martes, 28 de enero de 2025

Fotografías de Medellín 1947, LIFE, Dmitri Kessel. Patrimonio Fotográfico de Medellín (100)

 


Dmitri Kessel.
 Foto de Frank Scherschel/The LIFE Picture Collection © Meredith Corporation)


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Cómo nos ven los otros

 Medellín paraíso capitalista.

(Texto traducido de LIFE de sep29 de 1947)

 Tres siglos de vida casi absolutamente ignorada. tres millones de antioqueños. La segunda conquista de América del Sur se iniciará en Medellín.

El apego a la platica. Un pueblo tenaz, frugal, emprendedor. Un cuento viejo pero bueno. Las dinastías industriales. La rigidez de las costumbres.

En su edición del lunes 29 de septiembre de 1947 la revista norteamericana LIFE publicó un interesante reportaje gráfico sobre la ciudad de Medellín. Las fotografías fueron tomadas por Dimitri Kessel.

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Medellín es la segunda ciudad de la República de Colombia, situada en el extremo Norte occidental de la América del Sur donde los Andes se fraccionan entre cordilleras menores que avanzan hacia Panamá, El Caribe y el Pacífico. Medellín, así denominada en recuerdo de la patria chica del conquistador Cortés, permaneció virtualmente ignorada durante tres siglos, luego en la segunda mitad del siglo XIX surgió a la vida como capital cafetera de Colombia. Ahora, abierta al mundo. Merced al transporte aéreo, se ha convertido en el centro industrial de la costa occidental de la América del Sur. Sus descubridores la claman como una especie de paraíso capitalista

Para respaldar tal apreciación, observan que en Medellín casi todo el mundo gana buena plata y vive bien. Allí a diferencia de lo que ocurre en muchas partes del mundo civilizado es aún posible convertir una pequeña ganancia en una fortuna. Lo que inicialmente no fue más que un apartado caserío de vascos y judíos sefarditas es ahora una ciudad notablemente hermosa. Los descendientes de los primitivos pobladores, 270,000 de los cuales viven ahora en Medellín, llegan ahora a 3.000.000 y dominan la industria y el comercio colombiano. Su tenacidad en el trabajo, su amor al dinero, sus sorprendentes actitudes para los negocios y la prosperidad general han llevado a los observadores, inclusive todos los medellinenses, a creer que si se produce una segunda conquista de América del Sur ella partirá de Medellín.

La nueva ciudad sobre la vieja

El aspecto físico de Medellín tiene dos rasgos expresivos: una vivaz modernidad y una unción antigua. Sus edificios comerciales reflejan la prosperidad de los últimos años y han sido realizados de acuerdo con el hermoso estilo suramericano moderno. Estos y otros proyectos, nuevas y amplias avenidas, parques y viviendas obreras, hacen parte de un completo plan urbanístico iniciado hace 5 años bajo la responsabilidad de una dependencia especial del gobierno municipal. El aspecto general de la ciudad ha cambiado, pero aún se conservan con afectuoso cuidado, los centenares de cruces y capillitas, que son herencia del pasado y dan la medida de la vigorosa y perdurable fe religiosa del pueblo.

Las demás ciudades importantes de Colombia no implican para Medellín una competencia mayor en el campo Industrial. Los puertos tienen una tendencia a la modorra, y la capital, Bogotá, se enorgullece de su ambiente intelectual y político en Bogotá hasta los lustrabotas son poetas, en la misma forma en que Medellín se jacta de la perspicacia de su sentido de los negocios.

En general, los colombianos gustan de hacer chistes a propósito de la febril actividad comercial y la austeridad de Medellín, pero los medellinenses siguen acostándose temprano y trabajando duro. Les gusta hacer dinero. En realidad, les gusta que todo el mundo gane dinero. En ningún lugar de América del Sur se invierte tan poco tiempo en cerrar un negocio. Esto resulta, en ocasiones, en chistes a costa de Medellín. Se tiene, por ejemplo, el caso de la señora que subió a un tren acompañada por su hijo y una criada. Cuando se le pidió que pagara pasaje completo por el chico, que llevaba pantalón largo, la señora arguyó que, si el valor del pasaje dependía de la longitud de los pantalones, ella podía viajar con medio pasaje y la criada gratuitamente. Lejos de molestarse por esto, los medellinenses, muy característicamente, lo consideran una magnífica propaganda, tal como los chistes que antiguamente se hacían en los Estados Unidos a propósito de los automóviles Ford.

Casi todos los habitantes de Medellín son fervorosos católicos, y la ciudad es notable, aún en la América del Sur, por el estricto respeto a las normas sociales y morales. Hace dos años el director de un periódico local provocó un escándalo con la publicación de un aviso en el cual aparecía una mujer bastante ligera de ropas. Fue regañado por el arzobispo y amenazado con la excomunión. Ahora se permite exhibir piernas femeninas en los anuncios de medias, pero ello es considerado como una concesión atrevida al modernismo.

Recato, no jolgorio, es la orden del día en Medellín. Raras veces las diversiones y pasatiempos sociales son compartidos simultáneamente por ambos sexos. Para los comerciantes, la dirección consiste, generalmente en unas cuantas copas en sus clubes y después del trabajo del día, y para sus esposas en alguna partida de Bridge. Después de anochecer no se ve en la calle a ninguna mujer decente.

Todo esto puede parecer un tanto molesto, para las gentes jóvenes que también en los últimos tiempos, se han beneficiado de algunas concesiones. El baño mixto en las piscinas es ahora tolerado, aunque no ha probado universalmente. No hace mucho se empezó a permitir a los jóvenes y señoritas de las clases altas la asistencia, los sábados por la noche, a bailes en sitios aprobados, pero con fuerte vigilancia.

Las familias de la clase media tienen menos oportunidad de alcanzar concesiones similares, y su vida social se concentra en el hogar, unidad importantísima de la vida de la ciudad. Todas las clases la acomodada, la media, la pobre tienen familias numerosas aún dentro del nivel tradicional latinoamericano. Hay gran número de matrimonios que han tenido de 10 a 15 hijos. En ocho años la población aumentó de 168,000 a 270,000 habitantes.

Los ricos

Todas las casas cuya fotografía se aparecen en esta página (las de los señores Carlos, Felipe, Diego Echavarría y la del Doctor Gustavo Uribe Escobar) son de propiedad de miembros de la familia Echavarría, que está dividida en dos grupos financiero rivales conocidos como el de los de “Echavarrías flacos” y el de los Echavarrías gordos”. Como los miembros de las demás dinastías dominantes en la ciudad, sus casas del centro aparecen agrupadas en torno de la Plaza de Bolívar, pero en el campo los individuos de los diversos clanes emulan cordialmente en la crianza de caballos vacas, aves de corral, palomas. Las señoras compiten en el cultivo de orquídeas que se dan admirablemente en esta zona alta y tropical. Los prohombres de Medellín tales como Carlos Jota Echavarría, magnate la industria textil, son cosmopolitas, y por lo general estudian en planteles de los Estados Unidos. El propio Carlos Echavarría estudió en la Universidad de Columbia, donde jugó fútbol. Su hijo mayor entró a un convento de Tarrytown en Nueva York. Hasta los perros son de por acá. El brindle boxer con que aparece en una fotografía es un campeón de Madison Square Garden.

 La industria

Antes del establecimiento del transporte aéreo Medellín estaba a 4 días del mar por tren y buque fluvial. Ahora, los aviones, con tarifas extranjeras extremadamente bajas, llevan a Medellín las materias primas, movilizan los productos manufacturados que son factor decisivo en la reciente prosperidad de Medellín. La máxima industria es la textil. Entre las compañías principales, Coltejer, -parte de cuyas actividades aparecen las fotografías de esta página- tienen un capital de 12 millones 750.000 y cuenta con más de 8.000 empleados. Los obreros de Coltejer, como los otros millares de la ciudad, son dóciles, expertos, cuidadosos. La compañía les da bonificaciones, vacaciones remuneradas, casas baratas, participaciones y paga al mismo tiempo dividendos altos, sin dejar de atender al desarrollo material de la fábrica. El obrerismo está totalmente sindicalizado, pero la sociedad de bienestar y salubridad social del arzobispo, conocida con el nombre Organización Católica, Social Arquidiocesana, domina la mayor de las dos federaciones de sindicatos. Los salarios no son altos pero los puestos son seguros.

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A continuación, insertamos la versión española del aludido reportaje que LIFE ilustró con 24 fotografías de la capital antioqueña donde ella de página entera y un pequeño mapa de Colombia dichas fotografías fueron tomadas especialmente por Dimitri que es el texto de información es el siguiente

De las 24 fotografías que ilustran la información que se acaba de transcribir se destacan las siguientes: aquella en que aparece el portero no te motivara, un joven negro y elegante, de quien se dice que el bachiller la del alcalde Fernández -conservadoramente liberal- en su despacho; la de un grupo de jovencitos seminaristas, a las que se puso esta leyenda: la mayoría de los niños van a la escuela es católicas, Aunque No necesariamente para ingresar al sacerdocio. Los católicos controlan todos los planteles, inclusive los mejores: la de una familia Restrepo, de 12 hijos coma la de una familia de la clase media, a la orilla del Lago del Bosque sorprendida en el momento en que todos sus miembros tomaban Coca-Cola, la de uno de los comedores para obreros de la fábrica de Coltejer en una de cuyas mesas aparece Carlos J. Echavarría y una nocturna de la forzosamente iluminada torre del templo de Manrique, símbolo de la fuerza de la vieja fe de la moderna Medellín.

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Dmitri Kessel

Se ha dicho de Dmitri Kessel (1902-1995) que "es un ser humano internacional", una referencia elocuente a un hombre que vivió bien y durante mucho tiempo, en muchos lugares y con muchos intereses. Creció con comodidad, en la plantación de remolacha azucarera de su padre en Ucrania; de niño tenía una cámara Brownie que había conseguido intercambiando un juego de acuarelas y pinceles. Pero esta vida ordenada e idílica se vio arrasada durante la Revolución Bolchevique. Dmitri fue reclutado en el ejército a los 16 años, y ese servicio sin duda influyó en su fotografía posterior de la Segunda Guerra Mundial. Después de escapar de la Revolución Rusa, llegó a Estados Unidos en 1923 y comenzó a concentrarse en la fotografía. Su base de operaciones más tarde se convirtió en París, pero era un hombre que estaba en casa solo en raras ocasiones. El mundo tenía demasiados atractivos para este hombre infinitamente curioso, capaz de tomar impactantes y explosivas fotografías de noticias, pero también hermosas fotografías arquitectónicas, en particular de iglesias y catedrales, junto con estimulantes fotografías de grandes obras de arte.

 

 

 



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