martes, 13 de mayo de 2014

Póker de Ases de Eduardo Escobar- Música de Lisímaco Henao

                                                                 Eduardo Escobar

Lisímaco Henao
.......




Póker de Ases
de
Eduardo Escobar



POKER DE ASES

Eduardo Escobar

Todo está permitido
También la luna
Y los anarquistas
Todo está prohibido
La lluvia y las cebollas
El pan por las nubes
Las películas francesas

Todo cambia
El mar con las mareas
Las formas del mensaje
Las piedras de Sogamoso

Todo importa
El sol cada mañana
Una salchicha al desayuno
Una mujer para sus nalgas

Todo me sobra
El oro en los baúles
El aire envenenado
Y los cuatro ases

.......
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Anoche apenas escuché esta balada, Póker de Ases, que primero fue un poema de Eduardo Escobar y que Lisímaco Henao le ha colocado música y él mismo la canta.
Así es el azar, que un poema haya sido escrito y que años después un cantautor le haya descifrado su música, y lo haya revestido con la guitarra, el saxofón y su voz poderosa y obligue  que lo escuchemos varias, muchas veces. Y no sé por qué extraña circunstancia entrañable sitúe al poeta, a Eduardo, en esos momentos duros de la poesía, en esos instantes de ensueño, cuando las utopías merodeaban por estas calles de  Medellín.

El poema refiere un instante particular del poeta cuando él mismo se permite contemplar la noche y la presencia de un mundo no reglamentado y  las películas francesas que le abren un mundo: Julieth Greco, ¿Godard? Luego en su intermedio nos dice que todo cambia, el mar, las piedras de Sogamoso y por supuesto los mensajes que le llegan con lo variable que es la voz, las voces de los amigos o amigas. Así también todo le importa las mañanas, el sabor y una dama en la mañana. Pero también el poeta nos comparte su deshacimiento con el mundo cuando le sobra el oro, el aire y todo se lo deja al azar, al juego a la coincidencia de los ases, la suerte está echada.

En este pequeño poema está la presencia de Eduardo.

En este poema está el encuentro entre el poeta y el cantante.














7 comentarios:

Anónimo dijo...

Y dele con la rata de alcantarilla uribista Eduardito El Loquito Escobar

Resfa dijo...

Lo confiesa: le sobra el oro y el aire envenenado al
neonazi Eduardo Escobar, pupilo del Opus Dei.

Carolita dijo...

Por supuesto el sobra el oro a los mercaderes del templo de la poesía en esa ciudad bastarda donde todo se vuelve un negocio.

C dijo...

“No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser eternamente niños”.

Anónimo dijo...

Como tiran piedra los mediocres.

Rufus dijo...

Tiene hasta cara de asesino

Harold dijo...

Pobre Eduardito con su tumor neonazi por comerle carreto a Uribestia