sábado, 23 de junio de 2018

EL LENGUAJE DEL RESENTIMIENTO SOCIAL / Darío Ruiz Gómez




EL LENGUAJE DEL RESENTIMIENTO SOCIAL

Darío Ruiz Gómez

A la hora en que necesitamos  aplicar  a la realidad  política  que estamos viviendo, aquellas  teorías  del lenguaje   que  proliferaron  en los claustros académicos,  para contar con una necesaria  claridad  sobre  lo que implican ideológicamente   los discursos en juego, éstas desaparecieron  como por encanto en un momento, repito,  en que  el lenguaje político  en algunos grupos ha derivado en jerga, en babosas amenazas  y es necesario y urgente contar con  el legítimo  lenguaje  de la democracia que nos ayudaría   a comenzar a vivir en los espacios de la convivencia, de la diversidad que pone de presente nuestra pluralidad, en la aspiración de toda sociedad abierta  a que el ciudadano y la ciudadanía se sientan verdaderamente  identificados. Este fue el problema de la Derecha hasta hace algunos años por su retrogradismo para aceptar las conquistas democráticas de la modernidad pero hoy  a este  retrogradismo lo ilustran el fundamentalismo yihadista del ELN y el fanatismo de los “nuevos revolucionarios”,  una mescolanza que puede derivar hacia un  desequilibrante anarquismo  tal  como se puso de presente en el rencoroso discurso con que Petro respondió al triunfo electoral de Iván Duque,  es decir a su derrota. La repetida definición de Camus de que el fascismo es la falta de imaginación se ha puesto de presente en un supuesto líder que nunca fue capaz de elaborar un programa de gobierno con las palabras que surgen del conocimiento directo de los problemas  que hoy acucian a nuestra sociedad. Enumerarlos no es demostrar conocimiento y compromiso con ellos, el odio a los ricos no es una respuesta a la inequidad sino una expresión de complejo social, la esperanza nace del conocimiento mutuo y la responsabilidad del amor,  no del resentimiento. La demagogia electorera puede convencer a una comunidad pobre con promesas que no se cumplirán. ¿No es  el Chocó el escenario de las mayores depravaciones de las FARC?  Petro con su demagogia ha convertido en cliché lo que debería ser un fundamentado  análisis  sobre la problemática del país. ¿Conocemos algún documento al respecto elaborado por sus equipos de investigación sobre la minería ilegal, el narcotráfico?  ¿Qué tal los despropósitos urbanísticos propuestos para Bogotá? ¿Dónde está el documento sobre la cultura de las regiones, sobre el patrimonio cultural en peligro?  ¿Han redactado sus acuciosos intelectuales una ley de protección del libro?
 Pasar a la  “resistencia”  fue lo que el movimiento partisano hizo en su lucha contra el fascismo  y el nazismo  y contra el estalinismo en los países comunistas de Europa. ¿Contra qué dictadura lucharán los intelectuales petristas y desde cuáles medios de información  en la” clandestinidad”?  ¿No es a la lucha armada y a “la combinación de distintas formas de lucha revolucionaria”  a la cual han renunciado las FARC y el Partido Comunista?  El ejercicio necesario de la oposición  convertida en pedreas  callejeras  según el manual elaborado  por  Lenin debe culminar  finalmente  con  la huelga general. Ya FECODE  ha hecho varios paros demostrando una  vez más que lo que le interesa no es que nuestra juventud – y sobre todo sus afiliados- salgan del estigma de la ignorancia sino desestabilizar al  nuevo Gobierno.  ¿Quién mueve los hilos detrás de Petro? ¿Milita en la Congregación Mariana Iván Cepeda? En el informe periodístico  al  lado de Petro aparece su verdadero mentor político: Jaime Caicedo del Comité Central del Partido Comunista y de las FARC.


1 comentario:

juglaresa dijo...

"y es necesario y urgentes contar con el legítimo lenguaje de la democracia".
Es un momento de replantear y oir voces como la suya que nos invite a reflexionar sobre el lenguaje y la investigación clara de los problemas que sostienen el discurso de Petro.