domingo, 4 de diciembre de 2022

LOS INVASORES DE CUERPOS / Darío Ruiz Gómez

 


LOS INVASORES DE CUERPOS

Darío Ruiz Gómez

El escándalo que la llamada ley de “Sólo  sí es sÍ” propuesta y aplicada por la Ministra de Igualdad española Irene Montero consiste en imponer  que a partir de los siete años todos los niños y niñas de España pueden libremente  decidir si aceptan hacer o no el amor con una persona adulta. Histéricamente la Ministra Montero lo proclamó en una sesión del Congreso de los Diputados  poniendo de presente ante la opinión pública una defensa abierta de la pederastia. El mundo al revés ya que la pederastia es perseguida con el debido castigo de la ley en cualquier país  civilizado incluso Colombia. Al ponerse en marcha la llamada ley de “Igualdad”  se dejó ver de  inmediato  sus   penosas consecuencias  ya que más de catorce pederastas y violadores han sido dejados en libertad y más de ciento catorce han pedido de inmediato rebaja de penas como era de esperar. La iracunda Ministra que  hace poco visitó a Petro y a su Vicepresidenta  para mostrarles las “bondades”  que  supondría  para  Colombia la pregonada  ley de igualdad y la ley Trans - ante una justa reacción ante  las barbaridades  justificadas por su Ley, acusó a los jueces y juezas  de ser unos “fachas” que deberían ser reeducados  por la “justicia feminista” bajo esta nueva ley sexual donde los niños son castigados más severamente que los adultos y se presupone que ninguna mujer puede llegar a abusar de un niño o de matar a su hija(o).  Juristas notables, políticos, pensadoras destacadas  ya habían advertido de los desatinos mayúsculos a que esta Ministra podría llegar si no se la contenía a tiempo tal como lo hizo Lidia Falcón una histórica  y admirable  defensora de la mujer  española.

Lo que  ya se  califica como “la ofensiva arrogancia de la ignorancia” es lo que una gran pensadora Amelia Valcárcel,  quien desde hace años merece toda mi admiración, ha puesto de presente, al  indicar que el PSOE no puede seguir identificándose con las trastadas de esta Ministra que quiere someter a su antojo a los niños y niñas de España de hoy y de mañana  imponiendo totalitariamente “ el cambio de sexo”  para  proceder a hormonarlos y someterlos a las cirugías necesarias. Una inédita industria médica que por supuesto dará grandes dividendos y un espacio inédito de la psiquiatra para tratar los trastornos que estas modificaciones de sexo causarán inevitablemente. Queda en claro entonces que esta perversión no proviene de los movimientos feministas o LGTBI  sino que es una manifestación de totalitarismo   solamente  aplaudida por  la nueva cutrería política española. Algo  que remite al film  “Los invasores de cuerpos” en el cual  los  alienígenas se apoderan del cuerpo  de los seres humanos  para convertirlos en esclavos. Porque como ha señalado David Mejía esto es, simplemente,  un artefacto político y no jurídico. Proponerlo como Ley en el Congreso por parte del llamado Pacto Histórico no es una idea nacida de Francia Márquez sino un adoctrinamiento   de Podemos cuya participación activa en la política colombiana se inició en  la Alcaldía de Quintero y cuyo resultado es  nuestro  primer Partido Queer, el MIN. De hecho Flórez el ahora Senador  acaba de reconocer que está trabajando en una propuesta de “nuevas masculinidades para la policía”, una tarea iniciada en España por Irene Montero. Exigir que  - convirtiendo el sexo en ideología totalitarista – declaremos  públicamente  nuestro sexo, constituye  una agresión fascista al derecho a la intimidad de cada ciudadana(o), un desconocimiento de las conquistas de la mujer, de los grupos homosexuales, de los masacrados transexuales  y al derecho a la infancia al conocimiento pero primero a la alimentación, a la salud, a confiar en Dios. Ya veremos lo que supone este atentado cuando  los(as) representantes del Pacto Histórico tengan,  para ser consecuentes con lo que proponen, que confesar  públicamente  su hasta ahora desconocida “identidad sexual” Será todo un acontecimiento.    

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