jueves, 26 de abril de 2018

Dévora Dante / Víctor Bustamante


Dévora Dante (Babel)




Dévora Dante

Víctor Bustamante


Poesía y vida cotidiana es el signo que Dévora Dante ofrece en su discurrir poético. Y en esa suerte de monólogo que fluye a través de su escritura existe un tema que  ella mantiene a flote: una aproximación al espacio erótico pero permeado por una condición, el afecto como señal, como estímulo y presencia, como condición para que la poeta se aproxime, para que la poeta cifre la condición de su escritura en esa temática que circula y la obsede cuando escribe. Eso sí, ella le escribe a alguien que nunca devela, a ese ser sin nombre, que señala en todos sus encuentros y en el erotismo que supura pero que ella mide a su manera. Así Lluvias desatadas como un primer libro donde ella abre su camino a la poesía indica un inicio en el camino de la poesía, pero también el fluir de sus palabras en la búsqueda de ese ser amado, de esa persona deseada que la mantiene en vilo.

LA RUBIA Y EL CHINO

Rubia Marlín Monroe
chino Jackie Chan.
Bajo un árbol de su barrio
ellos solían jugar.
Las pasiones desataban, las
sonoras carcajadas se podían
escuchar.      
Ella una aventurera, él aprendiz
de seductor.
Pero jugaban los dos y entregados
al placer, sin importarles la gente
ni los ojos detrás de las cortinas.
Ella besaba su boca, él acariciaba
sus pechos.
Bajo un árbol de su barrio a la luz
de la blanca luna, ella vendía sus besos
y se cobraba al instante.
Porque mientras le besaba e ilusionaba
sacaba el dinero de los bolsillos de
aquel pobre principiante.

La lluvia que esta presente en dos de sus libros de poemas, se convierte en un leitmotiv; de tal manera sus palabras fluyen con una facilidad de asombro en su poesía, Devora Dante escribe con destreza, pero esa misma destreza la debería llevar a estar alerta para que explorara otros rumbos.
Un poema significativo nos entrega el esplendor de la lluvia, su referencia, la tesitura de su música que la lleva a su ensoñación nos entrega este poema:

VOLVERTE A VER

La lluvia me da ganas de café
el café de amaretto.
El amaretto por pensarte
y pensarte un estrujón en
el pecho.
¡Pero cómo cae la lluvia!
Cae como tus recuerdos,
húmeda como mis anhelos.
Cómo te extrañan mis manos
mi cuerpo en la luna llena.
Cómo me gustaba amarte
beber tu piel de café.
Mirar tu boca sonriente
tus labios de licor y miel.
La lluvia me da por pensarte
amarte y tomar café.
La lluvia me hace desearte
desearte y volverte a ver.


Dévora Dante es poeta de tiempo completo, vive la poesía como pocas mujeres, ya que ella soslaya cada momento de su discurrir para embriagarse con la palabra, para que la existencia cotidiana sea observada y descrita por ella. Así ha huido de una vida formal para definir con estos poemas un sentir que de no vivirlo contraria los deseos de escapará a lo rutina que no le entrega ninguna ensoñación.
Aquí, en esta conversación, ella nos entrega sus inicios, la osadía de su quehacer, su delectación con la palabra; así como las noticias de ese Medellín que ella vive.



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