sábado, 14 de enero de 2017

42 Medellín: Deterioro y abandono de su Patrimonio Histórico.Hans Brückner

Hans Brückner en la Ducrane, Bogotá, años 1940

                                                    Casa donde vivió Hans Brückner en Aranjuez

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42 Medellín: Deterioro y abandono de su Patrimonio Histórico. Hans Brückner 
  
Hans Brückner, cineasta húngaro en Aranjuez.

Para  Andrés Upegui
Víctor Bustamante

Hoy martes, 15 de noviembre, caminamos por San Cayetano para  buscar la casa de Pietro Mascheroni, con tan buena suerte que nuestro guía, don León Vargas, antes de llegar a su casa, en un tercer piso, nos indica que en esa fachada, que ahora es un muro de ladrillos desnudos con alambrado de protección en la parte alta, quedaba una de las casas más hermosas del barrio. Le decían el Castillo, y que ahí había vivido un cineasta. Hace memoria y, de repente, aparece el nombre de Hans Brückner, para así, de esa manera, sorprendernos por la presencia del cineasta húngaro, cuyo rastro en Medellín se había perdido, a pesar de haber habitado en la ciudad varios años.

La primera noticia sobre Hans Brückner la obtuve al encontrar varias películas abandonadas en el solar de una casa de Prado en Medellín. En una de ellas aparece su nombre en un corto metraje de la serie Panoramas colombianos: Ocaña. Luego busqué, infructuosamente, su presencia en el panorama cinematográfico nacional en la escaza documentación que podía consultar. Poco a poco, y con los años, logré saber la razón por la cual había llegado al país y que había participado en la filmación de algunas películas colombianas, y también había aportado sus conocimientos y su experiencia en diversos cortometrajes para el enriquecimiento de la filmografía del país en un momento donde el aporte de técnicos extranjeros, ya fuera directores, camarógrafos o sonidistas, era de suma importancia.

Hans Brückner había nacido en el año de 1901 en Hungría. Su actividad como cineasta comenzó en el departamento cinematográfico del gobierno austriaco,  realizando  documentales y, además, de tema cómico con actores profesionales. En 1920 fue ayudante de cámara del camarógrafo Hans Thayer, en películas dirigidas por Alexander Korda y Michael Curtiz. Eran largometrajes históricos con decorados monumentales. Uno de ellos, esa historia consuetudinaria entre el amor de dos poderosos perdidos en los sótanos de la historia: Marco Antonio y Cleopatra.  Entre 1922 y 1926 fue camarógrafo viajero y representante para Europa Central y los Balcanes de la Pathé News. Durante 1922-24, dirigió en Viena su empresa Medical Films, con la que filmó varias películas, incluyendo un documental sobre la hidrofobia en humanos y animales, realizado para la Sección de Higiene de la Sociedad de las Naciones. También regentó dos grandes almacenes de artículos fotográficos y fue presidente de la Federación de Almacenes Fotográficos de Viena. Durante los años, 1927 a 1938, fue representante general y camarógrafo viajero para Europa Central y los Balcanes de la Hearst News, noticiero distribuido por la Metro Goldwyn Mayer, y también para la International News, a las que debía suministrarles, además de noticieros, documentales industriales y científicos. También tuvo el mismo cargo para la UFA, y más tarde para Selenophon. Hacia 1929 filmó un documental y su ayudante fue Billy Wilder, quien era redactor de un periódico vienés, Juranek. Billy Wilder emigraría a Estados Unidos y se convertiría en uno de los grandes directores de cine. Una obra maestra lo confirma, Sunset Boulevar.

Hans Brückner, en 1932, dirigió y filmó el largometraje silente, Juwelen, (Joyas), producida en los estudios cinematográficos más significativos de Austria, Listofilm. Para tal efecto escribió el guion basado en el cuento La señorita de Scudéry, de E.T.A. Hoffmann. Fue interpretado por Oscar Béregi Sr, Alexander Critico, Manja Sorrel y Renate Duroffy.

La historia es la siguiente: En el invierno 1928, en Kärtnerstrasse, una calle discreta en el barrio judío de la capital austriaca, un joyero ha sido brutalmente apuñalado para robarle. Minutos después, en otra  joyería, también se efectúa otro robo de considerable valor. En las noticias el diario ofrece una recompensa de 10.000 chelines a cualquier persona que de pistas que lleven al arresto del misterioso ladrón. En el Diamond Club, el presidente Rufus Geiring se reúne con los joyeros afectados para tomar las medidas pertinentes. Durante esta asamblea los joyeros son víctimas de un curioso incidente durante un imprevisto corte de energía. Días más tarde, Eva Geiring y su dependiente han recibido la visita en su tienda de un hombre joven y elegante, Alexis Karlowski, que compra una pulsera, solicitando que le sea enviada al Hotel Park. Al día siguiente Eva Geiring evalúa algunas joyas raras y collares del Baron Costelli, a quien misteriosamente encontró drogado y dormido en la calle. Cuando va a entregar la pulsera, Eva descubre que ningún huésped del hotel se ha registrado bajo el nombre de Alexis Karlowski. A su regreso será atacada por dos matones. Por suerte, un transeúnte, Robert Sonnweg, interviene a tiempo para prevenir el delito.

Jean-Claude Fischer anota en Cinéfiches, que esta película es primer logro de un director completamente desconocido en la élite de la filmografía de Austria, que emigró unos años más tarde a Colombia. En esta película hay sorpresas y fascinación permanente por la increíble atmósfera de ensueño para una historia truculenta de muerte, impregnada de secuencias oscuras, en la frontera entre la fantasía y la locura. Una obra poderosa que deja una impresión duradera y que llamó la atención a los surrealistas.

Hans Brückner mezcló en su película algunos elementos del género negro, el rango se extiende desde "quién lo hizo",  la presencia de detectives con elementos del cine de terror. Lo evidencian el uso de las sombras, efectos de iluminación, fundidas de acuerdo con el cine alemán y bajo la lucha dramática retomada del modelo americano. Esta película fue estrenada el 30 de mayo de 1930. Años más tarde en el 2010, durante el Festival de Cine de Viena, Juwelen, fue exhibida en un performance.

En 1938, el mismo año que Austria entró a hacer parte del Tercer Reich, Brückner, estrenó Camino al sol, su último filme en Europa, película sobre la vivienda rural. Como era húngaro de ascendencia judía, emigró a Colombia debido al acoso contra los judíos en Austria, dominada por el nacionalsocialismo. Él había hecho cine en Alemania y durante la época de Hitler le exigieron hacer cámara en documentales propagandísticos. Gracias a esa labor lo dejaron salir. Joaquín Quijano Mantilla, cónsul de Colombia en Berlín, lo contactó con Colombia Film, que lo contrató para participar en los primeros desarrollos del cine sonoro en Bogotá. Brückner llegó a Buenaventura en 1938.  Pero esta empresa resultó ser un fiasco, mejor, una fantasía de algunos inversionistas, por la falta de capital.

Ya en 1939, otra naciente empresa de cine, la Ducrane, decidió importar equipos: una cámara portátil Bell and Howell y un motor sincrónico. La Ducrane Films fue fundada por Leopoldo y Jorge Crane Uribe y los hermanos Oswaldo y Enrique Duperly. Brückner traía buenos equipos, entre ellos una cámara Ascania. Molesto por el incumplimiento de la Colombia Film, ya que nunca comenzaban a realizar ninguna película, lo  contrataron en la Ducrane. Entre sus obligaciones se incluían ser director, guionista y camarógrafo.

Oswaldo Duperly y Brückner filmaron Sinfonía de Bogotá, que les serviría como tarjeta de presentación. El tema era la capital, la antigua y la moderna, con su música de fondo. Los medios colaboraron, hasta el ácido crítico de cine de Medellín Camilo Correa hizo despliegue a la filmación.

Luego filmarían Allá en el trapiche, (1943), siendo director de fotografía: Hans Brückner. La dirección sería del chileno Roberto Saa Silva. Guion: Gabriel Martínez. Música: Emilio Murillo, Conjunto Típico Radio Mundial, Orquesta Voz de la Víctor. Actuaron: Lily Álvarez, Tocayo Ceballos, Soledad Sierra, Humberto Onetto, Gabriel Martínez, Ángel García, Maruja Yepes, Pedro Caicedo, Pepe Montoya, Ernesto Zamudio, Jorge Peña, Aureliano Escobar, Aura Valencia. Esta película fue la primera realizada en el país con sincronismo directo. El único que tenía experiencia era Brückner. Eran proverbiales las discusiones entre Brückner y Gabriel Martínez cuando estaban montando. Brückner era el que dirigía esa parte. Uno de ellos decía: esta es la escena 42, el otro respondía: no puede ser, porque la 42 coincide con la 28. En esta confusión, y con mucha paciencia terminaron su labor hasta que montaron la película.

En 1944, y en colaboración con Oswaldo Duperly, dirigió Golpe de gracia, allí se recreaba un concurso radial sobre música colombiana en un ambiente de gentes y acciones de las radiodifusoras. El argumento fue escrito entre el Tocayo Ceballos, toda una estrella en el mundo de la radio, y Oswaldo Duperly. En esta película figuraron actores famosos de la radio bogotana como el mismo Tocayo Ceballos, Hernando Vega Escobar, Sofía Hernández, Pepe Montoya, y Mary de Vásquez. La película gustó al público y a la prensa pero su éxito económico fue más bien malo.

Senderos de luz (1945), fue dirigida por Emilio Álvarez Correa, Oswaldo Duperly, de jefe de producción, Enrique Duperly, supervisor artístico, y Hans Brückner  de camarógrafo. Los demás cargos técnicos se distribuyeron casi todos entre los socios de la empresa Ducrane y Uribe. Como actores figuraron Hernando Vega Escobar, María Cortijo y Clarita Cuéllar. Sendero de luz se basó en un cuento del escritor Jaime Ibáñez. El rodaje se efectuó en una finca en los alrededores de Viotá, Cundinamarca. Brückner filmaba metido en una jaula de cristal para aislar el ruido de la cámara, o con la cámara de mano cuando no había sonido sincrónico. Tenían muchos problemas. Uno de ellos, la electricidad que provenía de la planta Diesel del trapiche y como solo tenían  cincuenta metros de cable, debían situarse alrededor de la planta. Allí mismo revelaban los negativos ante la escasez persistente de agua.

Oswaldo Duperly, como creador de empresa, sabía que una de las formas de financiar el cine era buscando iniciativas para capitalizarlo. Una de ellas ocurrió cuando observó que a los gringos le interesaban las filmaciones de acontecimientos sorprendentes, como incendios en pozos petroleros, expediciones a la selva; temas exóticos. Pagaban a cinco dólares el pie. De tal manera se iba con Brückner a filmar sin miedo al peligro, pero la competencia de camarógrafos estadunidenses, mejor dotados, con equipos y películas los dejaron afuera al quitarles la idea.

Dentro de esta actividad, Vaupés, fue encargada a la Ducrane Films en 1945 por la United States Rubber Development Corporation, empresa que por el año de filmación de este cortometraje participaba de la explotación cauchera en el Vaupés. Duperly y Brückner fueron los responsables de la filmación.

Luego, de Artistas Unidos, llamaron a Duperly y le solicitaron doscientos metros de filmación de un toreo típico. Con Brückner fueron a diversos pueblos y filmaron las escenas solicitadas. Siempre, en estos casos, entregaban el negativo sin revelar y ellos enviaban el pago.

Un día, en uno de esos viajes, junto  Brückner,  Duperly, vio una tormenta tan perfecta, que le pidió a Brückner que la filmara. A los dos meses la RKO les solicitó tomas de tormentas, rayos, selva, culebras y fenómenos de esa índole. Y de una les enviaron ese material que se vendía muy bien. De esa manera cuando viajaban a cualquier ciudad sacaban notas para el Noticiero, documentales y tomas de posible utilización y venta.

Duperly, previsor, fue a la oficina de  Jorge Eliecer Gaitán y le propuso filmarlo. Gaitán arribó al estudio de cine con su esposa y su hija. Lo maquillaron, le ubicaron luces con esmero. Duperly, señaló: doctor Gaitán, tiene al frente doscientas mil personas, usted les va a hablar de corazón, dígales qué quiere usted que sea Colombia. Y Gaitán sabedor del poder del cine, inspirado e imparable, comenzó a arengar y a hablar, discursivo y memorioso. Este documento se perdería en un incendio en los laboratorios de Sasaima.

 Pero la hora fatal llegaría. Duperly, que no obtenía los torrentes de dinero deseado, puso en venta sus acciones después de filmar Sendero de Luz, más o menos a finales del 45 y comienzos del 46. Como no era fácil vender acciones de una empresa en decadencia, exigió que le cambiaran su valor y lo que le debía la empresa se lo pagaran con un lote vecino al de Sasaima, esa finca, remedo de un Hollywood que no prosperó. Él siguió vinculado y sin pago, con la intención de tratar de salvar algo que había creado. Brückner hizo lo mismo y también le pagaron con más fanegadas de tierra y, ambos, se dedicaron a construir sus casas.

En este nacer y renacer del cine colombiano, el sueño de establecer una gran empresa de cine persistiría. En 1947 fue creada en Medellín Pelco por Alberto Estrada, Guillermo Greiffenstein y Leo Frankel. Nombraron  a Camilo Correa como gerente. Camilo Correa desde su revista Micro se había convertido en todo un crítico intransigente de cine. Pelco, a instancias de Correa decidió contratar a Hans Brückner. Pero cuando pensaban en realizar una transacción y comprar equipos a los hermanos Acevedo, Brückner que era un tipo de otro talante denunció ante los dueños de Pelco a Correa por pretender obtener una comisión y así Camilo Correa fue echado de la naciente compañía.

En el número 53 de Micro, Correa toma venganza: “Herr Brückner y el cine nacional”, allí acusa al camarógrafo austriaco de ser uno de los principales obstáculos para las empresas nacionales, por su deslealtad típica de una raza de mercaderes. Le recordaba Brückner su origen judío.

Luego del incidente con Correa  en 1948, en Fotóptica Limitada, vemos a Alberto Estrada y a Hans Brückner asociados en Medellín. También Brückner anda activo en su labor de fotógrafo, ya que fue parte notable en la historia del Club Fotográfico de Medellín. Estos fotografiaban los hechos significativos de la ciudad, los personajes destacados, las obras públicas, los actos sociales, los eventos religiosos y, por supuesto, la vida familiar. Estos eventos eran registrados por quienes practicaban su afición a la fotografía. Eran bastante conocidos los fotógrafos Jorge Obando, Gabriel Carvajal, Carlos Rodríguez, Rafael Mesa, Francisco Mejía, Manuel Molina M., Hans Brückner y Rudolf Betbke, entre otros.

Marco Tulio Lizarazo cuenta que durante el gobierno de Rojas Pinilla, sus funcionarios, sabedores del poder de cine, estaban organizando una gran exposición en el Museo Nacional para mostrarle al país los avances sustanciales. A él le ofrecieron ese contrato. Pero le advirtieron que solo tenía dos meses para realizar las películas. Lizarazo envió cuatro camarógrafos a filmar por todo el país. Brückner filmó la parte del centro. Gonzalo Acevedo se fue al sur, Dagoberto Castro y Ramón Carthy filmaron lo demás. Después Brückner, Acevedo y él, con tres asistentes editaron día y noche durante un mes el material filmado. Dormían dos o tres horas y tomaban montones de café. El día convenido, Lizarazo fue al ministerio con las películas terminadas. Ellos no sabían qué hacer. Lo abrazaban y lo felicitaban.

Continúa Lizarazo: “A partir del año 56, se inició una época de intensa actividad en mi empresa. Fue cuando llegamos a tener catorce empleados, y este edificio era solamente para las oficinas de la productora. Trabajábamos con cuatro camarógrafos y yo viajaba como un loco por todo el país filmando. Por la mañana estaba en Barranquilla con Hans Brückner, al medio día en Medellín trabajando con Ivo Romani. Llegaba a Bogotá en la noche a seguir editando y así, cada día. Filmamos al país entero, los llanos, las ferias, los visitantes que llegaban al país, los crepúsculos. Sí, yo amaba los crepúsculos y siempre les decía a mis camarógrafos: filmemos ese atardecer.

Acerca de Hans Brückner añade: “Mi deuda con él es invaluable. Él me dio todo lo que conocía. Colocó toda su experiencia al servicio de mi empresa y del cine colombiano. Todo lo que Uds. han visto y mucho más. Porque Brückner trabajó no sólo para mí sino para otras casas productoras. Todo fue filmado por él. Era un excelente fotógrafo y un hombre de unas cualidades humanas incomparables. Él fue algo así como los ojos del cine colombiano durante muchos años.

Al comienzo éramos Brückner, un ayudante y yo. El cliente nos entregaba el 50% del dinero a la firma del contrato y el resto a la entrega de las copias. Eso no ha cambiado mucho. Entonces, con ese dinero inicial, comprábamos película virgen y financiábamos el sostenimiento del rodaje. Después cuando la empresa se consolidó hicimos algunas inversiones: el edificio donde funcionaba la empresa. Varias cámaras Arriflex modernas y una camioneta equipada para viajar por todo el país. Teníamos una nómina de catorce empleados y representación en varios países”.

Hans Brückner, ya nacionalizado en el país, pensaba dedicarse a la siembra de higuerilla en Santander. Ahora solo queda completar su filmografía, así como averiguar su labor fotográfica en Medellín. Y lo que añade Lizarazo, durante muchos años Brückner fue los ojos del cine colombiano.

Hans Brückner había nacido en Hungría en 1901 y murió en Bogotá en 1976.

De Hans Brückner no se ha estudiado el peso de su experiencia y su contribución al desarrollo de la filmografía nacional. Sí existe una enumeración de los largometrajes donde participó, así como la diversa cantidad y variedad de cortos donde él estuvo presente como camarógrafo; podría inferir acerca de una mirada Brückner y su importancia para el cine nacional. Sus largometrajes y documentales, esperan este análisis. No creo que me equivoque, Brückner, es el cineasta extranjero que más aportó a la cinematografía nuestra.



Otra Filmografía donde participa Hans Brückner:

1939
SINFONIA DE BOGOTA, Dirección: Oswaldo Duperly y Hans Brückner.
1940 a 1949
NOTICIERO DUCRANE, Realización: Hans Brückner.
1944
PAZ DE RIO, Hans Brückner y Oswaldo Duperly.
FLORES NEGRAS, Dirección: Oswaldo Duperly y Hans Brückner.
1945
POPAYAN, Hans Brückner y Oswaldo Duperly.
1946
VAUPES, Dirección: Oswaldo Duperly. Fotografía y Cámara: Hans Brückner.
RUMBO AL CORAZON DE LA SELVA, Dirección: Oswaldo Duperly. Fotografía y Cámara: Hans Brückner.
PUERTA DEL PROGRESO, Dirección: Oswaldo Duperly. Fotografía y Cámara: Hans Brückner.
1946 en Medellín Brückner dirigió tres cortometrajes: Reinado nacional de Belleza en Cartagena,  Granja de Palmira,  y Clínica de maternidad para Pelco, Películas colombianas.
1947
EL INSTITUTO COLOMBIANO DE LOS SEGUROS SOCIALES. Marco Tulio Lizarazo. Cámara y Grabación de Sonido: Hans Brückner.
 1950
EL EQUIPO AGRÍCOLA FORO Producción: Marco Tulio Lizarazo. Fotografía y Sonido, Hans Brückner.
REPRESA DEL SISGA Producción: Marco Tulio Lizarazo. Fotografía: Hans Brückner.
1951
CENTENARIO DE LA CIUDAD DE MANIZALES Sin créditos en la copia encontrada.
POR LOS CAMINOS DE SANTANDER DEL SUR. Marco Tulio .Fotografía: Hans Brückner y G. Torres Samudio.
NARIÑO TIERRA DE ENSUEÑO. Marco Tulio Lizarazo. Edición y dirección técnica: Hans Brückner.
1952
NARIÑO LA SUIZA DE COLOMBIA. Marco Tulio Lizarazo. Fotografía y Edición: Hans Brückner.
PASTO CIUDAD TEOLOGICA y CULTURAL Marco Tulio Lizarazo. Fotografía y Supervisión técnica: Hans Brückner.
EN LA ARMADA NACIONAL.  Marco Tulio Lizarazo. Fotografía y Supervisión técnica: Hans Brückner.
BUCARAMANGA. LA CIUDAD DE LOS PARQUES. Marco Tulio Lizarazo. .Fotografía: Hans Brückner y G. Torres Samudio.
FRAGATA ALMIRANTE PADILLA REGRESA A PUERTO. Marco Tulio Lizarazo. Fotografía y Supervisión técnica: Hans Brückner.
CONOZCA A SANTANDER DEL NORTE. Marco Tulio Lizarazo. Fotografía y Supervisión técnica, Hans Brückner.
1953
CUCUTA LA PERLA DEL NORTE. Marco Tulio Lizarazo. Filmografía y Supervisión técnica: Hans Brückner.
SANTA MARTA PARAÍSO TURISTICO. Marco Tulio Lizarazo. Fotografía y Supervisión técnica: Hans Brückner -
ROJAS PINILLA. Fotografía: Hans Brückner. Ramón Carthy.
SANTA MARTA CUADRO ACOGEDOR Producción: Gran Colombia Films - Marco Tulio Lizarazo con el patrocinio de la Gobernación del Magdalena. Fotografía: Hans Brückner
1954
CINE VARIEDADES No. 3 Producción: Gran Colombia Films - Marco Tulio Lizarazo y Jorge Valdivieso - Fotografía: Hans Brückner.
PANORAMAS COLOMBIANOS. Marco Tulio Lizarazo. Dirección: Luis Lalinde Botero - Fotografía: Hans Brückner.
1955
OBRAS PÚBLICAS NACIONALES (Copias sin ubicar: ficha técnica. reconstruida por Marco Tulio Lizarazo). Fotografía: Hans Brückner. Gonzalo Acevedo. Ramón Carthy y Dagoberto Castro. Edición: Marco Tulio Lizarazo. Hans Brückner.

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Bibliografía:

Salcedo Silva, Hernando. Crónicas del Cine Colombiano 1897 – 1950, Carlos Valencia Editores, Bogotá, 1981.
Revista Cinemateca N.4 – 23, Bogotá, 1981-1987
Revista Micro No. 1-62. Medellín, 1940-1949.
Duque, Edda Pilar. La aventura del cine en Medellín, Universidad Nacional de Colombia y el Áncora Editores, Bogotá, 1992.


5 comentarios:

lightdreamer dijo...

Excelente semblanza de este importante personaje de la cinematografía nacional, que como dices no está lo suficientemente estudiado ni reconocido en la historia del cine colombiano.

ESTELITA dijo...

Se esta usted demorando para escribir un libro. Antes que villegas editorial lo haga...

Anónimo dijo...

Maravillosa crónica, donde Julio Florez Y Emilio Murillo están presentes, como también el notable literato Lizarazo, toda una vida a lo Rimbaud, el uno traficando armas y el otro soñando con un cultivo de higuerilla.
CUADERNOS UNO EN UNO

Dr.Mag. Walter Mentzel dijo...


Zu Leben von Brückner in Wien bis 1938:

https://waltermentzel.wordpress.com/2021/10/30/1938-aus-wien-vertriebene-ermordete-judische-fotografen-und-fotografinnen-hans-bruckner-filmregisseur-und-fotograf-und-ignatz-bruckner-fotograf-wien-bogota/

Clara B dijo...

Con amor leemos la historia de mi abuelo Hans quien luego de Medellín vino a vivir a Bogota. Se casó con Alicia Sandoval y tuvieron dos hijos francisco y Gretty. Hoy francisco tiene tres hijas y dos nietos. De Hans tenemos mucho material fílmico que les haremos llegar. Gracias por relatar tan completa la historia de mi abuelo.