DEFENSA DE EUROPA
Darío Ruiz Gómez
La brutal por inesperada declaración de Trump anunciando
su apoyo a Putin y llamando dictador a Zelensqui causó de inmediato el repudio
de los países europeos y de los representantes del Partido Republicano y por
supuesto del Partido Demócrata tradicional. La Democracia ha sido, vuelvo a
repetirlo, la más grandiosa conquista de la Cultura Occidental o sea del
Cristianismo frente al mundo bárbaro. Cuando en la Convención de Derechas
apareció el sucio de Steve Bannion condenado por el robo de cerca de dos
millones de dólares y presentado en la Presidencia anterior de Trump como el
filósofo que la nueva Derecha necesitaba hasta que demostró si ignorancia, su
oportunismo. Feo, vulgar cuando dos veces levantó el brazo con el saludo nazi
de inmediato se retiró del recinto el representante francés de la Derecha en
protesta contra esta ofensa a la civilización y a la democracia. Cayetana
Alvarez de Toledo y con ella muchísimos políticos y dirigentes de la Derecha
europea hicieron escuchar su rechazo al
despiadado desmán de Trump. Afortunadamente un Macron en estado de gracia durante
su entrevista con el nuevo Presidente logró ponerlo en su sitio recordándole
que el respeto a Europa es ante todo el respeto a los valores espirituales que
han servido para fundamentar la grandeza del pueblo norteamericano que Trump,
paradójicamente, “se propone recuperar”. El discurso del Vicepresidente Vance ante la Unión Europea más
que inteligente fue sagaz, al recordar que la OTAN había sido durante décadas
una amodorrada burocracia y que la Unión Europea de Bruselas se había
contentado con convertirse en una institución abstracta para la cual
precisamente la noción fundamental de libertad estaba siendo asaltada por la
intolerancia de la llamada Cultura de la Cancelación, Contentarse con una ayuda
militar y olvidarse del porqué sigue siendo necesario defender a Ucrania de la
invasión de Putin un demente que imperturbablemente ha eliminado a cada
opositor a su tiranía. Pedir a Zelenski elecciones en medio de la guerra es el
capricho de un magnate y no de un defensor de las libertades democráticas,
alinearse con Cuba, Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua, Rusia y demás
execrables totalitarismo para sacar del informe sobre Ucrania la palabra
Invasión, dejó aún más perplejo al mundo civilizado.
El tratado de Maastrich en 1992 que reconoció el
nacimiento de la Unión Europea fue objeto en su momento de muchas críticas como
las de Habermas el gran pensador que la definió como un tratado comercial entre
tenderos y no el reconocimiento de lo que espiritualmente ha sido y debe ser la
misión de la cultura europea, su concepción de sociedad e individuo y de
comunidad en libertad algo que está consignado en
el augusto pensamiento de Emerson
proponiendo para una nueva sociedad la
herencia del pensamiento griego, la decisiva aportación del Cristianismo, el
liberalismo moderno. Norteamérica supuso la renovación histórica de la cultura
europea desde el siglo XIX, el defensor de la libertad en el mundo. Ucrania es
su cultura integrada históricamente a la tradición occidental y por eso su
defensa contra el criminal despotismo de Putin es decisivo en estos momentos a
no ser que como lo están aclarando importantes comentaristas ya hemos comenzado
a decir adiós al Estado de Derecho para quedar definitivamente bajo el dominio
del Gran Hermano y su ojo que todo lo ve y de un poder para el cual el ser humano
no cuenta para nada pues lo que importa son
las Tierras Raras que necesitan las nuevas tecnologías para llenar de Resorts
al uso exclusivo de los nuevos ricos y oligarcas rusos las mejores playas del
mundo.
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