domingo, 5 de diciembre de 2021

EUFEMISMOS Y FALSEDADES POLÍTICAS / Darío Ruiz Gómez

 


EUFEMISMOS  Y FALSEDADES POLÍTICAS

Darío Ruiz Gómez

 Insisto en que el eufemismo está haciendo imposible que en Colombia lo que llamamos comunicación sea la oportunidad para el diálogo :”Los eufemismos, leo en Google,  son las palabras o expresiones que los hablantes utilizan en sustitución de las palabras tabú” O sea la verdad de un hecho que incomoda política o sexual o racial  y  ha sido convertido en una palabra que no se puede pronunciar. Me ha llamado poderosamente la atención que el eufemismo y los eslóganes sean el lenguaje “decoroso” que le solicitan a sus contrarios los grupos del feminismo más radical, naturalmente de la izquierda caviar criolla. Porque es en la  vida política donde el eufemismo manipula  ampliamente el habla, que edulcora y tergiversa por lo tanto las palabras: esto reduce el lenguaje a una simulación verbal  donde va quedando  ausente la resonancia significativa de los hechos o de los sentimientos, los contenidos doctrinarios que necesariamente  nos diferencian. Jean Baudrillard  como ninguno mostró el alcance de esta manipulación del lenguaje con fines que los grupos políticos radicales han ido demarcando.“Estos lenguajes ya no son un  lenguaje de la misma manera que la imagen de síntesis no es una imagen” Repito lo vemos en los delirantes Fek News-falsas verdades-   que manipulan algunos telenoticieros  para mostrarnos que la policía  es la culpable de los asesinatos durante el tenebroso estallido social y no lo es la Primera Línea que continúa macheteando policías en la Plaza de las Américas sin que intervenga para nada la autoridad de la Alcaldía. Reducir a emisión de escuetas noticias  los alcances morales y sociales que tiene un hecho de violencia  para una familia rota por estas violencias que carecen de condena es pues la irreflexión.

¿Cómo se puede sino con las falsedades a las cuales se recurre  a través de lo digital confundir comunicación con publicidad política e  impedir que la dura realidad de la violencia nos permita reflexionarla? Esta falaz neutralidad jurídica de nuestra Justicia  es la que permite que se monte un linchamiento mediático  contra un determinado y previamente escogido personaje con el fin de desacreditar una colectividad política o religiosa, los ejemplos recientes cunden. Lo ha demostrado desde un principio y lo sigue demostrando –no cesaré de repetirlo-  al negarse a  tipificar el terrorismo, el desplazamiento de comunidades, la tortura, la presencia de las víctimas. Las fugas del Paisa y de Iván Márquez se hicieron desde un espacio digital  que se difuminó  con otra noticia cualquiera. ¿Quién es Iván Márquez, quién el Paisa? ¿Por qué siguen sin preguntárselo a Enrique Santiago que sabe dónde está Márquez en estos momentos? Lo virtual permite crear clones y a los clones crear réplicas de clones y lo que llamábamos realidad es ahora espectral. Los Obispos de Chocó y de Antioquia jamás “han visto a Benkos Biojó”. Vencer esta holografía que nos ha separado de nuestras comunidades debe ser hoy el propósito mayor de una sociedad que “quiere verse y hablarse”. Sabemos que en estos momentos cerca de 5000 indígenas, comunidades afrodescendientes llevan meses  confinados en sus territorios condenados a morirse de hambre ya que el ELN ha minado sus fronteras, asesinado a muchos de sus dirigentes, conocemos los desmanes de las Disidencias de las FARC y del Clan del Golfo pero ¿Porqué Monseñor Darío Monsalve y sus prelados no se habían  pronunciado hasta ahora?  Sabemos que las Comunidades indígenas han  sido sacadas de estos territorios por Coyotes que las han llevado a morir de hambre y necesidades en las ciudades pero ¿Hemos visto la solidaridad de los antropólogos, de los sociólogos, de los ambientalistas?  Vimos morir a una madre indígena y a su hijo   al pisar una mina colocada por los delincuentes del ELN. Y ¿Qué dijeron en su momento los Obispos de Antioquia y del Chocó? Acaban de leer un Comunicado donde finalmente después de recurrir a los eufemismos de siempre “grupos alzados en armas” “conflicto armado” “contaminación de los ríos”,  terminan orondamente diciendo que el único victimario en esta terrible situación es el Estado Colombiano y no el ELN, las Disidencias de las FARC, el Clan del Golfo.  Definitivamente soy un católico de la Iglesia silenciada.

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