domingo, 15 de octubre de 2023

LAS NUEVAS CIUDADES Y LOS NUEVOS ACTORES / Darío Ruiz Gómez

 LAS NUEVAS CIUDADES Y LOS NUEVOS ACTORES

Darío Ruiz Gómez

El actual Rey de Inglaterra, Carlos III se ha interesado desde hace muchas décadas y a  veces con vehemencia de rescatar el Patrimonio arquitectónico de Inglaterra pero con una mirada conservacionista  considerando la  arquitectura moderna  como agresiones contra la naturaleza, como agresivos pastiches que deberían ser sustituidos rápidamente por revivals historicistas y un urbanismo que devolviera a las gentes ofendidas por la violencia y la fealdad de las Citys  el regreso  a la monotonía de unas inventadas  Arcadias. No lo he averiguado pero estoy seguro  de que ese regreso imposible a un pasado inventado sólo  ha conducido  a nuevas formas de aburrimiento. Porque nada es más imprevisible que una ciudad sobre todo a partir de las sucesivas crisis económicas que han conducido a nuevas expresiones de la miseria y de la pobreza  bajo el modelo neoliberal, a un desarraigo más opresivo, a que los contenidos de ciertos sectores urbanos mostrados en su momento como el triunfo de las nuevas tecnologías  de repente se hayan convertido en sectores fantasmales tal como Ian Sinclair  lo ha  analizado en  “La ciudad de las desapariciones” su obra maestra  sobre la crisis de Londres : proyectos abortados de renovación urbana  dominados por la soberbia de los nuevos capitales, el maléfico impacto de unos Juegos Olímpicos, la gentrificación galopante, o sea espacios, relatos sociales en fugaces   escenarios arquitectónicos, mapas  de la excrecencia social  que se han esfumado en el aire con la muerte física de quienes fueron sus actores. Lo importante es que de esos fantasmagóricos lugares la nueva vida urbana surge y se renueva con otro aliento creativo, la ciudad que llevamos dentro de nosotros no se rinde, los nuevos actores surgen de estas ruinas.

¿Qué podríamos decir entonces  de estas  desapariciones  en Medellín  donde las  economías urbanas, los grupos de dominio, la permanente renovación de sus grupos sociales es tan acelerada que convierten  en fantasmal con una rapidez sorprendente las  fachadas  arquitectónicas  que iban a perpetuarse como  la huella de una clase social de privilegiados? Las oleadas de desplazados que llegan cada día apoderándose de  laderas, hondonadas en el espacio de diez años han imprimido a estas invasiones su huella particular cultural renovando la idea de Gueto  lo  que  ha propiciado un gran mestizaje.  En diez años pasamos de la violencia que describió Víctor Gaviria en sus películas  con  sus sicarios sin futuro alguno,  a nuevos amos de la  violencia que nace  de unas  estructuras  de dominio  y manipulación de la población,  mientras el capital se ha globalizado y el comercio renace. ¿Había alguien previsto las invasiones de los sin hogar, de camellos que  en las grandes ciudades norteamericanas amenazan hoy  la subsistencia de la misma idea de ciudad como en San Francisco? La terrible  imagen mental que impone el fentanilo  al convertir al ser humano en un zombie  no es  es, a través de estos guiñapos humanos  agitándose en el horror de un desvarío total en Filadelfia, el reto que tiene  hoy en el mundo el Gobierno  de las ciudades para responder al mal absoluto? Imposible pues el regreso a esas inventadas  Arcadias  donde no había conflictos  económicos  y los pobres eran serviles. ¿Cuál puede ser hoy la noción de Planificación urbana cuando la palabra Planeación es totalitaria y por lo tanto desconocedora de los matices y variables que se dan a través de territorios que han definido sus propias centralidades? ¿Qué hacer entonces  ante un escenario urbano deliberada y criminalmente abandonado a la ruina y al deterioro como el de Medellín bajo Quintero?   Sin un proyecto de ciudad que nazca de un ideal común de convivencia democrática  será imposible pensar en una ciudad donde la vida tenga sentido. Menuda tarea la que le espera a Fico.    

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