sábado, 14 de agosto de 2021

EL PADRE DE ROUX Y LA VERDAD Darío Ruiz Gómez

 


EL PADRE DE ROUX Y LA VERDAD

Darío Ruiz Gómez

Comienzo por confesar que siempre me despertó recelos el comportamiento de Francisco de Roux en la llamada Comisión de la Verdad por su reconocida cercanía a ciertos movimientos   guerrilleros y porque nunca ha sido claro en la condena  que a priori  debió  establecer respecto  a toda forma de humillación  hacia  un ser humano, humillación  que aún persiste  en el presente. Me refiero a Pablito y al ELN. Una Comisión de la Verdad cuyas funciones   están dictadas por el bien común prioritariamente exige la presencia de los espíritus   moralmente más calificados (as) para que la aclaración de los hechos donde murieron 200.00 personas sea objetiva en tanto no olvide  que el rescate de cada víctima sólo tendrá validez si se hace desde la perspectiva de los valores de la civilización  y para  no convertir en simulacro  mediático  el juicio a los culpables. Por consiguiente en el caso de un juicio  a las FARC lo primero que  ha debido hacerse  fue condenar  explícitamente  y ante la opinión mundial  lo que este modelo de  proyecto estalinista –ya juzgado  y condenado por  jueces e historiadores en el mundo entero- ha supuesto para la sociedad  colombiana a la cual  trató  de destruir con repetidas e inconcebibles demostraciones de barbarie.    

¿Quién realmente le ha venido atravesando grandes palos al Proceso de Paz?  Las fugas de  Márquez  y el Paisa, Padre de Roux, Dr Cifuentes   constituyen  el atentado más grave a este proceso poniendo en peligro además la estabilidad de  toda la Región. De manera que no se debe distraer a la opinión pública de lo que debe ser su tarea de permanente vigilancia sobre lo que cada día  se va poniendo al descubierto: 18.000 niños y niñas sacados de sus familias por la fuerza, violados, fusilados  reclutados, tal como lo ha dado a conocer  el  alucinante  informe de la JEP   es un documento que  reclama  de nosotros una urgente  reacción moral  para exigir el castigo inmediato  de sus autores. ¿ Qué ha sucedido después de conocer  por un anterior informe que  también las FARC  había reconocido  su autoría en 32.00 secuestros? Los responsables  de estos crímenes de lesa humanidad  son entrevistados por periodistas  que al concederles  protagonismo  están creando una deliberada confusión  sobre  lo más importante: la condena  de la ideología que los llevó a cometer estos delitos.  Dar  únicamente  cifras en una rueda de prensa  anunciando   que se citará a 26 Comandantes para que den una “explicación” sobre estas atrocidades  es  tratar de desvirtuar  una Verdad que no puede ser controvertida ya que  estos  Comandantes    no son los directos responsables de estos reclutamientos  sino  anónimos y analfabetos guerrilleros  que recibían órdenes  del  Comité Central del Partido Comunista que consideró  correctas estas metodologías de  exterminio que deben ser incluidas en el “Libro negro sobre el comunismo”

  Banalizar mediáticamente el mayor atentado que en Latinoamérica se haya hecho contra una sociedad y sus instituciones es una forma solapada de tratar de que no se cumpla  la tarea  de visibilizar  a  los verdaderos  responsables. De Roux ha pedido plazo hasta julio del 22 para hacer lo que no ha hecho pero un impedido moral que no ha sabido distinguir   entre el bien y el mal – como lo demostró en el caso de Bojayá- no puede estar capacitado para la busca de la verdad en el caso concreto de las responsabilidades directas de la dirigencia de las FARC y el PCC. No se puede ser tolerante, lo he repetido, con los intolerantes  pues como recuerda Aurelio Arteta esa  tolerancia que acaba  por tolerarlo todo  finalmente  termina por convertirse en una expresión  de barbarie.        

 

    

1 comentario:

Eduardo Albión Bretón Porto dijo...

Creo que no el problema no es tanto el comunismo, sino el catolicismo al que está sometido el padre De Roux. Definitivamente no se puede esperar nada de la Iglesia, que también es responsable muchos crímenes y está interesada en dejar impunes a sus aliados, sobre todo el "dueño de la República de Colombia".