miércoles, 30 de junio de 2021

LA REACCIÓN BURGUESA / Darío Ruiz Gómez

 


LA REACCIÓN BURGUESA

Darío Ruiz Gómez

En “La ciudad Medieval” que escribió en un campo de concentración alemán, Henry Pirenne analizó la estructura de una ciudad refugio donde se fueron conformando espacios sociales definitorios, el burgo, concretamente  donde vivían los artesanos y comerciantes que pasaron a llamarse burgueses. En la revolución de Cromwell en Inglaterra esta clase de comerciantes, terratenientes, banqueros que habían dado una extraordinaria dinámica a la economía capitalista exigió su representatividad en el Parlamento y la tuvo. Ahí nace la Democracia  moderna, la filosofía del individuo y su derecho a pensar distinto, el habeas corpus o sea el derecho a no ser condenado sin haber sido escuchado antes por los jueces. Ser burgués no constituye algo condenable tal como suele  señalarse  hoy en la jerga  de nuestros populistas  ya que la gran clase media que se ha ido creando en el país es precisamente una clase burguesa en su modo de vida, en la espacialidad de sus barrios, de su arquitectura como conquista de un progreso económico y de la urbanización del país. Y ¿Quién no quiere vivir mejor? ¿No viven hoy los chinos de China no como proletarios sino como  pequeños  burgueses?  El proletariado  es considerado  por Marx como una fuerza negativa en la medida en que al pretender cambiar su situación de pobreza  quieren vivir con las comodidades y derechos de un burgués. Sólo que bajo  la dictadura del Partido Comunista   fueron sometidos a vivir en la miseria. Defender el derecho de la igualdad social con libertad  ha constituido  paradójicamente una tarea de los llamados pensadores conservadores, “reaccionarios”  perseguidos, asesinados, condenados a  mazmorras  por  quienes se dedican  al ejercicio de esas formas de opresión  que se disfrazan en reivindicaciones étnicas, laborales, tal como hemos visto y seguimos viendo en Colombia. Una República laica presupone el respeto hacia todas las otras formas de credos o militancias políticas mientras que hoy la intolerancia del pensamiento Único es contrario a este respeto a la diversidad de opiniones ¿Quién  si no la República concedió en Colombia la libertad a los esclavos? ¿Quién  reconoció la diversidad racial, sexual o sea la vigencia de una sociedad plural, el derecho de los Sindicatos?  Seguramente por  mantenerse en una perpetua asamblea   no se han dado cuenta los reclamantes histéricos  que  destruyen los bienes públicos  que, hace tiempos,  les fue concedida  la educación gratuita  a todos los grupos pobres, a indígenas, lGTB,  de manera que  están eludiendo su verdadera responsabilidad de hacerse dignos  ante sus comunidades mediante el rigor del estudio, de  obtener   tener voz como ciudadanas(os) y no desde los desafueros de unos militantes manipulados  por  resentidos sociales. Pasar de  la servidumbre  de  los atavismos  a unas formas más abyectas de servidumbre donde el derecho a  la voz  que reclamaban se pierde entre el estruendo  de la turba en que los han convertido,  algo no solo paradójico sino de extrema crueldad. La imagen de maestros, estudiantes, quedó convertida en trizas por el calculado ataque de este populismo hacia el “Estado burgués”. “Miren, miren, decía un energúmeno  locutor de una de estas manifestaciones, ahí viven los ricos y vamos por ellos” Recuerden a Chávez señalando a “los ricos” mientras su familia se enriquecía y el pueblo se iba empobreciendo, recuerden a Ortega y Rosario la “Chamana”  en Nicaragua  con su esnobismo de nuevos ricos y la miseria de las gentes. La cultura como crítica es remplazada por el fanático y el zombie.

Lo que se ha dado en Colombia a través de este terrorismo cotidiano es pues, recordemos,  el asalto del hombre, del vulgo y no del pueblo  ya que en el populismo  no se da  identificación alguna con las clases pobres, sino un populacherismo  que permite a sus dirigentes vivir como los odiados burgueses, en barrios burgueses y que sus hijos (as) estudien en colegios y universidades privadas. Fácil de comprobar.  ¿Se ha dado alguna vez una cultura proletaria capaz como lo han enunciado una y otra vez los teóricos criollos del materialismo histórico de acabar con el legado vivo de la gran cultura burguesa de Europa?  A esta tradición pertenece el concepto de misión de la Universidad, de educación, de cultura  así como también  la  enérgica respuesta  de los pensadores  “reaccionarios” que defienden el humanismo como fuente inagotable de libertad y de compromiso ético con la democracia. 

P. D. El método de la vejación moral  de la JEP a las víctimas  de secuestro por parte de las FARC:   “permitir”  que éstas narren las atroces vejaciones  a que fueron sometidas por parte de estos desalmados  sabiendo de antemano  que Losada y sus compinches  iban a tratar de humillarlos  públicamente negándose a pedirles perdón. La muerte de la imagen, la anulación  de la Ley y del Derecho.

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