MONÓLOGOS HIRSUTOS
Raúl Alberto Mejía
Director
eterno del patético festival de Poesía, vive terribles vicisitudes ante aplazar
o no su lucrativo negocio lírico.
....
Este
año, pese a todo, avanza. Horrible lentitud desde que comenzó la cuarentena.
Extraño tertulias, whiskey, vasallos, lameculos, poetas de mi bando (y de otros
acechando), poetisas de las S.S. Pizarnikianas (nota: “como saben, las S.S.
significan: Sacerdotisas Sumisas”), ávidas de truculentos suicidios eróticos:
¡cómo las extraño! Pero puedo reemplazarlas: es que no soy rey solo por
belleza, talento y perseverancia. Realmente me inquieta que se prolongue este
estado de acuartelamiento, su soledad de escenarios. Concluyó junio, avanza
julio … Llevamos tiempo enorme preparando el número XXX, ¿aplazarlo?, ¡no!,
sería deshonroso. ¿Dejar de celebrarlo?, ¡me quiebro! Bueno, tal vez yo no,
pero la nómina, subdirectores, promotores. Todo esto tiene alborotada mi
alopecia, me percibo impaciente, neurótico, cual comité de jurados de poesía
femenina. Aplazar o cancelar serán, de todos modos, últimas opciones. Entre
tanto …
He
dispuesto sobre el escritorio lo suficiente: botella enterita de whiskey,
pasabocas, música selecta, portafolio con documentos por resolver. Dejé orden
precisa de que no pasen llamadas, sean del feo narigón, hijo o ansiosas
carnaditas que expresan, “cueste lo que acueste”, ser invitadas a mi festival.
Apenas sí descorro cortinas, evitando cuanta intromisión sonora llegue del
exterior. Vamos pues. Hacia el interior del vaso discurren aromas, líquidos,
sabor del añejo escocés: ¡oh placeres que has facilitado, epifanías líricas!,
por instantes quisiera sentirme poeta; empero, deber llama. No sé por dónde
iniciar, pese a reuniones, esquemas, organigramas, quedan numerosos cabos
sueltos. Otro en mi lugar dejaría todo así. En resumidas cuentas, sobre la
marcha, actos espontáneos suelen ser bien recibidos: dudas no faltan. Sirvo
segundo vaso de licor, música, leves murmullos. Cierro ojos, recuerdo a Hanoi:
aquel arroz vegano casi me mata; histeria en recitales europeos, mal olor.
¿Querré que mi festival caiga en la anarquía? No, es por ello que guardo
botella, apago música y a trabajar. Abro portafolio, legajos conforman gruesos
montículos de hojas; estas -a su vez-, contienen fotos, direcciones, poemas, ensayos.
¿Tendré que leer esto? Ok, soy el director, algo debo hacer. Desconozco si el
orden en que están se deba a relevancias o urgencias, me da igual, iré leyendo
aleatoriamente.
Comienzo
con la oscura, todavía apetecible hermanita de Pedrito. Mmm …, vaya que se ha
vuelto famosa, tanto que su fraterno, ultra defensor lo es cada vez menos. Hay
sugerencia de video en YouTube, busco y lo primero con que me topo es canción
del grupo español “Locomía”, (¿si será ese?). No voy a escucharla, si leerla es
impotable, oírla musicalizada indigesta. Indago más, topándome con sucesivas
muestras avaladas por el loquito Andrés: ¿” Innombrables versos” ?, o,
¿Innombrable revista? ¡No estoy para dilemas? A ver, qué dice ella, qué
declaman los demás … ¿Será que les cortaron la energía o la inspiración? Vaya
penumbrosa marcha de ruidos, pero queda ratificada, podré ubicarla en sótanos
de la alcaldía o soterrado de San Juan. Mira, fue fácil. Sigamos. Leí en su
cuenta de Facebook, comentario que borró, consejo de sujeto diciéndole al loco
de Andrés, nuestro poeta ex inmobiliario, sobre “si no habría alguien de su
entorno que le evitara cometer tanta estupidez”. Estoy de acuerdo, ya sabe que
me harta el que suba hora tras hora fotos de sus participaciones en mi
festival, vaya terrible encarte que fue ubicarlo bien lejos, donde apenas si se
fijaran en su mediocridad. Se la pasa este idiota grabando videos, mandándome
yerbas, cartas astrales, invitaciones a su casa …, ¿cómo se llama?, no
recuerdo. Anda hiper desesperado de que vuelva invitarlo, considera que,
dirigiéndome videos suyos e impotables bardos, voy a abrirle espacio. Insiste
en que “oh gran director, si esta pandemia prosigue, déjanos crear panorama
visual, conservando así tu maravilloso legado”. Cierto es, pero me abruma su
tono lametraseros. Grabaciones insulsas, lastimosos “Innombrables”, ¡qué tósigo
es este tipo, peor que Pedrito! A ver, le responderé esto a su vistoso video de
YouTube: “de visionario a demente, surreal épica en Santa Helena”. Seguiré
animándolo a editar más, de esta manera lo mantendré alejado.
Vuelvo
al whiskey, cuánto cuesta la importancia. Se avienen numerosos folios,
semejantes a hojas de vida. Observo a ex favorita, la poetisa/modelito y su
primer libro. “No sos tan linda sin tus toneladas de maquillaje”, barrunto.
Dice: “olvidemos todo, oh misógino. Como prueba de afecto te envío ópera prima,
he dejado besos impresos para ti”. Bueno, qué diablos, le daré ese tonto libro
al feo narigón, sub director, para que onanice sus abulias. ¡Agh, estas viejas sí
que son feas!, al único que les gustó fue a “Buscamante”, claro, con ese ojo
para las ruinas. Matronas de “Mamart” o algo parecido. ¿Qué querrán semejantes
momias? ¡Dios!, vaya vomitivo de náuseas. Así que, Angelita, Dévora y demás, a
asaltar ancianatos. Ya que mencioné a “Buscamante”, ¿estará planeando
alternativas para su comedia manierista? Leí ha poco de sus visitas a
escombros, cierto recorrido sobre pastiche egipcio, retórico, parco, como
suelen ser sus escasos lectores: ¡son impotables tan delirantes crónicas! Y
cuando expresa que la antediluviana “Olguita Helenita M.” es una “gran poeta”,
jajaja… Por favor, hasta yo sé que es tremendo fraude. Sin embargo, a modo de
retaliación, estoy considerando invitarla, no para que esté por ahí medio
camuflada en medio de vagos, sino para visibilizarla, vale, entre muchos más
ociosos.
Este
presidente sigue aumentando la cuarentena. Restringe eventos masivos, caso
fútbol, conciertos y, claro, festivales. Temo, en serio, que haya que
aplazarlo, pues las consecuencias pudieran ser devastadoras. ¿Cómo ubicar
asistentes a dos metros de distancia? Con poetas, a sabiendas de que
cínicamente se detestan, no sería complicado; pero, ¿con o sin barbijo? ¡Ay,
ahí hay lio! Pensándolo bien, hasta sería ventajoso: allende a pésimos versos
mal recitados (¡huy, que nadie se vaya a enterar!), tal adminículo dosificaría
halitosis, escupitajos, evidente fealdad. Mas, ¿quedarían bien grabados? El
negocio, mi socio, es el video, lo saben Balvin, Maluma y trillones de
mediocres. ¿Hacerlo a media luz como la hermanita de Pedrito e “Innombrables”?
Supuestamente Prometeo hurtó luz, no penumbras. ¿Ejecutar con ellos vía “Zoom”
maratón de recitales? Quizá, pero andan “hackeando” cuentas, sería demoledor
(aunque divertido) que, en vez de lacrimosas confesiones poéticas, pasaran
escenas de maricas o de zoofilia. ¡Diantres!, si este virus no desaparece, se
acrecientan riesgos de aplazar o cancelar. Necesito adicional whiskey,
relajarme, dejar de pensar en carnaditas, vates lascivos, el pedorrealista
“mitad caleño, mitad antioqueño”, aquel narigón subdirector, hijo, bohemios
esquilmados que me secundan.
¡Vea
hombre! Al parecer no habrá arribo ni salida de vuelos internacionales hasta
quien sabe cuándo; siendo así, ¿cómo traer de Vietnam, Tailandia, islas Feroe,
China (entre otros) a mis traductores, perdón, ¿invitados? ¿Dije China? ¡Ni por
el putas!, recién caigo en cuenta que vendría el colectivo “Murciélagos
coronados”, provenientes de Wuhan: me castrarían en público si los llegase a
ratificar. Ante cansina persistencia, estoy instado a escuchar al sub director
narigón, insiste en leer inéditos, poemas en prosa, oda al Nobel Alternativo
…Interrumpo, le digo escuetamente: “tráeme otra botella, luego hablamos”. Al
rato destapo, bebo compulsivamente: hacen falta parásitos alrededor. Descarto a
los chamanes, aquella vez casi me queman la chivera. Por esta ocasión deseo
atreverme, liberar resentimientos. Planeo hacer parodia al “condenao”, su
malograda hipérbole de supuesto “músico escondido”, video en donde se le ve
comiendo pesados frisoles, tomando vino barato y hablando pendejadas. ¿Qué tal
parodiarlo? ¿Se enojará? ¡Ja!, tal vez, puede que con ello no revitalice al
festival, pero sería memorable, es hora de espantar tanta mosca de mierderos
poéticos, cofradías, vanidosos de Medellín.
Bebo,
bebo, bebo. De ser necesario mando todo y a todos a la mierda. ¡Yo soy el rey,
director, dueño de mi festival! ¿Cancelar o aplazar?
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