unió a Los Yetis, en realidad estaba sellando una alianza musical y artística, una sociedad generacional y la cristalización de un sueño de juventud, porque en sus propias palabras: “Ser un Yeti es un honor muy grande para mí. Es como ser declarado un quinto Beatles”.       Sabiamente se reinventaba, en una época en la que nadie hablaba de “reinvención”.

Una pasión pública de Luis Fernando Garcés, son Los Beatles, pues posee una vasta colección original y única en su casa ubicada en el barrio Boston, con las joyas musicales más imaginables e inimaginables. Una colección que ha sido construida en varios años, lustros y décadas como fiel testimonio de una pasión creativa, que ha sido archivada gracias a muchos familiares que durante esa época vivían en Inglaterra y EE.UU. También a su apasionada vocación de coleccionista musical, comentarista radial e investigador, pero sobre todo a su laboriosa actividad de gestor musical como distribuidor de música, agente artístico y periodista musical; porque es una memoria andante de la música colombiana, latinoamericana y universal, que tanto lo seduce y apasiona.

  

Sandro y Luis Fernando

LUIS FERNANDO GARCÉS EL INTERNACIONAL                         

En 1976 la Casa discográfica mexicana Peerles solicitó expresamente los servicios de Luis Fernando Garcés para grabar un cover en español de la canción Piccola E frágile (Pequeña y frágil) de los italianos Enrico Riccardi y Luigi Albertelli. La grabación encomendada por la casa discográfica Peerles de México se escuchó en toda Latinoamérica y en la comunidad Hispanoamérica de EE.UU. Ese rotundo éxito exigió que se grabaran otras canciones en Colombia que se realizó en Discos Fuentes y que actualmente se puede tener acceso a través de las redes.

La extensa carrera artística iniciada en mil novecientos sesenta y seis este año llega a cincuenta y cinco años que es necesario celebrar como un acontecimiento creativo y artístico. Por lo menos de la ciudad de Medellín, para de esta manera rememorar sus giras nacionales e internacionales; porque fueron memorables sus conciertos en Quito, la capital de Ecuador; pero también en Guayaquil, en donde sus conciertos llegaron a ser multitudinarios. Gratos momentos que permanecen en la memoria del artista, por siempre.             En 1976 cantó acompañado por la Orquesta de Julio García en un Festival que se denominó “Milo a Go Go” que se llevó a cabo en el Coliseo Cubierto de Medellín que consiguió un lleno total y que además contó con la presencia de sus compañeros de múltiples giras artísticas como Harold, Juan Nicolás Estela, Tommy Arraut y otros.                                               De la misma manera que mantuvo su carrera artística por años, fue incursionando en otras actividades vinculadas al mundo de la música como por ejemplo al periodismo artístico, como comentarista musical que le permitió crear conocidos programas de radio como “Desenfreno juvenil”, “Inolvidable” y “Los maravillosos 60” en La Voz de Colombia; “El abecedario de los Beatles”, por RCN en los 93.9 del dial. También trabajó en “La Feria del Disco” conocido almacén discográfico que se encontraba ubicado en el Centro Comercial Junín y Maracaibo. Finalmente incursiono por años como agente musical por todos los pueblos antioqueños, conociendo los 126 municipios a donde llevaba los discos y grabaciones más actualizados del acontecer musical en Medellín, Colombia y Latinoamérica.   

 

                                                            Mónica y Luis Fernando


ENAMORADO DE UNA FANS ENAMORADA

Cuando Mónicaencuentra a su media naranja en el corazón de Mónica Denise Suárez Naranjo (1964-2010), el universo se le armoniza de por vida, porque encontró la pareja ideal, su alma gemela. Un ser con quien convivió por espacio de treinta años y desde entonces la ha venerado hasta hoy con suprema devoción.

 Luis Fernando Garcés conoce a Mónica Denise cuando ella era solo una adolescente de dieciséis primaveras y es muy probable que fuera una fan enamorada del artista con quien tuvo un gran y bello romance que solo la muerte pudo separarlos cuando un cáncer al colón acabó con su vida. Desde entonces Luis Fernando no la sustituyó por nada ni por nadie, pues Mónica Denise permanece en su corazón como una compañera espiritual, aunque muchas veces se ha negado a compartir poemas o canciones, el recuerdo de Mónica Denise, permitió que evocara uno de esos cantos o poemas escritos para ella. Recuerda que hace once años cuando falleció Mónica Denise, por algunas desavenencias familiares las hermanas de Mónica le impidieron que ingresara a la sala de velación. Tal vez porque de manera arbitraria buscaban responsables de la prematura muerte. Ante tal impedimento, él fue durante cinco años consecutivos al cementerio y en uno de esos tránsitos o viajes le escribió este texto.

AUNQUE TÚ YA NO ESTÉS 

(Fragmentos)

Mi vida triste y sola está

desde aquel domingo en que te vi partir.

Tus manos no pudieron detener

aquel duro y cruel adiós;

pero tú no podrás regresar…

Y las plantas y las rosas no se marchitarán.

Tal vez se marchitarán;

pero yo nunca te he de olvidar…

 

LA SUERTE DEL BEATLEMANIÁCO

Luis Fernando Garcés cuenta que en 1978 iba caminando de lo más tranquilo y sereno por Boca Grande, en Cartagena, cuando de pronto él que siempre anduvo pensando en Los Beatles, creyó ver a John Lennon y Yoko Ono, pero cuando estuvo frente a frente, ya no lo dudó un segundo, era él, su ídolo de toda la vida, entonces Luis Fernando, se acerca y le dice:

—Míster Lennon…

—¡Watts!

—¡John!¡John!¡John! 

—¡Hello!¡Hello!¡Hello! —Le dijo el Beatle, el ídolo, le extendió la mano, le desglosó una sonrisa y le regaló la señal de chito, para luego seguir andando de la mano de Yoko Ono e irse perdiendo entre el calor de Cartagena, la brisa del mar, el crepúsculo del atardecer y la multitud de la gente. Luis Fernando, también continuó su camino, pero feliz de haber conocido a su máximo ídolo musical de toda la vida, que llegó como una aparición, como un encuentro inesperado, como un regalo de la vida.

Los encuentros con los nadaistas fueron frecuentes en esa época, que se realizaban generalmente en la casa de Norman Smith y es que los unía el repertorio formado por las letras de sus locos y peligrosos poetas, pero también la artista Rosa Smith y el filósofo de “Otra parte” Fernando González.

Luis Fernando Garcés, conoció a Gonzalo Arango, que se puede decir que era su vecino, porque el líder nadaista vivía en la calle Bolivia, entre Cali y Reebot, en pleno Centro de la ciudad. Sucede que “El Profeta” era amigo de las primas de Luis Fernando, quienes vivían en la calle Perú, entre El Palo y Girardot, entonces Luis Fernando era solo un adolescente de once o doce años. Después conoció a Darío Lemos, Eduardo Escobar, Elmo Valencia y Pablos Gallinazus. Otra de las pasiones secretas de Luis Fernando, es cantar las canciones de “Los iracundos” entre ellas: “Calla”, “Fábula”, “Despierta Lorenzo”, “Puerto Mont”, “Voy a pedirte”, “Te han visto el domingo en la noche”, “Te siento tan distante” y muchas otras canciones más. Pero también lo mejor de Charles Aznavour y Sandro.

—Luis Fernando, ¿por qué no escribiste canciones? ¿Por qué no cantaste canciones propias?

—En verdad, la pura verdad es que hay muchas canciones más bonitas que las que yo intenté.

—¿Eso significa que escribiste algunas?

—Sí, muy pocas, pero he escrito canciones y poemas.

—¿Por qué no continuaste grabando?

—Entre otras cosas, porque la gente pide siempre las viejas canciones de los años 60: “Despierta Lorenzo”, “Mi primer juguete”, “La chica del billete”. Entonces no paga grabar nuevas canciones…

—Sin embargo, has logrado una larga carrera artística.

—Sí, pero en Colombia les va mal a los artistas, porque se le trata mejor en el extranjero.

—Hace algunos días me contaste el motivo por el cual caminas hoy con dificultad.

—Tuve un derramamiento del líquido encéfalo raquídeo. Me acosté bastante normal y al día siguiente sentí un charco de humedad sobre mi cama, ese es el motivo por el cual tengo una lentitud para caminar. También me ha afectado la visión, un poco en la vocalización y actualmente leo con bastante dificultad.

Luis Fernando Garcés, recuerda que cantó en el teatro Junín, ese monumento artístico que existía en la ciudad y se encontraba ubicado entre la calle Junín y la avenida La Playa, pero que fue demolida para construir un edificio en ese mismo lugar. “Era una sala espaciosa que tenía unos camerinos inmensos como los grandes teatros europeos, en donde escuché cantar a Pedro Infante, y en donde también canté en 1968 junto a Roberto Ledesma, Alci Acosta, Los Golden Boys, Juan Nicolás Estela”. Sobra decir que también escuchó a Julio Jaramillo, y que fue amigo de Lucho Bowen, Olimpo Cárdenas y tantos otros grandes intérpretes.

—Gracias Luis Fernando Garcés.

—Por nada, hermano.

Luis Fernando Garcés es también la memoria musical de Medellín, la memoria de los 60, 70, 80 y 90 de la ciudad de Medellín, es muy normal verlo transitar por las calles del Centro, entrar por Junín, a “juninear”, entrar al Club Unión, en estos años en que es un gran Centro comercial, en cuyas cafeterías se encuentra y reencuentran los músicos, autores, compositores y poetas.

Los fines de semana Luis Fernando Garcés, el artista, el cantante, suele llegar a la famosa cafetería y restaurant El Versalles, ubicada entre la calle Junín y el parque Bolívar, a la tertulia de los sábados con Víctor Bustamante, Andrés Upegui, Gustavo Hernández, Rubén López Rodrigué, Luisa Vergara, Álvaro Restrepo Gaviria, encuentros y reencuentros, que se suceden los días sábados por la tarde acompañados por las fotografías de Carlos Gardel, Gonzalo Arango, Jorge Luis Borges, Manuel Mejía Vallejo y el poema Piu Avanti de Pedro Bonifacio Palacios, que firmaba con el seudónimo de “Almafuerte”, aquel que reza: No te sientas vencido ni aún vencido/ no te sientas esclavo ni aún esclavo que yo se lo escuché declamar muchas veces al periodista uruguayo Emilio Lafferranderie.

La tertulia de los sábados en El Versalles un espacio en donde lo más importante es el diálogo, la poesía, el cine, el teatro, la música popular y la vida creativa de la ciudad de Medellín, a donde puede llegar de manera intempestiva Harold (1947-2017), Nicola Di Bari, Gerónimo o Piero.

 

       Luis Fernando Garcés/Juan “Juancho” López/ Juan Nicolás Estela