Dévora Dante (Babel) |
Dévora Dante
Víctor Bustamante
Poesía y vida cotidiana
es el signo que Dévora Dante ofrece en su discurrir poético. Y en esa suerte de
monólogo que fluye a través de su escritura existe un tema que ella mantiene a flote: una aproximación al
espacio erótico pero permeado por una condición, el afecto como señal, como
estímulo y presencia, como condición para que la poeta se aproxime, para que la
poeta cifre la condición de su escritura en esa temática que circula y la
obsede cuando escribe. Eso sí, ella le escribe a alguien que nunca devela, a
ese ser sin nombre, que señala en todos sus encuentros y en el erotismo que
supura pero que ella mide a su manera. Así Lluvias desatadas como un primer
libro donde ella abre su camino a la poesía indica un inicio en el camino de la
poesía, pero también el fluir de sus palabras en la búsqueda de ese ser amado,
de esa persona deseada que la mantiene en vilo.
LA
RUBIA Y EL CHINO
Rubia
Marlín Monroe
chino
Jackie Chan.
Bajo
un árbol de su barrio
ellos
solían jugar.
Las
pasiones desataban, las
sonoras
carcajadas se podían
escuchar.
Ella
una aventurera, él aprendiz
de
seductor.
Pero
jugaban los dos y entregados
al
placer, sin importarles la gente
ni
los ojos detrás de las cortinas.
Ella
besaba su boca, él acariciaba
sus
pechos.
Bajo
un árbol de su barrio a la luz
de
la blanca luna, ella vendía sus besos
y
se cobraba al instante.
Porque
mientras le besaba e ilusionaba
sacaba
el dinero de los bolsillos de
aquel
pobre principiante.
…
La
lluvia que esta presente en dos de sus libros de poemas, se convierte en un leitmotiv;
de tal manera sus palabras fluyen con una facilidad de asombro en su poesía,
Devora Dante escribe con destreza, pero esa misma destreza la debería llevar a estar
alerta para que explorara otros rumbos.
Un
poema significativo nos entrega el esplendor de la lluvia, su referencia, la tesitura
de su música que la lleva a su ensoñación nos entrega este poema:
VOLVERTE A VER
La
lluvia me da ganas de café
el
café de amaretto.
El
amaretto por pensarte
y
pensarte un estrujón en
el
pecho.
¡Pero
cómo cae la lluvia!
Cae
como tus recuerdos,
húmeda
como mis anhelos.
Cómo
te extrañan mis manos
mi
cuerpo en la luna llena.
Cómo
me gustaba amarte
beber
tu piel de café.
Mirar
tu boca sonriente
tus
labios de licor y miel.
La
lluvia me da por pensarte
amarte
y tomar café.
La
lluvia me hace desearte
desearte
y volverte a ver.
Dévora
Dante es poeta de tiempo completo, vive la poesía como pocas mujeres, ya que ella
soslaya cada momento de su discurrir para embriagarse con la palabra, para que
la existencia cotidiana sea observada y descrita por ella. Así ha huido de una
vida formal para definir con estos poemas un sentir que de no vivirlo contraria
los deseos de escapará a lo rutina que no le entrega ninguna ensoñación.
Aquí,
en esta conversación, ella nos entrega sus inicios, la osadía de su quehacer,
su delectación con la palabra; así como las noticias de ese Medellín que ella
vive.
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