EL
PAÍS DEL MIEDO
Darío
Ruiz Gómez
“El
siglo del miedo” es un célebre texto de Albert Camus que nunca dejó de tener
vigencia y que hoy cobra una inesperada actualidad en este país recordando el
sádico asesinato de Monseñor Jaramillo Arzobispo de Arauca a manos del ELN. Repasando los periódicos de la época pude
cerciorarme de la casi total indiferencia que se tuvo hacia este crimen por
parte de los distintos medios de comunicación y por supuesto de las distintas
jerarquías religiosas y no,
afortunadamente, por sus feligreses que
clamorosamente protestaron. Era el momento en que la “Iglesia de la Liberación”
había permeado un sector del sacerdocio que pregonaba el apoyo a la lucha
guerrillera identificándolos como enviados
de Dios aterrizados para salvar de la
injusticia a los oprimidos. Lo de irse a los tugurios a convivir con los
miserables no pasó de ser una demostración
de bacanería llamando “Chucho” a Jesús y lanzándose al monte como los dos despiadados curas
españoles, como el despistado de Camilo Torres que escogió en vez del amor a las gentes del pueblo matarlos a nombre de las proclamas de Fidel Castro.
Recuerdo con horror y asco el asesinato de un rector del instituto Marco Fidel
Suárez acusándolo de ser un “confidente de la policía” Historia de la peor
de las crueldades por parte de
dirigentes ilustrados que no fueron
capaces de digerir esa ideología y la
convirtieron en un mesianismo religioso
y un fundamentalismo esquizofrénico. Basta pensar en los crímenes recientes de
“Pablito” para recordar la persistencia de grandes
territorios sometidos aún a la
extorsión del miedo. La llamada acción revolucionaria que en principio se cobijaba bajo una causa reivindicatoria, cayó rápidamente en
lo estrictamente patológico. Esto que
describo es mi propia historia personal tal como la he ido certificando en esta
columna desde hace treinta años de tomas de poblaciones, atentados dinamiteros,
fusilamiento de vacas, asesinato de mayordomos, destrucción del medio ambiente,
la industria del secuestro con la insania propia del enajenado mental que
llevando la violencia a sus extremos quiere exorcizar sus demonios interiores. Desligados de toda realidad este
tipo de “revolucionario” como recuerda
Marx, ya no sabe qué le queda por
derribar, por humillar. Piden que no se mate a los líderes populares cuando
ellos ya han matado a muchos de éstos.
“El
miedo significa y rechaza la misma cosa: un mundo donde el asesinato está
legitimado y donde la vida humana carece de importancia”, recuerda Camus, quien agrega “No hay nada más
despreciable que el respeto basado en el miedo”. Por eso la respuesta gloriosa
de Monseñor Jaramillo se hace ahora inolvidable:”No le tengo miedo a los dos
grupos armados. El miedo está terminando con nuestra sociedad” y lo mataron. Hoy conmemora España el
asesinato por parte de los terroristas de ETA, de Miguel Ángel Blanco un humilde Concejal de
Ermua. Toda la población esperó a que el
crimen no se cometiera y cuando se consumó reaccionaron unánimemente al grito
de “ETA asesina” lo que constituyó el principio del fin para
estos criminales y la imparable reacción de la sociedad contra el miedo.
Recordar cada año esta infamia no es oponerse a la paz, según esa técnica del miedo que ha comenzado a
circular en Colombia, sino para que la
infamia no vuelva a repetirse.
2 comentarios:
Cuando el Sr. Ruíz Gómez sea capaz de denunciar los crímenes de los paramilitares y su patrón, Álvaro Uribe, podrá recuperar un poco de la credibilidad de que gozaba en otros tiempos.
Quien es el pigmeo que toda la vida a sido un izquierdoso, mejor un mamerto de papel, quien siempre ha fungido detrás de la universidad pública. ¿Dónde está su obra, sus reflexiones?. Dónde dejo su atrevimiento en los claustros?
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