viernes, 2 de febrero de 2024

 

 


"¡Difusión! Y no sólo en todo el mundo,

sino universalmente. Cada palabra un éxito.

Cada capítulo una acusación mundial.

Y todo junto una revolución mundial total

hasta la extinción total".

Thomas Bernhard

 

 

Observación preliminar

El viaje de mi hermano Thomas fue un único esfuerzo, liberarse de los constrictivos lazos familiares y luchar por una vida como artista.

Cuando miro las fotografías de quienes han marcado mi vida y aún hoy lo hacen, a diferencia de Thomas Thomas Bernhard, no siento la presión de convertir a estas personas en figuras ficticias para "deshacerme" de ellas. Así que yo, que tuve la oportunidad de ser médico, carezco de la base para una vida de artista. Thomas Bernhard a pesar de su necesidad de distancia, también tenía una gran capacidad de empatía. Empatía, para mí era un requisito profesional.

También tenía talento para el análisis y la abstracción. Una y otra vez se me instaba a compartir mis recuerdos de esta familia "encantada", sus protagonistas.

Hablar o escribir sobre ellos los hace tangibles, hace que pierdan su lado misterioso en el inconsciente, sino que lo debilita.

En una conversación con el periodista Kurt Hofmann en su casa de Ottnang, Thomas Bernhard respondió a la pregunta de qué tipo de relación tenía con su hermano: "Bueno, una relación fraternal. Es tan esporádica, normal, y luego es tan contraria. En realidad, es muy agradable. Como son tan diferentes, no hay problemas. Es así".

En la lucha de toda la vida para encontrar una persona a su lado que le acompañara en su viaje, su abuelo materno, abuelo por parte de madre, el poeta de Salzburgo Johannes Capistran Freumbichler, su "compañera de vida", la viuda sin hijos viuda de la alta burguesía vienesa, Hedwig Stavianicek, era de la mayor importancia. Un hermano moldeado por él No podía ser un hermano moldeado a su imagen, pero sí un ayudante en tiempos de necesidad. Un dibujo que hice de él de un cuaderno de los años sesenta me muestra como un cubo muerto con cubo con brazos y piernas, Thomas como un "salvaje", una criatura a la que temer.

Una vez dijo: "No quiero que vosotros dos (refiriéndose a nosotros, los hermanos, es decir hermanos, es decir, Susi y yo) os pregunten por mí un día os pregunten por mí y os digan algo. Por eso mi autobiografía. Si no, no sabrías de dónde de dónde viene todo esto". No obstante, quizá pueda aportar algo contribuir al "de dónde viene", yo, que en su empresa como "el querido hermano" en su empresa y que era en última instancia responsabilidad de su legado literario e inmóvil.

recayó en mí. Me dijo que tendría una "segunda carrera". Cuando le pregunté "por qué", respondió: "Porque el dinero no es tan importante para usted". Actuando con este espíritu sigue hasta hoy. Era y sigue siendo una vida al margen de la sociedad.

 

Thomas Bernhard, un reto para la sociedad, un golpe de suerte para la literatura

Los copilotos de la sociedad son los outsiders, los intelectuales, los enfermos y los artistas. Provocan disturbios y cambios cambio, a veces por grandes catástrofes en el desarrollo de la humanidad, otras veces por logros máximos en ciencia, filosofía, religión y arte.

ciencia, la filosofía, la religión y el arte. Convierten la sociedad respectiva en una nación, en última instancia humanidad. Como líderes políticos o religiosos, influyen en el destino del pueblo; en las artes, ya sean activos como artistas o creadores, dan su tiempo el rostro de su tiempo, en algunos casos incluso con rasgos proféticos.

Las personalidades con gran poder de sugestión pueden ejercer una gran influencia en tiempos de impotencia histórica y desorientación a la gente hacia el abismo, colmar su anhelo religioso o o producir obras que fascinen, sirvan de ejemplo y den valor. Todos ellos son copilotos junto a los pilotos que mantienen las cosas en marcha. Uno de ellos copiloto fue Thomas Bernhard. Un día cerró la puerta puerta del púlpito un día, se aisló de la sociedad y decidió no abandonar este mundo, cuya normalidad era mundo sin causar revuelo. Pero no el avión lleno de queroseno sin miramientos fue su solución, sino el pensar y componer por medio del lenguaje, su literatura como legado, es decir, lo que su mentor y querido abuelo había pasado su vida buscando en vano. Quería conseguir lo que el otro no había logrado, y así devolverle el amor que había experimentado. El niño malicioso que había en él en él permaneció vivo durante toda su vida. Con su trabajo, su amor crítico y su respeto por el gran arte, se ganó el reconocimiento del mundo entero.

 


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