lunes, 12 de noviembre de 2018

MEMORIAS DE POCO TIEMPO / Darío Ruiz Gómez

Pawel Kuczynski



MEMORIAS DE POCO TIEMPO

Darío Ruiz  Gómez

Joe Brainard, diseñador, cineasta,  escribió un texto que se ha convertido en una obra de culto para lectores inteligentes, es decir lectores que han sabido escapar de las mentiras y falsedades impuestas  por la publicidad. El  texto se llama “Me acuerdo cuando y otros autorretratos” y plantea una estrategia para recuperar  la memoria inconsciente  a partir de esa pregunta: “Me acuerdo  cuando  en 1951 - esto ya es mío-  veníamos mi primo Gustavo y yo de la Biblioteca de la Universidad de Antioquia a la cual acudíamos  a leer  por  la tarde y nos detuvo  la policía. Éramos unos  simples  niñitos y nunca pudimos regresar a la biblioteca porque ya el terror se había apoderado de las calles”   Recurrir a esta metodología es impedir que nuestros  recuerdos  personales sean  desvirtuados  o que incluso lleguemos a avergonzarnos de ellos o a pensar que debemos olvidarlos. “Me acuerdo, dice Brainant, de los días lluviosos a través de la ventana”.  Contra el recuerdo  personal  enfocó  sus baterías  ideológicas  el estalinismo  calificándolo  de “subjetividad pequeño burguesa” reacia  a integrarse a la “memoria colectiva”, lo que supone  la aberrante  manipulación ideológica de los recuerdos. Por eso persiguen  a  lo íntimo ya que es en esta intimidad donde se refugia el alma, el alma  que guarda fidelidad a sus muertos ya que hasta allí no puede penetrar la garra  del censor.  Esta aberrante teoría fue llevada a la práctica en la Cuba castrista, en la Venezuela de Maduro  y ha sido  impuesta en Colombia  a través de una larga tarea de adoctrinamiento de grupos de ingenuos escritores o de militantes disfrazados de intelectuales. Ya  Zamiatin  en su inmortal “ Nosotros” mostró los procedimientos  de un sistema totalitario para eliminar de la memoria  individual todo rastro de recuerdo e imponer la verdad del Partido Único. Walter Benjamin replicó diciendo que lo que llaman Historia es un recuerdo que está en peligro.  Broinard  a través de esta metodología rescata por el contrario el valor que alcanza  el  lograr  recordar  y  no el tener que aceptar la memoria  impuesta por  una organización que  preconiza  la aceptación del olvido por decreto de todas sus fechorías  pero – por carambolas-  deja muy mal parados a quienes  se las justificaron. “Me acuerdo de la sopa de pollo con fideos cuando estaba enfermito” pero también Brainard  se acuerda: ”Me acuerdo de los uniformes de los alemanes, me acuerdo de los refugiados”  ¿Por qué no sabemos nada de los guerrilleros muertos, de los fusilados por “desviaciones ideológicas”? ¿De los heridos que fueron abandonados en la selva?  “Me acuerdo cuando el Comandante volvió a violarme”. 

Como lo ha señalado con gran solvencia  jurídica  Nicolás Uribe lo que la JEP  busca al calificar de  político  en el caso de las FARC, un crimen de lesa humanidad  como el secuestro,  es  corromper  el lenguaje, es, como en el caso del siniestro Juez que reclama airado que Estados Unidos “debe” entregarle todas las pruebas que  tiene contra Santrich, dilatar el proceso mediante un despropósito verbal  y finalmente tratar de socavar el Estado de Derecho.   El, me acuerdo es lo que  están haciendo  directamente las  víctimas que hablan ante unos imperturbables  jueces de mármol. “Me acuerdo –podría decir una madre  llena de tristeza- cuando se llevaron a mi hijito  y lo  desaparecieron ”  Ese niño como tantos otros  también tomaba sopa de pollo con fideos cuando estaba enfermito. 


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