LOS MERCENARIOS
COLOMBIANOS
Darío Ruiz Gómez
El mercenario desde
la antigüedad es un soldado que por
dinero se pone al servicio de una bandera que no es la suya. En el siglo XX
particularmente esta figura alcanza una más que destacable relevancia: las
guerras de África nos dieron a conocer
la presencia de mercenarios belgas, franceses, norteamericanos dirigiendo a
distintas facciones o del ejército o de los rebeldes de turno. La guerra civil
española supuso la presencia de miles y miles de voluntarios de izquierda o
demócratas que trataron de impedir la caída de la República en manos del
fascimo. ¿Deberíamos llamar mercenarios a ilustres voluntarios como Orwell,
Malrawx, Hemingway, Bernanos quienes ya en los horrores de la contienda
descubrieron tal como lo hace Orwell la
presencia de militares estalinistas cuya
única misión consistía en eliminar sin
compasión a los que ellos calificaban como
troskistas? El lastimoso caso en
Colombia de los curas españoles
ingresando a las filas del ELN para disfrazados de revolucionarios
dedicarse al asesinato de soldados y policías, de campesinos con una insania delirante, nos recuerda que también las Farc han contado
con la presencia de mercenarios extranjeros que vinieron a Colombia a morir
“por la liberación de los pueblos” según
la proclama del Ché Guevara y según la estrategia de que las revoluciones
socialistas eran exportables a los países donde se los podía necesitar. En este
sentido me ha llamado poderosamente la atención las recientes declaraciones del
Ministro de Exteriores ruso Sergei Lavrov haciendo énfasis con su mirada ante la cámara de t.v. para lanzar al gobierno
colombiano una advertencia por enviar mercenarios a ayudar a Ucrania en su lucha
contra el invasor ruso. Creo que hasta el momento en esa guerra han muerto tres
soldados colombianos que se libremente se incorporaron al ejército de Zelensky y un soldado colombiano del PCC luchando a
favor de Putin. Recordemos que hay una empresa de militares retirados que
presta importantes servicios de seguridad a algunos países del mundo árabe pero
todo legalmente y gracias a la fama adquirida por nuestros
soldados durante décadas de lucha contra los grupos
guerrilleros y del narcotráfico. ¿Cuál es entonces
la finalidad de Lavralov de
advertir a Colombia que su
“intervención” en Ucrania puede ser castigada? Su sorpresiva visita a Caracas
para encontrarse con Maduro y saludar a los 10.000 soldados rusos que
permanecen en territorio venezolano, a los encargados de las plataformas de desinformación instaladas en la frontera de
nuestro país y cuya finalidad de incidir
en los aconteceres de nuestra política está fuera de duda como lo
demuestra el canal ruso impuesto
por Hollman Morris o el RT que opera con
toda libertad desde México tiene que ver con las diferencias antre Maduro y
Guayana y por hacer reconocer su presencia definitiva en Latinoamérica.
Ahora y por
millonésima vez el ELN se levanta de la mesa de conversaciones. Recordemos que
el ELN no es colombiano desde el momento en que sus jefes juraron lealtad a
Maduro y por lo tanto siendo dueños de tres Estados venezolanos y buena parte del Arco Minero lo cual los convierte en invasores
de nuestros territorios.¿ Cuáles son las condiciones bajo las cuales miles de
esclavos trabajan en sus minas? ¿Cuáles son sus clientes en la compra de madera fina extraídas del Chocó destruyendo el medio ambiente? ¿Porqué
el silencio de la Corte Penal Internacional ante sus crímenes?¿No se están
dando cuenta de que lo que vino Lavrov es a refrendar un problema de
Geopolítica donde está incluido como actor el ELN y que por lo tanto la mesa de
conversaciones de paz es un divertimento para una organización terrorista con
tanto poder económico y territorial?
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