DE LA SEDICIÓN AL TERRORISMO
Darío Ruiz Gómez
De verdad que no daba
crédito a mis ojos cuando leí el twitter de Gustavo Bolívar en que solicitaba a los militantes de
la “Colombia Humana” abrir una cuenta bancaria para ayudar a la llamada
“Primera línea” a contar con nuevos
escudos, nuevos objetos contundentes en
su lucha diaria contra el Esmad y la policía; según su información ya se han
recibido cien millones destinados a reforzar ese grupo de choque. Primera línea
de fanáticos adoctrinados severamente y caracterizados por su rudeza y
capacidad para crear finalmente toda clase de desórdenes, saqueos. Esto que yo sepa
es armar un grupo paramilitar lo cual constituye un grave delito severamente castigado
por nuestro Código Penal pero ignorado por nuestros jueces. Pero la cosa no
para ahí y después de escuchar y leer el twitter de la Concejala de este mismo
movimiento insinuando que en las ambulancias se estarían desplazando policías y
armas mi escándalo aumentó hasta la estupefacción al leer el titular de “El
Espectador” que daba como cierto este twiter. Después de inmediato la chusma
exaltada – olvidando sus jefes los acuerdos de Ginebra- detuvo a dieciséis ambulancias, golpeó a sus conductores y al
abrir la puerta trasera de los vehículos comprobó que ningún policía, ningún armamento
se escondía. Estas proclamas incendiarias constituyen “enaltecimiento
del terrorismo” ya que el terrorismo es no sólo una acción de violencia física
sino precisamente la exaltación de ésta por parte de un civil, un político, una
publicación. Recuerdo el caso de un dirigente del grupo terrorista ETA quien
después de cumplir una larga condena por el delito de terrorismo, en las puertas
de la cárcel cuando ya marchaba hacia la libertad inesperadamente ante la
pregunta de un periodista por esa banda criminal la alabó justificándola. De
inmediato fue devuelto a la cárcel acusado de “enaltecimiento del terrorismo” En
países como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Italia, Francia y España donde el terrorismo del yihadismo o de las bandas de fanáticos fundamentalistas aterrorizó – y aterroriza aún- a la población
civil a través de sangrientos atentados y la muerte de muchos inocentes
en su intento de “destruir el Estado” a
la “Sociedad burguesa” las penas que los castigan son muy severas. La
permisividad de la justicia colombiana ante estas conductas que incitan a la
agresión contra la ciudadanía y la
propiedad privada carece de justificación ya que el hacerse dóciles ante
ellas solamente servirá para que indefinidamente se prolongue el asalto
calculado de los violentos – la “guerra
híbrida”- contra el derecho de la
ciudadanía a vivir en paz, a circular libremente por sus territorios. Por otra
parte nuestra justicia nos está
demostrando su incapacidad para lograr entender las transformaciones profundas que se han dado en la sociedad
moderna y contemporánea ante las
radicales modificaciones geopolíticas que se han establecido a partir
de las mutaciones de los movimientos terroristas, del radicalismo yihadista, del nuevo populismo, de las nuevas estrategias de
erosión social llevadas a cabo a través de las redes sociales, de plataformas digitales con consignas subliminales tan corrosivas como una agresión bélica y recurriendo a unos nuevos códigos para despistar a la justicia tratando de reducir las agresiones a una simple noticia del día.
¿Recuerdan nuestros
estudiantes de Derecho la definición de sedición? ”Levantamiento de un grupo de
personas con el fin de derrotar el orden vigente” Por sedición condenó la Justicia
a duras penas de prisión a los
altos mandos del nacionalismo catalán que se levantaron con violencia
reconocida contra el Estado español. ¿Cuál ha sido el pronunciamiento del
llamado Comité Nacional del Paro y de
los Partidos de la Oposición ante los
cortes de carretera, los ataque -169- a las Misiones Médicas, el asesinato de
dos bebés, de dos policías, el asedio por hambre a las ciudades, destrucción de
alcaldías y hospitales, el terror sobre la población civil desatada por la
delincuencia organizada y algunos grupos
guerrilleros, la incitación pérfida de odio a “los ricos”? Recordemos de nuevo con Giovanni Sartóri que
“la tolerancia no debe extenderse
a los intolerantes” lo que plantea que a ningún pelagatos se lo puede
elevar a la condición de interlocutor y
mucho menos darle representatividad a
nombre de un sector social. En nuestro caso lo que la justicia debe hacer de inmediato, tal como
lo piden hoy muchos demandantes, es siguiendo en ello los parámetros de la justicia universal, juzgar a quien ha propiciado esas formas de sedición y terrorismo
colocándolas como un argumento negociable.
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