FRAGMENTOS
DE UN PAÍS IMAGINARIO
Darío Ruiz Gómez
Imaginar un país es
algo radicalmente diferente a pensar en un país imaginario. Lo primero alude a
esas actitudes románticas en que, ante un panorama de guerras civiles
devastadoras, de leyes injustas que sólo condenan al pobre, de una burocracia
ladrona como en las grandes novelas de Toltoy o de Vassili Grossman sólo queda
en los desposeídos, en los crónicamente traicionados por las castas políticas,
el soñar en un país donde sea una realidad comprobada el derecho a la
felicidad, a la prosperidad, a vivir una radiante vida cotidiana. O como decía
el expresidente Echandía solamente es posible pensar en una Colombia en paz
cuando de nuevo se pueda volver a pescar de noche. Hoy cada colombiano(a) puede
agregar que solamente habrá paz cundo se pueda transitar de noche por las
carreteras, cuando se pueda caminar entre los cantos de los niños por las
calles de ciudades y poblaciones ¿Hubo
un momento de mi vida – me pregunto- hacia 1950 en que comenzando mi adolescencia y
cotejando a través de la radio, de las novelas y revistas la vida del país creí
que estaba participando de un gran sueño de democracia que nadie podría detener?
¿ El modelo del sef made man o sea de quienes se hacían laboralmente gracias a
sus propias iniciativas impulsó un modelo de vida gracias al cual en Medellín
irrumpió una gran clase media, una gran arquitectura y un modelo industrial que
comenzó a sacarnos de la noche del atraso y la superchería. Habían aparecido en
Colombia las ciudades modernas
obedeciendo al urbanismo de la Democracia. Este sueño se truncó brutalmente y
desde entonces, de haber vivido la democracia, sentido la felicidad, pasamos
drásticamente al infierno de la violencia más terrible.
Segunda imagen: Juan
Antonio Agudelo alias Urías Perdomo – un compulsivo asesino- fue detenido en la
Caravana de las Disidencias que venía de Tibú e iba hacia Anorí -¿Porqué siempre Anorí? . Calarcá
y dos guerrilleros fueron puestos de inmediato en libertad por estar en una
Mesa de Conversaciones. De inmediato regresaron a la extorsión, asesinato de
pequeños comerciantes de las regiones como Meta, Arauca, Guaviare. Describir
sus actividades criminales y sus grandes ganancias monetarias es imposible por
simple respeto a sus víctimas ante una
justicia abiertamente cómplice. Calarcá
su Jefe y miembro principal en la Mesa de negociaciones fue quien mandó fusilar al muchachito de la Primera línea que
lleno de entusiasmo revolucionario se alistó en las filas de este asesino. ¿Qué
falta “contrarrevolucionaria” cometió y porqué sus compañeros de la Primera Línea no
han salido a protestar? Un analfabeto delincuente de diecinueve años fue quien
mando a secuestrar a cien soldados ante la mirada pasiva del Gobierno. Lo que nos lleva a imaginar que estas
infamias continuarían siendo consideradas como legales en las Mesas de
Conversaciones? ¿Vieron ustedes callados
ciudadanos(as) el informe de María Jimena Duzán donde se ve la demoledora
destrucción de un Patrimonio de la Humanidad por estos “nuevos colonos” como lo
es Chiribiquete? Situados en este punto entre el anhelo de libertad y la obscena brutalidad de estos personajes
salidos del Paleolítico, ya no se puede imaginar un país que reclame prosperidad y felicidad sino ser espectadores de una espantosa distopía. ¿No continúa el ELN destruyendo
cientos de ríos, exportando maderas preciosas, quemando bosques, y en medio de
otro confinamiento infame de la población chocoana están muriendo niños,
mujeres y al Gobierno sólo se le ocurre encargar a estas fieras humanas de modelar el nuevo país económico, político?
P.D La buena noticia es que por fin los asesores del Gobierno acaban de
reconocer la necesidad de hacer unas nuevas elecciones para Presidente tal como
lo han aconsejado para Venezuela.
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