.. ..
NORA
ALARCÓN, LA POETA DE AYACUCHO
Carlos Alfonso Rodríguez
Nora Alarcón hoy
por hoy es la poeta peruana de mayor resonancia en el Perú, porque estuvo
presente en el encuentro de Churcampa, Huancavelica; en el 11 Festival
Internacional Primavera Poética, en el V Encuentro Latinoamericano de
Escritoras en Lima-Perú, II Festival Internacional de Poesía en
Necoclí-Colombia y el XIX Encuentro Nacional Manuel Baquerizo en Abancay-Perú,
amén de otros actos y eventos como la Feria Internacional del Libro de
Lima. Nora
Alarcón, hace noticia con su presencia física en estos acontecimientos
literarios, leyendo sus poemas, cantando sus versos, integrándose a campañas de
solidaridad por sus hermanos artistas o cuestionando premios literarios. Todos
estos actos permiten conocer que se trata de una poeta diferente con respecto a
otras autoras.
Nora Alarcón es
periodista de la Universidad Jaime Bausate y Meza, de Lima, pero también es
artista plástica, cantante, compositora, lo que hace definirse como artista
multidisciplinaria. Es una artista que nunca pasa desapercibida por su gran
carisma y simpatía, lo que hace que sea muy querida. Manifiesta que empezó en
la poesía de manera tardía, pero bueno es recordarle que nadie, es más, o menos
por publicar primero. Por el contrario, en Lima y el Perú, fue una tradición
publicar temprano, pero sin ningún rigor o crítica. Con el tiempo los autores
que publicaron bastante maduros dejaron una obra sólida y trascendente, por
ejemplo: Blanca Varela, Gonzalo Morante, Leoncio Bueno, Julio Aponte. Hubo
excepciones como Chocano, Vallejo, Martín Adán, Oquendo de Amat y Eielson.
Nora Alarcón, nace en Ayacucho el 7 de enero de 1967, sin embargo publica Alas de Viento (2000); Bellas y suicidas (2010); Malvas (2013);Ninata Raurarichisun/Revivamos el fuego (2015); Pacha Achikllaq/Aurora del Tiempo (2018); Chaska Poesía (2020) y Músico de fuego/Ninapi harawiq (2023). Aunque la poeta Nora Alarcón, publica en el año 2000, tal vez pensando que a partir de entonces empezaba el mundo o finalizaba, ya entonces era una escritora de 33 años que debe ser la edad de un autor o autora para publicar, porque solo a partir de entonces una persona alcanza la madurez. Sabido es que hay muchos autores que publican más jóvenes.
Cronológicamente,
Nora Alarcón pertenece a la generación de los noventa, porque en esa época le
tocó vivir experiencias semejantes con muchos compañeros de generación: la
dictadura de 1992, el primer centenario de César Vallejo, los 500 años o el
encuentro de dos mundos, la caída del muro de Berlín, la imposición de una nueva
Constitución Política. En realidad, esa generación debe denominarse la
Generación del 92, pero en el mundo de las letras, como en el de la política y
la economía, se mueve o se vive bajo un caos. Entonces, suele suceder que no
hay reflexiones profundas ni nuevas ideas en la atmosfera cultural que plateen
o replanteen estos temas.
La obra poética y
literaria de Nora Alarcón se encuentra en permanente ascenso y producción, sin
embargo destacan dos libros magistrales Malvas (2013) y Músico de Fuego (2023),
en realidad son trabajos bastante serios, logrados y magistrales. Malvas, que
trae poemas cinematográficos, documentales y de largo aliento, en donde la
autora incluye varios poemas de amor y desamor.
ARPEGIOS
Embriagados de arpegios nos amamos
en todas las notas
de la piel.
Tus manos se
ramifican en mi cuerpo como la flor de ichu.
Los besos de la
malva me traen tu figura.
Las fronteras
acentúan tu forma.
Los torbellinos la
esconden entre eucaliptos.
Embriagada de
arpegios deliré entre tus brazos.
Me advierto en la
soberbia de no querer decir
que sin ti soy puro
llanto.
Con el compás del
arpa mestiza te haces hermana del viento.
Te acompañan las
titankas que agonizan, las aguas de azogue,
un aire de
espléndidos vuelos, los siete pecados capitales.
Malva tenías que
ser: rebelde de sueños en tus versos.
Viajera del tiempo
que navega entre danza de delfines.
La misma que
transitaba una senda de luceros y tempestades.
Poesía lírica
salpicada de palabras quechuas, idioma que conoce, maneja y defiende bien. Tal
vez porque se encuentra extendido en toda su región de nacimiento; pero también
en varios departamentos del Perú.
PREGUNTA
¿Qué fue de mí en ti?
¿Qué del tiempo
donde lavaba cantos rodados
y acompañaba a los
caballos pensando en tu amor?
¿Por qué estos
recuerdos de tus manos, de tu rostro, tu cabello,
asaltados por la oscuridad
como estatua de sal
contemplando la destrucción de las
ciudades perdidas?
En la casa de campo
cogía las dalias, rompía los cristales,
perseguía sapos,
contemplaba halcones,
saludaba girasoles
al sol, todo para llegar a ti.
En Ayacucho y sus
calles yo tenía ganas de fundirme
con el calor o las palabras.
Devoré los poemas
como las codornices los pétalos
de los geranios.
Recorrí muchos
kilómetros sentada en una cabuya.
Solo para tenerte.
Al final de este
tránsito llegué adonde las nubes se juntan
y disuelven.
Me juré que jamás
iría al altar sola,
que bebería por
siempre de tu ausencia.
Y al amanecer me
esfumaría cuando emergiera el alba.
Era un paisaje de
luz y una huella frágil en mi cuerpo
desde que naciste
de los acantilados.
Tú quedaste en mí
como mi lenguaje de acuarelas,
de bordoneos, arpegios
y este aguardiente
por todas las estaciones.
El poema Pregunta, también pertenece al libro Malvas, un magnífico canto, en donde el personaje se desborda de pasión y pena por el amado ausente; pero a la vez es un retrato de la región que se habita, transmitido con un hondo sentimiento. También existe en este canto como un gran afán de manifestar su presencia en el amplio mapa nacional y continental; en ese sentido es un texto realmente auténtico, original, que evoca a poemas de autores como Cavafis, Safo o Salomón, en el Cantar de los Cantares. Pero a la vez hay una lejana conexión con autores y poetas peruanos, por ejemplo, Magda Portal, Manuel Scorza o Mario Florián, este último cuando canta su conocido Pastorala, en donde llama a su amada, la pastora ausente y evoca en el poema al gavilán. Mientras que Nora Alarcón, evoca a halcones, Morochukos, arrieros, campesinos, viajeros y caminantes.
Músico de fuego, es
una obra más elaborada y reelaborada, con la que busca retratar la música, la
poesía, el folclor, el idioma; para a partir de allí dar a conocer las
costumbres de un pueblo milenario, recio que soportó embates de la naturaleza,
pero también los golpes de la política de segregación y exterminio. Por todo
ello Nora Alarcón, merecidamente es una de las poetas más relevantes y
trascendente de estas últimas décadas. Sin embargo, hay una gran inquietud en
la obra de esta sobresaliente poeta que le canta a los héroes populares de
Carmen Alto, pero también a los grandes músicos de Ayacucho como Raúl García
Zárate, Jaime Guardia y Máximo Damián. Se nota la ausencia, por lo menos en los
tres libros que he leído, de una época en la que ocurrieron masacres,
desapariciones, abusos. Tal vez la poeta Nora Alarcón está haciendo el
ejercicio necesario para entregarnos narraciones, cuentos y novelas, en donde
volcará el silencio temporal que hace en su obra actual, en donde nos regala
entonados poemas y dulces canciones.
MÚSICO
DE FUEGO
Músico de fuego
orquesta de
violines
frente a tu
sepultura
las melodías
penetran huesos
beben el velorio
reinventan
escombros
desde el polvo a la
nada
espectador de
cenizas
junto a la piel de
vicuña dejaste tu charango
en aquella
fortaleza alumbrada de luciérnagas
con ojos de puñales
sembraste
el rumbo
las semillas
los horizontes
orquídea de la
memoria
resplandor en la
ruta del arriero
en su canto bajo la
luna
………
Nora Alarcón, la
poeta de Ayacucho estuvo de paso por la ciudad de Medellín, rumbo al Festival
Internacional de Poesía en Necoclí, y al finalizar el evento retornó a la
ciudad de la eterna primavera en donde dialogó con la Revista Babel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario