lunes, 11 de mayo de 2020

Poemas de Ana María Fresneda


 


Poemas de Ana María Fresneda

Pequeña sombra de un poema.


Le busco fondo a mi alma,
Mi espíritu no merece descanso,
Tengo que aprender a dominar mi jungla,
Convertir la selva en zoológico, pues,
Los animales que soy son salvajes y vulgares.
Que me parta un rayo y salga todo de una vez.
Me duele una pierna, se me quiere caer.
Doce horas sin sol y no he parado de llorar.
Estoy necesitando toda esta agua salada,
La que lloro,
La que sudo,
La del mar que lava las anteriores.
Es la mañana,
A esta hora todo parece un poco mejor,
Algo de aliciente,
Pero este sol de tonos rosas es el mismo que me dará sed más tarde.
Debo salir a intentarlo otra vez.
Le busco fondo a mi alma,
Mi espíritu no merece descanso.


Cuerpo, cáscara, cárcel.


Cárcel amada en que mi ser está obligado a vivir.

Sentirte y saberte mío, ha sido un camino lleno de aventuras,
que nos ha llenado de cicatrices.
Me miro en los espejos y no creo que sea este mi cascarón,
me miro en lo espejos y me maravillo de cómo funcionan.
Entiendo entonces cómo fue fácil para el colonizador engañar a mi ancestro.
En los espejos me miro y quiero ser vidriera.

Una gota de sudor se hizo despacio en mi frente,

así también soy afluente,
y en el recipiente que me contiene quiero estudiar geografía,
encontrar el río, ver las montañas que en mí no son tan altas,
sentir las lagunas, las tierras y las mangas.

Cárcel móvil que me lleva a todas partes,

que es frontera entre mi sangre y el aire.
Cárcel que con el tiempo se expandió y quizá se recoja cuando se aje,
que padece de la vista y camina con los pies hacia adentro,
que ahora más que cárcel es parque.
Cuerpo, piel, lo que se ve por fuera.
Cabeza, hombros, rodillas y pies, y ojos
y dedos, y pelos, y uñas con uñeros,
y orejas con oídos, y huesos,
más que nada huesos.
Cuerpo, tantos años,
de las que nos hemos salvado,
en las que nos hemos metido,
todo lo que nos hemos metido,
humo, cañas, polas, chicles,
porros, cumbias, gaitas y otras tantas cosas.
Cuerpo, tantos años,
y los que nos quedan.


1 comentario:

oscar dijo...

La pureza de una verdad poética.