LA NATURALEZA OTRA VEZ DERROTADA
Darío Ruiz Gómez
El loable propósito
del Alcalde Cali y de los organizadores de la COP 16 fue, sin que ellos se
dieran cuenta, la ayuda económica que le dieron a los artesanos, a las
cocineras ancestrales, a los músicos del Pacífico, las orquestas de salsa y sus
maravillosos cuerpos de baile,etc.
Cuando de algo nos enteramos sobre los debates y las conclusiones de los
especialistas internacionales y nacionales sobre el costo de lo que supone la
conservación del medio ambiente y la negativa de la mayoría de los países
presentes a colaborar económicamente en su defensa, con un esperado estupor nos enteramos de que
en realidad la COP16 fue un sofisma de distracción. Yo comienzo por recordar que
la Ministra Muhamad olvidó, interesadamente desde luego, hacer un homenaje a
las 200 víctimas que en solo lo que va corrido de año fueron sido asesinadas, defensoras del medio
ambiente, madres cabeza de familia, campesinos, adolescentes masacrados de forma cruel por el ELN principalmente y las Disidencias y el Clan
del Golfo en una matanza inaudita que ha carecido de las sanciones debidas y
que continúan en las Mesas de Conversaciones. El eufemismo de decir “los Grupos armados” es una manera de lingüísticamente
soslayar – no dejaré de repetirlo- la responsabilidad de, en este caso
concreto, la Ministra ante estas muertes
y la responsabilidad directa de estos genocidas en la destrucción de la amazonía. No se dio un planteamiento riguroso de fondo para desenmascarar
la tarea nefasta de disfrazados ecologistas y ambientalistas , militantes cuya
tarea política ha consistido durante
décadas en oponerse a la apertura de
nuevas carreteras, embalses, canales que impidan la degradación de las selvas y bordes de agua, a una intervención racional tecnológica de la minería?. Y por otro lado la imposición a las etnias indígenas, afrosdescendientes de la filosofía del buenismo para mantenerlas como candorosas comunidades cuyo papel es transformarse
en “plantas, aguas cristalinas” es decir inmovilizando las comunidades para
continuar sometiéndolas, mientras los
principales grupos indígenas renunciando a sus tradiciones ancestrales han
destruido a una inventada Pacha Mama
arrasando las selvas, los páramos con los cultivos de coca y la violencia
contra sus propias comunidades. ¿Ecología de la coca? ¿Protestas legítimas
contra el calentamiento global?
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