Poemas
de
Anderson Zapata
En
casa
Habitaciones,
sofá.
Cajas y
cajas y ellos y yo.
Conversan,
dialogo.
Estamos,
ya nadie visita.
Hace
años no viene Matilde,
Se han
aburrido de nosotros
Mi padre
fuma tabaco
Mamá fue
puta.
Se han
disgustado con nosotros
Poco nos
importa que nos tomen ausentes
Siempre
lo hemos estado.
Aquí
solo conviven los ángeles;
Esos que
bajaron al Hades y no volvieron
Nunca
volvimos, nos sentimos cómodos así,
Grotescos,
pintorescos, sórdidos,
Al fin y
al cabo ausentes.
Suena el
teléfono, nunca contestamos.
Nunca
nadie está, nunca nadie fue.
Odio
cuando juntan sus cuerpos,
Cuando
escucho sus cuerpos gemir.
Grotesco,
odio, sinsabor, teléfono
Equipaje,
ruido, extravagante, ridículo,
Amorfo,
delirante, irregular, absurdo, pincel
Cuadro,
vulgar, sublime, carcomido
Pintoresco,
vagabundo, pendiente, pretencioso,
Subjetivo,
anoréxico, intrínseco,
Sórdido,
yuxtapuesto, sobrepuesto,
Extendido,
miserable, ausente,
Y aun
así, suponemos ser nosotros
Descuadernados
sin formulas
Amanece,
sus caras, los cepillos,
La caja
de dientes en el mostrador.
Waiting for Godot, Endgame,
Précis de decomposition,
Descompuestos,
disparatados,
Desbaratados,
Abrupto,
domestico, rustico.
Nos
miramos a los ojos a ratos,
Cenamos
algunas noches,
Ante
todo, y sin premisa
Odiamos
comunicarnos.
Casualidad
Las
casualidades con las que decidimos,
Esas
mismas en las que construí esta cama
Y las
piezas de mi habitación
Son un
compendio de todas las mareas
Que
enredan estos años en que me he perturbado
Son
casualidades que rondan por momentos
El libro
que busco y olvido
La tasa
de café que no serví
El lápiz
que hay debajo de la cama
Las sábanas
puestas
Las
ventanas abiertas
Todo eso
soy
Decisiones
que me postergan
Me
alejan de mí
Pierdo
el tiempo rayando la pared
Dibujando
mis pronombres
Mis yo
reclamo
Mis tú
golpeas
Mis él
disloca
Mis ella
enloquece
Mis
nosotros volvéis
Mis
vosotros marchaste
Mis
ellos colocan
He
perdido en todos estos
Los
adjetivos con los que
Se dan
mis oraciones
Yo ya
dejo de ser casualidad
Pero
casualmente me decido
Me
enrollo, me vuelvo hiel
Cierro
la ventana
Cojo el
lápiz
No hay
libro
No hay
café
Aparece
una foto
De lo
que era yo
Es
decir,
De lo
que fui casualmente
De lo
que deje
Y anoto
con firme intención
En un
papel
Que ando
enormemente con la intención
De que
mis casualidades mueran
De que
si es necesario yo lo haga
Pero que
los desatinos de esta vida;
Vida
cotidiana se ahuyenten
Se
descotidianice todo
Aparezca
el libro, traiga la tasa de café
Y se
desaparezca la foto
Cotidianos
Miras de
soslayo, cae tu cabello al cuello
Tiras
los tacones a la esquina
Ni
ruido, ni música, ni yo
Te miro
apesadumbrado, me miras, sonreís
Me
hablas de las calles que caminaste
Me
pintas las posturas de tu jefa regordeta
La
oficina, la oficina, la oficina
Cansados
de todo esto,
Yo de
vos, tú de mí
Tus
pechos, hermosos, inquietos
En alto,
fascinantes, sobresalientes
Tiro la
crema dental, observo y los olvido
Desencajado
de ellos, me alejo de vos
La ropa
interior, la oficina, las calles
Prendo
la radio, juego de seducción
Nos
hemos venido desentendiendo
Así,
aun, sin misericordia nos miramos
Te
cocino, me conversas, te ríes, nos queremos
Me
quieres y te quiero, así, cansados de nosotros
Miras en
la ventana, los buses ya se fueron
No vuela
nada, luces de postes nocturnos
Volteas
y me sonreís, te hablo de los chicos del colegio
De la
novela que no he terminado, del programa que no veo
Me
conversas del libro que sí leíste,
No
opinas de ningún programa hace tiempo no vemos cine juntos
Tv. no
vamos a caminar, estamos ahí, pausados de un amor inquieto
Nos
prolongamos en nosotros mismos,
Me besas
antes de irte a la cama, te miro a los ojos
Entras
desnuda a las sabanas, devorarte
Devorarme,
consumirte, extraerte
Me amas,
me olvidas a cada momento
Te amo,
te olvido a segundos
Nos
buscamos como amantes deseosos de otros cuerpos
Necesitas
otra boca, necesito otras miradas
Entro
desnudo a las sabanas, te tocas, me toco
Empezamos
el ritual, durante años nos repetimos
Nos
encontramos, nos buscamos, nos miramos
Te
encanto, me encantas, nos enamoramos
Nos
vamos olvidando, odiando mientras nos penetramos
Yo
recóndito, dejo de desearte, te dejo de lado,
Salgo a
la ventana, desearía un revolver,
Levantarlo
en la sien, matarte, matarme…
Patria
Caminas
un par de aceras,
Pasas y
al fondo esos arboles
Los
mismos que viste en infancia.
Y
recordáis con gracia
Que no
hay nada por recordar
Que las
infancias son dolorosas
Que la
muerte siempre estuvo cerca
Pero la
vida aun peor siempre esta
Los
arboles quedan atrás
Y ya no
apetece desvelar las claves;
Las de
ningún éxito, ni triunfo.
Aquí, en
esta patria estamos vomitados
Para la
desgracia, la destrucción política
La
incoherencia social
Y la
desinformación suicida
Yo no he
decidido alejarme de nada
Me gusta
estar ahí parado frente a la t.v.
Recibo
cantidades de vómito,
Son
pelusas informativas
Así me
construyo, así te construís vos
Nosotros,
todo este colectivo de miseria.
Despiertas
feliz de la buena nueva,
Vamos
muriendo a pequeñas gotas
Sonrisas
imaginarias leves, por instantes.
Odio
reírme, odio mi patria.
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