viernes, 31 de octubre de 2025

"Orgullo y prejuicio” de Jane Austen de Antonio Arenas Berrío

 

Jane Austen

Antonio Arenas B.


"Orgullo y prejuicio" de Jane Austen

(250 años de su nacimiento y 212 de haberse publicado la novela)

Antonio Arenas Berrío

 

 

antonioarebe1@hotmail.com

 

“Orgullo y prejuicio es, quizá la mejor novela de Jane Austen y la que contiene todas las características de una obra nunca ajena al gusto de cualquier moda o momento histórico. De ese modo podemos decir que es una novela entretenida; de suspense; con un argumento construido de manera perfecta; de diálogo irónico y ágil, muchas veces brillante; que ataca los vicios sociales más clásicos, entre ellos el egoísmo, la arrogancia, la avaricia, el materialismo, la hipocresía, el esnobismo etc. (…) una novela que mantiene al lector inteligente con una continua sonrisa irónica”.

Ahora bien, esta ficción es una de las piezas literarias más bien logradas de una de las mejores escritoras inglesas nacida con el  paso del siglo XVIII al siglo XIX. La novela gira alrededor de un deseo, la señora Bennet desea casar a sus cinco hijas y lidiará de manera vehemente por hacerlo, hasta caer en los grados más altos de la extravagancia y la falta de vergüenza.

“Orgullo y prejuicio”, es una novela divertida, cómica, irónica, que crítica la sociedad y los individuos en que Jane Austen vivió. El humor y el lenguaje figurado de la ironía rompen con las leyes de la realidad y la razón dando paso al orgullo y los prejuicios sociales de clase y notándose en los personajes esenciales, Darcy, Elizabeth, Jane y Bingley etc.

El mundo creado y descrito por Jane Austen, es el de la vida de la aristocracia campesina de comienzos del siglo XIX.  los asuntos como el matrimonio, la familia, la riqueza, la reputación de una clase social y la ética son tratados admirablemente y con sagacidad. El retorno al pasado en la novela es una de las cosas que la hacen ver como una ficción encantadora.

Empero, es una novela que se puede leer de principio a fin sin que se pierda el interés por la historia, sus personajes y el sentido del tema. ¿El casamiento? ¿las costumbres sociales de una época? ¿la vanidad y el orgullo de una clase social? Todas las acciones dramáticas están complementadas con sus personajes y revelan en cierta medida el carácter y la conducta humana. Mostrar lo que harían ciertas personas y que no harían, pésele a quien le pese contra viento y marea.

La narración opera a través de las conversaciones, diálogos, bailes, cenas, cartas, viajes, caminatas, encuentros y desencuentros en un lenguaje irónico y el orgullo del Sr Darcy, su personaje masculino. La primera y más obvia particularidad de la novela es que, trasmite lo visto, lo oído, gustado y los chismes en un contexto verosímil de un condado rural. La historia de la familia Bennet y las demás familias.

La novela, es una forma velada de hacer una crítica al matrimonio y sus intereses económicos, algo que no puede decirse de otra manera y en la ficción cuenta cada una de las acciones, las declaraciones, las palabras, las oraciones para divulgar el tema. “El tema lo es todo”, el sentido del tema no es un sentido genérico, sino un sentido que se experimenta con la lectura y su interpretación. Lo cierto es que esta ficción describe “la complejidad del orgullo dual” entre un hombre y una mujer. Elizabeth Bennet y el Sr Darcy. La autenticidad del orgullo ha sido “deformada” en la ficción.

Antes bien, una cierta distorsión entre Elizabeth Bennet y William Darcy, ha sido perpetrada como forma de llegar a la verdad de su amor. Una de las escenas más brillantes se da cuando Elizabeth Bennet, rechaza al Sr William Darcy y este asombrado no lo puede creer a pesar de haber conversado del sentimiento de inferioridad que tenía de ella, el proceder y el desagrado de su familia que el buen juicio había opuesto a la estimación, así el Sr Darcy se degradaba ante Elizabeth: “Quizá pudiera desear que me informase de por qué con tan escaza prueba de cortesía soy rechazado así. Más eso es de poca monta”.

Sea como fuere, “Orgullo y prejuicio” para un lector poco usual podría estar entre las diez mejores novelas del mundo literario y muchos dirían que es “una comedia amorosa” que termina en tres matrimonios y una farsa de máscaras y en especial los de las hermanas mayores, Jane, Elizabeth y los demás personajes…

Hay varias razones para que nos cautive la novela, su tema revelador de la ironía, el ritual del matrimonio, el ambiente rural, la naturaleza, su bella y encantadora heroína, Elizabeth Bennet: “Es la primera heroína a la cual Jane Austen, le permite responder al mundo de la misma forma que ella lo haría”. El ambiente musical, el baile y sus acciones o situaciones que nos conmueven frente a los sentimientos y el amor y sobre todo la capacidad moral de sus principales personales y la dificultad de conocer a las personas sin exponerse a la crítica Una ficción encantadora que narra compromisos, sentimientos, el orgullo y los prejuicios de los seres humanos.

Una lección de ética para la sociedad, un toque delicado de las cosas habituales. Se puede decir que en la novela hay “una estética de la creación literaria”, en su lenguaje, tanto que la novela posee una organización en los LXI capítulos y no va más allá de cuatrocientas páginas. Se puede añadir una estructura estilística de la narración y elegancia en el lenguaje irónico.

La ficción se abre como si fuera una obra de teatro: “Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero poseedor de una gran fortuna necesita una esposa”. Asunto que, repetirá con pillería y mucha gracia la señora Bennet, pensando en sus cinco hijas: “Un hombre soltero y de gran fortuna; cuatro o cinco mil libras al año. ¡Qué buen partido para nuestras hijas!

Son dos expresiones, idénticas, verdaderas y objetivas y en la trama se descubre que son una burla que se notará en las relaciones que se establecen entre los personajes.

Ahora bien, los críticos dicen que, el narrador de esta novela es omnisciente y tiene “una voz femenina” y en ocasiones Jane Austen, le hace creer al lector que todo es real y el papel de la ironía reside en dar luz y sombras y máscaras sobre cada uno de los personajes, sus relaciones y poder así establecer su carácter y sus comportamientos.

Esto le permite a la autora de la novela juzgar a los personajes y sobre todo a la institución del matrimonio y los aspectos que se deben mejorar en una sociedad. También le permite edificar una trama amorosa entre Elizabeth y el Sr Darcy, Jane y Bingley, Lydia y el Sr Wickham, Charlotte y el majadero de William Collins.

Para muchos intérpretes de la novela, la ironía: “Consiste en oponer, para burlarse, el significado a la forma de las palabras en las oraciones, declarando una idea de tal modo que, por el tono, se pueda comprender otra, contraria”.

Ahora bien, antes decíamos que era una novela encantadora, sutil, irónica, “una obra literaria que le da sentido al pasado” y a un mundo ficticio inventado por Jane Austen. Un mundo con valores y tergiversaciones. Elizabeth Bennet y el Sr Darcy son dos posibles arreglos de carácter que se van acercando a un posible casamiento. La novela es “una especie de comedia”, con personajes que se “encubren” de manera consciente.

El lenguaje usando la ironía “conforma” la novela. Hay en la historia una ironía tenue y radiante.  Por eso:“Es la ironía una función de suspenso y a la vez de crítica, un sentido ético, una manifestación cómica de incongruencias de los personajes, humor, risa”.

La literatura es el lenguaje con que esta trazada la vida. La novela es la vida, toda la ficción es un sentimiento de orgullo, prejuicios, experiencias.

Los personajes están relacionados el Sr Wickham y Lydia Bennet, Jane y Bingley, Elizabeth y el Sr Darcy, el señor y la señora Bennet, los Lucas, los Gardiner, Caroline Bingley, Collins, Georgina, Charlotte, Catherine Bourgh, etc. En los capítulos de la novela se forma un encadenamiento donde el lenguaje y la vida y las cosas comunes están presentes.

Los críticos subrayan que en la novela “hay un juego apasionante de ironía”, de comedia, de máscaras, de la parodia amorosa y mucho humor. Todo esto nos lleva a descubrir el orgullo y los prejuicios de las clases altas, El Sr Darcy, Catherine Bourgh, son el mejor ejemplo de esto. Y la importancia de la sátira social que hay en la ficción.

La heroína Elizabeth Bennet posee un temperamento firme y una individualidad, que asombra al lector. El humor y la ironía habitan en ella. La ironía más que, un tropo es en la novela: Un estado del lenguaje literario. Una muestra del sistema de valores de esa sociedad y sus personajes. “Lo bello de la narración, es el lento y progresivo entendimiento entre el Sr Darcy y Elizabeth Bennet a pesar de todas las dificultades. La felicidad de los dos es un proceso de mortificación que empieza temprano y finaliza tarde”. En esta perspectiva cada uno de los personajes el Sr Darcy, Elizabeth, “complementa el orgullo del otro”.

Elizabeth Bennet, anhela ser querida por el Sr Darcy. Darcy aspira ser querido y amado por Elizabeth. Es fundamental que en la primera propuesta de matrimonio del Sr Darcy solo se muestre la “inferioridad de Elizabeth”, pero el Sr Darcy por muy rico que sea no es superior a ella.

Sabemos por la novela que Elizabeth Bennet, encarna la conciencia irónica y la manera como Jane Austen ve la naturaleza y la vida. “La novela parte de la misma premisa de la novela sentimental para describir la historia de Elizabeth Bennet y la sociedad que la rodea”. Y establecer la importancia de una crítica social.

Vale decir hoy al leer o releer la novela lo que Sir Walter Scott, contemporáneo de Jane Austen dijo y escribió sobre ella: “He vuelto a leer por tercera vez al menos, la muy fina novela de la señorita Austen Orgullo y prejuicio. Esa dama tenía talento para describir compromisos, sentimientos y personas de la vida ordinaria, un talento que yo considero el más maravilloso que he conocido. Los efectos impresionantes los sé producir yo al igual que otro escritor cualquiera, pero me ha sido denegado “el toque exquisito” que reviste de interés las cosas comunes y los personajes corrientes”.

En este enunciado Walter Scott dice casi todo, Jane Austen era una estupenda y talentosa novelista, puesto que escribió seis maravillosas novelas. Orgullo y prejuicio describe sentimientos y responsabilidades de las personas de la vida común, hay en ella un toque exquisito por las cosas, la naturaleza y la creación de sus personajes. Una novela que hoy podemos decir histórica narra una pasada época y fue publicada hace 212 años y se nos presenta como una apasionante comedia y un festival de máscaras. Hay una reflexión después de leer la novela. ¿Es el amor lo que nos hace libres? ¿Cómo conseguir la felicidad con el amor y el matrimonio?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PASEO / Juan Fernando Uribe

 


PASEO

Juan Fernando Uribe

El silencio camina en la calle con un desplazamiento de gotas abatidas. 

Facilita un frío que emerge de la noche,

cuando mis manos como cuna de peces,

me propagan difuso hacia un océano de fiesta.

Se alienta la idea de ubicar la sombra para expeler la luz

y así redimir de lágrimas los ojos del anciano que fuma tembloroso en un balcón.

Una serpiente se carcajea mientras con sus anillos parte un pájaro.

La alondra canta desde un árbol un himno de alelíes.

Un enjambre de abejas codornices acecha mi paseo desde la miel de una flor.

No hay humano digno para una cena de polución

Del cielo emerge un manantial que no acalla tu aullido

Alguien abrió la puerta para permitir mi paso

Después te llamé,

y un guerrero sonriente prefirió dormir antes de ir otra vez a la guerra.

miércoles, 29 de octubre de 2025

Juan de Dios Uribe, el Indio, desterrado de Medellin

 

.. ..

Patrimonio Medellín (100)

Juan de Dios Uribe, en su memoria.

--- Víctor Bustamante

  

--- Después de tantos años de silencio, ha llegado el momento de preguntar acerca de la vida y de la obra de Juan de Dios Uribe,  a quien se ha mantenido a raya, o es mejor decirlo de una vez, en el simple ostracismo, lo cual es previsible en una región como Antioquia, a veces tan ultramontana y enfrascada en lo que algunos llaman la cultura de todo el maíz, cuando se les caen el barbecho y las pelusas de las mazorcas, o para la comodidad de la plebe, solo ven en Medellín la imagen del pícaro como el supremo ícono de esta región que posee todos los matices, pero se deja de lado al desobediente, al crítico; olvidando precisamente a una persona de carácter, al Indio Uribe, honrado, sin genuflexiones y eso sí yendo de frente con sus  catilinarias que obligaron al  díscolo Núñez y al envidioso y camandulero de Caro a fustigarlo con el destierro, o extrañamiento como se estilaba para enviarlo esposado y encarcelarlo, lejos, en las islas de San Andres.

--- Así, se ha permitido con la aquiescencia solapada alejar su ideario, con la prosa directa y sarcástica del Indio Uribe, manteniéndolo lejos de sus panfletos, coherentes y certeros, de una llamada cultura paisa que lo oculta al no nombrarlo. La simulación que corre y corroe los diversos espacios de cultura en Medellín ha permitido ese desalojo, factible en medio de un mundo cultural que no permite espacios de discusión porque los funcionarios tan sensibles y perfumados se llenan de motivos en su intransigencia de aceptar al otro. Nunca nadie en Medellín y en el país fue tan osado y honesto como el Indio Uribe, ya que él lo arriesgó todo por la llamada libertad de expresión.

--- Algo es cierto, este reclamo nunca será tenido en cuenta en la sociedad del entretenimiento, ya que él, Juan de Dios Uribe, ha dejado de ser visible, y notorio, en un medio cultural endeble, estancado, simulador que se mira así mismo, persistiendo de una forma irreflexiva e imprudente su curso menesteroso, sin preguntas y con un exhibicionismo reconocido ahora en las medallas internacionales que compran para la ciudad.

--- El Indio Uribe no solo participó en las huestes del liberalismo radical, sino que presintió la farsa política y el acallamiento a los contradictores durante el gobierno de Núñez, caudillo preocupado por su inmortalidad y los blasones de sus argucias eróticas. Así, como con la intransigencia de su corazón oscuro y tenebroso exhibido desde El Cabrero. De ahí que el Indio, no se arredraba, fundó periódicos que fueron cerrados. De esta insurrección tan personal supo traducir la crisis de su tiempo, a veces uniéndose apasionadamente su ideario político a su escritura fértil y procaz. Nunca perdiéndose en inexactitudes, sino que a veces desviándose en su admiración a la poesía; siempre la tuvo muy cerca desde su juventud, y muy presente, ya que nunca olvidaría dos de sus poetas, a Gregorio Gutiérrez González a quien vino a visitar en su tumba en el cementerio de San Lorenzo, en Medellín y, sobre todo, a --- Epifanio Mejía, cuya voz le susurraba y se había vuelto indeleble, ya que sus poemas perduraban en su conciencia, sobre todo en El Canto del Antioqueño, y además ese poema musicalizado con guitarras que escuchaba desde niño en las fiestas familiares, La Tórtola. De ahí, que el Indio Uribe, al llegar a caballo a Medellín en 1877 ya enrolado en el ejército liberal, lo conocería en su almacén de la carrera Palacé. Allí, Epifanio, casi enajenado y silbando sin caer en cuenta de la desesperanza y de esa condición que vendría después, su desgracia, ya próximo a la pura indolencia de tocar esa zona absoluta y tenebrosa, sin canículas ni noches donde la luz de su inteligencia se perdería hasta llegar a ese ocaso en que añoraba su finca en Yarumal. Mucho más tarde, perdido en la nube de humo de sus cigarros no reconocía sus propios poemas e ignoraba la certeza de su valor, cuando fueron a visitarlo en el manicomio de Aranjuez, Juan de Dios Uribe y Antonio José Restrepo. Ambos, en medio de ese fragor político, mantenían su llama con la necesidad de preservar en su humanismo la propia circunstancia de la locura de Epifanio. Si Núñez era ambicioso, pésimo poeta, y sin certeza política. Epifanio era el poeta sencillo, que le cantaba a la vida cotidiana y a la libertad.

--- De ahí que la visita a Medellín del indio Uribe, después del destierro en Venezuela, fue de incógnito, para el homenaje a Epifanio Mejía, con el propósito de recoger fondos para buscarle un sanatorio en Europa, lo que se convirtió en una alternativa de solidaridad y franqueza que lo hace tan entrañable, incluso en la distancia que se toma frente al panfletario que amaba la poesía de Epifanio, sobre todo en esa simbiosis misteriosa entre esa solidaridad y a su sentido de su ser político tan diferente.

--- Su presencia en Medellín, en 1893, era nada menos para ser el orador en esa reunión dedicada al poeta. De ahí que en él no haya equivocaciones ni imposturas que podrían resquebrajar su quehacer y su obra, una obra nunca disimulada, sino tácita y tan presente, ya que el Indio era un escritor tan visible y presente en ese momento aciago, que no se nos puede escapar. Olvidarlo o reducirlo a un simple ser político, no es más que despojarlo de su valor, ya que dentro de esa aspereza de su destino público, se mantiene el comediógrafo, que supo también ser teatrero, y así no se nos escapa en su certeza anticlerical, en su valor, en su escritura y en su valentía, porque es fluido y no solo eso, sino sensible y siempre firme en sus ensayos, en sus diatribas políticas, en sus panfletos ácidos y directos; y eso sí,  no solo fiel a sí mismo, sino a su radicalismo, siempre dispuesto como su propia exigencia para la confrontación como una manera de reclamar justicia, lo cual le da presencia y prestancia a sus afirmaciones que lo guardan en sí mismo, desde su proba experiencia, desde su coraje, desde ser capaz de evadir el encarcelamiento para estar presente no como un simple acto de cortesía, sino en los valorativo de su coraje que tanto  se percibe en un político tan diferente como él; sí el Indio Uribe.

--- Sí, en la noche del 5 de agosto de 1893 Juan de Dios Uribe pronunció su discurso en el Coliseo o teatro Municipal o teatro Medellín que sería luego el Teatro Bolívar, ahí en Ayacucho, cerca de la calle Junín. Dicho discurso fue leído durante la velada literaria musical dedicada a Epifanio Mejía. Epifanio que hacía 14 años se encontraba recluido en el manicomio, ya, en ese momento, situado en Aranjuez. El recinto reventaba de entusiasmo con lleno total, marcado por la voz poderosa, poética y directa del orador que no se aguantó las ganas de ser incisivo con Núñez. Nunca se ha escrito un texto tan sentencioso y firme dedicado a un poeta aquí en Medellín de parte de un político. Un fragmento nos ilustra:

---  “Señoras y señores:

--- A estas horas de la noche duerme Epifanio Mejía, en su melancólico retiro, el sueño visitado por la locura, que es el mayor tormento de la vida humana. Cuando su nombre va aquí de labio en labio, él yace aletargado, o fabrica en los ruidos de la noche el palacio de sus quimeras. Hace catorce años que noches como esta arropan con su capuz esa pobre alma, y aglomeran sobre su ingrato destino las tinieblas, precursoras indolentes del sepulcro. La luz de la mañana baña en tristezas su calabozo solitario, y los arreboles de la tarde se apagan en la vaguedad de sus pupilas azules.

Ya no canta:

Serenas son mis tardes

Con arreboles;

Cargadas de silencio

Pasan mis noches,

Y mis mañanas

Bulliciosas y alegres Llegan a casa.

 

---¡Cómo están tristes nuestras montañas sin el gorrión familiar, sin la golondrina errante, amiga del alero de la casa paterna! Allá viviría y moriría el poeta; pero vuestra piedad reparadora se anticipa a la muerte, invade con cariño el lugar de la penitencia desolada, y despierta a Epifanio a vida nueva, en el lecho de su miseria. La luz irá filtrando sus lampos en aquel cerebro dormido; el pensamiento se pondrá en relación con los objetos a él tan caros, y Antioquia tendrá otra vez, a la cabeza de su región, el romancero de sus virtudes, de su belleza y de sus glorias. Será vuestra esta resurrección, señoras y señores; os doy las gracias por ello en nombre de la literatura americana.

--- La poesía, dice Quintana “sirve de atractivo a la verdad para hacerla amable, o de velo para defenderla; enseña a la infancia en las escuelas, despierta y dirige la sensibilidad en la juventud, ennoblece el espíritu con sus máximas, le engrandece con sus cuadros, siembra de flores el camino de la virtud, y abre el templo de la gloria al heroísmo”.

--- Aventuraré algunas palabras, con perdón vuestro, sobre las causas que han rebajado este alto concepto de la poesía entre nosotros, y tributaré mi modesto homenaje de cariño y admiración a Epifanio Mejía.

--- Se advierte un tardío desarrollo o una prematura decrepitud en las letras colombianas, que se acomodan a asuntos extranjeros y desdeñan el Parnaso que la naturaleza nos abrió, delante de los ojos, con el Descubrimiento, y el camino que la libertad nos abrió, delante de los espíritus, con la Independencia. Se prefieren las viejas doctrinas, aun en presencia de los nuevos rumbos de la literatura, que la acercan a la tierra y dan a sus creaciones la vitalidad del medio ambiente, y se vuelve la espalda a los raudales aborígenes de nuestras costumbres. Y así, pueblos holgados sobre el planeta, nos falta campo para movernos con nuestras fantasías; sociedades venidas ayer a la libertad, cargamos con tradiciones seculares del mal gusto, y huéspedes de la Historia contemporánea, estamos rehaciendo la historia de las letras; si no es que exabrupto botamos al agua nuestro equipaje criollo, y somos como mendigos a la puerta de los extraños, que comen las sobras de sus banquetes y encienden las luces de sus fiestas. Es odioso este papel subalterno de la literatura colombiana.

--- En la distribución de los dones del arte, si los pueblos guerreros dan la epopeya, si los pueblos viejos dan la leyenda, si los pueblos conmovidos dan el drama, si los pueblos martirizados dan la elegía, si los pueblos coléricos dan la tragedia, si todos elaboran lo que les es propio, Colombia, en la América tórrida, tiene, para dar de sí, la juventud, el paisaje, el encanto indiano, la vida independiente, es decir, un escenario nuevo de hombres y de cosas. Mas la poesía conserva la esclavitud en sus carnes, la estremece la selva virgen, tiembla en la vida libre, y renuncia al albedrío que la hizo señora de su suerte. Desposeída de sus atributos, se rinde y nada vale, porque el gran incentivo del arte es la novedad, como que provocar sensaciones nuevas, o fuertes asociaciones de ideas, constituye el triunfo intelectual. El talento tiene de la sorpresa.

--- Bastaría para la reivindicación americana del arte, mirar en torno nuestro y reproducir el paisaje “al través de un temperamento”, como quiere Zolá; repasar nuestras sensaciones, y dar la conciencia colombiana; mirar hacia atrás y repoblar el mundo muerto de los recuerdos indígenas; seguir en el polvo las huellas de los padres de la patria, y cantar con bordones de acero el futuro que se entrevé para los pueblos libres. No se rechazaría el progreso cosmopolita, sino que nos serviríamos de sus herramientas para nuestra obra, como el progreso se servirá de la obra nuestra para sus nuevas conquistas. ¡Hermosa perspectiva que trunca en hora pérfida la tradición española! Hablo a un auditorio patriota.

--- De aquí no se fueron todos los peninsulares, con las últimas cargas de Ayacucho: quedaron algunos devotos del pasado colonial y, cuando fue tiempo, levantaron en la literatura el pabellón arriado en los combates, como un medio de contener la expansión de nuestra democracia. Con la Academia, primero, y después con el sofisma de la Madre Patria, introdujeron el contrabando de antigüedades y emprendieron el renacimiento arcaico. Se dejó sorprender el patriotismo por la gramática, y retrocedimos nosotros, sin que adelantara España, para darnos un abrazo con la monarquía delante de las naciones. El gran sollozo de Cuba, que rueda por las olas del Mar Caribe a todos los hemisferios, como queja de sirena y rugido de leona, no fue suficiente para detenernos. Y, ya veis qué lejos hemos ido en estas y otras promiscuaciones culpables, cuando un hombre engreído en el mando no se contenta con que tengamos a Cervantes de Saavedra en nuestros escaparates, sino que quiere darles un dueño a nuestras democracias. Nos trajeron el habla de Castilla los españoles; yo no quiero recordar cuánto nos costó este vocabulario, desde que los conquistadores arrancaron a los indios la palabra con la vida, hasta que los pacificadores clavaron en una escarpia la lengua de Camilo Torres; pero ya que tenemos un idioma, bueno o malo, aprovechémoslo en nuestros propios asuntos”.

 

--- Después del discurso el Indio Uribe fue victoreado por un público fervoroso, liberal y conservador, que le arrojaría sus sombreros al escenario como si festejaran en una plaza de toros, en síntesis, lo aclamarían. A la salida del evento lo esperaba el comandante de la policía, Luis M. Gómez, que le solicitó que lo acompañara a la gobernación. El Indio sorprendido le pidió que le permitiera presentarse al otro día a las nueve de la mañana.

--- Eso sí llegaron rencorosos telegramas desde la capital:

--- “Ministerio de Guerra. Bogotá, 8 agosto 1893.

 

Señor Gobernador, Medellín

Suspenda inmediatamente “El Espectador” y todo periódico que tome actitud subversiva.

Aprehenda y retenga a órdenes del Gobierno a los señores Fidel Cano y Juan de Dios Uribe. Obre con reserva para que no evadan providencia Gobierno José Domingo Ospina C.

 

--- Bogotá 16 Agosto, 93.

 

Señor Gobernador. Medellín.

Por haberse dispuesto el confinamiento de Juan de Dios Uribe R. suplico a Usía se sirva hacerlo trasladar al cuartel en donde permanecerá mientras se comunica orden al Coronel Castro. A Cano manténgalo preso en donde está.

Fdo. José D. Ospina O.

 --- A los días de apresado Juan de Dios Uribe la plazuela de la Veracruz y sus calles cercanas se hallaban atestadas de obreros y estudiantes. Ya se llevaban al orador, un liberal radical, humillado por última vez por Núñez y su secuaz Caro. Se hallaba allí para despedirse en la acera, junto a su madre, doña Teresa Restrepo viuda de Uribe, que vivía en la calle Boyacá entre Carabobo y Bolívar. Mezclados entre la multitud lo acompañaban los dirigentes liberales, Antonio José Restrepo, Ricardo Castro, Rafael Ángel, Antonio Orrego, Fidel Cano, Clímaco Uribe, Leocadio Lotero y Benjamín Palacio.

--- Deambulaba en medio de la multitud un joven conservador que lo apoyaba y que más tarde, en la guerra del 99, se volvería un furibundo asesino, ya que como dirigente ordenó el fusilamiento de nueve personas. A la puerta de su casa se asomó el Indio, Juan de Dios Uribe, ya listo para ser llevado al destierro, y subir, vigilado por algunos gendarmes, en un coche para luego, en las afueras de la ciudad, tomar una cabalgadura para ser llevado al destierro. En esos días el tren solo llegaba hasta Caracolí y se debían hacer jornadas de tres días para llegar allí.

--- Se le permitió al Indio Uribe ir en el coche de caballos para despedirse de su prima Clara y de sus hijos, que habitaban en el barrio San Francisco, hoy San Ignacio. En el recorrido fue acompañado por la multitud que le daba su apoyo. En la salida de la casa lo esperaba su prima, Pepita Uribe, quien le pidió que le escribiera una nota en su álbum. A Juan de Dios le chorreaba por su cara un lacio y abundante pelo rojizo. Afanado por los gendarmes y con un pie en el estribo del coche sacó su estilográfica y le escribió:

--- “Ya no seré testigo del porvenir y de la dicha de mi prima; pero desde donde la suerte me arroje, veré como un blasón de mi casa, de mi sangre y de mi nombre, el porvenir que está reservado a sus gracias y a sus virtudes. Ya que no puedo ser romero en su barco de triunfo, le dejo como recuerdo mi nombre en esta equívoca portada de mi ingrato destino... adiós”

--- También escribiría al año siguiente a la muerte de Núñez:

“Acaba de tragarse la tierra con asco al monstruo de la tiranía. El tiempo empieza a hacerle justicia al pueblo colombiano, que ha gemido bajo la más salvaje de las opresiones”.

 

Bibliografía:

-El Correo Liberal, Bogotá, 1893.

-La Batalla, Bogotá, 1892

-Revista Gris, Bogotá, 1893

 -Montoya y Montoya Rafael, Obras completas de Juan de Dios Uribe. Ediciones académicas. 1965, Medellín.

- Vives Guerra, Julio, El Tiempo, 1920-1950

 …………………………….

 

domingo, 26 de octubre de 2025

Habitantes del abismo (Visita al hospital mental de Bello) / Key Serna

 

Key Serna

Habitantes del abismo

(Visita al hospital mental de Bello)

Key Serna

 

luces parpadeantes.

La ciudad se queda atrás.

Paredes blancas,

olor a desinfectante y delirio.

—Viví en Júpiter —dice él,

Con los ojos desorbitados, piel marchita.

y allá hice enemigos.

Cuando volví, me alcanzó su rayo:

Un cáncer de riñón.

No era enfermedad,

era venganza.

Un parpadeo.

Me acerco.

No quiero romper su universo.

—¿Cómo era Júpiter?

Sonríe con la mirada.

Un secreto intergaláctico:

—Rojo,

rojo como los ojos de mi madre

cuando lloraba.

Se oye un tic-tac invisible.

Un doctor pasa, no nos mira.

—No perteneces aquí —me dice otro

pero tampoco allá afuera.

Allá la locura es silenciosa.

Aquí grita.

Su mirada se enciende:

un destello, una súplica

—Quiero una casa en el campo.

Un terreno baldío.

Una huerta. silencio.

Un perro.

Quiero que me dejen ir.

Una puerta se cierra.

Una risa lejana se arrastra.

Yo sigo ahí, en el borde,

caminando la cuerda floja

entre este mundo y el otro.

preguntándome

quién está más loco:

si ellos,

o el mundo que los encierra.

...



LAS DOS COLOMBIAS Y TRUMP / Darío Ruiz Gómez

 

LAS DOS COLOMBIAS Y TRUMP

Darío Ruiz Gómez

 Lo que a simple vista me pareció un encuentro de trabajadores(as) de una fábrica, en las fotos de “El Tiempo” -19 octubre-me fue descubriendo a sus protagonistas, hombres con cara de agitadores profesionales en la parte de arriba y abajo, ahí estaban todas las viejas luchadoras del Partido Comunista, posando para la foto como si lo hicieran antes de la batalla decisiva contra el “imperialismo norteamericano”. En seguida asistirían seguramente desde una cómoda tribuna al espectáculo de las hoy ya reconocidas tropas de El Pacto Histórico, matones a sueldo, la masa furiosa de indígenas adoctrinados y armados con flechas y lanzas. El espectáculo de la trifulca fue caricaturesco en su intento de demostrar lo que debería ser el triunfo de la selva sobre la “tecnología capitalista”. Lo que hizo con esta sangrienta asonada el Pacto Histórico fue mostrar la explícita utilización del terrorismo y el hecho de que son sus dirigentes, entre ellas estas veteranas activistas, las responsables de actos de violencia que no deben pasar inadvertidos para la just6icia.  Después de esta demostración de genuino terrorismo el Pacto Histórico no puede seguir siendo considerado como  un Partido político sino como una montonera de terroristas ¿Son falsas las fotos de la Pizarro y sus acompañantes en el Campus universitario? ¿Son falsas las acusaciones de Trump llamando al Presidente narcotraficante, sujeto de malestares cerebrales? Después de la entrevista de Daniel Coronel no queda duda alguna al respecto. A la ayuda militar norteamericana desde hace décadas se han opuesto de forma violenta todos los grupos de extrema izquierda. La supresión de esta ayuda y el anuncio de más altos aranceles a nuestros principales productos de exportación han servido para que se den de parte de la izquierda y de los gremios económicos respuestas en que algunas de ellas olvidan el marco social por el cual Trump ha hecho estos señalamientos.

El lunes se daba la nueva cifra de desplazados por el ELN en el Catatumbo: 83.000 personas abandonadas a su suerte por el gobierno. Un video muestra a las gentes corriendo despavoridas cuando llegan los mercenarios disparando. Lo que no se nos dice es el número de población asesinada, torturada. En toda la geografía del país esto mismo está sucediendo, se está destruyendo el Guaviare, en el Cauca se fusila a campesinos diariamente tal como se hace en el Chocó, en Antioquia donde crece el número de víctimas. ¿Acaso no está causada esta tragedia por la coca y por la presencia de grupos internacionales de narcotraficantes? ¿Miente Trump un Presidente en las antípodas de mi liberalismo? Una estratagema para eludir la respuesta exigida es la de reducir esta acusación que ya es irreversible a un anecdótico enfrentamiento personal entre Petro y Trump, tratando de que olvidemos la existencia de la verdadera Colombia destruida por Organizaciones Criminales como el ELN comparado justamente por Trump con Al Qaeda. Tiene uno que estar demente para considerar que a un ataque a la Embajada Americana es una acción revolucionaria. Demostrar que Petro no es un narcotraficante sino un nuevo Mesías es tarea de Petro y de sus portavoces mostrando que en sus años de gobierno el crimen organizado ha sido combatido como ningún gobierno lo ha hecho, protegiendo a la población y a sus regiones, bajando los impuestos. Es el país esclavizado por estas organizaciones criminales el que debe recibir respuestas de Petro ante el concierto de las naciones del mundo. Y esto mismo debe hacer esa corte de áulicos, vivillos, agachados que al alabarlo se han beneficiado de este despelote general y han pretendido que sigamos creyendo  que la izquierda totalitaria es buena y bondadosa.

EL ARTE DEL DISFRAZ / Darío Ruiz Gómez

 

EL ARTE DEL DISFRAZ

 Darío Ruiz Gómez

 Acróstico es una composición poética que se lee verticalmente y cada letra se acompaña de un verso. Al acróstico que se popularizó en Colombia  recurrieron novios y novias, ingenios patrióticos. Llamó mi atención hace muy poco descubrir que un Partido político de extrema-extrema izquierda hubiera recurrido al acróstico para hacerse reconocer ante el “pueblo” pues como todos sabemos los de la izquierda solamente se dirigen “al pueblo” ARTE, sí créanmelo, Arte, es el nombre escogido por los encargados de crear la imagen política de Iván Cepeda. El acróstico dedicado a Cepeda y que según estos creadores de imagen debe hacerlo reconocer ante los empobrecidos por los impuestos al pan, al agua, al calzado, a todos los alimentos de la canasta familiar y que encima deben pagar para no ser asesinados por  las organizaciones criminales que dominan ciudades y territorios:  AUSTERIDAD, RESPETO, TRANSPARENCIA, ÉTICA. Virtudes morales propias del Derecho y la filosofía que enaltecen al ciudadano en la convivencia pero que aquí, sorpresivamente estos creadores de imagen lo aplican  al Quintero que con su organización criminal se robó Medellín, al Quintero muchacho de barrio que a los tres meses de Alcaldía compró en el Poblado una ostentosa residencia, a Carolina Corcho cuyas ridículas teorías socialistas sobre la salud  y en compañía de ese singular cínico, el Ministro Jaramillo, destrozó la Salud Pública. Este despropósito electorero es además una ostentosa mentira ya que su propuesta revolucionaria no es científica sino emocional que es lo más peligroso que puede darse cuando se pasa de manosear teorías del comunismo criollo a hacerle  frente ”a los problemas concretos de una sociedad concreta”. AUSTERIDAD: mientras a la guerrilla rasa que firmó el Acuerdo de Paz la matan, se pudren en las selvas recordemos la vida “austera” que se da Sandra Ramírez o los restaurantes de alta cocina que frecuenta el afectado Pastor Alape o las mansiones de “representantes del pueblo” como Calarcá, Iván Mordisco y todos los especímenes que el bandolerismo y la jungla han dejado como legado a nuestra sociedad. ¿Respeto?

Jua jua como dicen los niños cuando escuchan algo sin sentido en boca de personajes sin sentido. Matar por matar, destruir territorios patrimoniales para dar paso a sus camionetas de última gama. La última de sus estrategias que consiste en apoderarse del discurso de sus opositores para negar el mal que han hecho no les está dando buenos resultados porque como fonomímicos son muy malos y la historia no se cambia así de buenas a primeras. El arte del travestismo requiere en política de una estética refinada que está muy lejos de estos desagradables disfraces con que quieren mostrarse amables, comprensivos para engañar a los demócratas. TRANSPARENCIA. ¿que nos ha dicho Iván Cepeda de las tomas a sangre y fuego de Urabá o el Magdalena medio? ¿De su amistad irrestricta con Iván Márquez? La matanza, recuerda Orwell, no es un acto de guerra sino una brutalidad.  Hubiera bastado no con arrepentirse públicamente si no con la condena abierta de la barbarie. ¿ÉTICA? Que algunos de sus intelectuales citen a Kant para ilustrar su desorden mental es un despropósito. Ya Merleau-Ponty en su denuncia sobre las pretensiones de Lenin de superar a Kant había desenmascarado el intento de un carnicero por disfrazarse de filósofo. ¿ÉTICA? ¿Cuántos policías asesinados con drones, cuántas formas de violencia mediante la tecnología del mal? ¿Cuántos intentos de diálogo rechazados? El video donde unos sádicos mercenarios de las Disidencias colocan contra el pavimento a dos pobres conductores y proceden a dispararles para luego quemar sus vehículos lanzando amenazas es ya el culmen de la brutalidad y ante todo una demostración de la falta de ética de los arrogantes cómplices de este acto repetido una y otra vez, como suprema ofensa a los seres humanos. Disfrazarse de demócrata no es tan fácil, recuerden.

domingo, 19 de octubre de 2025

Orión / Andrea Ruiz

 


Orión

Andrea Ruiz

 

uno solo puede nombrar lo que conoce y por eso me alejé, porque yo no supe entender y no conocía a su Orión, el siempre hablaba de ella de un camino de estrellas y yo no visualizaba lo que decía en mi imaginación,  yo, mientras él hablaba,

veía las balas dibujar sus propias órbitas.

Veía las linternas cegar la noche,

como si buscaran apagarla del todo. Pensé en el humo,

en los techos bajos,

en las botas entrando sin pedir permiso, pensé en el frío del piso

y en los gritos que no eran nuestros

pero nos dolían igual. Yo no supe entender su Orión porque no lo conocía

Él hablaba de mitología,

de guerreros celestes y cazadores divinos,

de noches claras y promesas en el cielo.

Él me hablaba del cielo. Yo le respondía desde el fuego. Y no es su culpa.

Ni la mía.

Es la herida. Esa que si no se cierra

se vuelve ojo, lente,

cicatriz que filtra la luz

y transforma el amor en amenaza,

la ternura en sospecha. No iba a funcionar yo ando atenta precavida, valiente en todo, y aterrada de la vida  y  el solo hablaba de Orión la constelación y yo solo conocía a Orión la operación.

NIETZSCHE. ENCUENTRO DE LA PSICOLOGÍA A TRAVÉS DE LA LITERATURA / Faber Alzate

 


NIETZSCHE. ENCUENTRO DE LA PSICOLOGÍA A TRAVÉS DE LA LITERATURA

 

                                                                                         Faber Alzate

 

Las alusiones de Nietzsche a la psicología parten de las pretensiones de ciertos individuos en este dominio, de la puesta en punto de la psicología que él reclama, de la falta de requerimientos psicológicos de Alemania y aun de Europa, a excepción del pueblo francés, pues “Los psicólogos de Francia - ¿y en qué otro lugar existen hoy psicólogos?-” (Nietzsche, 1886/2016, Obras completas, Vol. IV, Más allá del bien y del mal, p.381); psicólogos franceses que avizora en el campo de la literatura. Allí Stendhal ejercen su influjo, su determinación, aunque el ruso Fiòdor Dostoievski es también ejemplar. Ambos son considerados por Nietzsche, psicólogos; ellos son los que representan el tipo de psicólogo, digamos, más logrados para él, aunque Nietzsche no deja de hacer mención a ciertos psicólogos franceses, así encontramos:

 

No atisbo en absoluto en qué siglo de la historia se podría pescar de una sola vez a psicólogos tan curiosos y a la vez tan delicados como en el París actual: nombro a modo de ejemplos — puesto que su número no es nada pequeño — a los señores Paul Bourget, Pierre Loti, Gyp, Meilhac, Anatole France, Jules Lemaître, o, para destacar a uno de la raza fuerte, a un auténtico latino, al que aprecio de modo especial, Guy de Maupassant. (1908/2016, Obras completas, Vol. IV, Ecce homo, pp. 800-801)

 

¡Qué es lo que ve Nietzsche en ellos? ¿Qué es lo característico en estos escritores que lleva a presentarlos como psicólogos, curiosos y delicados? De manera general, se nos dice que “todos los autores citados en Ecce Homo ven en la novela el instrumento privilegiado de investigaciones psicológicas” (Campioni, 2000. p.213). Paul Bourget, Pierre Loti, Anatole Frances, Jules Lemaitre, Henri Meilhac, Guy Maupassant son literatos o novelistas, adelantan escritos literarios y, a su vez, hacen análisis psicológico; -se sabe que Gyp fue una novelista cuyo nombre sería Gabrielle Sybille Aimée…-. En suma, en la práctica hacen parte del campo literario, adelantan ejercicios psicológicos y se adentran en el mundo de lo humano, del alma humana. De allí, que para Nietzsche asuman el carácter de psicólogos.  

De Bourget, con quien Nietzsche se sintió próximo, se conoce que fue un novelista y crítico literario, influenciado por Stendhal, escribió ensayos, novelas y otros géneros literarios, y en el decenio de 1880 dos textos o volúmenes que tenían el nombre de psicología: Essais de psychologie contemporaine (1883) y Nouveaux essais de psychologie contemporaine (1885); este último se encontró en la biblioteca póstuma de Nietzsche en Weimar; ambos textos fueron objeto de lectura por él. Los dos volúmenes abarcan diez estudios que Bourget publicó hacia 1880 en la Nouvelle Revue[1]. En el volumen de 1885 Bourget expresa acerca de la tesis que subyace en ellos, donde se mirar los estados del alma y cómo estos se encuentran de alguna manera en la generación anterior, en una suerte de herencia con modificaciones de los que llegan luego -nuevas generaciones-, a partir de sus experiencias y vivencias, por lo cual “Les œuvres de littérature et d'art sont le plus puissant moyen de transmission de cet héritage psychologique. Il y a donc lieu d'étudier ces œuvres en tant qu'éducafrices des esprits et des cœurs”[2] (Bourget, 1885/2011, p. II).

Su psicología trata de mirar estados del alma presentes ya en el campo de la literatura, en sus ensayos y sus novelas, dar cuenta de estos estados o movimientos interiores a partir del autor, los personajes y la atmosfera de la época. Su análisis psicológico trata de mirar el fondo, lo que subyace allí en ellos, en sus obras. Nietzsche fue un leyente de Bourget, del cual también tuvo en sus manos Un crimen de Amor (1892); además, pensó que éste sería un buen traductor de sus textos al francés. La misma noción de decadencia expuesta en Ensayos de psicología contemporánea comportó gran fuerza en Nietzsche, en los análisis sobre su época.

 

Con Pierre Loti sucede otro tanto, sin embargo, de él no se encontró texto alguno en la biblioteca de Nietzsche ni mención en su correspondencia, y solo una anotación de Pescadores de Islandia (1886), aunque se presume que pudo haber leído algunos de sus libros o parte de ellos, es el caso deAziyadé, Le mariage de Loti y Le roman d'un spahi”; mas no hay certeza al respecto como bien lo propone Jean-Pierre Dumond (2021). Ahora, si Nietzsche alude a Loti en el decenio de 1880, éste último solo descubre a Nietzsche a finales de la primera guerra mundial, en una edad muy avanzada, esto es, a los 68 años. En Loti existiría cierta habilidad en adentrarse en las profundidades de lo humano, en las emociones y sentimientos, en dar cuenta del mundo interior de los seres humanos, lo cual se puede observar en Pescador de Islandia (1886) y en Aziyadé (1879); textos en los cuales los sentimientos y las pasiones de sus personajes, y de sí mismos, se ven expuestas. Se trata de adentrarse en las profundidades, en las configuraciones o estados emocionales lo que es característico de su labor literaria, psicológica. Además, Loti comporta ciertos rasgos afines a Nietzsche, en lo que se refiere a dios, la moral y a la tradiciòn y otros aspectos que bien lo señala Dumond en su artìculo (2021). Nietzsche, precisamente, piensa que la psicología ha estado opacada por la moral, la cual limita, oculta e impide la comprensión de la “naturaleza humana”. Con todo, hay una distancia grande entre Nietzsche y Loti.

 

Lo anterior para destacar aspectos característicos de Bourget y de Loti, a quienes Nietzsche alude en primer lugar en Ecce Homo (1908)[3], y posiciona en tanto psicólogos -o quienes agencian una especie de “novela de análisis”-. Se tiene, entonces, cierto reconocimiento que de alguna manera les hace Nietzsche. No obstante, el influjo de escritores del campo de la literatura no se reduce, de manera primera, a ellos; habrá otros escritores que ejercen su influjo y determinación.

 

Así, se tiene que Nietzsche fue un lector de Dostoievski; que de éste leyó varias de sus obras, aunque no se encontró texto alguno en su Biblioteca de Weimar. Claro, se sabe que abordó Memorias del subsuelo, Humillados y ofendidos, La casa de los muertos, Crimen y castigo, El idiota, Los demonios, y que reconoció a Dostoievski como un artista, pero así mismo como un psicólogo; un psicólogo al que hubo de aprenderle: “…Dostoievski, el único psicólogo, dicho sea de paso, del que he tenido algo que aprender: forma parte de las suertes más bellas de mi vida, más todavía incluso que el descubrimiento de Stendhal” (Nietzsche, Obras completas, Vol. IV, Crepúsculo de los ídolos, 1889/2016, p.681). Dostoievski es reconocido por Nietzsche como psicólogo, y del cual se establecen beneficios. El nombre y la lectura de Dostoievski data de finales de sus años de filósofo errante; en una de sus cartas a Peter Gast hace mención a 1887, aunque deja observar una alusión antes a Frank Overbeck[4] o a Heinrich Köselitz[5], y en 1888  en  Ecce Homo  y El crepúsculo de los ídolos aparecen otras referencias, o aún, en el prólogo de la segunda edición de finales de 1886 de Aurora aparece la utilización del término subterráneo, el cual daría cuenta del texto de Memorias del subsuelo de Fedor Dostoievski,- texto que encuentra en una tienda de libros- o, al menos, una parte de El espíritu subterraneo[6]. En si, prevalece en Nietzsche alusiones a Dostoievski como psicólogo en la correspondencia y en sus escritos. Hay un carácter afirmativo de su agenciamiento psicológico en el campo de la literatura; una suerte de literatura psicológica avizorada en él.

 

Asimismo, en un querer situar la relación de Nietzsche con la psicología a través de la literatura, habría que hacer mención, necesariamente, a Sthendal de quien dirá que es el “último psicólogo grande de Francia”. La relación con Stendhal data, entonces, de una época anterior a la de Dostoievski, pudiendo encontrarse alusiones en Más allá del bien y del mal; igualmente, en la correspondencia Nietzscheana se reconoce a Stendhal y luego Dostoievski en sus dimensiones de temporalidad, o si se quiere ser más precisos, mientras Dostoievski irrumpe a finales de 1886, Stendhal lo hará en 1879, cuando tenía 35 años, incluso dos años antes[7]. Empero, lo importante es que ambos autores aparecen en la vida de Nietzsche a partir del resultado de un encuentro; un encuentro que comporta el azar: “Con Dostoievsky me pasó como antes con Stendhal: el contacto más casual, un libro que se hojea en una librería, desconocido hasta el nombre — y el instinto que de pronto dice que allí se ha encontrado un pariente [un espíritu afín](Nietzsche, 2012, Correspondencia, Vol. V, p. 280). Nietzsche efectuará con estos novelistas un descubrimiento y, por lo mismo, una habilitación de la agudeza de sus observaciones, con la particularidad de reconocer en ellos el buen tono del psicólogo.

 

 En la obra de Nietzsche se pueden encontrar referencias que remiten a textos Del amor, Rojo y negro, -Roma, Nápoles y Florencia-, Correspondencia inédita. Éste no ahorrará desde Más allá del bien y del mal, mención a Stendhal. En ese texto, por ejemplo, reconoce, entre otras cosas, “un valor inapreciable por su psicología anticipadora” y habla de él como “el último psicólogo grande”; en La genealogía de la moral, lo coloca en un combate con Kant sobre lo bello; en Ecce homo señalará el desconocimiento de los profesores alemanes del psicólogo Stendhal; mas en El crepúsculo de los ídolos, Dostoievski ha reemplazado Stendhal, el brillante ruso ha opacado, relegado, al célebre francés, pues Nietzsche dirá, citado arriba, que Dostoievski ha sido “el único psicólogo […] del que he tenido algo que aprender” (Nietzsche, 1889/2016, Obras completas, Vol. IV, p. 681), siendo más importante que la relación con la obra de Stendhal. Este giro muy bien puede llevar a restar importancia a las contribuciones de Stendhal en la vida de Nietzsche, sobre todo cuando se fragmenta su obra. De todos modos, si Nietzsche menciona a Dostoievski en su obra final, como el único psicólogo del cual ha aprendido algo, habría necesariamente que aludir, igualmente, a Stendhal. Nietzsche le “debe” aquí a Dostoievski, pero también, de alguna manera, al mismo pensador francés. Hay, pues, un encuentro en Nietzsche con la psicología a través de la literatura; un encuentro en el que, si bien reconoce a varios autores, no sería abrupto el decir que Dostoievski, Stendhal, en cierta medida Rochefoucauld[8], referentes primeros, y, bueno, aquellos novelistas mencionados ya, ocupan un lugar capital en esa mediación de la literatura, en tanto posibilidad de avizoramiento del ámbito psicológico. He allí, una paradoja. ¿Por qué es preciso situar a Stendhal y a Dostoievski en tal ámbito? ¿Por qué estos escritores, esos literatos, se pueden considerar psicólogos? Ya se ha adelantado algo, pero insistamos puesto que la respuesta a ello es importante en la comprensión de la psicología nietzscheana, en su filosofía psicológica. Miremos al respecto.

 

En este campo de la literatura, Nietzsche asume su posición, no por Shakespeare -el cual  tuvo la oportunidad de leer en sus años de juventud, siendo en el Instituto de Pforta donde ya había tenido contacto con él-, sino, entonces, por Stendhal y Dostoievski, y demás novelistas franceses. Pero, ¿No es precisamente Shakespeare ese escritor que escarba, que se mueve en el hombre, en sus pasiones? ¿Qué aguza sus sentidos y mira los apetitos, las apetencias de los hombres, y las pone a jugar en sus personajes? ¿No es Shakespeare portador de una mirada psicológica? Muy probablemente, sin embargo Nietzsche no se identifica con él; no lo siente como un ideal a seguir. Los valores que sitúa Shakespeare en su obra se presentan en contraposición de la afirmación de la vida, de la vida ascendente; asunto que tanto preocupa a Nietzsche. El Rey Lear (1608), por ejemplo, que se considera su obra más lograda, representa la negación de la elevación de un grado  mayor en el hombre; los aspectos que en un comienzo identifican y determinan a Lear se verán desdibujados al final de su obra; así mismo, lo que representa Cordelia, no obstante su trágico desenlace, o mejor, gracias a el; y aún, en otra de sus obras, el personaje Hamlet, con su dilema de ser o no ser: “…la cuestión, de si no ser es mejor que ser, es ya, por sí misma, una enfermedad, un signo de declive,  una idiosincrasia” (Nietzsche, 1996,Voluntad de poderío, p. 48). La afirmación y determinación activa de las fuerzas es fundamental para éste; allí descansa su proyecto, su agenciamiento para la humanidad.

 

Así mismo, es de establecer que en uno de los últimos textos de Nietzsche como es Ecce Homo hay un cierto silencio frente a Dostovyeski, de aquel que dijo que era el único psicólogo de quien había aprendido, pues no lo referencia y sí a otros novelistas. Así, en el apartado Por qué soy tan inteligente, a la hora de hablar de ciertas necesidades, de no cometer un desacierto enuncia acerca de la recreación, donde la lectura ocupa un lugar determinante, la cual, a su vez, “lo libera de sí, y lo recrea de su seriedad”; en ese apartado alude al influjo de grandes autores y a “…libros agradables. Ingeniosos, ¡inteligentes!”, mas no aparece Dostoievski y si varios autores franceses, citados arriba, y el mismo Stendhal, “uno de los más bellos azares de mi vida” y quien poseería un “anticipador ojo de psicólogo, con su garra para los hechos” (Obras completas, 1908/2016, Vol. IV, Ecce Homo, p. 801), con lo cual vuelve a posicionar a Stendhal en su lugar de determinación y reconocimiento. Quizás se podría ver allí el influjo de Georges Brandes, así lo insinúa Stellino (2007), quien atribuye a Dostoievski, fuera de otros caracteres, ser portador de una moral de esclavo: “Es un gran poeta, pero una criatura abominable, bastante cristiano en sus emociones y, al mismo tiempo, bastante sádico. Toda su moral es lo que tú has bautizado como moral de esclavo” (Brandes, 1914, p.72)[9]; días antes éste le había señalado que Sören Kierkegaard era uno de los psicólogos “más profundos que ha existido”.  La respuesta de Nietzsche a George Brandes el 20 de noviembre de 1888 reafirma su reconocimiento: “Acepto de manera incondicional sus palabras sobre Dostoievski; yo lo valoro, por otra parte, como el material psicológico más valioso que conozco, — le estoy agradecido de una manera admirable, por mucho que vaya siempre contra mis instintos más básicos” (Nietzsche, 2012, Correspondencia, Vol. VI, p. 298).  Con todo, se abre, a lo mejor, el distanciamiento comprensible frente a Dostoievski, como lo fuera con Shakespeare, comportando un mayor peso lo que éste representa que la misma observación psicológica, aun cuando no se deje observar en esa correspondencia; un mayor peso al escote que a la mirada. Bien puede reconocerse en Dostoievski la capacidad analítica crítica, psicológica, para adentrarse en los confines del alma, mas su manera de estar en el mundo, su posición frente a la vida, no es, digamos, un ejemplo a seguir; no es lo que Nietzsche esperaría del hombre, de los seres humanos; éste no hará parte de su estirpe. El proyecto nietzscheano no descansa, tampoco, en los hombros de Dostoievski, ni siquiera se insinúa una tenue configuración; no se perfila en él, aun cuando la observación psicológica lo caracterice.

 

Sea lo que fuere, no es suficiente para Nietzsche, en el proceso de identificación, el hurgar en los bajos fondos, esto es, en los recovecos del alma, sino que se hace necesario mirar el escote que cada cual lleva; pues el hombre objetivo, nos dice éste, no es un modelo que se deba seguir y ese escote, debe mirarse de cara a la vida; lo mismo vale para otro tipo de hombres o sujetos. El psicólogo nietzscheano será un “militante”, es decir, un individuo henchido de esperanzas, un individuo para quien la vida es el referente de lo que emprende, de sus empresas, de su gran caza. Adentrarse en el alma es parte de su empeño. Allí ve, entonces. “a diestros tiradores, que tocan siempre el centro, pero el centro de la naturaleza humana”. Y bueno, hay algo más que la mera caza o, al menos, debería de haberlo.

 

Que el alma es una noción muy genérica, que con ello se está en las preocupaciones iniciales del mundo antiguo, del mundo griego y de las tradiciones que le siguen, es algo que muy bien puede salir al paso. Mas el hecho de optar por algo activo ya marca distancia, y cuando Nietzsche escoge la noción de alma situándola como un término que campea en la historia, está pensando en otra configuración que las que se han enseñoreado de ella. El alma no desaparece del horizonte nietzscheano, simplemente asume una connotación o un sentido diferente; él no cree en su carácter trascendental, metafísico, que las religiones o algunas filosofías le han dado. A esta mistificación Nietzsche la llama “atomismo anímico” y su crítica irá dirigida a develar tal pretensión; igualmente, establecerá líneas que dejan percibir la nueva configuración que asume en él: “«Soy cuerpo y alma» — así habla el niño. ¿Y por qué no habría que hablar como los niños? […]  Pero el despierto, el sabio dice: solo soy cuerpo y nada más; y el alma es solo una palabra para un algo que hay en el cuerpo” (Nietzsche, 1883-84/2016, Obras completas, Vol. IV, Así Habló Zaratustra, p.88). El alma, en tanto hace parte del cuerpo o es cuerpo, el alma como pluralidad de afectos mortales y aún, el individuo en tanto pluralidad de almas mortales. He ahí, la manera en que Nietzsche pretende acceder al alma, para que ésta no rebote al trasmundo, y para escabullirse a los sentidos dualistas en los cuales ha devenido. Un psicólogo muy bien se puede mover en ella y establecer su dominio; hacerla su botín, su gran caza:

 

El alma humana y sus límites, la extensión de las experiencias interiores del ser humano hasta ahora alcanzada, las alturas, profundidades y distancias de dichas

experiencias,  toda  la historia precedente del  alma y sus posibilidades  todavía

inagotables: he aquí el territorio de caza predestinado para un psicólogo innato

y amigo de la «caza mayor». (1886/2016, Obras completas, Vol. IV, Más allá

del bien y del mal, p.328)

 

El alma es parte de las empresas a las cuales está abocado el psicólogo en Nietzsche; ese psicólogo del siglo XIX y, aún, el psicólogo del presente y del futuro. Por tanto, la psicología nietzscheana establecerá su injerencia en ese dominio. Que Kant sea un mediocre psicólogo, que Shakespeare no sea asumido en tanto ideal, que Dostoievski vaya siendo reconocido como alguien que va en contra de sus instintos más hondos, es algo que liga este dominio de la psicología con el carácter activo, militante, que exige en rigor Nietzsche para ésta. Nietzsche en su texto Ecce homo menciona un acontecimiento sumamente relevante: “¿Quién, antes de mí, ha sido, entre los filósofos, psicólogo y no más bien lo contrario, «charlatán superior», «idealista»? Antes de mí no ha habido en absoluto psicología. — Ser aquí el primero puede resultar una maldición; en cualquier caso, es un destino...” (1908/2016, Obras completas, Vol. IV, Ecce Homo, pp. 856-857). Esto muy bien puede sonar algo sumamente pretencioso, o si se quiere, según se diagnosticaba ligeramente en los miércoles psicoanalíticos en tiempos de Freud, a megalomanía. Ecce homo sería un texto en el que predominaría este tema; su mismo compendio ya era ilustrativo (Por qué soy tan sabio. Por qué soy tan listo. Por qué escribo tan buenos libros. Por qué soy una fatalidad), empero, habría que darle todo su alcance al agenciamiento psicológico que se reclama allí, pues la psicología, como él la concibe, no había sido ni siquiera agarrada de las orejas y, ello aún, de haber habilitado a Dostoievski y Stendhal en este terreno; y es que  Nietzsche, aunque reconoce el valor de estos en relación a lo que sería la observación psicológica,  no espera a tales pensadores para ejercer su análisis psicológico, para situarse en los recovecos del alma y habilitar tal dominio. Que en todas sus obras se encuentre el arte y el análisis psicológico, a excepción de las dos últimas intempestivas, esto es, Schopenhauer como educador (1874) y Richard Wagner en Bayreuth (1876) apunta ya a concebir ello. Nietzsche tampoco dudará en afirmarse, en autoproclamarse, psicólogo. Encontramos alusiones al respecto, sobre todo, a partir de Humano, demasiado humano I, y de allí en Más allá del bien y del mal, en La genealogía de la moral, en Ecce homo, en La voluntad de poder. En fin, existe una identificación de Nietzsche con la psicología que a él le gusta situar, le gusta recalcar. Que la psicología no haya existido antes de Nietzsche, no quiere decir que no se haya llevado a cabo análisis o desarrollo sobre el alma, sobre sus facultades, en épocas anteriores. Y si esto se ha dado, entonces, ¿Qué entiende Nietzsche por psicología? ¿Cómo concibe Nietzsche la psicología? El hecho que se hubiera presentado estudios sobre las facultades del alma, no implica la irrupción de la psicología en tanto dominio específico y autónomo. Con Nietzsche se ha mencionado su dominio y en cierta forma el combate por la vida, pero aquí se hace necesario señalar un parágrafo muy diciente, que ya se ha situado del texto Más allá del bien y del mal en él cuál introduce propiamente el carácter de la psicología que el trata de establecer y en éste concibe Nietzsche la psicología “como morfología y doctrina de la evolución de la voluntad de poder” (1888/2016, Obras completas, Vol. IV p. 312). Ahí se tiene lo característico, la especificidad de la psicología que él insinúa a tener en la cuenta como agenciamiento y fuerza para la humanidad, la cual han tratado de dilucidar algunos teóricos en las postrimerías del siglo XX e inicios del siglo XXI. Es suma, la literatura potencia en Nietzsche la irrupción de una psicología, no concebida hasta su momento, de la cual espera que determine a la humanidad. Y allí ya nos encontramos en otro registro, menos en el registro de la literatura que el de la filosofía; nos encontramos ya en una suerte de filosofía psicológica. 

 

 

Referencias

Bourget, P. (1920). Essais de psychologie contemporaine. https://dn790000.ca.archive.org/0/items/essaisdepsychol01bour/essaisdepsychol01bour.pdf

----- (2011). Nouveaux essais de psychologie contemporaine. file:///F:/Nietzsche,%20working/Bourget%20P/nouveauxessaisde00bour.pdf

Brandes, G. (1914). Frederich Nietzsche. https://www.gutenberg.org/files/47588/47588-h/47588-h.htm

Campioni, G. (2000). Nietzsche y la novela francesa de su época. file:///D:/NietzscheYLaNovelaFrancesaDeSuEpoca.pdf

Dostoievski, F. (1974). Memorias del subsuelo. Madrid: Jucar.

Dumond, J. P. (2021). Nietzsche y Loti. Et Viceversa. file:///D:/Nietzsche%20y%20Loti_files/ilovepdf_merged.pdf

Nietzsche, F. (2014). Obras completas, Vol. III. Madrid: Tecnos

----- (2016), Obras completas, Vol. IV. Madrid: Tecnos

----- (2012). Correspondencia, Vol. V. Madrid: Editorial Trota

----- (2012). Correspondencia, Vol. III. Madrid: Editorial Trota

----- (2012). Correspondencia, Vol. VI. Madrid: Editorial Trota

------ (1996). Voluntad de poderío. Madrid: Edaf

Loti, P. (1999). Pescador de Islandia]. file:///F:/Nietzsche,%20working/Loti%20P/Pescador_de_Islandia-Pierre_Loti.pdf

----- (1895). Aziyadé. file:///F:/Nietzsche,%20working/Loti%20P/Ayizad%C3%A9%201895.pdf

Stellino, P. (2007). El descubrimiento de Dostoievski por parte de Nietzsche. Dialnet-ElDescubrimientoDeDostoievskiPorParteDeNietzsche-2862977.pdf



[1] Revista literaria francesa establecida en 1879 donde escribían diversos intelectuales o autores sobre literatura, aunque también sobre otros ámbitos como la ciencia y la política. Su primer número salió en 1880.

[2] La traducción al español sería: “Las obras de literatura y arte son el medio más poderoso de transmisión de este legado psicológico. Por lo tanto, hay lugar para estudiar estas obras como educadoras de los espíritus y los corazones”.

[3] Se sabe que Nietzsche terminó de escribir Ecce Homo en noviembre de 1888, y que solo fue publicado en 1908 con censuras y sin el apartado “por qué soy tan sabio”.

[4] “¿Te he escrito sobre H. Taine? ¿Y que me encuentra infiniment suggestif? ¿Y sobre Dostoievsky?” (Carta a Obverbeck del 12 de febrero de 1987).

[5]  “¿Conoce a Dostoievsky? Fuera de Stendhal, nadie me ha dado tanto placer y sorprendido tanto: un psicólogo con el que «me entiendo»”. (Carta a Köselitz  del 13 de febrero de 1887).

[6] “De Dostoievsky, hasta hace pocas semanas, no conocía ni siquiera el nombre — ¡yo, hombre inculto que no lee ningún Journal! Un movimiento casual en una librería puso ante mis ojos la obra l’esprit souterrain” (carta a Oberbeck, 23 de febrero de 1887).

[7] Lo cual se observa en nota de los editores de la Correspondencia a carta Marie Baumgartner del 26 de enero de 1877: “Después de estos autores se ocuparon de Montaigne, La Rochefoucauld, Vauvenarges y la Bruyére (a propuesta de Rée) y de Stendhal…” (Correspondencia, 2012, Vol. III, p.426).

[8] La lectura de Rochefoucauld data del decenio de 1860, y su influjo está presente en Humano demasiado humano I, al igual que en otras de sus obras y, por supuesto, en su mismo pensamiento. Él se le presenta como uno de los “francotiradores" del alma, aquel que da cuenta de lo humano demasiado humano, por lo “que siempre da[n] en el punto más oscuro, pero aún más oscuro, de la naturaleza humana”; es un tirador con puntería infalible. La forma de expresión aforística es también característica de Rochefoucauld. Bien propone Nietzsche que la observación psicológica, la cual ve en Rochefoucauld, “forma parte de los medios para aliviar el peso de la vida, que el ejercicio de este arte proporciona presencia de espíritu en situaciones difíciles y distracción en un ambiente aburrido, que además pueden extraerse máximas a partir de los rasgos más espinosos y desagradables de la propia vida y sentirse así un poco mejor: todo esto se creía, se pensaba — en los siglos anteriores…” (Nietzsche, 1876/2014, Obras completas, Vol. III, Humano demasiado humano I, p. 94). Rochefoucauld bien sabía de ello allá en el siglo XVII, y Nietzsche lo afirma en su época.

 

[9] George Brandes era un intelectual danés reconocido, un filósofo, historiador y crítico literario que era profesor de la Universidad de Copenhague, y mostró interés por la obra de Nietzsche, un tanto afín a su pensamiento, y con quien tuvo correspondencia a partir de noviembre de 1887; Brandes llegó a impartir lecciones sobre la filosofía Nietzscheana en dicha universidad y adelantó un ensayo con el título de Radicalismo Aristocrático (1889) ); éste le había  señalado a Sören Kierkegaard como uno de los psicólogos “más profundos que ha existido”. Y dice Brandes: “Mi conexión personal con Nietzsche comenzó cuando me envió su libro, Más allá del bien y del mal. Lo leí, me causó una fuerte impresión, aunque no clara ni decidida, y no hice nada más al respecto, en primer lugar porque recibo demasiados libros a diario como para reconocerlos. Pero como al año siguiente el autor me envió La genealogía de la moral, y como este libro no solo era mucho más claro en sí mismo, sino que también arrojaba nueva luz sobre el anterior, le escribí a Nietzsche unas líneas de agradecimiento, lo que dio lugar a una correspondencia que se interrumpió trece meses después por el ataque de locura de Nietzsche.”  (Brandes, 1914, pp. 46-47).