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Marcha por la Legalización de la Marihuana,
Medellín, 2014
Marihuana
& Prohibición
Víctor
Bustamante
A
partir de los años 60 la marihuana se popularizó en el mundo. Había una necesidad
de buscar nuevas experiencias en diversos campos. La música fue su principal aliado
por una razón de peso: la yerba sagrada sensibiliza tanto al escucha como al compositor.
Muchas canciones fueron creadas bajo su mano protectora. Santana alguna vez decía
que él no hubiera sido ese gran guitarrista que es sino hubiera probado la marihuana
ya que al sensibilizarse era capaz de buscar sonidos inéditos. Ya las puertas a
otra percepción eran apropiadas por los rokeros. Las prohibiciones, los escándalos,
los encarcelamientos por su uso fueron moneda común.
Pero
toda la cultura pop, los conciertos de rock con Woodstock a la cabeza, los
dibujos de Peter Max, aunados a la psicodelia de los hongos y del LSD posibilitaran que toda una generación abriera otras puertas creativas a su sensibilidad.
Todos ellos fueron tachados despectivamente de marihuaneros sin darse cuenta como
se estaba ante una nueva sensibilidad dada por los conciertos y las nuevas
letras del rock así como sus acordes.
En
Medellín los jugadores peruanos de la Danza del Sol la popularizaron antes de
los partidos de fútbol. Los nadaístas la
vivieron para relajarse y posibilitar esa ciudad que sacudían con sus poemas y
manifiestos
El
gusto popular se impone. Recordemos que de la cárcel dada por fumar marihuana,
se pasó a su aceptación de la dosis mínima. Siempre todo al escondido, ahora
los manifestantes la viven en las calles, es un simple acudir al goce a otras percepciones
en un momento histórico donde el hastío mantiene intactos su candados. Siempre se
ha dicho que se permite la venta de licor de todas las clases, oficial, la humilde
tapetusa que también es prohibida. Así mismo ocurre con la industria tabacalera, permitida por su ganancias y la adición de los fumadores consuetudinarios.
El
“problema” de la droga se ha manejado desde el punto de vista moral de la prohibición
en Estados Unidos en el siglo pasado y continuado en todo el mundo como un mal mayor, pero en todas las
sociedades diversas drogas han ayudado a soportar la existencia y a crear otras
salidas creativas.
Esta
manifestación en Medellín, creo que una de las ciudades más educadas según el
slogan, también nos permite analizar como el consumo de la droga nos lleva a la
fiesta, a la necesidad de aceptación, de alejarla del mercado negro que es el
verdadero mal, y de no satanizarla.
En
síntesis la sociedad le tiene miedo, al goce a la sensibilidad.
11 comentarios:
Lo que faltaba el Hamaquero fumando Marihuana.
La marihuana además tiene usos medicinales importantes como analgésico y para tratar convulsiones de difícil manejo, si se deja de mirar con esa visión moralista estúpida, puede pasar a usarse de manera más adecuada.
Una comunidad mundial exige que la marihuana sea legal. la hierba es un relajante muy barato. las cifras lo acreditan.
La mayor preocupación respecto a la marihuana, se relaciona con su uso entre la gente joven. Aún olvidándose de la salud, es obvio que el consumo habitual de cualquier droga que altere la realidad es perniciosa para la madurez social y psicológica. De hecho, fumar marihuana no sólo hace más lento el desarrollo físico y emocional, sino que puede incluso revertirlo, haciendo de sus usuarios unos individuos menos maduros, menos disciplinados y carentes de objetivos. Se han hecho muchos estudios sobre la marihuana y quedan pocas dudas de que pueda agravar la psicosis y otros problemas emocionales, sin embargo, se observan pocos casos de dependencia física y no se ha demostrado que produzca daños cerebrales por lo que, a primera vista, da la impresión de ser una sustancia inocua. Pero esto no es así y los usuarios de la marihuana padecen un número de efectos fisiológicos significativos. El THC –principal químico activo de la marihuana- afecta principalmente al sistema nervioso central, influenciando una variedad de sustancias y áreas del interior del cerebro. La marihuana estimula pero también deprime el sistema nervioso central.
Delta-9-THC es la substancia en la planta que produce el "viaje", la sensación de intoxicación que buscan los usuarios. [1] La planta de marihuana contiene más de 400 compuestos químicos, de los cuales 60 son cannabinoides –compuestos psicoactivos que se extraen de la planta cannabis, o producidos en el organismo después de la ingestión y metabolizado del cannabis. Aquí analizamos las ramificaciones de los descubrimientos científicos más importantes sobre la marihuana y su impacto negativo sobre el cerebro. La marihuana puede provocar también daño a los pulmones y al sistema reproductivo, pero esto no será revisado aquí.
Naturalmente, el cerebro es parte de –y absolutamente dependiente de– el funciona-miento del resto de los órganos del cuerpo, por ejemplo, para su abastecimiento de glucosa y oxígeno. Pero el cerebro tiene a su cargo al cuerpo, es el substrato físico de la inteligencia, memoria, deseos y emociones. Sólo la especie humana puede hacer que su cerebro –su inteligencia– cambie el mundo a su alrededor para mejor o para peor.
Se ha comprobado que el componente delta-9-THC produce muchos déficits cognitivos, tanto en humanos como en animales. Perjudica al funcionamiento del cerebro, de manera particular en relación al uso crónico. Numerosas investigaciones han probado que los perjuicios más pronunciados que ocurren son la reducción de la memoria de corto plazo, desórdenes de la locomoción, sentido alterado del tiempo, paranoia, fragmentación del pensamiento, y letargo.[6]
Un reciente informe elaborado por expertos de la Oficina de Control de Drogas de la Casa Blanca (EEUU), advierte de que los adolescentes que fuman marihuana tienen hasta un 40% más de riesgo de sufrir depresión, ansiedad, psicosis (alucinaciones) o algún tipo de enfermedad mental; especialmente en el caso de las chicas. Y aunque no se ha demostrado de una manera estadísticamente significativa que pueda causar esquizofrenia, sí parece que empeora sus síntomas y agrava los ataques. "Es complicado decir si las drogas tienen este efecto por sí mismas o porque abren la compuerta a algunos trastornos que no se hubiesen producido sin su consumo", admite Ferrer.
Este mismo documento explica que muchos jóvenes con síntomas depresivos están recurriendo a los porros para aliviar su malestar, "y no se dan cuenta de que la marihuana, en realidad, empeora su depresión". Los consumidores habituales, añade el informe, tienen pensamientos suicidas con tres veces más frecuencia que los otros chicos de su edad.
Además, el modo de consumo más frecuente es mezclado con el tabaco, fumado sin filtro y con largas caladas, lo que también podría incrementar la frecuencia de problemas pulmonares; desde cáncer hasta patologías cardiovasculares. Por si fuera poco, cada vez más datos advierten de la implicación del cannabis en los accidentes de tráfico y de su papel como puerta de entrada hacia otras drogas 'duras'.
24 de febrero de 1958
"Desde hace unos días, vuelve a rondarme la idea del suicidio. Cierto es que pienso en él a menudo, pero una cosa es pensarlo y otra sufrir su dominio. Acceso terrible de obsesiones negras. Me va a ser imposible durar mucho tiempo así por mis propios medios. He agotado mi capacidad para consolarme".
E. Cioran
Yoncito la buena
El exministro Fernando Londoño Hoyos renunció este jueves a su columna de opinión que venía manteniendo en el diario El Tiempo.
Londoño tomó esa decisión ante el escándalo desatado por su reciente escrito en el cual sugiere que el presidente Juan Manuel Santos, y su hermano, Enrique Santos, están detrás del atentado en su contra.
Ante esta columna, El Tiempo en su editorial respondió a Londoño reprochando su aguda crítica y señalamiento para el Jefe de Estado y su familia. (Lea la columna que suscitó el debate nacional).
El anuncio de dimisión del exministro al escrito en el rotativo lo hizo este jueves en su programa radial La Hora de la Verdad.
El miércoles, al conocer de ese escrito, Enrique Santos no ocultó su molestia y condenó los señalamientos del exministro. De inmediato el hermano del mandatario descalificó el periodismo que hace Londoño.
“Esa columna de Fernando Londoño es repugnante y reflejo de una mente torcida. Es de un periodismo de alcantarilla que refleja bien la catadura y el talante moral y ético de quien se atreve a insinuar estas cosas, al jugar con la verdad”, señaló. (Lea completa la crítica de Enrique Santos a Londoño).
Y continuó: “Insinuar siquiera que quienes se opone al proceso de paz pueden ser asesinado en un plan urdido por el presidente y su hermano, con la colaboración del fiscal General de la Nación (Eduardo Montealegre), y de Fidel Castro y el fallecido Hugo Chávez, sería hasta risible sino fuera una cosa tan delicada, grave y carente de ética”.
A juicio de Santos, utilizar una columna de un periódico para “soltar semejantes especies” realmente refleja quien es Fernando Londoño Hoyos.
Recordó que tuvo dificultades con Londoño cuando fue director de El Tiempo hace cerca de 10 años y lo invitó a escribir en las páginas de opinión del diario.
“Yo lo invité contra el consejo de mucha gente que lo conocía mejor y me advertía que se iba a voltear…evidentemente cuando uno es invitado a escribir en un periódico y lo que hace es aprovechar esa invitación para traicionar y escupirle en la cara al huésped de la casa –como lo hizo Londoño– no creo que tenga siquiera la dignidad de renunciar a su columna luego del editorial del periódico en su contra”, recalcó.
De acuerdo a Enrique Santos, el exministro “se va a quedar ahí para jugar a que le quiten la columna para salir como un mártir de la libertad de prensa”.
Yo quiero ser un martir pero de la hierba santa
Que la guerra mundial contra las drogas ha fracasado y que llegó la hora de pasar del enfoque prohibicionista al de salud pública son afirmaciones que se repiten diariamente. Lo relevante es que ahora esto lo digan cinco premios Nobel de Economía, el viceprimer ministro británico, el exsecretario de Estado estadounidense, el canciller de Guatemala y el ministro de Salud de Colombia, entre muchas otras figuras de talla mundial.
En un documento que acaba de publicar el London School of Economics (LSE) titulado “Acabar con la guerra contra las drogas” (Ending the war on drugs), estas personalidades estamparon su firma en señal de promover una política alternativa de drogas y de evidenciar los altos costos y las consecuencias no deseadas del prohibicionismo.
“La insistencia en la estrategia militar y policial de la 'guerra contra las drogas' mundial ha generado muchos resultados negativos y daños colaterales. Estos incluyen encarcelaciones masivas en los Estados Unidos, políticas altamente represivas en Asia, niveles incontrolables de corrupción y desestabilización política en Afganistán y África Occidental, violencia sistemática en América Latina, epidemias de VIH en Rusia y continuas violaciones de los derechos humanos alrededor del mundo”, se lee en el prólogo del texto.
A su vez, el cuerpo del documento tiene un capítulo escrito por dos colombianos, Daniel Mejía y Pascual Restrepo, reconocidos expertos en el tema de drogas, que se titula “¿Por qué el prohibicionismo estricto que se está derrumbando?”. El informe de 84 páginas fue realizado por un grupo de 13 analistas con importantes credenciales en temas en economía y políticas de drogas y cubre temas desde el desplazamiento forzado, pasando por el encarcelamiento masivo, hasta los costos en términos de salud que ha traído esta política.
“El fracaso de la guerra contra la droga lo han reconocido los profesionales de la sanidad, las autoridades en derechos humanos y ahora algunos de los economistas más respetados”, dijo John Collins, del LSE.
Sin embargo, hasta el momento ha sido muy difícil derrumbar el modelo prohibicionista. Presiones geopolíticas, intereses económicos, creencias religiosas y morales y, en general, miedo, han sido algunas de las razones para mantener esta estructura pese a que su fracaso ha sido evidente. Pues después de tan larga y tan costosa guerra ni los consumidores ni los mercados se han reducido y cada día los gastos aumentan y los muertos también. “No se trata de renunciar a la lucha contra las drogas sino de ser más eficaces”, dice el ministro del Interior de Guatemala.
En el informe se insta a los gobiernos del mundo a replantear sus políticas de drogas y a dirigirlas hacia el tratamiento y reducción de daños en lugar de hacia la persecución y la criminalización. También está dirigido a la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se dispone a convocar a una sesión especial sobre la política de drogas en septiembre de 2016. El objetivo es impulsar a los países a desarrollar sus propias políticas, porque el modelo de “una política para todos” de la ONU no ha demostrado ser eficaz.
Medellin ciudad de la marimba y de los proyectos a medias
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