martes, 22 de julio de 2025

Despedida de Black Sabbath sin “Geoff" Nicholls, su músico fantasma. Víctor Bustamante


...

Despedida de Black Sabbath sin “Geoff" Nicholls, su músico fantasma

----- ----- Víctor Bustamante

 

----- Hay una práctica medieval, oscura, áspera y, es mejor, decirlo de una vez, una actitud demasiado avarienta para esconder a un músico, nunca a un frotman de la vista del público en el escenario. Ya que mientras los latidos de las guitarras cabalgan hacia el paroxismo de lo que es un concierto, y la banda, los cuatro de la banda, se expresan dando lo mejor de cada uno, de la mejor manera posible, entregando su talento de una manera total, además, de público y grupo encontrar esa simbiosis que hace posible ese encuentro, en medio del bullicio, de la algarabía de un concierto, existe en algún lugar del escenario un músico escondido, un musico secreto, en este caso un tecladista. A veces lo situaban detrás del telón de fondo, tras bambalinas de una pantalla de proyección o disponiendo algún elemento escenográfico, por ejemplo, detrás de las cruces celtas y la niebla que parece humo, pura escenografía, para que lo cubra y lo encubra en la noche de concierto. Así, de esa manera, se elaboraba una ocultación integral del músico fantasma, pero, eso sí, se permite la esperada proyección del sonido con micrófonos adecuados, lo cual es ideal para situaciones donde la presencia visual del músico, en este caso, Geoffrey James "Geoff" Nicholls, no era deseada en absoluto, ya que, a pesar de su talento con los teclados distraía del foco principal a la banda inicial.

----- Mejor dicho, no lo situaron en el foso, porque ya era el colmo de un agravio, o debajo la tarima porque sería un doble agravio. De todas maneras, cuando se escuchaba o aún se escucha Heaven and Hell en concierto de alguna parte del escenario brotaba el sonido de los teclados pausados y lúgubres, dando ese toque definitivo a Black Sabbath. Pero algo no encajaba, en ningún lugar del escenario aparecía el tecladista, menos a la sombra, aunque era una sombra de sus amigos entre comillas, podría ser que ningún foco lo iluminaba, pero no, de ninguna manera se podía ver ni la silueta del tecladista, de "Geoff" Nicholls digo, eso sí, ellos de ninguna manera iban al toque de concierto con música pregrabada, pero, dónde estaba el tecladista’. Esa pregunta se la había hecho Wilde hacia cien años, ¿dónde está el pianista?, lo digo porque no lo vemos, porque sabemos de su existencia, pero su silueta, su hálito no aparece, pero sí registramos su golpeteo de las teclas, la brillantez de su ejecución, ahí escondido, secreto, porque sus compañeros de banda lo habían relegado, lo habían disimulado lejos de las luces; a lo mejor, guardado en una caja oscura,  o en una más negra, en la noche de concierto, como Houdini,  para que le sirviera de envoltorio o de mortaja y nadie lo viera. No fuera que, el público expectante, se enamorara de él, y ya lo vieran como el quinto componente de Black Sabbath. Hay una causa, el legado anterior, los derechos de transmisión y grabación es decir los royalties de por medio, llevan a esa impostura.

----- Me refiero a “Geoff" Nicholls, ya que su primera aparición en un álbum de Black Sabbath fue en Heaven and Hell (1980), Mob Rules (1981), Born Again (1983), Seventh Star (1986), The Eternal Idol (1987), Headless Cross (1989), Tyr (1990), Dehumanizer (1992) y Forbidden (1995), además de algunos discos en directo. Siendo acreditado como teclista a partir de entonces, aunque sin ser incluido como miembro estable, hasta 1986. No obstante, su rol casi exclusivo en los teclados, Nicholls tambien tocó la segunda guitarra en Black Sabbath, durante la gira de reunión con Ozzy Osbourne en los años 90, durante el solo de Tony Iommi en "Snowblind", y en algunas canciones durante las giras de Headless Cross y Forbidden. Nicholls muy pocas veces se asomó sobre el escenario con Black Sabbath, su puesto durante los conciertos se encontraba oculto tras bastidores a un costado del escenario, como una sombra, ya que los reflectores pocas veces lo iluminaban; eso sí, lo mordían los aplausos lejanos en la oscuridad y, estoico, sabía que, al ser el músico escondido de la banda, que sus compañeros los recibían con alegría y boato ante un público que genuflexo se quemaba las palmas de sus manos por ellos. Una excepción ocurrió en la gira de Seventh Star, donde Nicholls fue visible sobre el escenario, otra fue durante un concierto de caridad en mayo de 1988, donde Nicholls resplandeció como bajista.

-----  Geoff Nicholls, fue teclista de Black Sabbath durante 25 años, entre 1979 y 2004, falleció a los 68 años por cáncer de pulmón.

----- Su fallecimiento fue confirmado por Tony Iommi, a través de redes sociales:

----- Me entristece profundamente la pérdida de uno de mis amigos más queridos, Geoff Nicholls. Llevaba un tiempo sufriendo cáncer de pulmón y perdió la batalla esta mañana. Geoff y yo siempre hemos sido muy cercanos y él ha sido un verdadero amigo y me ha apoyado en todo momento durante casi 40 años. Lo extrañaré mucho y vivirá en mi corazón hasta que nos volvamos a encontrar.

Descansa en paz, mi querido amigo.

Tony

----- Ozzy Osbourne también publicó un recuerdo de su colaborador de toda la vida:

Geoff Nicholls fue un gran amigo mío durante mucho tiempo. Lo extrañaremos muchísimo. La noticia me entristece mucho.

-----  Igual actitud fue la del bajista Geezer Butler:

Me entristece mucho saber del fallecimiento de mi viejo amigo y teclista de Sabbath, Geoff Nicholls. Descanse en paz, Geoff.

----- A pesar de los afectos en su despedida a “Geoff" Nicholls, nunca dejó de ser un Músico Fantasma, ghost musician, lo cual denota y describe a un artista o productor que colabora a crear música para otros, que no recibe crédito público por su trabajo. Estos músicos también pueden componer, escribir letras, producir, arreglar, mezclar o masterizar canciones completas o partes de ellas. A cambio de su anonimato, los músicos fantasmas suelen recibir un pago único o regalías silenciosas. Los acuerdos varían mucho, pero el objetivo es compensarlos por su trabajo, eso sí, sin darles reconocimiento público.

----- Un músico fantasma con su talento creativo y técnico maniobra tras bambalinas, permite que otros artistas brillen con música que, en gran parte, fue creada por ellos. Es una parte importante y a menudo invisible del funcionamiento de la industria musical actual.

----- En este contexto, el instrumentista o vocalista graba partes musicales para un artista o una banda, pero su nombre puede no aparecer en los créditos del álbum o sencillo. Esto puede ocurrir por diversas razones, como acuerdos contractuales, la necesidad de un sonido específico que el artista principal no puede producir. A menudo, estos músicos son pagados con una tarifa única y renuncian a cualquier derecho de autor o regalía.

 

----- El guitarrista Jamie Mallender nos da una reflexión sobre su amigo Geoff:

“Cuando era adolescente y de repente solo me interesaba la música, Ozzy Osbourne era solista y Black Sabbath tenía a Tony Martin como vocalista y, por supuesto, Geoff Nicholls era el invaluable extra entre bastidores. Así que, para mí, así sonaba Black Sabbath. Temas como "El Resplandor" y "Cruz sin Cabeza", resplandecientes con el brillo que la musicalidad de Geoff aportaba a la banda, siempre sonaban en mi estéreo por aquel entonces. Descubrí el resto del material de Sabbath más tarde. Así que, para mí, formar parte de una banda con Tony Martin y Geoff Nicholls y estar ahí arriba, tocando esas canciones de gira por escenarios de todo el mundo, fue como un sueño hecho realidad. Dicen que nunca debes conocer a tus héroes, y yo he conocido a muchos de los míos, incluso he trabajado con algunos. Pero puedo decirte con sinceridad que conocer y trabajar con un Geoff fue un verdadero placer. Geoff era un tipo bondadoso y de gran corazón, un gran blandengue. Amaba la música y le encantaba hacer reír a la gente. Las bromas parecían no parar; era el alma de la banda y, si no bromeaba, nos contaba alguna de sus muchas anécdotas de gira. A veces me moría de ganas de que se callara porque me dolía el estómago.

----- La gente suele pensar en Geoff como un teclista, pero en esencia, era músico. Podía tocar un montón de instrumentos, cantaba, tenía un oído increíble, era un gran compositor; y todo lo hacía con una humildad entrañable. No importaba con quién hubiera trabajado, él era simplemente Geoff”.

----- Una de esas anécdotas refiere que Geoff, se aburría mucho detrás de las cortinas en pleno concierto, también se deprimía, por estar a la sombra, y lo compensaba fumando como un loco en plena oscuridad. A veces se asomaba tras el telón para mirar a sus propios compañeros de banda y, sobre todo, al público exultante envuelto en una nube, ya real, de humo sagrado. Otras veces se mezclaba entre el público, mientras dejaba las teclas del piano con solo dos o tres variaciones de notas largas, fúnebres, de una manera automática, para luego regresar a su urna. Llegó tantas veces a sentir su papel de músico fantasma que se obsesionó con El Fantasma de la Ópera con Lon Chaney, aunque le era infiel con El Fantasma del Paraíso de Brian de Palma.   




No hay comentarios: