lunes, 6 de junio de 2022

EL MIEDO A LA LIBERTAD / Darío Ruiz Gómez



EL MIEDO A LA LIBERTAD

Darío Ruiz Gómez

El texto de Erich Fromn “El miedo a la libertad” se leyó hace ya cuatro décadas, más por pedantería intelectual que como un texto que nos alertaba sobre nuevas formas de servilismo y de renuncia a las responsabilidades personales ante los hechos históricos que ponen en jaque las libertades individuales y colectivas. Fromn describe esta desidia general ante el mal como el miedo a la libertad como el temor a dar personalmente una respuesta a lo que evidentemente constituye un grave atropello a la dignidad humana.  O sea que mientras cierro los ojos ante las inclemencias de la realidad que el Partido, la Organización piensen por mí  lo cual conduce a que con  la pérdida de la consciencia individual paradójicamente en una sociedad de las tecnologías  de la información,  el populismo encuentre, como en Colombia actual,   el  terreno abonado  para que la delincuencia política  despliegue  el espectáculo  mediático  mediante el cual construye falsos héroes o heroínas, inventa encuestas y borra la realidad de la violencia a la cual recurre para  infundir  miedo y temor en la ciudadanía y, a la vez, adoctrina a  esas franjas de los estratos sociales que viven lucrándose de lo que Marx llamó el lumpen social, las sociedades del delito, del proxenetismo, manipulados   como una masa presta a ser utilizada por los líderes de la violencia. Los rugidos del terror, la quema de vehículos, corte de carreteras, fue el recurso que los enemigos de la libertad utilizaron en el llamado “estallido social” tanto en Chile como en Colombia. ¿Cómo quedarse callados ante estos atropellos, ser conducidos al abismo por nuestra desidia moral?

Escondidas en sus refugios ciertas clases sociales, parapetadas en su soberbia algunas de las llamadas clases empresariales, convertidos en zombis ante sus televisores, los indiferentes ante las amenazas a la libertad creen que si el populismo llegara a triunfar mantendrá su estatus de vida. La misma clase política al desconocer la misión de defender las libertades frente a quienes atentan contra éstas necesariamente se convertirá en cómplice del avance de la maldad política. El caso de los llamados intelectuales y su responsabilidad histórica frente a la barbarie recobra en estos momentos en Colombia aquella connotación que tanto Camus como Raymond Aron con su prodigiosa clarividencia moral llegaron a calificar como el opio de los intelectuales quienes guardaron silencio ante el despojo por parte del totalitarismo de las libertades necesarias para pensar con criterio, con pluralidad.   ¿De cuál de los miedos ante la libertad estamos hablando entonces?  ¿Nos dan lecciones de tolerancia las(os) intolerantes?  ¿No existe diferencia alguna entre un líder populista y, tal como orondamente lo han defendido algunos políticos, el defensor (ora) de los valores de la libertad?  Aquí como lo hemos venido comprobando con los enormes gastos electorales de la campaña de Petro es donde ha jugado un papel decisorio la desinformación, los fake news, las falsedades históricas, tal como lo pueden comprobar en la versión colombiana de “El País” de España.

 La nueva Presidenta de Honduras Xiomara Castro es militante del castrismo madurista y con López Obrador, Ortega, Maduro, Díaz- Canel está comprometida actualmente en la tarea de crear un frente populista contando con la caída inminente de Colombia en sus garras. ES lógico entonces que Piedad Córdoba y Toloza conocido por su extremismo viajaran a Tegucigalpa, donde fueron recibidos con todos los honores por la Presidenta, a dar una asesoría directa de cómo lograr estos objetivos ya en marcha en Colombia a través del llamado Pacto Histórico.  ¿Quién le puso la trampa?  ¿Por qué no recordamos ante el asesinato del Fiscal Pecci que Borda el llamado Canciller de las Farc está condenado en Paraguay por el secuestro y asesinato con extrema crueldad de la joven hija del expresidente Cubas y tiene una orden de detención por parte de Interpol? ¿Recuerdan la maniobra de López Obrador para que no fuera detenido? Háganse los bobos(as).

    

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente reflexión!! Por Dios!! al fin encuentro un escrito con realidad, coherencia y rescate de lo que somos como seres humanos: escencialmente buenos.
Desde hace 60 años, con la TV y quién sabe hace cuántos años más, la gente quedó idiotizada con la TV y hoy está descerebrada?
Todos pa'l abismo arrastrados por los "buenistas"y "académicos", con ese otro 50% resentido.