domingo, 31 de diciembre de 2023

UN CANTO POR LA LECTURA Antonio Arenas

 

Pawel Kuczynski



UN CANTO POR LA LECTURA

Antonio Arenas

Antes que nada, debo deciros que hablo, leo, escribo y discuto y eso les pasa a muchos o quizás a una pequeña minoría de escritores. Estamos habituados a decir las cosas impulsivamente y de una manera que raya con la realidad. Hoy en la sociedad digital y de la información, lo que importa es la productividad, el rendimiento y el dinero. No hay tiempo para el ocio y el amor, el arte, la música y la lectura. Tengo un deber de gratitud con los niños, las mujeres y los hombres. El temperamento de las personas antes era diferenciador, ahora vivimos el infierno de lo mismo y la tecnología nos convierte en un dato o un macrodato. La vida esta edificada sobre la vida y no sobre la muerte y el beneficio. No hay otro país más hermoso, rico, ni con más capacidad de mostrar las emociones que el nuestro; pero Thanatos abunda entre nosotros y hemos edificado sobre lo siniestro y no sobre el amor y la lectura. El calor y el viento ya no tienen música y el sonido de los niños se escucha a lo lejos. La pasión artística y el sentimiento de la turbación y la alegría que es como decir el sentido de la vida, vale poco para muchos hombres. Porque en el país no hay más que vida y muerte. Deberíamos glorificar la vida. Decirle si a la vida aún en los momentos difíciles, construir “una voluntad de vida”. Me gustaría que volviéramos a los rituales, la lectura, las fiestas, a leer alrededor de una hoguera y narrar historias. No solo de pan vive el hombre, necesitamos libros y lectores, reclamaciones culturales, donde el hombre quiera saber a través de los libros y la experiencia. Hay que enriquecer el espíritu humano. Libros y libros y más libros he ahí lo asombroso para que todos lean. Amor y libros es lo que deberían pedir los pueblos. Como diría el gran escritor Fiódor Dostoyevski, quien logró captar el alma humana: “Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera”. Tenemos celular, drogas, y criminales, pero no tenemos libros. Es decir, no llegamos a los espíritus de los niños, jóvenes, adultos y viejos, hoy los centros comerciales estos llenos de lugares donde se vende y paga la tecnología, pero no y hay librerías, entonces como queremos lectores y que comprendamos que sentido tiene la lectura. Finalmente, como diría el poeta: “¡Libros!, ¡libros! He ahí una palabra mágica que equivale a decir: amor, amor, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras”. Agua para la Guajira y libros para el pueblo       

antonioarebe1@hotmail.com

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