EL TRIUNFO DE LA
DESINFORMACIÓN
Darío Ruiz Gómez
El intento de asesinar a los
miembros de una patrulla de la policía
en Cali en el llamado “primer territorio
libre de Cali”, Puerto Rellena, decretado como tal por los intelectuales(as) al
servicio de “la liberación de nuestros territorios”, - que aparecen en videos
filmados por ellos(as) mismos(as)- el abierto enfrentamiento entre el ELN y las
llamadas Disidencias de las FARC, han sido reducidos naturalmente por nuestros
distintos medios de comunicación a simples noticias de acciones de “grupos al
margen de la ley” poniendo de presente su
incapacidad de análisis político para
hacer un verdadero diagnóstico sobre un enfrentamiento armado cuyo objetivo es
destruir la territorialidad histórica, violentar nuestra sociedad, agredir el
derecho de los ciudadanos a construir sus vidas. Un enfrentamiento entre los
grandes grupos del narcotráfico disfrazados aún para algunos pocos despistados
informadores en una “causa revolucionaria”. Javier Tarazona el gran periodista
venezolano que ha sido enviado a la cárcel por la dictadura de Maduro nos ha informado rigurosamente sobre lo que
hoy supone el dominio de grandes
territorios venezolanos por parte del ELN convirtiéndose en propietarios de
regiones claves para la seguridad democrática y poniendo en peligro la gran
planificación de nuestros Llanos Orientales ya puesta en marcha por algunos
notables empresarios colombianos. Como telón de fondo, al igual que en Africa, bandas
de mercenarios encargados de mantener
estas rutas del narcotráfico, la explotación de las minas recurriendo una y otra
vez a nuevas formas de terror, esclavizando a comunidades indígenas. ¿A dónde y
a quiénes van a parar esas descomunales ganancias? Se recurre entonces por parte
de los verdaderos dueños de esta parodia de guerra a los llamados “idiotas
útiles”, mediocres escritores, directores de grupos folclóricos, cineastas de
nula imaginación y desde luego a un sector de curas y monjas fundamentalistas
que aún creen que están “librando una Guerra Santa” contra el “imperialismo”
Perdonen que deba enumerar una y otra vez esta situación ya que la tarea de los
distintos medios de comunicación pareciera ser la de desinformar sobre cada
atentado, desconocer la repercusión moral de estas fechorías: los jets cargados
de cocaína incautados en Guatemala y que iban a ripostar a Nicaragua,
simplemente, “bajaron del cielo y aparecieron ahí” cuando la extraordinaria
tarea de inteligencia del Ejército que durante meses ha seguido su ruta los
acaba de dejar al descubierto: pistas clandestinas en Venezuela y Nicaragua y
de por medio la retórica de una “
liberación de Latinoamérica”, antes, durante el “estallido social”, el intento
de toma de Popayán por los “negros del Cauca”, intento de linchamiento de “los
representantes blancos del colonialismo”, corte de cabeza de estatuas o sea la degradación del lenguaje, el envilecimiento
del militante para encubrir una demoníaca demostración de que el mal y la
maldad no tienen límites bajo este nuevo intento de destrucción de lo humano. Aquello
que Zygmunt Bauman condena como “el
recurso al violencia como juego de poder” Porque de lo que estamos hablando es
del mal y de la crueldad y del sufrimiento de los seres humanos infringidos por
verdaderos monstruos(as) ciegos ante el dolor humano con tal de obtener sus terribles objetivos. ¿Cuándo habló por última vez Iván Márquez con Enrique
Santiago?
En la jerga legal y en el
argot periodístico colombiano El Rolo es solamente un “pone bombas” pero ¿Qué
significado tiene la violencia terrorista para esta justicia de bolsillo, para
estos informadores? Repito la
estremecedora cifra: 32.000 secuestrados, 19 000 niños(as) reclutados solamente
por las FARC, campesinos incinerados, degollados por el ELN, cientos de rastros
de niñas y niños violados, de secuestros de familias enteras, esto es El Rolo,
un diabólico exterminador, un sádico genocida, un pervertido aparentemente incapaz de medir el mal que
causa. Y de monstruos nazis, estalinistas, maoístas, senderoluminosistas, está conformada
la cúpula de depravados del ELN que protege en la Habana el régimen cubano. Comienza
el reinado de la maldad - el de la
Anti-Iglesia, del falso Redentor, de la Bestia- cuando los monstruos son
justificados por los banalizadores del
mal, cuando los monstruos emergen de los abismos del mal y quieren convencernos de que el crimen, la
violencia perversa es algo natural a esta nueva economía. ¿No han visto cómo la
silueta siniestra de esa administradora del mal, Piedad Córdoba, cobra realidad sin que nadie se atreva a
sancionarla?
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