lunes, 28 de julio de 2025

Del color de la leche de Nell Leyshon / Antonio Arenas Berrío

 


Nell Leyshon




Antonio Arenas Berrío


Del color de la leche

(A propósito de la novela de Nell Leyshon)

“pero me prometí a mí misma que escribiría la verdad y las cosas que pasaron. eso es lo que voy a hacer”

Mary

  Antonio Arenas Berrío

Toda novela deberá contar una historia y en ella sucederle algo al personaje principal y a los demás personajes, sufrir una serie de infortunios y ante el asombro del lector su final será el menos esperado. Así es la ficción corta: “Del color de la leche”. La novela nos narra lo que le pasó a Mary, una niña de catorce años. Nos habla del castigo, de la pérdida de la inocencia, de su ignorancia frente al ambiente donde vive, de la autoridad patriarcal y del poder del vicario y de las deviaciones de los adultos. La novela nos habla de una chiquilla cándida, sencilla, llena de inocencia y carente de experiencia frente a la vida. Solo conoce la existencia de la granja y sus trabajos pesados. Mary va a contar lo que le ha pasado y decir la verdad que es lo que debería interesarnos a nosotros los lectores. Al leer la novela nos encontramos con que, es una poesía en prosa, una delación frente a la infamia y la canallada que se ha cometido con ella. La novela es contada con las cuatro estaciones del año y con la complejidad de la vida rural de una comunidad y una granja. Escrita en minúscula y con los espacios y silencios que le hacen falta. Se puede decir que representa más que un drama o la poesía, nuestra actitud frente a una vida inocente. Una voz y una escritura solitaria. El silencio eterno de estos vejámenes de quien tiene un poder sobre los otros. La intensa conciencia de la soledad de una niña de una población marginada. En la ficción hay exposición, desarrollo y drama de una infamia. El ojo y el oído del lector deberán seguir la voz de la narradora para poder escuchar la verdad correctamente. Es el sigilo de las palabras con que una niña se comunica, se relaciona con el hábitat y consigo misma. Hay un año de amargura e inocencia. Un brutal rompimiento de su inexperiencia permeado por las relaciones de poder ocultos en la comunidad rural, conservadora y machista, donde ella vive con su familia.  El relato comienza de manera espléndida y expresiva: “era el año del señor mil ochocientos treinta y mi padre vivía en una granja y tenía cuatro hijas de las cuales yo soy la que nació hace menos tiempo. en la casa también vivían una madre y un abuelo…

la historia empieza en el año mil ochocientos treinta. los años son del señor. el día que empezó todo no fue un día cálido desde el principio, no, ése fue un día frio desde el principio”. Es el principio y la palabra escrita la que denuncia las relaciones de dominación y el abuso sexual de una niña. Hay algo insólito en la escritura y en la voz que narra y en quien traza la historia. En la novela nos damos cuenta de cuanta brutalidad salvaje se encuentra en los humanos que llamamos buenos. El recurso de la escritura parece cómico y a la vez heroico. Es una escritura menor, que suena en tono mayor. La escritura es usada para denunciar la ignominia, el poder y la dominación de las clases bajas y pobres y de una minoría excluida. Que dice y que no dice la narración. Todo lo que concierne a Mary, su sinceridad, su relato, desde la golpiza absurda y el abuso de su padre todo va a cambiar para ella: “él estaba en el patio esperándome. no dijo nada. yo no dije nada. caminé hacia la casa y él me miró un momento y entonces dio un paso hacia adelante y me agarró del brazo. y me llevó a rastras dentro de la casa. Y Hope y Violet me estaban mirando. y el tiró de mí a través de la cocina, y madre estaba ahí al lado, y yo gritaba y ella estaba ahí y me miraba. me llevó a rastras escaleras arriba y me tiraba del brazo y del pelo para que no me soltara. abrió de una patada la puerta de mi habitación y la cerró de una patada cuando estábamos dentro. no me gusta contarte todo esto. no me gusta. pero me acuerdo de aquel día y sé que fue el día que las cosas cambiaron y me dije a mí misma que te contaría todo ya lo sabes. dije eso. no sé con qué me pegó. no sé cuántas veces me pegó. cerré los ojos y le dejé hacerme lo que me hizo. hacia ruidos. le dio una patada a la cama. le dio una patada a la puerta. después terminó. me tiró encima de la cama y se fue de la habitación. yo me quedé ahí tumbada. me cogí la cara con las manos y esperé. la puerta se abrió y entró Beatrice. Trató de hacerme que girara la cabeza para mirarla, pero yo no quería. me apartó las manos una tras otra y cogió un trapo húmedo y me lavó. yo no podía abrir los ojos como siempre, pero veía que ella me estaba mirando. mary me dijo. ¿estás bien? yo no podía asentir con la cabeza, pero si podía hablar. ha valido la pena le dije.” El abuso y la paliza hacen que todo cambie para una niña como Mary. Todo ha cambiado desde ese día.

 

Ahora bien, la novela “Del color de la leche” aparece en la edición española en el año de 2013 y en el año de 2014 recibe el premio como libro del año por el gremio de libreros de Madrid. La ficción narra la desgarradora historia de una niña, analfabeta, inocente y cándida e ignorante de los placeres mundanos de la vida. Tiene una existencia campesina ligada al duro trabajo en el campo y en especial a los quehaceres de una granja, sin recibir ninguna retribución por su trabajo y que aprende a escribir para contarnos su historia, su violación y posteriormente el embarazo, su estadía en la prisión, su muerte y entonces será libre de todo castigo y culpabilidad por haber matado a su abusador el vicario.  La novela describe la violación así : “levantó la mano y la metió debajo de mi falda y yo lo aparté, pero el lo hizo otra vez y después él me separó una pierna de la otra y metió la mano en medio de las piernas. y sus dedos se metieron dentro. yo trate de hablar, sólo que él dijo shhh y después se estiró y apagó la vela de un soplido. y entonces se subió encima de mí y su rodilla me obligó a abrir las piernas y estaba encima de mí. y me dolió. pero no grité. Y él estaba sudando y su respiración era muy fuerte. Pero entonces se bajó de encima de mí y pronto estaba dormido. yo no dormí. y cuando llegó la mañana aparté las sábanas para para salir de la cama y vi La sangre y vi que mi falda estaba toda llena de sangre y la llevé a la cocina y la quemé en la chimenea.” La novela no tiene más de 174 páginas y una portada de una obra de arte, una mujer, Ida, leyendo una carta en 1899, indicando que la imagen representa a alguien leyendo. La novela tiene una estructura con elegante forma de las estaciones, que marcan los ciclos naturales que influyen en la vida en la tierra, en el entorno natural de los seres humanos. Cada estación tiene un sentido asociado a los cambios y la percepción humana del tiempo. La novela inicia con la primavera y finaliza con primavera y está se asocia con la resurrección y el despertar de la naturaleza después del invierno. Y al inicio de cada capítulo hay unos enunciados donde Mary nos dice que este es su libro y escrito con su propia mano y todo está en minúscula. Pero no es una escritura pequeña, ni incoherente, ni difusa, es la verdad dicha por una niña que ha sido ultrajada. Se subraya los años de 1830 y 1831, un largo año de vejámenes. maltratos y servidumbre.

Mary es una niña, con una discapacidad física en una de sus piernas, producto de un embarazo forzoso de su madre y del esfuerzo del trabajo diario en la granja. Mary escribe su vida, sin mayúsculas, en un tono grave donde podemos captar que la narración empieza con ella y termina con ella. Es una historia denigrante, violenta, que infringe toda ley y todo cuerpo de una niña. En el prólogo de la novela, Valeria Luiselli, nos dice que la novela es un alma gemela, de las antologías de vidas o de las historias minúsculas de personas atrapadas en las redes del poder y muy similar a las vidas de los hombres infames de Michel Foucault, una denuncia de una Abuso sexual de una niña. Algo insólito e invisible en su época y quizá en la actual. “La historia que enuncia esta novela de uno de esos extraños poemas centellantes y violentos.  Pero, en este caso no uno escrito desde el lado del poder, sino, desde el flanco del oprimido y desde el punto de vista del sujeto que escribe-porque puede escribir-. El relato de la narradora de esta novela es una historia contrafactual pero no imposible. Es una respuesta a la pregunta “¿qué hubiera pasado si una joven de clase baja en el siglo XIX hubiera sabido leer y escribir?”. La respuesta es siempre la misma, ¿cuál es la relación entre la escritura y poder? ¿Por qué no hubo exención de culpa o presunción de inocencia para una niña como Mary? Un relato que escribe, denuncia, opone resistencia, pero que comprende que el devenir de la vida de una niña no está en el entorno de la violación, en el abuso sexual o físico. La vida de Mary se disuelve en la escritura y siempre les dirá a los leyentes: “este es mi libro y estoy escribiéndolo con mi propia mano es el año de 1831 y tengo quince años estoy sentada frente a mi ventana y veo muchas cosas y quiero contarles lo que ha pasado y empezaré por el principio”. La novela narra el “decir verdad” de una niña, las cosas que le pasaron y el momento en que su vida cambio y va a ser ahorcada, a pesar de estar en cinta. Ella a matado al vicario, quien la ha violado y humillado con la evasiva de enseñarle a escribir, ella solo alcanzará la libertad con su muerte. “sé lo que me van a hacer. me van a poner una cuerda en el cuello, como yo le puse el hilo en el cuello a él. y voy a estar colgando hasta que ya no este viva y mis piernas se van a quedar balanceándose encima de la gente. y mi bebé se va a morir conmigo. dentro de mí.

y mi bebé siempre va a estar conmigo y su pelo a lo mejor es del color de la leche, pero nunca se va a manchar de sangre. y ahora ya he terminado y no tengo nada más que contarte. así que voy a terminar esta última frase y voy a secar mis palabras donde la tinta forma unos charcos al final de cada letra. y entonces ya seré libre.”

Vale la pena leer esta novela “corta” y tener una posición crítica frente a la infamia, la inocencia, la presunción de inocencia y el rechazo frontal a la violación y el abuso sexual de las niñas.

antonioarebe1@hotmail.com

 

 

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