MANIFIESTO POR UNA NUEVA POESIA / RAUL JAIME GAVIRIA

 

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"No necesito brazos que me rodeen

ni drogas que me calmen

vi las palabras escritas en el muro

no pienses que necesito algo

ni pienses que lo haré en el futuro

a fin de cuentas todo aquello no fue más que ladrillos en un muro

del cual, a fin de cuentas, tú no eras más que unos ladrillos".

Roger Waters , fragmento de " The Wall"

                                                                                                         (traducción de Raúl Jaime Gaviria)

 

MANIFIESTO POR UNA NUEVA POESÍA

Raúl Jaime Gaviria

A la poesía de este país hay que ponerla a caminar erguida, volverla de a pie y darle a morder el polvo de las calles junto a la turbamulta de homosapiens que transitan por Laureles, Siloe, Teusaquillo  ,Bocagrande, Ciudad Bolívar o cualquier barrio de cualquier ciudad nuestra. A la poesía colombiana hay que sacarla de los aviones porque se mantiene en las nubes y así también vegetan en los aires los poetas-turistas que tiraron sus libretas y ahora escriben pseudopoemas adocenados en serviles servilletas de avión o de hotel, leve o profusamente impregnadas con sus vómitos etílicos. También es necesario sacarla a empellones de los salones, porque la poesía en esta patria nuestra se ha aconfitado y ahora se pavonea con soberbia en  halls de hoteles cinco veces estrellados olvidándose de sus orígenes de oscuros callejones y húmedas buhardillas. Este país lleva 60 años de guerra y es justo que llegue la paz, pero no así en la poesía, la poesía debe permanecer en un estado permanente de sublevación y de revolución, los verdaderos guerrilleros han de ser desde ahora los poetas y no los asesinos, que apropiándose del término, han deshumanizado a una nación entera, inundándola de sangre y desolando sus campos y ciudades. Con la paz política entre asesinos, los de aquí y los de allá, ha de principiar la guerra poética, de hecho se ha adelantado, pues aún no se firma la paz y la guerra ya está declarada ya que como siempre la poesía que es visionaria anda diez leguas adelante de la política. Más pronto que tarde llegará la paz, y no por el ánimo sincero de los combatientes, que si por ellos fuera se seguirían matando hasta el día del juicio, sino porque la paz que se viene no es colombiana, es una paz impuesta desde afuera. Se trata de una decisión política ya tomada en oficinas burocráticas de Washington y La Habana y en menor medida en Quito y Caracas. No en Bogotá ni en las selvas de Colombia. Pero como este país voyeurista, de reinas y realitys, no puede vivir un segundo sin el espectáculo, unos y otros, los de aquí y los de allá, ya han adecuado la patética escenografía de arduas negociaciones y amagues de levantarse de la mesa, de tires y aflojes que indefectiblemente habrán de conducir al abrazo final, las lágrimas de cocodrilo y el likilesko discurso en Oslo con sonrisas kodak incluidas. Allí veremos sin duda a uno que se dice poeta y que se ha lucrado durante años con el discurso de la paz, allí estará dándose codazos con quien sea con tal de quedar en la foto. Por eso ante tamaña sociedad de la mentira que no excluye para nada la literatura, los poetas de lo nuevo batallaremos sin descanso hasta instaurar un orden poético más democrático. Será una guerra sin cuartel en la que caerán muchas máscaras. Ya no se cargarán los fusiles sino las plumas, no habrá balas que se disparen sino versos y esta guerra a diferencia de esa otra estéril, sí que derrocará a los poderosos, porque una palabra vale más que mil fusiles y la voz de un poeta subvertido más que cien granadas explosivas. La revolución será poética o no será. Ya están dispuestas las barricadas, las estrategias se encuentran en marcha y las milicias neonadaistas tienen la moral en lo más alto. Para esto declaramos como objetivos poéticos de nuestras milicias los siguientes:

1) Desenmascarar la poesía de salón con sus poetículas y poetículos, con sus serviles lagarterías y mutuos favores, con sus poemas epigónicos de escuela vacíos de alma y sentido.

2) Escribir poesía de manera libérrima, como se nos venga en gana, como nos salga de la garganta, la poesía como gesto vital, no como treta calculada. Lograr desarrollar hasta el máximo de su potencial en cada uno de nosotros el órgano poético, el instrumento más poderoso del que pueda preciarse el hombre libre. Seremos cultores devotos de la creación en movimiento transformador y no nos encorsetaremos en gastadas fórmulas ininteligibles y solipsistas que no comunican.

3) Desarticular a través de nuestras denuncias la red perversa que se ha ido tejiendo maquiavélicamente durante los últimos 25 años y que ha impedido sistemáticamente que las voces de vanguardia se hagan escuchar, condenando al silencio a dos generaciones de poetas y solo permitiendo de cuando en vez la figuración nunca muy rutilante de jóvenes carentes de gónadas poéticas sometidos previamente a la capitulación al canon establecido y a la traición generacional, así como a la abjuración de toda ruptura y al sometimiento al statu quo de la red en consolidación.

4) Denunciar y combatir con todo nuestro ardor poético los intentos globalizantes y monopolizantes que por parte del Festival Internacional de Poesía de Medellín se han venido gestando durante los últimos años y que tienen por objetivo en Medellín asfixiar al naciente y libertario movimiento poético local inspirado en los postulados del neonadaismo y en el resto del mundo lo mismo con los movimientos de vanguardia de cada uno de los países afiliados a esa nueva secta pseudo-humanista llamada Movimiento Poético Mundial.

5) Buscar formas de financiación creativas y auto-gestionadas, deslindadas por completo del estado colombiano.  Desarrollar desde lo privado estrategias novedosas que posibiliten la independencia poética, política y económica de nuestros miembros para que no se sean sujetos de fácil cooptación por parte de nuestros enemigos poéticos.

6) Cada nuevo miembro que ingrese a nuestro movimiento habrá de hacerlo con plena y libre voluntad  y porque le nace del corazón vivir ya no de la poesía como algunos lo han pretendido sino con y para ella.

7) El neonadaista no ha de tomarse muy en serio, y ha de ser capaz de bajar al poeta de su pedestal, sin temer a que se le caiga la boina, necesitamos más vida y menos retórica. La poesía colombiana adolece de humor y se hunde lentamente en el cienoso fango de su falsa compostura. !Hipócritas! ¡Fariseos! si Cristo hubiera por desgracia nacido en este país no se hubieran contentado con crucificarlo, de seguro le hubieran cortado la cabeza y alguno hasta le  habría arrancado los ojos para cocerlos en un caldo.

8)  Yo propongo jugar un chico de billar a medianoche o ¿qué tal espantar a algún acartonado Director de Festival Global con un poema de versos mal cortados parodiando al "gran" Neruda? Algo así como: que triste/ leer versos esta noche /y si son tus tristes versos /más triste aún. Porque el neonadaismo no es un mero nombre sino una actitud. Una postura y una visión irreverente del mundo.

9) El blog neonadaista se cuidará en adelante de publicar o dar difusión al pensamiento de pseudocreadores que tengan por único fin utilizar nuestro medio como trampolín para treparse a la red anteriormente mencionada y a la cual, según nuestro objetivo debemos desarticular. No se le suministrarán más perdigones al enemigo para que luego los utilicen en nuestra contra como ha sido el caso de anteriores procesos abortados y dinamitados por dentro por nuestros contradictores poéticos.

Este manifiesto se irá ampliando en la medida en que sea necesario y en al caso se hará pública difusión de sus adendas.

 

 

Patria o suerte, venceremos

Escrito por Raúl Jaime Gaviria (Comandante Alighieri)

desde algún lugar de las calles de Medellín

octubre 1,2012

revisado, aprobado y firmado en pleno por el Comité Central Neonadaista (CCN)