LA DERIVA DE LA
IZQUIERDA ESPAÑOLA
Darío Ruiz Gómez
En un reciente
debate en el Congreso de los Diputados en España acerca del problema del coronavirus el
nacionalista catalán Rufián llamó la atención sobre la existencia de numerosos padres o madres de familia que por su pobreza no
tienen con quien dejar a sus hijos en estos días de encierro. La respuesta de Pablo Iglesias el Vicepresidente
representante de PODEMOS el movimiento de Izquierda supuestamente defensor de
las clases populares fue inesperada: ” Tengo suerte de tener un jardín para mis
hijos” Se refería a su chalet de Galapagar cuyo costo
fue de dos millones de euros en un barrio de la esa casta
social que tanto atacó Iglesias a lo largo de su militancia “proletaria”,
chalet con jardines y piscina y que disfruta con su compañera la Ministra Irene
Montero quien igualmente ilustra la
presencia en el gobierno Sánchez de un
curiosísimo populismo: ”Necesitamos
–acaba de decir con su fraseología -una
vacuna antivirus y antifascista” La Montero
ha estado recluida en su chalet pues dio positivo de coronavirus después de la marcha feminista que ella con la esposa del Presidente Sánchez encabezó a pesar
de que un mes antes se había advertido en España lo peligroso de
esta manifestación ya que se habían
conocido los primeros casos de lo que rápidamente en España se convertiría en una pandemia que
hasta hoy se prevé podría cobrar la vida
de 35.000 personas. Pero ¿ Pero lo que
la ciudadanía se pregunta es cuánto dinero ganó Iglesias en su colaboración con
el régimen chavista cuyas consignas aún hoy defiende ? En plena pandemia la obsesiva y única tarea de Iglesias parece haber consistido en dos claros actos de punible
deslealtad en un Vicepresidente de Gobierno: convocar a un cacerolazo contra el Rey, y twitear contra
éste condenando su presencia ya que su gran pecado consiste según Iglesias, en “aparece vestido de militar” olvidando tal
como se lo ha recordado José Antonio
Zarzalejos que de militarotes
vistieron y visten sus admirados
hermanos Castro, Perón, Chávez, Ortega y
hoy viste Maduro. Se podría hablar de contradicción entre la lealtad a su militancia personal y la lealtad que debe guardar al Gobierno del
cual hace parte, Gobierno presidido por el Rey, pero la contradicción es algo muy diferente al oportunismo de un arribista perteneciente a un grupo que políticamente había desaparecido en las últimas elecciones pero que, sorpresivamente, Pedro Sánchez
resucitó, en el momento en que
sin escrúpulo alguno y con tal de seguir a toda costa en el poder fue capaz de pactar con PODEMOS y con los Soberanistas mediante una
vulgar estrategia. Los errores,
vacilaciones del Gobierno de Sánchez
–torpeza burocrática, ignorancia sobre los contenidos específicos- han conducido - por falta de previsión para
declarar el Estado de alarma- a este horror que ni Goya hubiera imaginado y que
ya ha trastornado la vida social y a derrumbado la vida económica de España
sumiéndola en una nueva pobreza. Para Irene Montero era más importante sacar
adelante su pija “Ley de libertad sexual” que prevenir lo que
para las mujeres trabajadoras en
condición de pobreza, para las jóvenes
sin futuro supondría la amenaza ya comprobada de la
pandemia.
Este libertarismo
pequeño burgués alcanzó su más delirante manifestación con
aquella frase impactante de Celaá
la aristocrática Ministra de Educación:”Los hijos no pertenecen
a los padres, pertenecen al Estado” que,
recordemos, el mismo estalinismo
debió rectificar a tiempo. O sea que para los Podemitas lo más importante no es enfrentar los
horrores de la pandemia y sus miles y miles de muertos sino aprovecharse de la falta de carácter de Sánchez, ir haciendo, solapadamente la “revolución”
a base de revanchismo, olvidando el llamado a la solidaridad social,
el acompañamiento a los sufridos ciudadanos.
Ya la lucidez de Félix Ovejero en su penetrante análisis –al cual he
aludido en varias ocasiones- “La deriva
reaccionaria de la izquierda” nos había ilustrado sobre lo que históricamente
ha supuesto la degradación de las verdaderas ideas de una izquierda democrática en manos de un populismo reaccionario alejado
de la clase obrera y que ha ideologizado y
atomizado las
reivindicaciones de las
mujeres, olvidando a la juventud y a la vejez, a la cultura, propiciando no la emancipación
sino el sometimiento, alentando secretamente con Sánchez la censura sobre los medios de comunicación en
un intento claramente chavista de eliminar toda voz contraria. P.D. Es necesario salvar
las librerías.
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