Este blog, en permanente construcción, hace parte de una revisión de los textos iniciáticos nadaístas con el propósito de mantener nuestra fe intacta en algunos de ellos. Podríamos decir que es una versión remasterizada, con inyecciones letales de cinismo y humor negro, de esta doctrina creada, simultáneamente, en Medellín y Cali.
Mantenemos la fe intacta en la creación libre. Somos icoñoclastas por naturaleza.
neonadaismo@gmail.com
domingo, 12 de julio de 2015
Juan Felipe Tobón / 4 Festival Alternativo de Poesía de Medellín
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Juan Felipe Tobón / 4 Festival Alternativo de Poesía de Medellín
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Qué aspecto tan paupérrimo el de este festival. Desde la programación misma hasta los piojos del zarrapastroso del Hamaquero y los gemidos del Poeta Triste que ahora ríe por no llorar y que va por la vida más pegado que nunca, con su séquito de pichones embobados cual cura pederastra con sus víctimas.
Este pobre tipo, mercachifle de la poesía, que posa de fraternidad con su colmillos ansiosos de dinero público, promulga todas las formas de lucha y de corrupción masiva, retrechero como la Monita. Ha sido un inquisidor, y un inquilino de la lagartería y de sus canonjías en todas las oficinas públicas lo vemos con su ponchera de millonario miserable, junto a sus asistentes de media petaca. Aprovechador de la poesía y de la paz como negocio rentable. El caballero negro de la poesía de Medellín no sabemos por qué no da la cara y va a La Habana, y se quita el sayal de militante.
2 comentarios:
Qué aspecto tan paupérrimo el de este festival. Desde la programación misma hasta los piojos del zarrapastroso del Hamaquero y los gemidos del Poeta Triste que ahora ríe por no llorar y que va por la vida más pegado que nunca, con su séquito de pichones embobados cual cura pederastra con sus víctimas.
Este pobre tipo, mercachifle de la poesía, que posa de fraternidad con su colmillos ansiosos de dinero público, promulga todas las formas de lucha y de corrupción masiva, retrechero como la Monita. Ha sido un inquisidor, y un inquilino de la lagartería y de sus canonjías en todas las oficinas públicas lo vemos con su ponchera de millonario miserable, junto a sus asistentes de media petaca. Aprovechador de la poesía y de la paz como negocio rentable. El caballero negro de la poesía de Medellín no sabemos por qué no da la cara y va a La Habana, y se quita el sayal de militante.
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