miércoles, 12 de octubre de 2022

LAS FALSAS REVOLUCIONES DEL PETRISMO / Darío Ruiz Gómez



LAS FALSAS REVOLUCIONES DEL PETRISMO

Darío Ruiz Gómez

Si de verdad el petrismo fuera un movimiento de izquierda a dos meses de gobierno no hubiera mostrado de manera tan flagrante ante la ciudadanía y ante el mundo su lamentable carencia de un coherente  discurso político. Para que exista el petrismo se necesitaría como es lógico  que hubiera petristas agrupados en un común ideario y solamente  se ha contado con arribistas de bajísimo nivel como Roy Barreras o castristas  como la Ministra de Salud, como la Ministra de Minas,  leninistas  como la Ministra de Cultura, como los siniestros abogados  del Colectivo “José Alvear Restrepo” que  tanto mal le han hecho al país, todos ellos, repito,  practicantes de un populismo tan primario como para proponer que se condene  el petróleo y el carbón –necesarios para la humanidad en este momento de depresión mundial económica y social-  y se defienda la coca. Lo que una vez analizado es  solamente un revoltijo de populismos  ya desacreditados por las monstruosas dictaduras de Maduro, Ortega, Díaz- Canel. Persecución sistemática a las libertades, pobreza económica, destrucción del campo y miseria de los campesinos como en la actual Venezuela.  O sea, el fracaso de las llamadas “revoluciones  proletarias”  propuestas  en Colombia como parodias del  “Socialismo Siglo XXI”. ¿No han leído el más reciente informe de la ONU sobre las torturas, desmembraciones de cuerpos, desapariciones ejecutadas presencialmente por Maduro y sus narcoministros para sentir vergüenza ante la comprobación de que un ser humano pueda ser tan depravado? ¿Qué diferencia hay entre Iván “Mordisco” y Diosdado Cabello?

Más de tres millones de colombianos que se lanzaron a las calles de Bogotá, Medellín, Cali  y muchas  ciudades y pueblos  salieron al espacio público  para  recordar su repudio al populismo petrista, a sus intentos de destruir el Estado de Derecho,  tal como gloriosamente lo hicieron cuando se opusieron a la firma de una Paz amañada  hasta reaparecer hoy convertidos  en una  verdadera fuerza de resistencia  como un gran movimiento cívico desligado de los  desacreditados Partidos políticos  y  encaminados  hacia  la restitución de una Democracia (burguesa) históricamente necesaria . Aquel logro de nuestro civilismo no agotado a través del cual pudimos considerarnos durante algunas décadas como un país moderno.  La República es necesario repetirlo, ya había planteado retos como la recuperación del campo, la libertad en la educación, los derechos de las mujeres, el intervencionismo de Estado. En el colectivismo del petrismo desaparece el derecho de cada mujer, hombre, niño, a ser considerado un individuo, la oportunidad a escapar de ese colectivismo que los somete y ultraja. Pero además recordemos que para este populismo el campesinado  de Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío, los Santanderes, crisol de nuestro mestizaje,  en una demostración de racismo al revés, ha sido borrado del proyecto de gobierno como si fuera culpable de la tragedia de las comunidades indígenas, de la miseria de las comunidades desplazadas o confinadas por el narcotráfico o la guerrilla que es lo mismo.  El “blanco” como chivo expiatorio a través de políticas de odio. Esta protesta de artesanos, trabajadores,  pequeños  y grandes comerciantes y empresarios, cafeteros, manufactureros, tenderos, azucareros, exportadores de confecciones, o sea la nueva clase popular en perpetua dinámica social, las nuevas clases medias y altas de todo el país, la Colombia que – recordemos el triunfo del No en Chile a un caricaturesco proyecto de nueva Constitución y sus “pueblos originarios”— vigorosamente  estuvo  avanzando  hasta el presente para dar  respuesta a un condenable   y sobre todo perverso populismo.        

1 comentario:

Ramiro H dijo...

Excelente nadaismo 2011.Lo digo yo que expendì la revista nadaismo 70 y no me arrepiento,me dí un baño de desgodarria.Pero yo me refiero a los poemas de mi vecina maarcela Atheortua desbordante con su amor sensual y de poesìa cuotidiana que descoloniza y abre con la llave de la palabra de mujer deshinibida el deseo incompleto hacia celebrar ese rito de quien busca el amor aunque a veces crea que por ahi lo encuentra desde sus diesiseis años ese que esperò, probò pero no se quedò.He aquì el rastro el indicio de algo que ha de ser superado como todo lo del hombre.