ENTRE LA FRIVOLIDAD Y EL
HORROR
Darío Ruiz Gómez
La abrumadora mayoría de los
periódicos de España, el ABC, el Confidencial, El Español, El Mundo, OK Diario,
Libertad Digital, El Independiente, La Vanguardia, Voz pópuli, La Razón etc,
etc son calificados de “derechas” por
ser abiertamente críticos con el gobierno de Sánchez y su incapacidad para hacer frente
a las difíciles situaciones sociales y económicas que hoy tienen a España al
borde del “Default” y por defender la
herencia del humanismo español y occidental, los aportes del pensamiento
católico o republicano. Pero sobre todo por un ejercicio sin tregua de abierta oposición con Podemos el
partido de extrema izquierda con cuya desastrosa colaboración
gobierna Sánchez. Las publicaciones de izquierda como Diario.es si bien comenzaron como expresión de una
izquierda civilista hoy podemos decir que este diario derivó hacia un centro izquierda que trata de alejarse de cualquier extremismo oportunista. Las
publicaciones de Podemos son tan feas en su formato y vacuas en sus dogmáticos clichés que terminan por ilustrar lo que ha supuesto
la ausencia de estética en este populismo. El caso de “El País” y su crisis
económica permanente hoy lo lleva a
situarse en la mitad del escalafón de los mejores periódicos cuando hace veinte años constituyó un imperio cuya influencia fue arrolladora con
la presencia de su grupo editorial, un
grupo capitalista que jugó a la extrema izquierda, a la progresía y hoy paga
las consecuencias de estos juegos que tanto daño le han hecho a Colombia a
través de sus sectarios corresponsales. Me
refiero entonces a grandes periodistas como Pedro J. Ramírez, Francisco Marhuenda, Bieito
Rubido, y a firmas como Eduardo Cacho, Victoria Prego, Gregorio Morán,
Federico Jiménez Losantos, Arcadi Espada,
Eduardo Inda, Gabriel Albiac , Fernando
Savater y muchísimos más columnistas de opinión cuyas posiciones están fundamentada por una amplia cultura
filosófica, jurídica, histórica, por un riguroso conocimiento de la historia y
de los procesos de las ideologías y por estilos inconfundibles donde la lección
de Ortega y Gasset, de Chávez Nogales es vocación de un pensamiento humanista bajo aquello que Camus enseña. ”Si la verdad estuviera en la derecha allí iría a
buscarla”.
Periódicos como “La Nación”,
“Clarín”, “El Mercurio”, “El Nacional”, en Argentina, Chile, Venezuela, intimidados
por el populismo, el kirchnerismo, permanentemente
descalificados como fascistas mantienen en alto la defensa de una sociedad
plural, el derecho a la libertad de pensar o sea el rechazo a caer en el
indecoroso colectivismo mediante el cual se masifica a la ciudadanía para someterla ¿Entonces por qué
en Colombia en esta peligrosa coyuntura a que nos está
sometiendo el terrorismo y donde no puede haber otra opción que la
defensa de la democracia, periódicos que
históricamente nacieron para la defensa
de estas conquistas democráticas frente
a la barbarie comunista continúan
practicando una falsa neutralidad
informativa, una clara ambigüedad ética ante
la cual son los enemigos de las libertades quienes cobran ventajas? ¿Incapacidad de entender el reto del periodismo digital dando un salto hacia el vacío? Claro que hay
algo importante al respecto y es la irrupción de las redes sociales, el poder
crítico de los memes y los blogs y publicaciones independientes que han venido
a certificar la distancia ya imposible
de salvar entre esos grandes medios que ya nadie tiene en cuenta por su incapacidad
de crear opinión pública, de dar nombre propio a los terroristas; y la vida y hechos de la ciudadanía común que
transcurre en su cotidianidad bajo los valores imprescindibles de la cordialidad
y la confianza. Señor ¿Seré de derechas por defender la democracia?
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