miércoles, 31 de julio de 2024

EL M19 CONTINÚA AHÍ / Darío Ruiz Gómez

 

EL M19  CONTINÚA  AHÍ

Darío Ruiz Gómez

Cuando a través de las elecciones de 1970 el llamado rojaspinillismo considera que Carlos Lleras Restrepo había   cometido fraude y le entregó la presidencia a Misael Pastrana Borrero de inmediato los seguidores del Dictador se lanzaron furiosamente a las calles, disparos, quemas de casas, de oficinas, el turbio rostro del populacho poseído por una insana locura. Es el momento en que nace el movimiento armado M19 que se lanza al monte tal como entonces se decía y comienza una intensa  serie de atentados contra las fuerzas públicas, contra los campesinos. Los nombres de sus más importantes dirigentes como Pizarro León Gómez, como   Álvaro Fayad,  Jaime  Bateman, Carlos Toledo Plata, Rosemberg Pabón comienzan a escenificar lo que llaman y verdaderamente lo  fue, su lucha armada. Y lo que es más importante: un supuesto proyecto a partir de un nacionalismo carente de fundamento político.  Cuando cayó Rojas Pinilla yo estudiaba en la Universidad de Medellín mi primer año de Derecho y al escuchar la noticia difundida desde Bogotá por las emisoras el Centro se llenó de gentes que alborozadamente celebraban la caída del Dictador. Entre el grupo de amigos que ya para entonces nos reuníamos en la esquina de Junín con La Playa comenzaron las desavenencias  ideológicas frente a los hechos que estábamos viviendo. Alberto Aguirre defendía ardorosamente las conquistas sociales de la Anapo planteadas por verdaderos humanistas  y lo mismo decía y escribía Gonzalo Arango,  como lo hacía mi hermano Jaime Jaramillo Panesso en una discusión donde alentaban  al fondo las primeras sensaciones de una tristeza anunciada sobre lo que vendría políticamente sobre el desino de Colombia.  Mirar hacia esa grupo de muchachos trenzados en discusiones políticas que  transcurrían aún bajo  el dominio deol miedo  era implorar al regresar a casa que lo peor no llegara a suceder pero desgraciadamente sucedió. Nada ni nadie lograra  borrar de mi alma esas sensaciones de  derrota de los ideales republicanos  cuando  en la llamada Primera Fiesta de las Flores y en esa misma esquina disparó  la policía contra las gentes que bailaban mientras un grupo de borrachos gritaba consignas contra el Dictador. Los  ideólogos de la violencia  habían impuesto su crueldad  sobre los humanistas de la Acción Nacional Popular.

El M19 prosiguió su lucha a nombre de una supuesta justicia social pero  reclutando no a gentes del pueblo verdadero sino al lumpen, a la escoria social lo que los convirtió  en un populismo de derechas. Lo que quiero decir es que después de la entrega del M19 al gobierno del Presidente Barco  en cada uno de estos  dirigentes  no se operó el milagro de que se convirtieran en demócratas convencidos  sino que  muchos (as) de los Comandos intermedios  hoy en el poder arrastraron su resentimiento abriéndose hacia  el rencor de los vencidos . El resentimiento social del kirchnerismo es un ejemplo muy oportuno respecto a nuestros “descamisados”.  Lo  que hizo y ha demostrado como insólito Consejero de Paz Otty Patiño no es otra cosa que poner de presente su identificación con esa insurgencia devenida en puro lumpen político, sus sollozos  de perdón a Márquez- un asesino a sueldo - fueron  reales.  Patiño no sabe distinguir entre el bien y el mal. Cuando me enteré de los nombres del Gabinete de Gobierno lo que más me asombró fue el nombramiento de un exguerrillero como Carlos Ramón González al frente nada menos que de la Inteligencia del Estado, de las Fuerzas Armadas   sus declaradas enemigas desde los años en el monte, lo que equivaldría a  a nombrar a Putin como encargado de la Inteligencia de la Otan. Pero  Petro a nadie ha engañado  ya que lo que nos está gobernando es el M19 en la desmadrada  versión de sus cuadros de tercera línea y este gabinete lo conocieron quienes hoy derraman lágrimas de cocodrilo por una democracia que no han sabido defender.   

 

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